americanadas & irrelevancia informativa & Política

Indignados en América: saliendo por la tele

12 Oct, 2011 - - @egocrata

No he hablado demasiado sobre las protestas en Estados Unidos, en parte porque es difícil hablar de lo que está sucediendo sin caer en la anécdota. Es fácil decir que han habido detenciones en Boston, roces en Washington, polémica en Cincinnati y gloriosos organizadores venidos de la rosa de fuego del perroflautismo mundial en New Haven (sí, me he paseado por las protestas), y decir que el movimiento sigue vivo y ganando terreno. También sería una forma muy burda de analizar lo que estamos viendo o evaluar su relevancia.

Las protestas de estos días, creo, no deben evaluarse en el volumen de ruido, ciudades ocupadas  o ver cuánta gente se mete en líos, sino en su capacidad para alterar el debate. Hace dos años, cuando el tea party apareció de la nada y empezó a montar saraos allá donde hubiera un congresista (demócrata), las protestas realmente no atrajeron a demasiada gente en términos absolutos, pero sí consiguieron cambiar el debate público de forma radical. El partido republicano, que se había llevado una paliza histórica hacía apenas unos meses, veía como los periodistas prestaban una atención inusitada a las bases conservadoras. Las ideas del partido, lejos de haber sido completamente desacreditadas en medio de la gran recesión, pasaron a ser debatidas como una especie de antídoto al socialismo radical (¿!) del Presidente.

Las protestas de Occupy Wall St o We are the 99% deben aspirar, creo, a conseguir un cambio parecido en el debate público. De momento, la cobertura mediática está siendo amplia y no precisamente hostil (Fox y las radios conservadoras, obviamente, son la excepción); los medios están publicando artículos desde el punto de vista de las  críticas salidas del movimiento, de forma similar a lo que sucedió cuando aparecieron los tea parties. En los debates republicanos las protestas han sido uno de los temas tratados, y las preguntas de los moderadores han salido de las preocupaciones del movimiento. El partido republicano se ha pasado la semana enviando a parir a los socialistas hippies radicales que quieren robar el dinero a los banqueros. Mitt Rommey, esa gran veleta, incluso ha expresado comprensión con los indignados.

¿Están las protestas funcionando, entonces? Es difícil decirlo. Aun hoy, la mitad de los americanos no saben qué hay gente protestando. Un 27% comparten las ideas de los indignados, mientras que un 19% se opone; un 54% no tienen una opinión clara. Los medios están prestando atención, ciertamente, y los votantes que han oído campanas parecen receptivos, pero aún es pronto para saber si el impacto del movimiento será parecido al de sus parientes indignados de la derecha hace un par de años. Si los medios empiezan a hablar de desigualdad, concentración de riqueza, estancamiento de los salarios de la clase media y temas allegados más a menudo, podremos decir que sí. Si los políticos demócratas empiezan a temer a sus bases de nuevo (algo que no sucede desde los sesenta, cuando «sus bases» eran supremacistas sureños) y los republicanos se encuentran con manifestantes cabreados a menudo y los medios lo cuentan, aún más.

De ahí a cambiar las cosas queda un trecho, obviamente, y si los republicanos ganan el 2012 ciertamente todo esto no habrá servido absolutamente de nada. Pero vamos, las protestas siguen por vida, y parece que van a más. Es bastante más de lo que esperaba.

Al margen de esto, es obligado recordar  que los tea party, aunque conservadores, empezaron con un mensaje populista de derechas bastante incluyente, con un marcado tono anti-banqueros. Según pasó el tiempo y se fue organizando más, el movimiento empezó a identificarse cada vez más con el partido republicano primero, y con el ala más chiflada del partido después.  La evolución ideológica de este grupo ha sido paralela a la popularidad de este en las encuestas, por cierto. Allá finales del 2009 despertaban simpatías, ahora llamar a un político tea partier es de los peores insultos que puedes lanzar.

¿Recordáis cuando decía que el 15-M no debía ofrecer propuestas concretas si quería mantenerse relevante? Espero que los indignados americanos tomen nota. Otra cosa es que me hagan caso.


12 comentarios

  1. Francisco dice:

    El 15M trajo uan arrolladora victoria del PP en España.

    Espero que las primarias las gane Rommey, estos son capaces de poner a Bachmann en la presidencia si son tan eficaces como los chicos de Sol.

    Solo necesitan unos cuantos tontos utiles con la chorrada de #nolesvotes con blogs, meneames y mucha cobertura de partidos políticos idiotizados como IU.

    Lo siento, mi fe en estas cosas está muy baja.

    E irá a peor el 15O, apuesto por ello. y el 20N no te digo nada.

  2. […] Indignados en América: saliendo por la tele politikon.es/materiasgrises/2011/10/12/indignados-en-amer…  por Hacendoso hace nada […]

  3. popota dice:

    Muy despistado. Del mismo modo que únicamente se va a aplastar el Tea Party cuando haya un republicano en la Casa Blanca, Obama mezclándose con los cracks de OccupyWallStreet tiene la misma credibilidad que Rubalcabas y Toxos en Sol.
    La influencia de estos chicos se verá en si son capaces de resucitar el partido demócrata que salga de la presidencia fracasada de Obama.

  4. Manuel dice:

    Bastante de acuerdo con Francisco y nada con Popota, me explico. Todos estos movimientos sólo están asegurando la victoria de la derecha, lo cual no significa que a medio plazo no vayan a servir, si la derecha arrasa en todos sitios posiblemente la crisis se agudice (sigan haciendo recortes e intentando no meter dinero al sistema en la medida de lo posible) y terminen creando el caos total que precisamente puede hacer triunfar a los movimientos de Indignados. En cuanto a la regeneración de la izquierda no serviría de nada (porque en general regenerar la izquierda es hacerla más de derechas) con lo cual volveríamos al supuesto de caos total. La salvación de este sistema (q no es muy bueno ) es que los partidos de izquierda se mantengan con los valores tradicionales y gobiernen Europa y USA, así volveremos a resetear el sistema y a darle otra oportunidad a este sistema y que para la siguiente crisis nos pille mejor preparados (cosa que dudo).

  5. Vellana dice:

    http://www.arcadiespada.es/

    Y no sólo Blanco. Queremos ya el mismo tratamiento para Blanco que se ha dado a Camps.

    Un saluduo.

  6. Vellana dice:

    Por cierto, si ahora das el mismo tratamiento a Blanco que diste a Camps, procuraré defender a Blanco en la medida que defendí a Camps.

  7. Francisco dice:

    Manuel,

    Del caos nunca ha surgido la izquierda, jamás.

    De la revolución francesa surgió Napoleón, de la guerra civil española Franco, del desastre Chilen Pinochet, de la revolución Rusa Stalin (no, no, no le llames izquierda, que si me rio me duele el cuello)…

    La izquierda surge de otras cosas, del caos, solo surgen populistas.

    Ejemplo: Italia

  8. popota dice:

    ¿Quién dijo caos? Los seguros sociales en Alemania o la cogestión los metieron gobiernos derechistas, por no hablar de lo que hicieron los gringos con la esclavitud. Eso sí, las medidas izquierdistas no tienen nada que ver con gobiernos que se reclaman como tales, ni necesitan de ningún gobierno «amigo» para ser implantadas. Los éxitos de los ecologistas o los muchachos del tea party al respecto son muy evidentes.

  9. Ferrim dice:

    Cuanto antes entendáis que el 15-M no tuvo absolutamente nada que ver en la victoria del PP el 22-M, antes comprenderéis el porqué de ese resultado. Que no es otro que el descontento general con el gobierno a consecuencia de la crisis (aparte de que fuera gestionada mejor o peor, lo que como se está viendo por comparación con otros países no tiene demasiada importancia).

  10. Heathcliff dice:

    Te olvidas, Francisco, de los maravillosos resultados que produjo el caos financiero de la república de Weimar. Todo un record, vaya…

  11. Francisco dice:

    Heathcliff

    No quería perder por un Godwin tan tan evidente… 🙂

    ((la verdad, es que ni había caido, curioso))

  12. Miguel dice:

    Francisco y Manuel, un par de cosas:

    Primero. Es cierto que a pesar de todo hay diferencias entre PP y PSOE, pero el rechazo al PSOE de muchos ciudadanos es precisamente por haberse dedicado a hacer políticas de derechas.

    Segundo. De verdad, si no hubiera habido 15M ¿habría evitado el PSOE el batacazo que se dio en las municipales? Yo creo que no, y además creo que el 15M no cambió nada en aquellas elecciones. Si ganó el PP no es porque el 15M le hiciera la cama (de hecho las críticas más feroces venían de la derechona, que además los acusaba de estar manipulados por la izquierda), sino porque no existe ninguna alternativa creible o con fuerza para romper el sistema bipartidista. Además, si en algo hubo acuerdo en el 15M es en que por la vía de los partidos no se va a conseguir nada, y que por tanto no sirve de nada cambiar a los equipos, sino que lo que hay que cambiar son las reglas del juego. Las propuestas de mínimos que se hicieron entonces me parece que estuvieron muy bien hechas y que siguen teniendo validez, y a nivel estatal creo que es por donde debe seguir ese movimiento. En este sentido discrepo con el último párrafo del post. La indefinición hará que el movimiento dure mientras dure el descontento, pero no sacará adelante ninguna mejora palpable.

    El 15M no propone una revolución, al menos no el caos del que habla Manuel. Además las revoluciones no surgen como un medio para conseguir algo, sino que son desbordamientos que ocurren precisamente cuando se encadenan demasiados intentos frustrados. La revolución no la convoca un individuo y la siguen los demás, sino que la hace cada uno de los ciudadanos descontrolados, y no precisamente persiguiendo un mismo fin. Por lo demás, meter en el mismo saco la Revolución Francesa, el «desastre» chileno, la Guerra Civil española y la Revolución Rusa me parece de un simplismo hiriente.

    Por último, a nivel global no creo que tenga sentido organizar algo más sólido que lo que hay ahora mismo, pero sí se deben concretar unas propuestas mínimas muy claras que cada movimiento pueda defender en sus propios países para que los gobiernos hagan lo propio en los foros internacionales. En mi opinión es imprescindible proponer una reforma mínima de la ONU (tan difícil como necesaria), unas restricciones a la especulación financiera a nivel global, el fin de los paraísos fiscales y el respeto real y global a unos derechos sociales y laborales mínimos. Pero esto es justo lo que hay que debatir a partir de ahora estando en el punto en el que nos encontramos.

Comments are closed.