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Lecciones de federalismo: ¿Cuánto vale una pierna?

27 Mar, 2015 - - @egocrata

Hace unos días ProPublica, una organización periodística sin ánimo de lucro, decidió averiguar la respuesta a una pregunta bastante macabra: ¿cuánto vale una pierna en Estados Unidos?

Aunque suene absurdo, resulta que es un problema curioso, y una muestra sobre la enorme diversidad política e institucional del país. Estados Unidos tiene un sistema nacional para compensar a trabajadores que sufren accidentes laborales llamado workers compensation. El sistema es relativamente antiguo, y bastante simple; en general, los empresarios están obligados a contratar un seguro que cubre los gastos médicos y parte de los salarios de un trabajador en caso de accidente laboral, incluyendo indemnizaciones por amputaciones o minusvalía temporal (las permanentes pasan a ser cubiertas por el gobierno federal). Como la legislación en mercado de seguros está en manos de los estados, el sistema de workers comp presenta una variedad tremenda.

Respondamos entonces a la pregunta inicial el «precio» de una pierna: la media de indemnizaciones máximas en Estados Unidos es $153.221. Si uno tiene la «suerte» de sufrir una amputación en Nevada, el seguro puede verse obligado a cargar con una indemnización de $457.418, que no está nada mal. Si el accidente lo sufre en Alabama, sin embargo, el pago no puede superar los $44.000. Un ojo en Pennsylvania vale hasta $261.525; en Minnesota, no pasa de $22.800.

Las diferencias entre estados no se mueven estrictamente entre conservadores y progresistas; Massachusetts, por ejemplo, está siempre cerca de Mississippi, Texas y Alabama final de la lista. La diferencia, en este caso, es que Massachusetts paga menos por amputaciones, pero tiene compensaciones semanales por trabajo perdido bastante más generosas (hasta $1,000) que la ultra-tacaña Alabama ($220). Dado que el sistema además esta semi-privatizado y las regulaciones varían mucho, la probabilidad de recibir indemnizaciones varía mucho entre estados; como el artículo señala, Alabama es famosa por dejar a tipos que han perdido brazos sin cobrar por cualquier excusa, mientras que en Massachusetts o Connecticut las leyes tienden a favorecer al trabajador.

Cuando hablo de federalismo, de eso de dejar que los votantes de cada región, autonomía o estado se gobiernen como mejor les parezca, estoy pensando en esta clase de cosas. La verdad, no creo que descentralizar precisamente esto sea una gran idea (por muy feos que sean en Arkansas, no creo que sus extremidades sean mucho más baratas que las mías), sin al menos establecer un mínimo federal, como se hace con el salario mínimo. Pero si vamos a tomarnos la descentralización política en España en serio vamos a tener que acostumbrarnos a ver disparidades entre regiones, porque los votantes en cada lugar del país tienen ideas distintas.

Aparte, esta historia es un buen recordatorio de lo increíblemente variado que es Estados Unidos. Cuando digo que el sur es otro país en muchos aspectos realmente no estoy exagerando.


13 comentarios

  1. Pedro dice:

    El federalismo, y cualquier tipo de descentralización, aquí, en USA, o en Alemania, siempre es asimétrico, por mucho que se empeñen algunos. Esto no es malo en sí mismo. Tampoco es mala idea que el Estado central establezca unos mínimos para todos, y a partir de ahí lo que decidan los ciudadanos de cada lugar….

  2. Lo cierto es que esto también es una forma de federalismo simétrico: asimétrico sería si Alabama y Florida pudieran establecer libremente las condiciones de los seguros de accidente laboral, pero al resto de estados se lo fijara el gobierno federal.

    No confundamos +/- simetría con +/- homogeneización normativa.

  3. Alatriste dice:

    Roger, un aplaúso, y punto.

    Pedro, el tema es que la asimetría a la que se refiere Roger es una asimetría escogida libremente por los votantes de cada estado elección a elección, y además pueden cambiarla cuando quieran. Nada impide a los votantes de Alabama decidir que quieren indemnizaciones más generosas, ni a los de Nevada votar un gobierno que piense que una pierna no vale tanto…

    En cambio, la asimetría que están exigiendo algunos en España es otra cosa, es impuesta desde arriba para _PROHIBIR_ a los estados ordinarios, vulgares, del montón, que tomen o puedan tomar las mismas decisiones que otro estado, que por llamar algo llamaremos Cataluña.

    Y lo mismo vale para la asimetría ya existente, la de Navarra y el País Vasco. No existe por una decisión libre de los votantes, ni de los vascos y navarros queriéndolo, ni de los votantes castellanos, catalanes, andaluces, etc, no queriéndolo.

    • Pedro dice:

      No veo como se puede prohibir a futuro que una CCAA asuma una competencia si sus ciudadanos algún día quieren, y está en las que se pueden constitucionalmente. En Madrid no tenemos Policía Autonómica porque los ciudadanos no queremos, si algún sí queremos la tendremos, da igual lo que tengan o quieran o dejen de tener o querer en Cataluña.

      Y respecto al régimen foral de Navarra y País Vasco, sí, se voto, Disposición Adicional Primera de la Constitución Española.

      • Alatriste dice:

        Precisamente el tema de la policía autonómica es asimetría en el buen sentido de la palabra: todos pueden crear una, hay quien ha decidido que la quería, y hay quien ha decidido que no… pero ese no es el sentido de la palabra que implica por ejemplo Duran i Lleida (por mencionar un caso).

        Este artículo es de hace solo tres o cuatro días

        http://www.lavanguardia.com/politica/20120413/54284761266/duran-propone-solo-catalunya-euskadi-navarra-galicia-conserven-autonomia.html

        Y deja bien claro, por si alguien aún lo dudaba, que para algunos – y no precisamente madrileños ni castellanos – la «asimetría» no es voluntaria y consiste en recentralizar a tope salvo para un pequeño grupo de privilegiados y que ni siquiera Valencia o Baleares sean autónomas (a no ser que su idea vaya aún más lejos y consista en que lo fueran dentro de una fantasmal «Gran Cataluña»)

        Y respecto a la disposición adicional primera, la verdad, es un poco fuerte decir que esto

        «La Constitución ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales»

        deje realmente claro qué se iba a hacer con el sistema fiscal de conciertos. y mucho menos que deje claro que solo se iba a aplicar a Navarra y el País Vasco….

  4. Jose Salvador Salver dice:

    El federalismo puede ser asimétrico, y esa es parte de su naturaleza. Pero las asimetrías tienen límites, el principal de los cuales, me parece a mí, es que no existen lo que en España llamaríamos «diferentes niveles competenciales» entre unos territorios y otros. Al menos, no constitucionalmente.

    Cada territorio toma sus decisiones sobre un amplio abanico de asuntos, respecto de los que es, por así decirlo, soberano. Eso genera diferencias, «asimetrías». Y luego el gobierno federal decide sobre otros asuntos que se consideran de interés global.

    El problema de la asimetría en un país como España es otro, como claro por ejemplo en materia fiscal. Resulta que quince comunidades autónomas comparten un sistema, mientras que otras dos, amparadas constitucionalmente, tienen otro.

    Eso no es asimetría. Eso se llama injusticia. Hay un bote común para quince, con criterios de distribución comunes, y luego hay dos que se guisan y se comen su propio bote. Lógicamente, si esas dos comunidades fueran pobres, no querrían tal sistema ni en pintura. Pero son de las ricas, siguen tan contentas. Encima tienen la posibilidad, anualmente, de negociar a la baja su ya de por sí baja aportación a los gastos comunes…

    El asunto tiene consecuencias: al quitar de enmedio a dos de las ricas, las otras (pocas) comunidades ricas restantes soportan un peso per capita excesivo a la hora de repartir entre todas. En el origen de ciertos problemas territoriales que todos tenemos in mente, está este problema.

    Así que soy partidario de un sistema federal de verdad: ya quisiéramos aquí conformarnos con las asimetrías americanas…

    El federalismo puede dar lugar a muchas diferencias, es cierto, y algunas de ellas pueden ser absurdas, como las que se citan en el artículo. Pero esas situaciones siempre son discutibles y siempre se pueden llegar a corregir. Porque se parte de una igualdad de base para todos, y de la capacidad de todos, luego, para tomar las decisiones que les parezcan en su ámbito.

    Lo que tenemos en España es otra cosa. Es un residuo tardofeudal adosado a un Estado moderno. Y eso solo puede dar lugar a conflictos y a injusticias, porque no existe igualdad de base. Hay dos que siempre juegan con ventaja.

    • Carlos dice:

      No se puede decir mejor!

    • LiMA dice:

      El régimen vasconavarro en sí mismo no es injusto. Puede haber buenas razones para que unas regiones tengan competencias recaudatorias y otras no. Lo que sí es injusto es que a) no haya una cuota de solidaridad prefijada y b) que el cupo esté calculado de manera absolutamente disparatada

      • Carlos dice:

        Es injusto por lo que dices, y también en sí mismo porque los ciudadanos de otras comunidades no pueden optar a lo mismo, salvo que se reforme la constitución. Y no fue una decisión racional sino el manteniento de derechos predemocráticos. En defintiva un reparto asimétrico de derechos.

        • José Salvador (Salver) dice:

          El problema del concierto/convenio vasco navarro es que no es igualitario. No es extensible al resto de España. En definitiva, interpretado en sentido amplio, esta figura supone un incumplimiento flagrante al principio de igualdad del artículo 14 de la Constitución.

          Consagra una asimetría inasumible. Las asimetrías que se dan en Estados Federales como consecuencia de diferentes decisiones adoptadas por diferentes gobiernos en el ámbito de competencias que todos poseen o pueden llegar a poseer, pueden ser buenas, introducir una sana competencia y permitir una mejor adaptación a la realidad de cada territorio.

          Pero las asimetrías originadas por un trato jurídicamente diferenciado en origen, resultan injustas por definición. A eso en román paladín se le llama privilegio, y en mi opinión no casa en absoluto con un Estado democrático moderno.

  5. Pescador dice:

    «Y respecto al régimen foral de Navarra y País Vasco, sí, se voto, Disposición Adicional Primera de la Constitución Española.»
    No deja de ser curioso que los vascos tengan Concierto Fiscal sin haber votado a favor de la Constitución. Se podría decir que los vascos tienen Concierto gracias a los españoistas…y, de ahí en adelante, extraer consecuencias.
    Y poniendonos puntillosos, la vida es asímetrica, no hay un unicornio o un hada de la simetria que administre todo simetricamente.
    Asi que no enredemos. Cuando hablamos de federalismo simétrico habamos de que todos los «entes» con derecho a autogobernarse tienen los mismos derechos de base: derecho a valorar las piernas y los ojos, derecho a recurrir leyes federales, derecho a recaudar tributos. Como valoren, recurran o recauden es cosa suya mientras los ciudadanos de esos «entes» esten de acuerdo y esos derechos no se metan en la vida de los ciudadanos de otros «entes» que forman la federación. Y aquí me vienen a la cabeza multitud de normas hechas para joder al vecino y hacerle más difícil hacer negocios, desde el número de metros cuadrados que tiene que tener una suite de hotel a regular el tráfico por vías de interés federal/nacional.

  6. Guillermo Jose Cruz Garcia dice:

    Yo pienso como Jose Salvador. Se puede decir mas alto, pero no mas claro. Hace falta cambiar la CE de arriba a abajo. Esta anticuada.

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