ingeniería institucional & Pollo Financiero Global & Unión Europea

Liderazgo, procedimiento y el habitual desastre europeo

10 Oct, 2011 - - @egocrata

Como es tradición, la Unión Europea ha celebrado este fin de semana con otra cumbre de emergencia para intentar salvar Grecia del desastre. He perdido la cuenta cuántas llevamos, pero uno diría que a estas alturas alguien se ha percatado que esto de pergueñar un  plan urgente cada quince días no parece funcionar demasiado bien.

Esta vez, de todos modos, parecen haberse dado cuenta que el problema central no es otro que los bancos. Es algo que he leído en un montón de sitios en los últimos dos años, pero el temor a tener que rescatar a esos patanes otra vez ha conseguido que los líderes europeos se pasan todo este tiempo negando lo evidente. Por descontado, de identificar el problema a hacer algo sobre ello hay un abismo, y Merkel y Sarkozy parecen haber acordado decir en voz alta que esto es algo a solucionar, pero poco más.

El enésimo fracaso de los líderes políticos europeos se suma a la tontería final de Trichet en sus últimos días en el Banco Central Europeo. El presunto guardián de la moneda única se va orgulloso de dejar la eurozona a las puertas de una segunda recesión, todo sea por mantener su fetiche deflacionario. El problema no es uno de acción, sino uno de omisión – con la economía del continente a punto de despeñarse, el BCE está dejando que su política monetaria sea cada vez más contractiva, cosa que tiene mérito.

La dirección de la eurozona, ahora mismo, exige muchísimo de los políticos. Es un sistema increíblemente complejo, hay una auténtica barbaridad de problemas fuera de control, más de una decena de electorados vociferantes y una cantidad casi infinita de posibles soluciones. Merkel, Sarkozy y compañía no es que tengan que arreglar el motor de un barco que se dirige hacia los arrecifes en una tormenta – tienen que diseñar los motores, timón, y radar al mismo tiempo, tapar una vía de agua y hacerlo a ciegas con todo el mundo gritándoles desesperadamente. No hay reglas, ni manuales, ni procedimientos reglados sobre qué hacer, cómo o en qué orden. Para evitar el desastre, es necesario que alguno de estos pobres jefes de gobierno decida actuar de forma responsable, suicidarse políticamente y tratar de proponer soluciones, y que el resto de pringados en la sala de máquinas se fien de él.

Dicho en pocas palabras, para salir de este desastre necesitamos liderazgo, y del bueno. No sólo eso, realmente: necesitamos que todos los presentes se comporten como adultos responsables en un contexto en que todo el mundo tiene incentivos para no hacerlo, y que eso suceda rápido. Estamos pidiendo muchísimo de un grupo de gente que tiene problemas para jugar al Parchís con su abuela sin hacer trampas.

En el extremo opuesto tenemos el Banco Central Europeo y su alegre obsesión con los precios. Como Cives comenta a menudo, el BCE se comporta así no por capricho, sino porque lo diseñaron así; su mandato es precios estables, y eso en Frankfurt es un 2% de inflación. El BCE tiene una serie de instrumentos para ejercer esta función, y sólo esa función; no está autorizado a rescatar estados, no puede rescatar bancos y no puede imprimir moneda para evitar que un gobierno caiga en la insolvencia. Aunque en teoría es el guardián de la moneda única,  su misión y atribuciones están muy claramente definidas y limitadas.  Aunque su autonomía, sobre el papel, es inmensa (realmente nadie controla al BCE directamente) los tratados le prohiben hacer demasiado con ella.

Lo curioso de todo este desastre es que estamos viendo, en una misma crisis, el problema de tener políticos completamente perdidos dada la ausencia de reglas, y un banco central totalmente obcecado en seguir lo que las leyes mandan, aunque eso signifique enviar la economía al desastre. El diseño institucional de la Unión Europea es tal que coloca a aquellos que están peor equipados para actuar de forma responsable (los políticos) en un entorno en que tienen todas las opciones para no hacerlo, mientras que el agente  que más flexibilidad debería tener en sus manos (el Banco Central) vive atado por un montón de limitaciones.

Este no es un problema trivial. Los sistemas políticos europeos, sin excepción, se basan en reglas, burocracias y procedimientos. La administración pública, los ministerios, el sistema de toma de decisiones se basa en crear reglas claras, y dejar que sean los funcionarios quienes se ocupen del día a día. Nos gustan las organizaciones aburridas, bien regladas y estructuradas. Las decisiones se toman por ley, y todo el mundo aplica la ley hasta que el político de turno la cambie. La eurozona, sin embargo, es algo completamente opuesto; hay diecisiete gobiernos, cada uno con sus propios intereses y nadie tiene capacidad de mandar.  Las leyes están escritas para contentar a todo el mundo, y son vagas, flexibles y dependen en gran medida en que todo el mundo haga lo que deba, no en lo que hay escrito en un papel. No quiero entrar en tópicos culturales, pero en el país de Weber esto de depender de la capacidad de liderazgo de un montón de gente no es algo que venga de forma natural.

Mientras tanto, la única burocracia realmente panerupea de la eurozona, el BCE, está diseñada para operar como un ministerio cualquiera, con reglas detalladas y claritas, siempre a la espera que un ministro y parlamento vengan y cambien la ley cuando toque. El problema, claro está, es que las reglas en la Unión Europea son muy difíciles de cambiar. El BCE seguirá órdenes, porque así es como hace la cosas, aunque estas estén obsoletas.

Es curioso, pero la Unión Europea, en general, es un sistema mucho más americano (basado en liderazgo, flexible) que uno europeo. Viendo lo terriblemente disfuncional del gobierno americano estos días, me parece que hacer del sistema algo más aburrido sería una idea excelente.


7 comentarios

  1. Carlos Jerez dice:

    Hola Roger, disculpa pero realmente tengo dudas de si el único objetivo del BCE es la inflación, aunque sea el más importante. Justo plantee esa duda en nadaesgratis y un comentarista me contestó esto:
    «Objetivos http://www.ecb.europa.eu/ecb/orga/tasks/html/index.es.html
    «El objetivo primordial del SEBC será mantener la estabilidad de precios».
    Y: «sin perjuicio de este objetivo, el SEBC apoyará las políticas generales de la Comunidad con el fin de contribuir a la realización de los objetivos comunitarios establecidos en el artículo 2». (apartado 1 del artículo 105 del Tratado)
    Los objetivos de la Unión (artículo 2 del Tratado de la Unión Europea) son un alto nivel de empleo y un crecimiento sostenible y no inflacionista.»

    Cuando le sumo las explicaciones de Javier Andrés(ex-profesor mío), ya a principios de año de que se podía cumplir el objetivo de inflación siendo más laxos a corto plazo ante las incertidumbres de la futura evolución económica, me doy cuenta de que el BCE no solo puede que tenga que mejorar su mandato sino sobretodo sus dirigentes.

  2. ¬a. dice:

    agradezco, roger, su análisis de la situación política europea por lo didáctico y preciso. Cuando se recurre a metáforas para explicar situaciones complejas es máis fácil ser impreciso e impresionista que lo contrario.
    el diseño de instituciones que descansen sobre principios adecuados es una cosa extremadamente compleja. Las soluciones efectivamente adoptadas suelen depender de la contingencia y los apaños temporales. Más cuando se trata de marcos tan amplios y heterogéneos como este que nos ocupa. El establecimiento de principios generales, claros y no contradictorios es fundamental. de políticas fiscales y monetarias entiendo menos que Zapatero, y me siento más alejado de ellas que James Buchanan, por lo que no sé que principios serían esos, pero dada cierta vena ecologista / comunista que me recorre podría poner ejemplos cuyo sesgo me supongan una mayor proximidad (que quizás no competencia):
    1. la política económica de la UE fomentará y promoverá la cercanía de forma que las políticas desarrolladas no supongan distorsión sobre el comercio de productos a los que se les dé el mismo grado de prioridad y que estén situados de los centros de consumo a la misma distancia.
    2. se promoverá el transporte público allí donde la congestión de lo privado suponga un incremento de los costes sociales.
    3. será promocionada la producción común no monopolizable de aquellos productos para los que el factor participación sea fundamental en el valor de lo que se genera, como sucede con la información y las redes sociales, o la investigación científica. (este punto es muy complejo de formular; quizás en vez de «promocionada» haya que decir «dispuesto el acceso público al uso y modificación de la producción de lo común de aquellos productos», pero me suena muy maximalista)

    seguro que se puede hacer mejor pero la idea es la de formulación de principios generales e impersonales.
    Además hay que arbitrar mecanismos decisorios políticos a nivel europeo que vigilen por el cumplimiento de la generealidad de los principios. su concreción debe ser efectuada a otros niveles. Hay decisones que deben ser tomadas en una esfera europea: una oficina de patentes, un organismo de determinación de estándares abiertos, oficina de modificación de precios de mercado: el establecimiento de aranceles adecuados para productos que provengan del exterior (y eliminación de subsidios a los precios de producción, que es super anti ecológico), oficina para el establecimiento de directrices sobre publicación científica que eviten la concettración oligopólica en determinadas revistas de aquello que es publicable o no, etc.
    sé que vivo en la utopía pero es lo que tiene la normatividad. Un saludo.

  3. Wahrsagen dice:

    No es por defenderlo, pero es que el BCE tiene un margen de actuación muy estrecho: si baja los tipos de interés demasiado -y eso puede ser solo un cuarto de punto- puede mantener o continúar hinchando la burbuja, puesto que bancos con activos que no valen el precio que pagaron se los pueden continuar financiando más facilmente, a la espera de tiempos mejores para realizarlos. Esto obviamente detrairía el crédito para crear negocios que prosperen, aumenten el PIB y el empleo-y por tanto la recaudación por impuestos derivada- disminuyendo los déficits estatales. La ventaja de bajarlos sería la facilidad para crear estos negocios y el alivio de la carga de la deuda. Pero yo creo que los bancos intentarían salvar sus muebles (y sus inmuebles) antes que beneficiar con su sacrificio a la economia general.

    Por otro lado, siendo el dinero en estos tiempos un bien escaso, se debería recompensar a los ahorradores mejor su esfuerzo y subirse los tipos de interés que se ofrecen por su dinero, es decir subir el tipo de interés de la zona euro, para que baje la inflación y que el diferencial real de tipos aumente. A pesar de que los negocios en un primer término tendrían más dificultades, ya que deberían obtener un mayor rendimiento para atraer crédito, éste existiría y no se negaría a invertir en negocios que ahora puedan resistir estos tiempos y previsiblemente dar mejor réditos en tiempos futuros y esperemos no tan agitados. Pero el problema es que este tipo de negocios no exista en suficiente cantidad para arrancar la economía y generar un círculo virtuoso, sino que la gente se vea atrapada en un mundo de deuda más cara y sin crecimiento donde la estanflación es posible -y llevamos tres años bordeándola, ya que con pocos puntos básicos de más nos cairíamos en ella y nos sería muy díficil salir sin ser relativamente más pobres que los países emergentes .

    Todo esto depende al final de la evolución del precio de las materias primas y de que se observe la creación de suficientes negocios con el suficiente empuje. Si bien las materias muestran un ligero descenso en el futuro próximo el segundo factor es despreciable ahora por ahora.

    Cambiando aparentemente de discurso, desde que lo conozco siempre me ha atraído el periodo histórico llamado Gründerzeit (wiki -es, en de) que fue seguido de la entonces llamada Gran Depresión y que con la Gran Depresión de 1929 paso a ser llamada la Larga Depresión (1873-1896, 23 añacos, qué bien puesto el nombre) (wiki -es, en, de) . Creo que el tiempo de Gründerzeit y la Larga Depresión son muchísimo más parecidos a estos nuestros que no la Gran Depresión. Me continúa sorprendido que economistas, periodistas, opinadores,…. no mencionen este periodo en absoluto.

    Y es que finalmente, para invocar el argumento de antiautoridad, no soy economista en absoluto, sino científico, con lo cual lo todo lo anterior puede ser acertado o un completo disparate. Aunque a veces es mejor (les recomiendo seguir http://shaurma.blogspot.com/2008/04/economistas.html, no creo que les defraude).

  4. […] Liderazgo, procedimiento y el habitual desastre europeo politikon.es/materiasgrises/2011/10/10/liderazgo-procedim…  por Hacendoso hace nada […]

  5. Manuel dice:

    La manera de tratar esta crisis con los mismos mecanismos que se creó me hace moverme entre la vergüenza ajena y el descojone, como se alargue el mandato de estos líderes (Merkel,Sarkozy,Cameron y encima pronto Rajoy) no van a quedar ni escombros …

  6. Manuel dice:

    Coño y me dejé Berlusconi , estamos en la Champions LEAGUE de los BORREGOS, lo vamos a pasar muuuuy BIEN

  7. […] montado la institución más inflexible del mundo en el puesto que requiere más libertad de acción, mientras que confiábamos que los políticos […]

Comments are closed.