Este post de Geógrafo Subjetivo me recordaba uno de mis artículos preferidos, años atrás: mi sentido homenaje a la Unión Soviética. Rusia siempre es un país de superlativos, así que cuando se pusieron a parir una gloriosa pesadilla quijotesca totalitaria lo hicieron espectacularmente bien. «Bien», se entiende, para los que lean la historia del régimen en años posteriores. Para los sufridos ciudadanos soviéticos, estoy seguro que no era demasiado divertido.
Aunque la verdad, el humor soviético era fantástico.
El régimen soviético (y Rusia en general) siempre tendrá un espacio en mi corazoncito merced de su extraña obsesión con hacer líneas de metro a mansalva (algo así como Gallardón, pero con más mármol), ser capaces de tener un programa espacial utilizando tecnología basada en la fuerza bruta (y a Pepe Gotera y Otilio como ingenieros), siempre querer que todo lo que hagan sea «lo más grande del mundo» (desde la bomba zar hasta proyectos de ingeniería megalómanos) y parir «ciudades ideales» hechas a base de cientos de bloques de cemento brutalistas.
Y por descontado, los nombres: Kremlin, Politburó, Soviet Supremo, Ejercito Rojo, nomenklatura, Presidium, Camarada Stalin (nunca un dictador tuvo un mejor apodo), apparatchik y el fascinante, siempre bien intencionado y completamente fantasioso plan quinquenal preparado por el glorioso Gosplan. Todo ello adornado con insignias de glorioso avance proletario, listas de espera de años para comprar televisores, espléndido arte realista soviético y la inspiración del cine de Einsestein, a ritmo del mejor himno jamás parido.
Sí, eran malvados, megalómanos e incompetentes, y sus palabras estaban reespaldadas con armas nucleares. Anda que no eran interesantes, por eso.
Qué asco.
¿Sus palabras estaban respaldadas con armas nucleares? ¿De qué me suena a mí eso?
En lo de Pepe Gotera y Otilio como ingenieros no estoy de acuerdo: los ingenieros soviéticos eran muy buenos, lo que pasa es que trabajaban con unos presupuestos ridículos, con trabas burocráticas casi insalvables (para pedir cualquier equipo, por ejemplo), con presiones políticas muy fuertes y tecnología electrónica muy inferior a sus homólogos occidentales.
Los grandes problemas de la ingeniería soviética eran el diseño industrial y la ergonomía, que como buenos inventos occidentales debían de ser muestra de decadencia pequeñoburguesa o algo así, porque que cualquier aparato soviético, por bueno que fuera, era feo de cojones e incomodísimo de utilizar.
Pero seguro que los televisores duraban más.
Coincido con todo lo que dices Roger, que tiempos aquellos del himno soviético sonando en las olimpiadas y aquellos desfiles en la Plaza Roja, que si la conoceis sabreis que se filmaban con un gran angular de cojones, no es ni mucho menos tan grande como parecia, y aquella famosa frase «ha caido en desgracia» hay algo más expresivo en política?.
Y las cosechas de cereal de Ucrania, cada año mayores hasta llegar al infinito.
Y esos carteles propagandisticos tan bellos y esas palñabaras que ellos nos enseñaron como «propaganda», me pongo sentimental con estas cosas.
Y qué malos tan chulos que regalaron al cine… Nada que ver con los sosos terroristas de ahora. Mi favorito era Ivan Drago, que era como la expresión boxística de todo éso que dices.
¿Habéis jugado al Kremlin de AH?
Está diseñado con una fina mala leche. Los jugadores representan miembros del Partido (todos ancianetes) y para ganar se zurran de lo lindo para copar la secretaría general del partido y luego presidir el desfile de octubre (tanques, tanques y más tanques) sin pillar un resfriado. Las purgas y «mudanzas» a Siberia son la moneda de cambio habitual.
El juego contiene un mazo de tarjetas con eventos. Ejemplo: joven alemán aterriza en la Plaza Roja con una avioneta: ministro de defensa depuesto y enviado a Siberia.
Por supuesto, el juego fue diseñado en USA.
La primera entrada que te leí y gracias a la cual descubrí tu blog fue ésta que citas. Creo que estuve tres horas seguidas leyendo entradas. Un gratísimo descubrimiento y recuerdo.
Kremlin de AH? Todo lo que sé de política lo aprendí con ese juego. Por desgracia, lo perdí en una mudanza…
Por cierto, Archipiélago: estamos hablando de la Unión Soviética como quien habla del Imperio en Star Wars. El juicio moral está claro (genocidas malvados), pero nos mola la estética.
Somos así de postmodernos.
De la estética siempre se aprende:
http://www.vimeo.com/1223566
Pues es una pena, porque está descatalogado.
Sobre política me cundió mucho más el Republic of Rome, también de AH.
http://www.tu.tv/videos/republica-socialista-mundial-castellano_1
eso va hacer que ame mucho más a los soviets, camarada Roger
JAJA!!!