Sociedad

Solucionando la pobreza con dinero

20 Ene, 2014 - - @egocrata

Hace una temporada hablé sobre un programa contra la pobreza con un diseño extraordinariamente sencillo que parecía haber dado muy buenos resultados: dar dinero a gente sin recursos, sin más. La idea, puesta en práctica por una ONG en Kenia, partía de la idea que los pobres saben perfectamente por qué son pobres,  y son capaces de emplear una transferencia monetaria directa de forma razonable. En vez de intentar encontrar las causas del subdesarrollo y la miseria a base de estudios y teorías paternalistas, basta con confiar en el buen criterio de aquellos que reciben la ayuda.

Como de costumbre, al hablar de un estudio de ciencias sociales vale la pena ser escéptico. Primero, porque es un estudio, no un consenso científico. Segundo, porque los estudios experimentales de esta clase son extraordinariamente vulnerables a autoselección, errores de medición y diseños de investigación chapuceros, y son siempre difíciles de contrastar. Tercero, el programa de ayuda en cuestión era en Kenia, un sitio donde dar 800 dólares a alguien puede ser un incremento de sus ingresos tremendo.Hacen falta, por lo tanto, más estudios, y el NYT ayer justamente se hacía eco de un estudio parecido.

En 1996, una tribu Cherokee de Carolina del Norte consiguió una licencia para abrir un casino. Las tribus indias en Estados Unidos acostumbran a ser muy, muy pobres; obtener la autorización para explotar un local de juego acostumbra a ser una inyección de dinero brutal para sus miembros. Los Cherokee, en este caso, decidieron repartir los beneficios a escote entre todos sus miembros. En el 2001, cada integrante de la tribu recibía $6.000 por el mero hecho de estar vivo; el 2006, los pagos alcanzaron $9.000 por persona.

Por un golpe de suerte, Jane Costello, una epidemióloga de Duke, llevaba cuatro años haciendo un estudio sobre salud mental y pobreza en las Smoky Mountains, justamente trabajando con la tribu. La súbita inyección de dinero era una oportunidad tremenda para resolver una pregunta recurrente en psicología, los efectos psicológicos de la pobreza.  La literatura tradicionalmente había considerado que la falta de recursos aumentaba marginalmente el riesgo de trastornos psicológicos. Los datos de Costello, sin embargo, indican que simplemente eliminar privaciones tiene un efecto enorme sobre la salud mental de los niños con pocos recursos:

The poorest children tended to have the greatest risk of psychiatric disorders, including emotional and behavioral problems. But just four years after the supplements began, Professor Costello observed marked improvements among those who moved out of poverty. The frequency of behavioral problems declined by 40 percent, nearly reaching the risk of children who had never been poor. Already well-off Cherokee children, on the other hand, showed no improvement. The supplements seemed to benefit the poorest children most dramatically (…)

he and her colleagues kept following the children. Minor crimes committed by Cherokee youth declined. On-time high school graduation rates improved. And by 2006, when the supplements had grown to about $9,000 yearly per member, Professor Costello could make another observation: The earlier the supplements arrived in a child’s life, the better that child’s mental health in early adulthood.

She’d started her study with three cohorts, ages 9, 11 and 13. When she caught up with them as 19- and 21-year-olds living on their own, she found that those who were youngest when the supplements began had benefited most. They were roughly one-third less likely to develop substance abuse and psychiatric problems in adulthood, compared with the oldest group of Cherokee children and with neighboring rural whites of the same age.

Un 40% de reducción en riesgo de problemas psicológicos, un tercio de reducción en riesgo de adicción y problemas psicológicos como adultos es un cambio descomunal. De forma más significativa, el cambio sólo es así de fuerte en niños que eran pobres antes de recibir el dinero, una señal clara que el estrés y la tensión de vivir con poco dinero tiene unos efectos descomunales sobre el desarrollo infantil.  De forma más significativa, la mejora sólo es perceptible para niños que recibieron el dinero siendo aún pequeños:

Cherokee children in the older cohorts, who were already 14 or 16 when the supplements began, on the other hand, didn’t show any improvements relative to rural whites. The extra cash evidently came too late to alter these older teenagers’ already-established trajectories.

El mecanismo causal detrás de todas estas mejoras, por cierto, es muy simple: tras recibir los ingresos, los padres de los niños pobres empezaron a ser mejores padres. El artículo del NYT es excelente, y vale la pena leerlo con detenimiento; el autor repasa la literatura sobre los efectos psicológicos del estrés en el desarrollo infantil y su interacción con la pobreza, y como la mejor forma de evitar esta tensión puede ser simplemente dar dinero a las familias con pocos recursos. Suficiente dinero, al menos, para que puedan estar más tranquilos, pero no lo bastante como para que puedan vivir sin trabajar.

Es un estudio, y como experimento natural tiene problemas difíciles de resolver, pero vale la pena tomar nota.


21 comentarios

  1. Nacho dice:

    Si esto fuese verdad, Andalucía y Extremadura serían los motores de España, y España y Grecia los de le Unión Europea, pero va a ser que son justo lo contrario.

  2. aldelgadog dice:

    Te van a decir si cambias tu paradigma de Estado como compañía de seguros con tanques a Estado redistribuidor de recursos fiscales mediante cheques.

  3. […] Solucionando la pobreza con dinero [es] […]

  4. […] Solucionando la pobreza con dinero […]

  5. Javier dice:

    ¿Querrán inventar el PER?

  6. Manuel dice:

    Quiero creer que la existencia de un estado organizado y acceso a los medios de comunicación de la tribu, aunque solo sea la exposición a los programas de televisión que especulo que tenían, les hace proclives a integrarse en algo accesible con dinero y que les rodea. Creo que un experimento pareado interesante seria algo parecido en un entorno en el que no exista un entorno mejor al que puedan acceder, quizás alguna región apartada de África o Sudamérica. Mi suposición es que se gastarían el dinero en cosas sin sentido, que lo tirarían en definitiva.

    • Epicureo dice:

      Pues yo supongo lo contrario. La exposición a los programas de televisión hace más probable que derroches el dinero en cosas sin sentido (coches, cosméticos, ropa, tabaco, bebidas…). Toda la economía televisiva depende de la publicidad, que es el arte de convencer a la gente de que gaste el dinero en lo que no necesita. En cambio, cuando uno se centra en su entorno, es probable que tenga una idea bastante clara de las cosas que le convienen.

      De todos modos, si te fijas en el artículo casi tienes tus dos experimentos. El primero, en una región apartada de África, el otro en plenos Estados Unidos. Y los dos parecen haber ido bien.

  7. Juanelo dice:

    En definitiva lo que se promueve es la integración de una sociedad distinta con diferentes valores dentro de un marco homogéneo y acotado. La dotación económica vulnera la identidad colectiva del pueblo Cherooke ya de por sí excluido del sistema por sus diferencias culturales. En un mundo capitalizado accedo a creer que unos mínimos son necesarios pero no la solución a los problemas de integración y desarrollo de la población. Quizá una educación colectiva para el respeto a otras culturas les otorgara más posibilidades de acceder a ganarse la vida.

  8. Hander dice:

    Me acaban de pasar este link, creo que es ilustrativo en el contexto de esta discusión http://www.huffingtonpost.com/linda-tirado/why-poor-peoples-bad-decisions-make-perfect-sense_b_4326233.html

  9. Frost dice:

    Curiosamente estos días vengo releyendo «Un mundo feliz», aprovechando que me regalaron por Navidad la reedición de la obra por el 50 aniversario de la muerte de Huxley. El discurso de conceder a todo el mundo un «mínimo» para vivir suena muy «fordiano», si me permitís la expresión.
    Por supuesto, habría que hacer el interesante debate de si es progreso eliminar la «libertad de fracasar» a la que se tiende por la vía de garantizar una renta básica universal. De ahí a garantizar la felicidad por decreto hay pocos pasos.
    Me parece bien luchar contra la pobreza, pero en los países soviéticos no les fue muy bien lo de garantizar un sueldo vital a todo el mundo. Cabría preguntarse en qué punto del proceso fracasó esta idea.

    • Luis dice:

      Ante todo hay que abrir un debate que esté libre de prejuicios ante la propuesta de renta básica universal. Sería intelectualmente saludable interesarnos por ideas y propuestas que tienen la vocación de ser novedosas y que no tienen porque estar asociadas al fordismo, ni al socialismo o a modelos socioeconómicos utópicos a pesar que hasta ahora, quien las ha liderado tenga una clara identificación ideológica asociada a la izquierda histórica. Partiendo de la base que una amplísima mayoría social desea que la pobreza deje de existir, no es necesario que para llegar a ese fin se tenga que estar forzosamente ligado a propuestas asociados a “mundos felices” y utópicos. Después de varios años de recesión económica hemos perdido definitivamente la inocencia y ya casi todos sabemos que “nada es gratis”. Hagamos una relectura del concepto de renta básica y asociémoslo a un modelo que puede ser atractivo para postulados liberales, reorientémoslo hacia posiciones más cercanas a la reelaboración contractualista des de una perspectiva rawlsiana y revisemos, como no, cuáles serían los principios más justos para todos. ¿Puede ser interesante desde una perspectiva liberal una medida que desde una economía de mercado plantee un nivel de subsistencia de todos los potenciales consumidores manteniéndolos, insisto, potencialmente activos? Liberándolos a su vez del ingente coste público asociado al control de las condiciones económicas de los individuos y de los costes asociados a la marginación social y económica. Desde una perspectiva liberal ¿puede que interese partir de un mínimo que garantice la capacidad y la voluntad individuales para seguir creciendo? Si podemos aceptar un modelo de salud universal básico que garantiza una salud global de la población, que reduce los costes y maximiza la salud del conjunto a corto, medio y largo plazo, ¿porque no nos planteamos medidas económicas análogas que nos garantizan la competitividad excluyendo el concepto de marginación y sus costes económicos? Debatámoslo sin prejuicio.

  10. Gonzalo Elices dice:

    Hola, Roger,

    En relación a tu interesante artículo, adjunto un enlace a una reciente publicación de Jesús Alfaro Aguila-Real

    http://derechomercantilespana.blogspot.com.es/2014/01/la-carta-abierta-de-la-fundacion-bill.html

    Saludos,

    Gon

  11. guition dice:

    Pues esas eran las razones de Milton Friedman para proponer el impuesto negativo de la renta como alternativa a la burocracia asistencial:
    http://www.youtube.com/watch?v=NzyI0ue2YBw

    Su exposición completa del problema está en este capítulo de su programa «Libre para elegir»:
    http://www.youtube.com/watch?v=hu6PPYHWHiU

    • Epicureo dice:

      Así que la Renta Básica Universal es una idea perfectamente liberal, lo único que hay que hacer es cambiarle el nombre y llamarla Impuesto Negativo.

      Cuando los perroflautas comunistas y los ultraliberales están de acuerdo en algo, debe ser algo interesante de considerar.

      • guition dice:

        Creo que en el modelo de Impuesto Negativo de la Renta (Friedman, Tobin) está más cuidado el tema de los incentivos. Algunas observaciones:

        – En España habría que eliminar la gran barrera al autoempleo para poder fiscalizar la economía sumergida (o la que dejó de existir). Es decir, que alguien tenga que pagar 300€ al mes como mínimo al estado para poder ganarse la vida por él mismo (gane, pierda o ingrese 0€). Eso actúa como barrera de entrada, al igual que el escalón entre empleados temporales e indefinidos, o el otro escalón entre empresas de menos de 50 trabajadores y más. Barreras a la competencia que explican mucho de las estadísticas de nuestro país.

        – El INR supondría una transferencia en la toma de decisiones desde el poder político a la sociedad civil. Los políticos prefieren el modelo de subvención pues les permiten usarlo como moneda de cambio. Por ello no los veo apoyando algo de este tipo, o lo distorsionarían hasta volverlo inútil.

        – Es compatible con la simplificación fiscal que se propone para reducir el fraude y aumentar los ingresos. Suele ir en la línea de eliminar deducciones, tener un solo tramo pero aumentar el mínimo exento. Con el INR sería eso mismo pero de forma “bidireccional”. Otra vez, tal simplificación no gustaría al político que vería limitada su discrecionalidad.

        – Reduciría los trámites administrativos y la complejidad legal. Los empleados públicos afectados protestarían. Si son funcionarios no podrían ser despedidos, habría que reubicarlos hasta la jubilación. Menos puestos para políticos. Las empresas privadas con concesiones también se verían afectadas. En cambio, aumentaría la demanda de aquellos productos y servicios en el mercado elegidos por los que reciben la nueva renta.

        – Debate sobre los límites en lo que sustituye la renta (quedan fuera educación, sanidad, etc.)

        A Milton Friedman los seguidores de Marx lo llaman ultraliberal (o neoliberal, que vale para todo). Los seguidores de Mises en cambio lo llaman socialista, por el tema de las políticas de banco central o la renta negativa. Las etiquetas sirven para pensar menos y fidelizar al público con tu facción. Dime quién lo dice y te diré lo que pienso al respecto.

        http://blogs.elconfidencial.com/mercados/perlas-de-kike/2013-10-07/renta-basica-el-sueno-liberal_37898/

  12. Cenutrio dice:

    La clave está en esta frase: «Suficiente dinero, al menos, para que puedan estar más tranquilos, pero no lo bastante como para que puedan vivir sin trabajar.»

    En España hay 6 millones de personas que pueden vivir sin trabajar. Lo nuestro tiene poco que ver con la pobreza.

  13. […] Senserrich nos habla de cómo solucionar la pobreza (y mejorar la salud mental) con… ¡dinero! [es]. […]

  14. […] más, cuando Roger afirma que la pobreza genera problemas mentales, y que esto se soluciona con dinero, yo no lo tengo tan claro. Creo que es conveniente recordar que la riqueza también puedo generar […]

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