El PSOE dió ayer un bonito espectáculo circense. Tras varias semanas en que las iniciativas del gobierno y grupo parlamentario se podían contar con los dedos de un oreja, el partido socialista finalmente llegaba a un acuerdo con Izquierda Unida para hacer algo. No era nada que fuera demasiado extraordinario, la verdad (aunque ciertamente no era una mala idea), pero era noticia: en España se hablaba de políticas concretas.

Obviamente, la cosa no podía durar. Tanta actividad y concreción no podía ir demasiado lejos sin llevar el aguerrido grupo de titanes ilustrados que llevan el timón del país a la extenuación. Seis horas después, tras casi un cuarto de día de cargar el peso insoportable de una propuesta concreta, el PSOE decidía que había tenido bastante. Frodo no podía más con el anillo. Abrazando con fuerza su mantita de seguridad, el gobierno avanzaba hacia la retaguardia, orgulloso de haber intentado trabajar durante tanto tiempo.

Lo más preocupante de todo esto es que el glorioso equipo de héroes que rige el destino de la unidad del destino en lo universal española está perdiendo resistencia. No hace demasiado, en un intento por casi-gobernar igualmente titánico, los paladines que guardan las llaves del poder supremo fueron capaces de mantener una iniciativa, una propuesta, una idea concreta durante doce horas completas. El fulgor incandescente, la energía pura emitida por ese artefacto de gobierno maléfico era inmenso, pero aún así lo tuvieron en sus manos durante medio día. Desgraciadamente, tras cargar algo que podría haber sido una proto-reforma laboral tanto tiempo, están un tanto debilitados, como dudosos – incluso manejando objetos místicos de izquierda.

De acuerdo, quizás exagero. No dudo que el gobierno pueda tener una justificación estupenda y muy, muy lógica sobre por qué una subida del IRPF de Cristiano Ronaldo paso a ser de súbito una mala idea. Es más, creo que Izquierda Unida estaba realmente haciendo el burro lloriqueando sobre la financiación autonómica dos minutos después que el PSOE aceptará un montón de ideas de izquierda (así les va). Eso no quiere decir, sin embargo, que Alonso y los socialistas no han hecho un ridículo espantoso.

El gobierno socialista se está convirtiendo en un zombie. El PSOE, de hecho, se está zombificando poco a poco, de forma inexorable. Es una enfermedad grave que azota a partidos políticos en todo el mundo: los líderes se enamoran profundamente de una idea cualquiera, sea relevante o no, y no la dejan ir, pase lo que pase. Aunque deje de tener sentido.

El PSOE ahora mismo ha descubierto un fetiche curioso para un gobierno progresista: las «conquistas sociales», una especie de defensa a ultranza del status quo. Los socialistas contemplan orgullosos el complejo entramado de leyes, instituciones y redes de protección social, y ven un precioso unicornio blanco que debe ser protegido y curado de todo ataque. Por desgracia, el método escogido es encerrarlo en una alta torre y tirar la llave, no sea que se escape – algo no demasiado sano para el unicornio en cuestión.

Los socialistas estos días sólo hablan de «nuevo modelo productivo» mientras pretenden que llegaremos a él sin cambiar absolutamente nada. Al paso que van, se convertirán en un partido del no; un fósil que repite de forma obsesiva un par de mantras económicos decimónicos («derechos… derechos…«) pero es incapaz de darles ningún contenido decente.

Un gobierno debe gobernar, y eso incluye tomar decisiones, cambiar cosas. Requiere tomar la iniciativa. No es serio que a estas alturas Zapatero siga pretendiendo que el «diálogo social» no va con él, y que los sindicatos y patronal deben llegar a un acuerdo. Llevan años mareando la perdiz, y seguirán allí hasta el infinito si el presidente no ejerce su presunto liderazgo y fuerza un consenso, o toma él solito una decisión de una puñetera vez. No es serio que un servidor tenga problemas para mencionar un proyecto de ley decente desde el plan E y el (relativamente competente) estímulo fiscal. No es serio que en medios internacionales básicamente sugieran que el presidente del gobierno es un pusilánime.

La izquierda está en crisis no porque sus ideales y valores no sean populares. La izquierda está en crisis porque parece haber decidido que lo mejor que puede hacer es pretender que no hace falta gobernar ya.

(y no, no es que el PP sea un hervidero inacabable de liderazgo y fantasía estos días; no le hace falta. Pero eso es para otro día. Sobre arimética parlamentaria, y cómo evitar que sea un lastre, hablaré otro día – ser más ruidoso y activo ayudaría)


9 comentarios

  1. Ender dice:

    Suscribo la entrada al 100%… sobre todo la parte de Frodo y el anillo. Hay mucho miedo a los Nazgul.

    El Banco de España y el BCE: nazgul
    La patronal: nazgul
    Los sindicatos: nazgul
    La oposición: nazgul
    Las hordas «neoliberales»: nazgul
    La «auténtica» izquierda: nazgul
    Los medios de comunicación contrarios: nazgul
    Los medios de comunicación afines: nazgul disfrazados de elfos
    Los votantes: … el Rey Brujo Nazgul.

  2. Demócrito dice:

    De esos polvos vienen estos lodos. Lo de la alianza con ERC e IU era un engendro que tenía que acabar mal. Uno no se alía con esencialistas de las pelotas. El aliado lógico del PSOE en el parlamento es CiU, mal que les pese, aunque sólo sea porque son pragmáticos y porque el PP lo pone a huevo. Con el desastre electoral de IU en 2008 Zapatero tendría que haber cambiado de trinchera alegremente y apoyarse en los catalanes con seny. Entonces tendría las manos más libres y quizá pudiera haber realizado reformas de calado. Y mandar a los sindicatos a tomar por el culo cuando no razonan, que no tienen representación en el parlamento. A Felipe le hicieron huelga general y se los pasó por el arco del triunfo.

    Pero claro, no estaríamos hablando de Zapatero. Seguro que cuando iba al colegio todo el mundo le pegaba collejas.

  3. Franesco dice:

    Salvo que me equivoque con mi inglés, en el artículo de opinión de The Economist (que incluye una vomitivia entradilla que dice que las bombas sí cambian gobiernos, como afirman sucedió en 2004, pero las crisis económicas, al parecer, no) no se habla de que el presidente Zapatero sea «pusilánime»…

    La frases finales dicen: «Mr Zapatero promises a sustainable-economy law but has given few details. He has no desire to confront the unions, so radical labour-market reform is unlikely. Real change might require him to make enemies. He has shown no appetite for that».

    Yo entiendo: «El señor Zapatero promete una economía de desarrollo sostenible, pero da pocos detalles

    Sr. Zapatero promete una ley de economía sostenible, pero ha dado pocos detalles. No tiene ningún deseo de enfrentar a los sindicatos, de manera radical la reforma del mercado laboral es poco probable. Podría exigir un cambio real a hacer enemigos. Él no ha mostrado ningún deseo de que

  4. Franesco dice:

    Se me ha ido el dedo…

    Decía que creo que las frases finales del artículo dicen: «No tiene ganas (Zapatero) de enfrentarse con los sindicatos, por lo que una reforma radical del mercado de trabajo es poco probable. Un cambio real provocaría que se creara enemigos. Y no tiene ganas de eso».

    ¿Eso significa que sea pusilánime o es que no he entendido bien el texto?

  5. meneame.net dice:

    El PSOE está "zombificado": Le falta iniciativa para realizar reformas necesarias…

    Reflexión del politólogo Roger Senserrich a raíz de la polémica del IRPF: "(…)Un gobierno debe gobernar, y eso incluye tomar decisiones, cambiar cosas. Requiere tomar la iniciativa. No es serio que a estas alturas Zapatero siga pretendiendo …

  6. […] escribir ayer con tono ciertamente depresivo sobre la presunta naturaleza no-muerta del gobierno socialista, me quedé pensando sobre por qué llegaba a estas conclusiones. Es cierto […]

  7. […] escribir ayer con tono ciertamente depresivo sobre la presunta naturaleza no-muerta del gobierno socialista, me quedé pensando sobre por qué llegaba a estas conclusiones. Es cierto […]

  8. Ian Curtis dice:

    “No tiene ganas (Zapatero) de enfrentarse con los sindicatos, por lo que una reforma radical del mercado de trabajo es poco probable. Un cambio real provocaría que se creara enemigos. Y no tiene ganas de eso”.

    ¿Eso significa que sea pusilánime o es que no he entendido bien el texto?

    Exactamente significa eso.

    No sé, yo no creo que le vaya tan mal. Sí, que no haga reformas ni nada en general es una mierda, sí; no me refiero a eso. Si te fijas en su electorado, están contentísimos de que nada cambie. Se limitan a decir: qué quieres, abaratar el despido? Sinvergüenza/facha/gilipollas!

    El otro día me tocó semidiscusión familiar con mi padre y mi tío (socialista nº1 y de centro-izquierda pero independiente, respectivamente) por el tema de MAFO y sus declaraciones contracorriente. Lo de mi padre lo daba por supuesto, pero ver a mi tío (furibundo anti-PSOE y lector del Mundo en los 90) diciendo que a ver si se va ya a la mierda el Fernández Ordóñez ése me dejó descuadrado, la verdad. Su teoría era que si no piensa lo mismo que el Gobierno debe marcharse de inmediato, a ver qué hace que no se va. Le expliqué que un banco central tiene que ser independiente, al menos en teoría, y me pusieron una cara como si les hubiera dicho fllrtmvo divv ytkf. Dijo qué por qué no le habían echado ya, y ahí interviene mi padre para decir que es que el sistema es una aberración, que el presidente no puede echarle aunque quiera, que vaya sistema… Vuelvo a decir lo de la independencia, y dicen que eso para qué, que vaya mierda, y lo mezclan con que no se le pudiera imputar penalmente.

    Resumiendo, que el electorado socialista, el sectario por supuesto pero el independiente también, está muy contento con que no se haga nada, porque hacer algo es neoliberal y de empresarios y fachas, y nadie quiere ser facha, y mucho menos empresario, claro.

  9. […] si todo esto sucede, deberían empezar a preocuparse: como va la economía -y con la preocupante falta de liderazgo y ambición de las últimas semanas- tener el PP con un líder fuerte es una pesadilla hecha […]

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