Los sindicatos proponían esta semana su «versión» de la reforma laboral con una idea que será familiar a los que siguen nuestras diatribas por estas páginas: un contrato con indemnización de despido creciente. Es también un ejemplo de libro sobre como uno puede coger una idea perfectamente válida y decente y mutilarla espantosamente hasta el punto de hacerla una chapuza completamente inútil.
La idea básica es buena: el trabajador empieza sin indemnización, y va ganando protección según aumenta su antigüedad. Para el empresario es más barato renovar al trabajador que buscar a alguien nuevo, así que los incentivos en principio son los correctos. El problema es todo el resto. Para empezar, en contra del modelo que proponía Kantor, los trabajadores más antiguos se convierten progresivamente en jarrones Ming; en caso de recesión, los despidos no se harán por productividad, sino por quién lleva menos tiempo en la empresa. Segundo, el contrato sólo puede ser utilizado por empresas de menos de 25 trabajadores, algo que es a la vez otro regalo a las Pymes (algo que repito no es una buena idea) y añade aún más complejidad al sistema. Tercero, es otro contrato; en un mercado que sufre de problemas de segmentación galopantes, crear otro engendro más sólo hace feliz a los abogados laboralistas, pero no mejora en nada el sistema. Y cuarto, una vez pasado un año el trabajador se convertiría en un indefinido con contrato 20/33, el puñetero contrato indefinido que todo Dios sigue evitando utilizar porque es demasiado caro comparado con toda la basura de contratos temporales alternativos que tenemos en nuestro surrealista mercado laboral.
La verdad, no me extraña que no les guste ni a ellos. Lo que es realmente patético es que los sindicatos sean incapaces de proponer ni siquiera brindis al sol mínimamente decentes. Realmente no entienden que el problema no son los costes de despido, si no la maldita dualidad que siguen sin querer combatir de raiz.
¿Pero, la raiz de la dualidad no son los costes de despido?
Las indemnizaciones de 45 días por año o superiores no son infrecuentes en USA, por ejemplo, o en Brasil. En este país se ingresa mes a mes y permanece en una cuenta propiedad del empleado como en Austria.
En USA las compañías que requieren talento diferencial y una determinada cultura de actuación ante sus clientes y mercado lo hacen rutinariamente para retener empleados. Me ha tocado vivirlo en directo en ambos países. En el caso de USA en el mismo estado en el que vive Roger, a no muchas millas de New Haven.
Otra cosa es si el tipo de trabajo que hace la compañía depende poco del factor humano y este va siendo sustituido por computadoras o por terminales como lleva décadas sucediendo mientras se degrada el empleo y el trabajo a realizar se puede hacer cada vez con menos cualificación.
Es el caso de call centers, puestos de ventanilla de atención al público en agencias del estado, banca, proceso de pedidos o facturación en empresas con gran poder de mercado. Aquellas en las que el cliente tiene un peso poco relevante o nulo.
En el caso de España el gobierno de Rajoy, también incapaz de un diagnóstico serio de la situación, se ha visto, en mi opinión, obligado a hacer un regalo a los grandes oligopolios que son la cúpula de los 11.3 millones de contratos fijos que había en España.
Es decir, la estrategia es de deflacción asintótica con Vietnam y ahora es el turno de que las grandes compañías españolas pasen por caja y reduzcan sus costes de personal liquidando dos empleados caros y contratando un mileurista o ninguno.
Veremos este fin de año pasar de largo los 6 millones de parados y seguir creciendo la cifra el 2013. De esto no me cabe la menor duda y lo lamento inmensamente.
Ahora bien, ni aquí ni en la UE se ha tocado un pelo en lo que incomoda a la estructura política.
1. Posturas serias en lo referente a aranceles, compras nacionales, acreedores bancarios, ruptura en suma, del paradigma de David Ricardo porque produce lo que produce: Paro a raudales en los débiles.
2. El principal factor de coste de cualquier producto o servicio, la clave de la falta de competitividad: El propio tamaño y estructura del Estado desde los ayuntamientos hasta la ONU pasando, naturalmente, por Bruselas. Estos han tenido los «güevazos» de subir el presupuesto y eso que el BCE tiene un ratio de «Activos» a Capital superior a 400. Lehman tenía un ratio de 70 cuando quebró y la Fed de 102.
Ya te digo.
Egocrata, creo que estás mezclando conceptos y no es la primera vez que lo haces con este tema en concreto. Una cosa es que efectivamente la abundancia de pymes sea un problema endémico en este país (la España de los tenderos que dijo aquel) y otra muy distinta que no se puedan y deban poner todas las facilidades habidas y por haber para que esas pymes dejen de serlo, crezcan y acaben siendo competitivas a nivel global.
En España, el 95% del tejido empresarial es Pyme, cuidado.
Esa famosa teoría del 95% de las Pymes tiene mucho que discutir.
¿Contamos como Pymes las empresas que subcontratan Gas Natural, Iberdrola, Telefonica para dar servicio local? Existen por un fomento de Pymes (que son inestables, las grandes les suprimen los contratos y las quiebran) que lo genera, si no fuera asi las empresas darían el servicio directamente o con una sola subcontrata.
¿Importan el número de empresas o de empleados y de producción?
Si miras por empleos generados (propios y subcontratados por su actividad) el motor son las grandes, si miras por producción las grandes generan la actividad económica y son las únicas que exportan.
Las pymes son el mal, en mi línea de troll afirmo que yo las ilegalizaba o les subía los impuestos para erradicarlas.
Gran vida a la multinacional. Abajo los empresiaruchos de cuarta ineficaces que nos han traido hasta aquí.
Roger, aunque sea completamente off-topic: ¿qué narices ha pasado con el RSS? ¿Por qué politikon se lo ha cargado?
Hay nuevos feeds RSS. Estoy de acuerdo en que los administradores deberían haber tenido el detalle de mantener los antiguos con un mensaje «cambiamos de RSS».
El nuevo RSS general es http://politikon.es/feed/ . El de Roger http://politikon.es/author/rsenserrich/feed/