Siempre me he preguntado por qué la opinión pública en Estados Unidos es a veces un tanto nihilista. Siempre se habla del excepcionalismo americano, etcétera, etcétera, pero cuando un país parece estar completamente obcecado en hacer lo contrario que el resto del mundo en todos los temas, algo va mal.

Todo el planeta está muerto de miedo con el cambio climático –  sin excepción. Incluso chinos e indios en una encuesta reciente querían que sus gobiernos hicieran algo, lo que fuera, para cambiar las cosas. Los únicos tres países de 19 encuestados sin una mayoría clara son Irak, los territorios palestinos… y Estados Unidos de América. Los americanos son el único país desarrollado del mundo sin un sistema sanitario que cubra a toda su población. Es el único país civilizado que ejecuta a criminales. Hacen cosas raras. Son un sitio extraño.

Las razones detrás de esta extraña obsesión quijotesca son complicadas; hay toda una rama de la Ciencia Política obsesionada en explicarlo. Por aquí he hablado de alguno de los motivos que explican esta peculiar manía que tienen los gringos en llevar la contraria: un sistema institucional absurdamente inmovilista, unos medios de comunicación esencialmente conservadores, el constante crecimiento territorial (y migratorio) del país durante los «años dorados» del marxismo, todos son factores influyentes.

Algunos autores como Roemer creen que el origen primordial del conservadurismo americano nace del peculiar equilibrio social y político nacido de la Guerra Cívil y la segregación racial. El primer intento de aprobar la sanidad pública universal (en los años 40, con Truman), de hecho, muere a manos de los demócratas de los estados del sur, que temían que un sistema de salud federal forzara la creación de hospitales birraciales.

A todas estas explicaciones, me gustaría añadir una relativamente subjetiva, fruto de seguir en directo el debate sobre la sanidad estos días: la oposición republicana ni siquiera se preocupa en pretender que dice la verdad. En un país normal (como España en este caso) cuando el gobierno quiere aprobar una ley, los partidos que no están apoyando el ejecutivo acostubran a criticar la propuesta, o algo que tiene cierta relación con ella. El PP no está de acuerdo con la política económica del gobierno, y critica a los socialistas por no hacer nada y quererlo arreglarlo todo con gasto público. Estarán en lo correcto o no, pero al menos están hablando de algo que tiene cierta relación con la realidad.

En Estados Unidos, de un tiempo a esta parte, esto ya no sucede. Los demócratas están intentando aprobar una reforma de la sanidad. Será mejor o peor, pero hay propuestas sobre la mesa, leyes concretas, e ideas más o menos coherentes. Los republicanos no están criticando la reforma como innecesaria, diciendo que están dando dinero a las aseguradoras o tirando dinero a la basura en algo ineficiente. No, eso sería ser razonable. Estos días los conservadores americanos están proclamando que la ley obliga a los ancianitos a practicar la eutanasia, da sanidad gratis a todos esos sucios inmigrantes,  crea una nacionalización forzosa de los medios de producción y hará que el gobierno federal tome el control de Medicare, el seguro médico público y federal que asegura cobertura a los jubilados. Los
republicanos no están criticando la ley, se están inventando una reforma ficticia malévola y poniéndola a parir.

Lo más delirante es que las bobadas no se reducen a estas cosas; este «estilo» de oposición se extiende a todo problema a la vista. El partido republicano no tiene el más mínimo reparo en negar la realidad al hablar de cambio climático, inventarse una supuesta trama que intenta ocultar que Obama es un keniata marxista musulmán terrorista camuflado que corre maratones en la intimidad, pretenden que todo lo que ellos han roto (incluyendo California, gracias a su alegre obstruccionismo legislativo) no tiene nada que ver con ellos, y se pasan la vida diciendo que los progresistas creen que Obama es el Mesias, y por eso se tragan todo.

Lo más triste de todo es que pretender que el planeta tierra es plano funciona relativamente bien – o al menos lo suficiente bien como para que los medios repitan sus estupideces, y un porcentaje significativo de la población se trague las bobadas. Tenemos encuestas dando resultados totalmente contradictorios, con votantes diciendo que quieren reforma de la sanidad, oponiéndose a la propuesta de los demócratas en abstracto pero diciendo que apoyarían su contenido cuando se pregunta sobre detalles concretos.  Los medios son, en cierto sentido, cómplices en que esto suceda; hablaba sobre ello no hace mucho con cierto detalle.

La pregunta obvia, por descontado,  es qué puede hacer un gobierno reformista cuando se enfrenta a una oposición así de absurda. En sitios más o menos normales, como España, los políticos tienen cierto pudor en defender según qué bobadas. Sí, a veces vemos cosas raras como el peonismo, pero eso es meterse en teorías de la conspiración, no crear hombres de paja gigantes. En Estados Unidos los demócratas tienen el problema que no sólo tienen que defender una ley (o varias; recordad como va esto), sino que además tienen que enfrentarse al absurdo de explicar que la tierra es redonda demasiado a menudo.

La cosa no se queda en eso: estos días organizaciones conservadoras se pasan el día reventando actos, al más puro estilo abertzale. La idea no es debatir ideas; es generar la imagen de ciudadanos indignados abucheando políticos, como si el pegar chillidos en un teatro tuviera algo que ver con discutir ideas. El partido republicano no es un organización política tradicional; es un conjunto de trolls interneteros que se divierten inventándose frases ingeniosas.

Gobernar un país del tamaño, diversidad y complejidad de Estados Unidos es complicado. Gobernar un país cuando una amplia minoría (con capacidad limitada de veto; recordad que el Senado da un poder desproporcionado a los estados pequeños – incluso con los demócratas teniendo 60 votos) totalmente divorciada con la realidad y que no tiene el más mínimo interés en decir nada serio es todavía más difícil.

La reforma de la sanidad será aprobada, estoy casi seguro; los demócratas, al fin y al cabo, saben que un fracaso tendrá unas consecuencias electorales muchísimo más graves para ellos que aprobar algo (lo que sea) que parezca impopular. Aún así, el debate será mucho más pobre (y dejando ideas muchísimo más eficaces sobre la mesa) de lo que debería; los alaridos condicionan el debate.


9 comentarios

  1. citoyen dice:

    «La reforma de la sanidad será aprobada, estoy casi seguro;»

    ¿Seguro? Como cuando le llevaste lacontraria a Marc Vidal con lo de la crisis? 😛

  2. Heli dice:

    Pues yo creo que aquí decir bobadas para cargar contra la ley de turno también se nos da bastante bien:

    http://www.filmica.com/sonia_blanco/archivos/009807.html

  3. Roger Senserrich dice:

    Citoyen: sé más de política que de economía 🙂

  4. Pepe dice:

    Japón y Corea del Sur también tienen pena de muerte. Y son paises civilizados. Sobre todo Japón. Más que muchos otros.

  5. Roger Senserrich dice:

    Cierto, siempre me olvido de Japón. Sólo ejecutan asesinos especialmente desagradables, y ejecutan (en comparación a Estados Unidos) muy poco – la tasa de criminalidad japonesa es bajísima.

  6. Livia dice:

    Cuando hablas de país normal me hace gracia que España sea una ejemplo, me explico:

    – Los republicanos niegan el cambio climático, Rajoy habla de su primo y también lo niega. Y negaron la marea negra que provocó el Prestige cuando eran gobierno… y eso que el chapapote no era futuro, se podía ver y tocar.

    – La universalización de la sanidad y sus mentiras… EpC sirve para adoctrinar a los estudiantes a que sean socialistas, gays, drogadictos, follen con todo lo que se mueva, etc, etc… El cambio que equipara matrimonios sean del sexo que sean destruye a la familia y ahora la gente podrá casarse con sus hijos o incluso con sus animales si quiere…

    – La población por culpa de los medios de comunicación se cree las patrañas que se inventan los republicanos… aquí hay un más que preocupante porcentaje de la población que considera que el 11M lo hizo la ETA con El PSOE…

    En fin, la derecha mundial está enloquecida, no hay que darle más vueltas…

  7. Josei dice:

    «- La universalización de la sanidad y sus mentiras… EpC sirve para adoctrinar a los estudiantes a que sean socialistas, gays, drogadictos, follen con todo lo que se mueva, etc, etc… El cambio que equipara matrimonios sean del sexo que sean destruye a la familia y ahora la gente podrá casarse con sus hijos o incluso con sus animales si quiere…»

    ?

    Es que no me queda claro, eso lo dices tu porque piensas eso o es lo que criticas que dice el PP o los curitas?

  8. Livia dice:

    Me sorprendió la duda, pero es sólo porque a veces se me olvida que en España hay gente que de veras piensa eso… XD

    Critica, sin duda… no sabría decir cuál de las dos cosas me parece más absurda, si que crean que con una hora semanal se puede adoctrinar tan profundamente como dicen (además de darnos un poder a los profesores que no tenemos ni de lejos) o que la izquierda quiere destruir la familia…

  9. […] El partido republicano (y sus coros y danzas en radio y televisión) se han lanzando a un alegre nihilismo desencadenado completamente increíble, inventándose las tonterías más histéricas sin que -casi- nadie se […]

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