Estrategia obtusa & Retórica

Mitología política americana (II): Willie Horton

7 Jul, 2008 - - @egocrata

Los republicanos tienen una larga y no precisamente gloriosa tradición de anuncios con contenidos veladamente racial. Como todo en política, lo que se considera racial y lo que no es debatible, pero no se puede negar que los conservadores en Estados Unidos han sido capaces de andar por esa estrecha senda con habilidad.

Uno de los últimos ejemplos en esta estirpe de publicidad más o menos explícita son los dos anuncios sobre Willie Horton, emitidos en la campaña presidencial de 1988:

El anuncio es bien poco sutil: Dukakis, ese liberal blandengue de Massachusetts amigo de los negros, dejó que este negro saliera de la cárcel un fin de semana y matara un chico blanco y violara y matara a su novia. El anuncio, sin embargo, omite varios detalles importantes: el programa de permisos de fin de semana fue aprobado por el antecesor de Dukakis como gobernador (un republicano), y aunque el candidato demócrata había apoyado el programa, fue él el que lo cancelo después del incidente. Aunque Dukakis no era un candidato de «mano dura», el llamarle poco menos que amigo de asesinos y violadores era bastante exagerado.

¿Son los anuncios de Willie Horton racistas? Vistos desde fuera, no lo parecen. Es un anuncio sobre el crimen y política penal. La imagen del criminal en Estados Unidos, sin embargo -y más en los ochenta- es el del hombre negro amenazador; el tipo que vive en un gueto en el centro de la ciudad y viene a los suburbios -blancos, blanquísimos- a cometer fechorías. Esa imagen, nacida más de las noticias sensacionalistas y películas malas que otra cosa (la mayoría de los crímenes son «pobre contra pobre», no «asaltos» a los suburbios), es utilizada en el anuncio. No menciona nada, pero toca las teclas raciales adecuadas.

Estamos, sin embargo, en lo mismo de siempre: ¿tuvo el anuncio influencia? La campaña presidencial de Dukakis fue bastante incompetente en general, y las condiciones políticas del momento no favorecían en absoluto al candidato demócrata. Bush (padre) era el sucesor de Ronald Reagan, un presidente que dejo el cargo siendo muy popular; Dukakis, Willie Horton o no, lo tenía muy complicado. El demócrata, además, era muy propenso a cometer errores espectacularmente estúpidos, como salir «pilotando» un tanque con una cara de idiota de espanto. Un anuncio no te hace perder unas elecciones por ocho puntos, no importa lo bueno que sea.

En la mitología política americana, el anuncio «Willie Horton» ocupa un lugar especial en la mente de muchos periodistas. Es el ejemplo número uno de anuncio al que un candidato no respondió nunca bien (lo dicho, Dukakis era un candidato torpe); ejemplo número uno de casi-racismo pero sin llegar a tocarlo (cof cof), y ejemplo clásico de campaña negativa, con el anuncio siendo un buen ejemplo de golpe bajo. El hecho que no fuera realmente demasiado relevante en términos electorales, sin embargo, parece no recordarlo demasiada gente.


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