Primero de todo, reconocer que mis predicciones electorales han sido tan lamentables como de costumbre. Qué le vamos a hacer; soy politólogo, aunque lo mío no es el comportamiento electoral, sino los partidos políticos. Esto me pasa por meterme dónde no me llaman, cual periodista agresivo.

A todo esto, algunas notas sobre los resultados se hacen obligatorias. Primero de todo, hablar de ganadores y perdedores es un poco absurdo, especialmente por lo que respecta al PNV. Sí, a primera vista se han pegado un morrazo perdiendo escaños, pero estoy bastante seguro que se lo esperaban, una vez que EHAK entró en escena. En todo caso, el resultado de EHAK confirma que la estrategia electoral del PNV era correcta. Su viraje hacia el nacionalismo más montañés no le estaba haciendo perder votos hacia el PSE (en contra de lo que ingenuamente yo creía, sólo rasca un diputado), y en cambio si tenía a la clientela extremista con
ganas. Claro, no contaban con que Zapatero dejara la puerta abierta a que EH tomara venganza del PNV. Y así les ha ido.

El PSE queda como segunda fuerza, pero digan lo que digan, decepcionan. No llegan a los 19-20 que hubieran sido el éxito de veras. Es una buena subida, pero toda a costa del PP (que dentro de lo que cabe, sobrevive), no del PNV. Pocos puentes han logrado tirar hacia la otra orilla. Quizás les salve la arimética, pero no es para tirar cohetes.

Los que si que tienen que estar de funeral es el PP, que se queda dos puntitos por encima de EHAK+Aralar. Eso dice bastante de lo que vende la intransigencia en Euskadi. En Libertad Digital seguirán diciendo que son los que tienen la razón, pero aparte de eso, poco pueden presumir. Con menos escaños y sin que nadie los quiera, el derecho a pataleta es lo único que les queda. Será muy heróico, pero en política no produce más que ruido de fondo.

Los que les ha tocado el chollo es a EHAK, eso está claro. Un muy buen
resultado, demostrando que por mucho que el PNV chille y de Madrid se les llame feos, hay un 12-15% del electorado vasco (depende dónde meta Aralar) que sigue erre que erre a disgusto con el marco jurídico actual. Eso es así, y se les llame ETA, izquierda abertzale o los electroduendes, esa gente no están a gusto. No hay más que eso. Y se puede hacer dos cosas, o se les deporta a todos, o se les da una buena razón para que acepten las reglas del juego. Porque cambiar de opinión, no lo harán.

¿Qué debemos esperar de todo esto? Siguiente post, por favor…


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