Educación

Políticas públicas para promover el éxito escolar

14 Feb, 2017 - - @fernandosols

“En mi clase de ESO tengo 32 alumnos, de varias nacionalidades y orígenes étnicos diferentes, con necesidades educativas de diferente grado. Tengo diez alumnos disruptivos y dos con problemas psiquiátricos. Otros dos están tutelados por los servicios sociales por casos violencia familiar. Muchos de ellos tienen a los padres en paro, en situaciones de verdadera pobreza, y varios de ellos me dicen que solo comen dos veces al día. En una hora de clase tengo que despertarlos, pasar lista, poner faltas inmediatas, callarlos, repasar día anterior, poner videos, enseñar valores y organizar la clase de forma amena”.

Ninguna base de datos es capaz de capturar las dificultades reales, reflejadas en este testimonio de un docente, a las que se enfrenta el profesorado de los centros educativos más complejos de nuestro sistema.  Sin embargo, hay algunas estadísticas que hablan por sí solas. La tasa de abandono escolar en España, a pesar de haber disminuido de manera continuada en los últimos años, continúa siendo de las más altas de la Unión Europea. El 19,4% de los alumnos abandona la educación de manera prematura, y alrededor de la mitad de ellos deja la escuela sin ni siquiera obtener el graduado escolar.  Más aun, estos promedios esconden que gran parte del problema se concentra en un grupo más reducido de colegios, a los acuden hijos de familias con nivel socioeconómico bajo. Según datos del Informe de Save de Children de 2016,  que utiliza datos de la Encuesta de Condiciones de Vida, la tasa de abandono escolar entre los alumnos del quintil socioeconómico más bajo es del 36%, y entre los alumnos cuyos padres no tienen estudios, del 41%. En cuanto a la repetición de curso –indicador adelantado del fracaso escolar, y retrasado, de las malas notas-, los datos de PISA muestran que la tasa entre los alumnos del cuartil socioeconómico de renta más bajo es del 53,5% (frente al 8,7% del cuartil superior). Incluso comparando alumnos que tienen los mismos resultados en la prueba de ciencias –en teoría, con igual capacidad-, los alumnos del cuartil socioeconómico más bajo tienen 6 veces más probabilidades de repetir que sus compañeros más aventajados.

Mejorar un sistema es educativo en un plazo de tiempo corto es posible. Expertos e investigadores en el campo de educación han insistido siempre en que las grandes reformas educativas tienen un impacto significativo en el largo plazo –y en el crecimiento potencial de las economías-, pero eso no excluye que haya posibilidades para atacar el problema de la inequidad educativa y cambiar la vida de muchos niños y jóvenes desde hoy. Un caso paradigmático de mejora del éxito educativo podemos encontrarlo por ejemplo en el colegio Ramiro Solans, que ha pasado en poco años de ser un centro conflictivo a ser un colegio referente en innovación educativa, reduciendo su tasa de fracaso escolar de forma drástica. Si bien hay problemas de nuestra educación que atañen al sistema en su conjunto, y cuya solución depende de respuestas globales, parece claro que hay problemas determinados de algunos colegios que requieren respuestas específicas.

¿Qué programas tienen otros países para reducir el abandono escolar y mitigar los factores que limitan la igualdad de oportunidades? Estos son algunos ejemplos:

 

– Inglaterra (Reino Unido)

En 2011, Inglaterra puso en marcha el programa «Pupil Premium» (primas de los estudiantes), que proporcionaba a los colegios con alumnos desaventajados con financiación adicional –hasta 1.900 libras por alumno-. Las escuelas tienen cierta autonomía para decidir en qué actuaciones específicas se gastan el dinero, mientras los recursos sean destinados a la implementación de estrategias que mejoren de forma efectiva los resultados de los estudiantes que provengan de entornos desfavorecidos. Todas las escuelas participantes recibieron un documento con información sobre posibilidades para usar los fondos: desde planes para mejorar las habilidades socio-emocionales de los estudiantes hasta herramientas para fomentar la colaboración profesional  entre profesores.  Las escuelas están obligadas a publicar en Internet información acerca de cómo han utilizado la prima, como la de este ejemplo, a disposición de las familias y el resto de la comunidad. Además, deben reportar de forma regular información sobre el progreso de los alumnos a la Inspección educativa (OFSTED).  Estos datos de valor agregado al rendimiento de los estudiantes son utilizados por las autoridades educativas, junto con una evaluación cualitativa, para premiar con reconocimiento público y aún más recursos adicionales a las mejores escuelas. En los primeros dos años, existía la preocupación de que las escuelas usarían mal el dinero o simplemente taparían huecos presupuestarios, pero las evaluaciones muestran que el programa está funcionando, y las escuelas están destinando los recursos a conseguir mejoras reales.

 

– Irlanda

El programa Deliverying Equality of Opportunity in Schools (DEIS) fue lanzado en 2005 por el Departamento de Educación y Competencias de Irlanda y actualmente se mantiene como el principal programa destinado mejorar la equidad educativa del país, llegando llega a día de hoy a más de 800 centros, casi un 25% del total. El programa incluye diversas iniciativas como el apoyo a escuelas de educación infantil, el apoyo a docentes en centros en entornos vulnerables, planes de mejora de las competencias de lectura, escritura y matemáticas (tanto para alumnos como familias), actuaciones para reducir la repetición y el abandono y esquemas de incentivos para atraer docentes y directores para que trabajen en comunidades desaventajadas. Todo el programa está sustentado  por un sistema estandarizado de indicadores que permite identificar diferentes niveles de desventaja educativa.  El programa ha ofrecido resultados espectaculares a todos los niveles, según los resultados de una reciente evaluación, y se base en tres pilares: la puesta en marcha de objetivos ambiciosos y medibles, la evaluación y monitoreo del progreso de cada niño en el camino hacia dichos objetivos y la coordinación con los servicios sociales para apoyar a cada niño en su trayectoria educativa.

 

– Portugal

Portugal ha experimentado una notable de la calidad y equidad de su sistema educativo en los últimos años. Detrás de diversos éxitos como la espectacular reducción del abandono escolar temprano o su mejora significativa de los resultados de lectoescritura, matemáticas y ciencias en las pruebas internacionales está el Programa Territórios Educativos de Intervençao Prioritária (TEIP). Esta iniciativa, que llega al 16% de las escuelas portuguesas, proporciona recursos adicionales para contratar más docentes, técnicos, mediadores, psicólogos, trabajadores sociales y orientadores a 137 agrupaciones de escuelas localizadas en territorios económica y socialmente excluidos. El programa tiene como objetivo mejorar el éxito escolar de los estudiantes a través de una serie de intervenciones que buscan resolver los problemas de disciplina, disminuir la deserción laboral y el absentismo, facilitar la transición al mercado de trabajo y fomentar la coordinación entre administraciones. Las evaluaciones muestran que el programa ha logrado la estabilización y la mejora de la organización escolar, mejorando la inclusión educativa, la cohesión social y una ligera pero constante mejora de los resultados educativos.

 

–  ¿Y en España?

El Programa de Refuerzo, Orientación y Apoyo (PROA) se creó en 2004 como un programa de cooperación territorial entre el MECD y las CC.AA., con el objetivo de abordar necesidades asociadas al entorno socio-cultural del alumnado mediante un conjunto de programas de apoyo a los centros educativos, que incluyen programas de acompañamiento escolar en primaria y secundaria, y de refuerzo de los recursos educativos en aquellos centros de  educación secundaria con un mayor porcentaje de estudiantes desaventajados. A través de fondos adicionales para esos centros, el programa financiaba la participación de tutores y profesores del propio centro en actividades de apoyo  organizadas en horario extraescolar con el objetivo de adquirir hábitos de estudio, potenciar ciertas competencias, y mejorar de la integración social de los alumnos. El programa buscaba también implicar a la comunidad local, mejorando las relaciones y la comunicación entre los centros educativos y las familias. En el curso 2011, último año en que se implementó el programa, PROA se desarrolló en un total de 4236 centros educativos y tenía un presupuesto de 59,7 millones de euros. Una evaluación del programa muestra resultados muy positivos en la adquisición de competencias educativas por parte de los alumnos.

 

El Pacto Educativo, la posible llegada del MIR docente y otros cambios estructurales implicarán un gran esfuerzo por parte la comunidad educativa, y su implementación requerirá de buenas prácticas e innovaciones en la enseñanza que puedan llegar a todas las escuelas. Pero la nueva reforma necesitaría ser complementada con programas concretos, dotados de recursos específicos, que debiliten la acción de los factores generadores de la desigualdad de oportunidades en los colegios con mayor abandono escolar, en aquellos donde los profesores se enfrentan a dificultades como las que describíamos al inicio del post. Sería preciso que estos programas promovieran, incentivaran y fortalecieran los programas innovadores realizados por los propios colegios, dando también entrada a la creatividad y a las buenas ideas de la sociedad civil que trabaja a nivel local. La evaluación, destinada a prevenir a tiempo el fracaso escolar y medir el progreso de los estudiantes, debería ser un elemento fundamental de cualquier estrategia de mejora para descubrir qué políticas funcionan, cuales son más capaces de transformar los fracasos en éxitos escolares como el Ramiro Solans.

 

Disclaimer: Fernando Sols trabaja en la OCDE, pero las opiniones expresadas y los argumentos empleados en este post son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan las del organismo o las de los gobiernos de sus países miembros.


10 comentarios

  1. Argos dice:

    «que proporcionaba a los colegios con alumnos desaventajados con financiación adicional –hasta 1.900 libras por alumno»

    Le echas un vistazo al PDF y ves que las mejoras son en temas como la asistencia y evitar problemas de criminalidad. 1.900 libras POR ALUMNO… joder, el mobiliario entero de la clase de mi instituto se podía renovar con esa cifra. Obviamente, no se renovaba. Faltaba pasta por todos lados. Y a pesar de eso ibamos a clase religiosamente.

    Ahora dile a un currante inglés que no se preocupe por la inmigración, que con pagar 1.900 libras de impuestos adicionales, y eso «solo» para ayudar en la escuela, el asunto irá algo mejor. Y luego se preguntan porque la gente votó por el Brexit…

    • Drissang dice:

      Hay que tener en cuenta que esas 1900 son por niño y por año. Si lo miras como material puede parecer mucho, pero si lo consideras en concepto de sueldos de personal especializado se entiende mejor (porque ese es el principal gasto, tiempo de personal).

      Y no tiene por que ser solo inmigrantes, pueden ser niños con problemas de salud o sociales.

      Yo trabajo en una entidad con un colegio de educación especial para niños discapacitados (soy el contable-administrativo) y te puedo asegurar que no es nada barato.

    • Aloe dice:

      En el mundo sin inmigrantes soñado por ellos, los alumnos en desventaja son sus hijos. Igualmente despreciados, considerados una carga para el sistema y parasitando supuestamente los fondos públicos aportados por los arrogantes que están un pasito más arriba.
      Eso es lo que pasa cuando compras una ideología como esa porque te da un chivo expiatorio con el que sentirte superior a otros que son como tú.

      • Argos dice:

        Yo no sé en que tipo de centros habrás estudiado tu, pero yo vengo de colegios e institutos públicos de ciudades pequeñas, y lo de «parasitando fondos públicos» a años luz. No tenían que gastarse casi 2500 euros al año para animarte a ir a clase, ni para que no montaras bulla en clase. Ibas a clase y estudiabas. Y si no, pues a FP, y si tampoco eso, pues ale, a buscar curro en cuanto cumplieras 16.

        Hay un punto medio, joder. Ni tanto ni tan calvo. Hemos pasado del siglo XIX sin los mínimos derechos sociales ni derecho a la educación, a que ahora haya que gastarse pastizales para que el nene se anime a ir a clase en vez de hacer pellas y delinquir, que es que está desmotivado, el pobrecito, así que ale, igual metiendo unos cuantos miles de libras más el nene se anima y abre un libro.

        Nos vamos a cargar el sistema, a este paso.

        • Aloe dice:

          No importa en qué centros he estudiado yo. Importa cuáles son las cifras respecto al total de la población. Esas que ni mencionas ni conoces ni te importan

  2. Alatriste dice:

    Siento en el alma tener que ser tan duro, pero ¿Es demasiado pedir que un artículo que encima trata de la educación no parezca salido de Google Translate?

    «Entre los alumnos cuyos padres tienen estudios no tienen estudios», «En cuando la repetición de curso», «los datos de PISA muestran la tasa entre los alumnos», «los alumnos tienen 6 veces más probabilidades de repetir que sus compañeros más aventajados»… ¡todo en el primer párrafo!

  3. J.M. dice:

    En primer lugar, enhorabuena por la entrada. No obstante, me surge la duda de como mejorar la evaluación de estos programas. Tengo la impresión de que, en ocasiones, el éxito de estos programas puede no ser tal, y que ciertos métodos de evaluación no consiguen capturar problemas que se derivan de los mismos.
    Mi pareja trabaja de profesora en un colegio situado en una de las áreas mas desfavorecidas de Londres, y al enterarse de como se gasta gran parte de los £1900 por alumno desfavorecido, uno no puede evitar llevarte las manos a la cabeza. Es verdaderamente frustrante ver como un sistema de evaluación de centros que tiene como uno de sus objetivos ayudar a aquellos alumnos mas desfavorecidos terminan produciendo incentivos tan perversos.
    Un resumen rápido para ilustrar este caso. Una nueva directora entra hace dos años a este colegio calificado como ‘good’ con el único objetivo de convertirlo en ‘oustanding’ (los colegios pueden ser calificados como outstanding, good, requires improvement, inadequate). Esto seria una proeza en un colegio situado en un área con altos niveles de pobreza y donde mas de la mitad de los alumnos tienen necesidades especiales o su idioma materno no es el ingles (un numero considerable de padres y madres no hablan ingles, de hecho). Por no decir imposible. Pero conseguirlo ayudaría a impulsar la carrera profesional de esta individua, permitiendole abandonar ese colegio (y a esos niños) y conseguir un cargo mucho mejor remunerado en la administración. Durante estos 2 años este sistema de evaluación ha posibilitado (e incluso incentivado) que esta señora haga verdaderas barbaridades que no han hecho mas que limitar el progreso potencial de estos niños. El único objetivo – a parte de tratar de gestionar el presupuesto – ha sido el de pretender engañar las inspecciones tanto de OFSTED como de otros organismos de manera sistemática. Y por engañar me refiero a ordenar a profesores falsear abiertamente informes de progreso del alumnado (ahí va la supuesta mejora de competencias en muchos casos), mandar a casa a los niños problemáticos el día que viene el inspector, o intentar ocultar graves ilegalidades que ocurren en el centro y que afectan a la seguridad tanto de los profesionales como de los alumnos. En cuanto a la forma de invertir estos £1900 y otro tipo de ayuda, este colegio en particular deja mucho que desear, y de alguna manera parece que consigue apañárselas para conseguir sortear el tema de los criterios de gasto. Comprar mobiliario absurdamente caro pero de nula utilidad para el alumnado, y luego gastarse £1000 en contratar un fotógrafo profesional para realizar un álbum fotografías de lo bonito que luce el colegio y poder enseñárselas al inspector (el cual, al parecer, valora positivamente estas cosas). Todo ello a la vez que se niega a cubrir bajas de profesores asistentes (que cobran el salario mínimo) por falta de fondos, incumpliendo así en muchísimas ocasiones el ratio legal de alumnos/adultos en la clase. La semana pasada finalmente llego al colegio un representante del sindicato para hablar con los profesores. Estos sufren jornadas laborales de +60h (aunque cobren por 37h) para poder terminar a tiempo muchas de las tareas que, por desgracia, solo están enfocadas a engañar a la inspección, y que les roba un tiempo valiosisimo que podrían dedicar a actividades que realmente si que podrían tener un impacto positivo en sus alumnos. En este colegio, en este curso, +60% del profesorado ya se ha marchado a mitad de curso o ha anunciado que se marcha en breve, y las bajas por estrés son incontables. Pero esto es otro tema. En cualquier caso, el señor del sindicato se llevaba las manos a la cabeza al enterarse de todo lo que ocurre en este colegio. Y todo ello a pesar de que, por el momento, las numerosas inspecciones del ‘Council’ (Ayuntamiento/Distrito) se han saldado todas de manera muy positiva. Por desgracia, para cuando terminen cambiando las cosas en este colegio (si es que ocurre), ya sera demasiado tarde para muchos de sus alumnos.
    No se como de excepcional es la situación en este colegio en particular, pero el hecho de que puedan ocurrir cosas de este tipo me lleva a pensar que no se trate de un caso aislado.
    Dicho esto, creo que la evaluación es clave, pero el reto esta también en diseñar evaluaciones de calidad que no pasen por alto la existencia de posibles incentivos perversos que puedan darse entre los gestores de estos recursos, así como las terribles consecuencias derivadas de los mismos. Creo que esto es muy importante, porque da pánico pensar en las posibles consecuencias derivadas la implementacion generalizada en España de una filosofía de la evaluación educativa que ignore este tipo de riesgos.

    Finalmente, estoy de acuerdo en que el sistema educativo juega un papel muy importante a la hora de promover el éxito educativo de alumnos desfavorecidos. Pero, incluso aunque consiguiéramos dar con programas que verdaderamente funcionan, de poco servirá la ayuda dentro del colegio si fuera de el la situación socioeconomica del alumno es insostenible. Hasta que no entendamos que las intervenciones dentro y fuera de la escuela forman parte de la solución, y nos tomemos en serio el problema de la pobreza infantil de una vez por todas, las opciones de éxito son reducidas.

  4. oscar dice:

    No sé como encajaría lo de aumentar el presupuesto en un pías como españa donde la educación está transferida y somos más dados a la picaresca.
    Se habla mucho del MIR educativo enfocandolo a la formación docente y está bien, pero se olvida que el MIr es un examen competitivo, el nuero uno elige puesto y el 5000 coge lo que le «queda».
    NO sé me parece que en general el tema educativo estamos muy lejos de mejorar.

  5. Una obligación, la de la escolarización masiva, que ahora se concibe como un derecho y una conquista social: el derecho a integrarse en el modelo educativo vigente teniendo las mismas oportunidades que los demás.

    Pero los hechos muestran que las oportunidades no son las mismas o que, incluso siéndolo, el modelo no funciona para todos por igual. Porque la forma de ser educado a la que se tiene derecho en nuestro país produce un 23,5% de abandono escolar temprano, de manera que casi la cuarta parte de los jóvenes españoles de 18 a 24 años dejan los estudios en cuanto pueden hacerlo, con título de ESO o sin él. Muchos dirían que no quieren hacer el esfuerzo de seguir estudiando, pero también podría decirse que no quieren que se les eduque más. O al menos que se les eduque de esa manera.

    http://www.otraspoliticas.com/educacion/educacion-obligatoria/

  6. Gerion dice:

    Como en todo, la clave para aplicar medidas de este tipo en España – y en GB, por lo que leo – sería: esperar lo mejor, estar preparado para lo peor. Aquí, por desgracia, lo segundo se considera mucho trabajo, de manera que nos limitamos a ser buenistas – lo fácil -, llevarnos las manos a la cabeza cuando ocurre lo peor, y tratar de señalar con el dedo a los implicados, cuando el problema real es la ausencia de medidas de control y supervisión – que son dos cosas distintas -. Medidas que existieron en su día, pero fueron suprimidas por intereses políticos y sindicales – que vienen a ser lo mismo desde hace al menos 30 años -. Y todavía se critica que haya que evaluar a los profesores, a los centros y a los organismos gestores de la educación.

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