La campaña de McCain nunca ha tenido una relación demasiado fluida con la realidad. Ya he contado su curiosa tendencia a inventarse polémicas absurdas, como eso que Obama es Britney Spears, o la horrible, escandalosa revelación que los demócratas llamaron «cerda» a Sarah Palin.

El problema es que estos días la realidad ha llamado a la puerta en forma de tremebunda crisis financiera, y parece que el candidato republicano no se ha dado cuenta. En todas las encuestas, los votantes dicen de forma consistente que su principal preocupación, el tema que no les deja dormir, es el estado de la economía. Uno espera oir a los candidatos hablar de ello, mencionar los problemas de la clase media, y bueno, tratar de dar ideas sobre cómo arreglar el problema.

Obama habla de sanidad, empleo, reactivar la economía, se dirige y habla de clases medias. McCain… bueno, aparte de lanzar un caro, absurdo y mal diseñado plan para rescatar hipotecas, el gran tema de campaña, el que que han repetido de forma obsesiva en discursos, entrevistas y anuncios variados es la presunta relación que Obama quizás pudiera haber tenido con William Ayers, un tipo que fue un terrorista de segundo en los años sesenta, y que ahora ejerce de profesor de universidad en Chicago.

Como estrategia política, realmente, no entiendo qué narices están haciendo. Las cosas van mal en Estados Unidos, un país donde muchísima gente tiene sus pensiones y ahorros en fondos de inversión. En vez de dar propuestas económicas (no hace falta ni que sean razonables), llevan cuatro o cinco días concentrando todas sus energías en lanzar ataques personales constantes y teorías conspiranoicas absurdas.

Como era de esperar, los medios de la derecha (Hannity en Fox, National Review, Rush, etcétera) han seguido todos como borregos. Tenemos sesudos comentaristas discutiendo si Obama es un criptocomunista rama Stalinista o un seguidor de Mao; Laura Ingram entrevistando a Palin y no haciendo ni una sola pregunta sobre economía; gente preguntando sobre el socialismo de los demócratas en mítines; y seguidores diciendo esta clase de estupideces delante de las cámaras (aviso: el video da miedo, y no es representativo -espero- de Estados Unidos en general).

¿El resultado? McCain de mal en peor en las encuestas, sectores de la derecha convencidos que los medios están conspirando todos para que salga elegido un criptocomunista musulmán amigo de los terroristas que cree en la teología de la liberación negra (ignorad las contradicciones), y los americanos completamente alucinados que los medios conservadores están perdiendo el tiempo en paranoias que no preocupan a nadie. La campaña de McCain, esta semana, parece una caricatura cutre de las diatribas de Federico Jiménez Losantos; Colbert no puede ni parodiarles ya.

A todo esto, y ya que estoy perdiendo el tiempo hablando de estas cosas y no de economía (he repasado el plan de rescate financiero en Materias Grises; ¿algún tema en particular que queréis que trate, por cierto?), la otra noticia relevante hoy es la compra de publicidad que ha hecho Obama hoy: treinta minutos de televisión en al menos tres de las cuatro cadenas nacionales (de momento; ABC no ha confirmado aún) en hora de máxima audiencia (8 PM) el día 29 de octubre.

Sí, un anuncio de media hora de duración a escala nacional en (probablemente) todas las televisiones, en un país de más de 300 millones de habitantes. Eso vale un pastón absolutamente incomprensible para el común de los mortales; una machada publicitaria que muestra la absurda cantidad de dinero que el tipo debe tener en el banco. Eso de renunciar a la financiación pública le ha salido bien, al maldito.

El último candidato en hacer algo parecido, por cierto, Ronald Reagan en 1980. Y parece que le funcionó, la verdad.


4 comentarios

  1. Narsilio dice:

    Ya que pides que te propongamos temas, me gustaría que antes de las elecciones nos dieras una «clase» de en qué estados se van a dirimir las elecciones, cuáles va a ganar Obama seguro, cuáles McCain y sobre todo, en qué estados su votación decantará la balanza a uno y otro lado.

    Saludos.

  2. Marino dice:

    Si, podrias decirnos que podemos hacer los ciudadanos de a pie para contrarrestar la crisis? Los pronósticos son muy negros y estoy seguro que podemos hacer algo para evitarlos!

    Muchas gracias!

  3. Hm. Nunca he sido partidario de los horarios políticos como bloque monolítico en prime time. Cierto es que una campaña de «spots» impide una explicación seria y mesurada de las propuestas políticas, reduciéndolas a una sucesión de talking points y ataques indiscriminados (infórmese sobre el folclórico Enéas Carneiro) pero es que, por mucho Obama que sea, media hora es media hora y el que a la mitad del publirreportaje no se haya pasado a ver «Lost» es que es un friki gafoso (por utilizar sus términos) que iba a votar por Obama de todas formas.

    Pero puede que a lo mejor tenga suerte y atraiga a los norteamericanos frente al televisor. Eso sí, que Obama rece al Todopoderoso para que los Red Sox arrasen.

  4. […] a hablar de Bill Ayers; esperaron a que la cámara de resonancia conservadora les acusara de terroristas marxistas camuflados y otras perlas para empujar a los medios a contestar lo que ya eran estupideces descaradas. Si algo […]

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