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Primary Colors (XXIII): el eterno ciclo de decepción

15 Nov, 2011 - - @egocrata

Mitt Romney es a la vez el hombre más afortunado de la tierra y el tipo más desgraciado de la política americana. Todos sus rivales en las primarias republicanas parecen esforzarse tanto como pueden en hacer el ridículo de formas progresivamente más imaginativas y espectaculares, pero los votantes republicanos parecen obcecados, no importa lo que suceda, en no darle la razón.

El último rival de Romney en meter la pata espectacularmente es Herman Cain. No es cosa del escándalo sexual de turno (que también – le está haciendo un daño atroz en las encuestas) sino una entrevista en un periódico de Milwaukee, Wisconsin. No, ni idea qué hace el tipo dando una entrevista en un estado que no tiene primarias hasta febrero o marzo, pero eso es lo de menos. A Herman Cain, sospechoso desde hace tiempo de no tener ni pajolera idea de política exterior, le preguntan sobre su posición respecto a la intervención militar en Libia. Y su respuesta es… bueno, épica.

Exacto, no tiene ni la más remota idea. Es la clase de intercambio de ideas que hace que Rick Perry, ese coloso intelectual, parezca Henry Kissinger. Un candidato a presidente del país más poderoso de la tierra no sabe qué piensa sobre una intervención militar de hace apenas un mes. Cuando decía que el tipo se presentaba para pasar el rato y vender libros, no exageraba un ápice. Cain no tiene ni idea de lo que está hablando, y no tiene la más mínima intención de llegar a la Casa Blanca.

La implosión de Cain, por descontado, es otra más en la larga y gloriosa lista de candidatos-que-no-son-Romney que aparecen como líderes en las encuestas solo para implosionar semanas después. Recordad los días de gloria de Donald Trump, la extraña ascensión e inevitable caída de Michele Bachmann, la larga y dolorosa implosión de Rick Perry un debate tras o otro. Ahora tenemos a Cain, incapaz de recordar qué tiene que decir sobre Libia mientras batalla para sacarse de encima un escándalo sexual, repitiendo el mismo patrón. El partido republicano lleva meses y meses intentando encontrar a alguien que no se llame Mitt Romney para darle la candidaturas, pero el patético grupo de políticos que anda por las primarias están demasiado tarados como para ser una alternativa creíble.

El ciclo, por descontado, no se ha acabado con la caída de Cain. Newt Gingrich, alguien que ya sonó como potencial favorito allá en mayo hasta que se descubrió que debía media millón de dólares a Tiffany´s, parece ser el nuevo capricho de las bases republicanas.  En un año en que figura que todo el mundo anda con un profundo fervor anti-establishment, la gente del GOP ahora anda fascinado con un ex-Speaker of the House (líder de la mayoría en la Cámara de Representantes), ex-lobista y persona que es la pura definición de político profesional. Dejando de lado el hecho que sería un candidato atroz en las generales (está a once puntos de Obama ahora mismo), hay un pequeño detalle a recordar sobre Newt: es un cretino.

Y no, no estoy exagerando. Dejando de lado que el tipo abandonó el cargo en los noventa siendo ampliamente detestado (es uno de los genios detrás del impeachment de Bill Clinton), Gingrich es la clase de persona que pide el divorcio a su mujer cuando está en el hospital enferma de cáncer. Algo que hizo no una vez, sino dos veces, que por algo es un defensor de los valores familiares. En ambos casos, por descontado, estaba siendo infiel, y se casó de nuevo unas semanas después. Si queréis dejar la vida privada del buen hombre de lado, el tipo tiene una larga historia de trabajar como lobista para empresas que ahora pretende detestar (hola, Fannie Mae), decir burradas con tintes raciales de vez en cuando y en general comportarse como un borde con todo periodista que se le acerque. La fama de intelectual que tiene en el GOP es bastante incomprensible, especialmente cuando ha cambiado de opinión casi tantas veces como Mitt Romney.

¿Pero sabéis qué? Al GOP todo esto no le importa. El partido parece estar completamente aterrado ante la idea de votar a Mitt Romney, un político inteligente, excelente en los debates, capaz de ganar elecciones en la siempre liberal Nueva Inglaterra y encima cometer el pecado de colaborar con los demócratas y hacer un trabajo excelente como gobernador. Para el partido republicano moderno, Romney es un blandengue moderado, y harán lo imposible por escoger a cualquier otro candidato que no sea él. No importa que todos los candidatos en estas primarias aparte del ex-gobernador de Massachusetts* sean básicamente radioactivos en unas generales (sí, eso incluye a Ron Paul); la pureza ideológica ante todo.

No nos engañemos, creo que Romney ganará estas primarias. Realmente no tienen dónde ir. Pero no imagino qué debe estar por la cabeza robótica del pobre Mitt, completamente alucinado ante la insistencia de las bases de buscar lunáticos alternativos.

*: John Huntsman, el ex-gobernador de Utah, también sería un candidato decente en las generales. Pero el hombre dice creer en la evolución de las especies y cambio climático. En este GOP, es una caso imposible. Sí, Romney ha dicho creer en estas cosas en el pasado, pero ya cambiado de opinión. Algo que hace a menudo, ciertamente.


6 comentarios

  1. Francisco dice:

    Joder, que erial de comentarios

    Roger, ¿no le pasará al GOP como a algún partido patrio y ser «castigado» por sus bases si el candidato no es «lo bastante puro»?

    O sea, Rommey es el mejor de todos ellos, de calle, creo que yo sería una opción incluso. Pero si le eligen dado el odio que le tienen (he visto spots de otros candidatos que dan miedo) ¿no decidirían que no le votan ni bajo amenazas?

    ¿No puede Rommey perder hacia la abstención un porcentaje vital de voto?

    No se, igual el GOP es tan disciplinado como el PP (a Rajoy no le quieren ni los suyos) o es que los que se meterán el voto en el bolsillo votan en estados donde la ventaja es exageradamente alta y es irrelevante.

  2. Jasev dice:

    Francisco, lo dudo mucho. Ten en cuenta que la alternativa es ese comunista islamista radical nacido en Kenya.

  3. Asanz dice:

    Lo de Cain o la intervención de Rajoy cuando «no entendía su letra» demuestra que tienen muy pocas luces. Lo fácil que sería decir, que se yo, «es un proceso complicado y creemos que MI RIVAL no ha tenido en cuenta los intereses de TUS VOTANTES a la hora de gestionar la situación. Entendemos que es una cuestión compleja pero MI RIVAL no ha estado a la altura de las circunstancias y MIS VOTANTES se merecen un gobierno mejor». Chimpún, y te vale para cualquier tema, en vez de decir «ahhhh, No, that’s a different one. (Pauses)». Una cosa es que no vayas a ganar, otra que tus bisnietos sigan avergonzandose de ti.

  4. […] peso muy escaso en esta campaña; aparte de descartar a Paul y dar una oportunidad a Cain para que haga el ridículo, no cambiará […]

  5. […] los talones, ocupando el papel de aspirante de turno, tenemos a Newt Gingrich, el último en una larga serie de aspirantes alternativos para aquellos republicanos que siguen sin aceptar a […]

  6. […] un ejemplo para sacar el terreno de (este) fango ideológico: Newt Gingrich. El bueno de Gingrich (aquí, hacia mitad de la entrada, para una versión más larga) es un líder conservador de EEUU – […]

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