Internacional

Connecticut y la pena de muerte

12 Abr, 2012 - - @egocrata

La Cámara de Representantes del Estado de Connecticut ha votado hoy de forma abrumadora en favor de la abolición de la pena de muerte en el estado. La votación sigue una más ajustada hace unos días en el Senado estatal (3,6 millones de habitantes y un legislativo bicameral. Con un par); el gobernador se espera que firme la ley la semana que viene.

La aprobación de la ley es relativamente polémica, pero a la vez no especialmente sorprendente. La mayoría de encuestas en el estado señalan que la gente está a favor de la pena de muerte; el apoyo en el estado, sin embargo, es bastante tibio. Connecticut ha ejecutado un preso (sí, uno) en los últimos 50 años: Michael Bruce Ross, un asesino en serie local que asesinó ocho personas a principios de los ochenta y pidió que por favor lo ejecutarán en el 2005.  La penúltima pena de muerte fue en 1960; el estado realmente no parece haberse esforzado demasiado en cargarse gente en los últimos años, aunque ahora mismo tiene 11 inquilinos en el corredor de la muerte.

¿Buenas noticias para los condenados, entonces? No. Hace cinco años el estado tuvo un crimen bastante sonado que atrajo atención nacional, y uno de los familiares supervivientes ha estado presionando de forma incansable para que la pena de muerte siguiera en vigor. Para conseguir los votos suficientes en el Senado, la ley abolición no es retroactiva: los presos ya condenados seguirán a la espera de su ejecución, un proceso que puede demorarse décadas. Así que aunque Connecticut ha dado un pequeño paso hacia la civilización, lo hace sin mirar atrás.

Resumiendo: Estados Unidos es un país muy, muy diverso y muy, muy extraño. Nueva Inglaterra es, culturalmente, muy distinta al resto del país, pero en contra de lo que se dice a menudo no tiene demasiado de «europea». Los estados del noreste son peculiares, y sus sistemas políticos lo reflejan. Llevo una buena temporada aquí, y el hecho que a la gente le parezca perfectamente lógico hacer esta ley no retroactiva se me escapa del todo. En muchas regiones del país que esos pijos de Connecticut decidan no ejecutar a nadie seguramente les parece igual de extraño.

En fin, vivo en un estado sin pena de muerte y con matrimonios homosexuales, que es a su vez el segundo estado con mayor disparidad de renta del país. Lo dicho, un sitio raro.


9 comentarios

  1. Francisco dice:

    Lamento mucho que hayan decidido abolir la pena de muerte.

  2. Pedro dice:

    Vaya, ya comentó un ser con un cerebro menos evolucionado…seguro que se considera una buena persona, incluso puede que hasta cristiana…..

    • Francisco dice:

      Pedro, ¿puede aportar un estudio que relacione estar a favor de la pena de muerte con tener «un cerebro menos evolucionado» o simplemente es un demagogo sin educación que se dedica a insultar?

      A pesar de no ser asunto suyo ni contribuir al debate, le diré que si soy una buena persona, aunque sin embargo no creo en la existencia de dioses.

      • pescador dice:

        Hombre, a mi si que me gustaría conocer el valor que le da a las vidas perdidas en errores judiciales y, más prosaicamente, el valor que le da a las vidas perdidas cuando alguien piensa que si va a pagar lo mismo por uno que por veinte, más vale reducir los flecos, asi tengan dos patas y carezcan de plumas.

      • Francisco dice:

        Tocayo,

        Sin animo de fastidiar, pero un modo muy basto de medir la evolución cerebral puede ser si explicas tu posición en algo tan complejo como estar a favor o en contra de la pena de muerte en más de una linea (a mi me costaría) o te dignas en debatir al respecto ligeramente.

        Yo creo que la pena de muerte no reduce la criminalidad (creo que Roger ha traido los datos alguna vez, espero no equivocarme), tiene un coste muy elevado (matar gente supone muchos juicios, caros ellos y tiempo), comete errores (todos los conocemos) y en realidad matar al culpable no arregla nada, su delito sigue hecho.

        Si la pena de muerte no tiene un fuerte valor disasuorio (hay quien dice que al revés, una vez que sabes que estas en riesgo de condena no te limita nada, sale en una escena de la película Heat donde matan a tres personas porque una vez muerto uno ya los otros dos son gratis) no tiene demasiado sentido.

        Todo eso sin la perroflautada de que matar gente por parte del estado pudiendo evitarlo a mi me parece mal.

        Tengo más interés en tus motivos que en el estudio sobre el cerebro de cada uno.

        • Undry dice:

          Dado que el sistema judicial americano deja mucho que desear a tenor de lo que se comenta por aquí el tener la pena de muerte en vigor hace al sistema mucho más perverso. Un señor puede salir de la cárcel, pero resucitarlo tras ejecutarlo por error, es más complicado.

          Saludos

  3. Thobicus dice:

    La abolición de la pena de muerte es una buena noticia, cualquiera que sea el sitio en que se produzca.
    No se trata sólo de que la pena de muerte no sirve para nada, desde el punto de vista criminológico (y esto no es nuevo, ya lo decía Beccaría), sino que es profundamente antiética desde el punto de vista de la ética política: un poder democrático no debería matar a sus ciudadanos, da igual lo que hayan hecho.
    Sería deseable que otros Estados de Estados Unidos siguieran el mismo camino, descartada (por ahora) una abolición federal de la pena de muerte. Pero en certos lugares puede más el populismo barato que las razones criminológicas, éticas o incluso prácticas. Y son precisamente los lugares más religiosos… claro que la religiosidad americana, como tantas otras cosas americanas, no se parece tanto como creemos a la europea.

    • Thobicus dice:

      Se me ha olvidado comentar: lo de la irretroactividad de la medida es, de nuevo, algo absolutamente incomprensible para los europeos, al menos desde el punto de vista de la técnica legislativa contemporánea. Aquí eso está consagrado en la Constitución, afortunadamente, porque si no fuera por eso, seguro que se habían hecho varias reformas de agravación retroactivas.

  4. heathcliff dice:

    Yo la cambiaría por trabajos forzados. Si el segundo muerto te cuesta otros mil kilómetros remando en galeras, pro ejemplo, quizás sea más disuasorio que cargarse al tío…

    Aunque a lo mejor tenía razón el «amigo» Ohlendorff, que afirmaba que la pena de muerte debe ejecutarse, pero no sentenciarse…. En fin….

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