Los demócratas estos días están haciendo algo realmente increíble: están siendo efectivos políticamente. La reforma de la sanidad va camino de ser aprobada en el Congreso; contra todo pronóstico (y para mi sorpresa), parece que la ley será de hecho bastante buena.

Hace un par de meses decía que si bien era bastante probable que los demócratas iban a aprobar una reforma de la sanidad, lo más probable es que el texto final fuera un pacto chapucero entre moderados cobardicas y progresistas muy preocupados en proteger a los sindicatos. Las noticias de esta semana, sin embargo, apuntan que el texto irá más allá de un simple consenso de tercera, y que incluirá ideas sensatas.

Todo empezó con la propuesta del comité de finanzas del Senado, la más conservadora de las cinco presentadas. El texto, a pesar de omitir algunas medidas importantes, incluía un montón de buenas ideas – una regulación sólida de las aseguradoras, un mercado público bien diseñado y ambicioso, un mandato individual potente y (crucial) un sistema de financiación agresivo y valiente.

Cuando buscas cómo pagar la sanidad, los políticos americanos se enfrentan a un problema importante: el gasto sanitario está aumentando más deprisa que la inflación. Si intentamos pagar la reforma con un recargo sobre el impuesto para rentas altas, al cabo de unos años el dinero será insuficiente. Es necesario utilizar una fuente de ingresos que crezca tan rápido como el gasto sanitario – es decir, algo dentro del sistema de salud.

El mecanismo más obvio para esto es eliminar la deducción en el impuesto sobre la renta que hace que uno no pague impuestos en el seguro de salud que te paga la empresa. Una cuarta parte de mi sueldo, por ejemplo, es lo que paga mi empresa para que pueda ir al médico. Ese dinero tributa a cero; no pago un duro por ello. Aparte de crear una cantidad de incentivos perversos tremenda (y discriminar a los que no tienen seguro de empresa; los individuales no desgravan), esto crea una tendencia ridícula a hacer que las empresas prefieran pagar a sus empleados en seguros médicos extravagantes que en dinero en efectivo – eliminar la deducción es un arreglo obvio.

Por descontado, eso no es una medida demasiado popular; los sindicatos (que tienden a negociar estos planes caros para sus miembros) odian la idea. John Kerry y los demócratas han decidido evitar el problema utilizando una táctica bastante burda pero efectiva: en vez de eliminar la deducción, lo que harán será cobrar un impuesto a las aseguradoras que contraten planes por encima de un determinado límite. A efectos prácticos es casi exáctamente lo mismo, pero políticamente es mucho más factible. Una treta ideal.

De igual modo que la propuesta tenía sus virtudes, también tiene sus defectos. Para empezar, la ley obliga a todo el mundo a contratar un seguro médico, pero no ayuda demasiado a los que no pueden pagarlo, ya que no incluye demasiadas subvenciones. Esto ha sido foco de protestas por parte de los demócratas más progresistas, y de algunos republicanos con poco imaginación. Las aseguradoras lo han utilizado como excusa para pedir que se retire la propuesta.  Los demócratas han respondido, contra todo pronóstico, de forma razonable: en vez de relajar el mandato individual, parece que van a subir las subvenciones y reforzar las penalizaciones, aumentando la cobertura.

El otro problema grave de esta propuesta es que omitía el seguro público alternativo, de lejos el punto más popular de la reforma. En vez de llorar y decir que como los moderados no lo quieren es imposible aprobarlo, los demócratas han decidido ser creativos, con otra idea políticamente hábil. El seguro público estará en la ley desde el principio, pero los estados podrán decidir, si así lo desean, que no les incluya. Si Arkansas no quiere tener un sistema público paralelo, el gobierno estatal deberá votar que les dejen en paz. Es un encaje de bolillos brillante, que parece agradar tanto a moderados como a progresistas – y que permitirá que los estados más progresistas tengan un sistema como Dios manda, sin tener que sufrir las rabietas del sur.

Por descontado, el plan público no es suficiente por sí sólo. Uno puede diseñar un plan de forma chapucera, hasta el punto que sea totalmente irrelevante. De forma totalmente increíble, los demócratas parecen haber decidido que vale la pena hacerlo bien, así que Nancy Pelosi va a presentar un sistema público agresivo. Como más poder de negociación tenga (más «estilo europeo»), más barato será de operar, y menor será el coste de la ley. Si la CBO «puntúa» el plan y demuestra que reduce más el déficit que las alternativas (plan fofo o reforma sin sistema público), los moderados que tanto lloraban que la ley será demasiado cara deberán callarse – y el producto final será mejor.

¿Quiere decir esto que tendremos una reforma de la sanidad, y esta será maravillosa y mágica? No tan deprisa; hablamos del partido demócrata. Aún así, parece casi seguro que habrá nueva ley, y es bastante probable (65%) que será relativamente buena. Quién lo iba a decir.


6 comentarios

  1. jasev dice:

    Me parece una jugada brillante: si sale bien, cuando los ciudadanos del estado X vean que hay un sistema que funciona mejor en el estado de al lado, exigirán que se implante también en el suyo. Al menos, eso espero…

  2. No sé, no sé… no las tengo todas conmigo. Ojalá.

    Ôo-~

  3. Alatriste dice:

    Roger, un comentario que no querría que sonara mal… Usas en ocasiones la construcción «Como más», que no sé si será un traslado directo del catalán, pero en castellano es más correcto (y suena mejor) «Cuanto más». Por ejemplo «Cuanto más poder de negociación tenga».

  4. jasev dice:

    Se acabó la diversión, llegó Joe Lieberman y mandó a parar…

    Qué personaje. Un supuesto demócrata que con la que estaba cayendo apoyó a McCain, por amor del FSM.

    Lo peor es que no le toca presentarse de nuevo hasta 2012, por lo que es prácticamente intocable; si tuviera que presentarse el año que viene se iba a enterar de lo que es una casa blanca cabreada.

  5. […] Lo cierto es que no ha habido demasiadas sorpresas; la ley no es perfecta, pero el senado puede mejorarla aún. De momento las cosas van según lo esperado. […]

  6. […] he hablado con cierto detalle de los métodos de financiación aquí, Ezra Klein lo explica con detalle aquí.  No me voy a repetir demasiado. En general, ahorrar […]

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