Otro día, otro pánico. El precio de la deuda española e italiana ha caído en picado, con los inversores abandonando en masa el mercado aterrados ante la magnitud de los problemas fiscales de ambos países y sus crecientes problemas para pagar lo que deben. El último pacto para salvar a Grecia y la eurozona ha resultado ser un fiasco, y el problema, lejos de mejorar, se extiende. ¿Qué queda hacer?

Nos enfrentamos a dos clases de problemas. A corto plazo, los mercados europeos están relativamente vacios, así que cualquier actor que haga un movimiento importante tiene que «trabajar más» para encontar compradores o vendedores. Cualquier operación puede potencialmente mover las cifras mucho más de lo que harían normalmente, creando estos grandes cambios que hemos visto estos días. En un principio esto tiene una solución relativamente sencilla, una mini-intervención del BCE para amortiguar esta tendencia. Como todo en esta crisis, sin embargo, el BCE parece no estar por la labor.

Este, sin embargo, es algo bastante menor. El problema grave es que la falta de compradores de deuda no es sólo cosa del verano; ahora mismo nadie está realmente interesado en prestar dinero. La razón principal es doble: por un lado, España e Italia no parecen estar por la labor de tener un crecimiento decente, con gobiernos apáticos y  economías estancadas. Por otro lado, sus vecinos en el este (Grecia) acaban de decir al mundo que no van a pagar todo lo que deben, con el beneplácito del resto de países de la eurozona.  Nada te dice que Italianos y Españoles no te hagan la misma jugada de aquí unos meses, así que más vale la pena no acercarse.

Aparte de estos dos pequeños detalles, los países de la eurozona tienen un problema añadido: ha renunciado a su política monetaria. Ni España ni Italia puede dedicarse a pagar facturas imprimiendo moneda, ya que no tienen un banco central propio. Si las cosas van mal, realmente no tendrían dinero en el banco para pagar lo que deben, ya que no pueden crearlo de la nada. Esto también quiere decir que no pueden devaluar, arreglando las cosas empobreciéndose respecto a sus vecinos; si quieren ajustar lo tienen que hacer vía deflación, algo terriblemente doloroso.

Para empeorar las cosas, el sistema financiero de estos países son también un problema. La recesión deteriora los balances de esos bancos, en un mundo donde el estado no puede endeudarse fácilmente. Si los ciudadanos empiezan a tener miedo y retiran su dinero (algo que estamos viendo en Grecia) hasta producir quiebras, el gobierno debe entrar a garantizar los depósitos del resto de ahorradores para evitar que medio país se arruíne. Si un estado no puede rescatar sus bancos, esos bancos son vulnerables a pánicos, y esas mismas dudas aumentan las dudas sobre los estados. Encantador.

Son problemas graves, y muy, muy reales. Los «ataques» (más bien huída) de los inversores no vienen de la nada; realmente España e Italia pueden llegar a un punto en que no pueden pagar lo que deben. No están creciendo, así que no generan recursos para tapar el agujero, pero a la vez están obligadas a demostrar que quieren reducir gastos en serio para atraer compradores. En condiciones normales, un país podría pasar un plan a corto plazo para generar crecimiento, con u reformas estructurales serias (y estímulo monetario y fiscal asociado), y un plan de ahorro a largo plazo, con promesas creíbles que muestran que vas a reducir el gasto de aquí unos años.  En España e Italia, lo de pasar reformas a corto lo hemos dejado de lado, el estímulo fiscal lo desperdiciamos, y sin crecimiento nadie se cree que podamos pagar. Si a eso le añadimos que la política monetaria van en dirección contraria a lo que necesitamos, pues ya véis lo que pasa.

Para salir de este agujero, por tanto, hace falta crear un mecanismo que haga que la deuda de estos estados sea menos amenazante por un lado mientras pasamos medidas que permitan generar crecimiento por otro. Lo primero es relativamente fácil de arreglar en teoría; por un lado es necesario crear un fondo de garantía de depositos a escala europea, para evitar / hacer inofensivos los pánicos bancarios. Segundo es emitir deuda de forma conjunta, para que los países con menos deuda puedan ayudar a los más endeudados a pagar la suya. Para complementar este arreglo podemos crear un Departamento del Tesoro Europeo, incluso con un impuesto propio y separado, que emita deuda para todos los estados.

Este arreglo serviría por un lado para asegurar que si una región se mete en un berenjenal, la escasa capacidad de maniobra que te deja el euro no ahogue tu capacidad de pago, mientras que a la vez facilitaría el crecimiento de las regiones con problemas fiscales, ya que no tendría que pagar intereses demasiado altos.

Una unión fiscal de este estilo, sin embargo, genera dos problemas obvios. Primero, ¿por qué los contribuyentes de un país que se ha portado bien tienen que pagar intereses más altos en su deuda y un impuesto adicional para salvar a los irresponsables griegos? Segundo, y más grave, ¿qué incentivo tienen los gobernantes de un país con esta protección para portarse bien? Lo más natural sería lanzarse a gastar a saco, y que sean otros los que ahorren por tí.

Cualquier unión fiscal necesita entonces un mecanismo complementario que asegure que todo el mundo haga los deberes, y que lo de sacar a gente de agujeros sea algo excepcional. Hace falta una serie de reglas claras y de obligado cumplimiento, por un lado (el pacto del euro es precisamente eso) y un castigo claro para aquellos que se porten mal. Como inflingir daño económico sería contraproducente, el castigo debe ser político. Lo más sencillo, y razonable, sería que el gobierno del estado que ha hecho el mandril perdiera su autonomía temporalmente, siendo intervenido. Si te portas mal, no controlas tu presupuesto y no pasas las reformas necesarias, un grupo de funcionarios de Bruselas descenderán desde su torre de alta hechicería y gobernarán por tí un rato.

Pequeño inconveniente: la clase política europea cree en bloque que esto es inviable políticamente. Los políticos del norte de Europa no creen poder vender a sus electores que parte de la deuda griega la pagarán ellos, y los políticos del sur están aterrados ante la idea de convertir su país en un protectorado.

¿Yo? No estoy tan seguro. Por un lado, la eurozona debe escoger entre hacer algo impopular o enfrentarse a una catástrofe económica tremenda con el hundimiento de la moneda única. Los políticos quizás teman por su futuro si rescatan a Grecia (lo de ser intervenidos ya hemos visto que acaba con cualquier gobierno), pero supongo que temerán más un cataclismo económico. Por añadido, si el mecanismo del acuerdo es lo suficiente claro (y si el mecanismo detrás del eurobono / impuesto europeo está bien ofuscado) es algo que podría ser factible con líderes lo suficiente decididos.

Que es precisamente lo que no tenemos, claro.

El problema de la eurozona no es económico, o al menos no es económico en el sentido que la Europa sea un páramo económico incapaz de crecer. El problema de la eurozona es que hemos creado un conjunto de reglas políticas que colocan a los gobiernos que no hicieron los deberes en una situación completamente insostenible y sin salidas claras, y no estamos haciendo nada para remediarlo. Los mercados no están nerviosos porque seamos torpes, están nerviosos porque una vez hemos tropezado tenemos al Banco Central Europeo sentado encima nuestro y no podemos levantarnos.

Hasta que Merkel, Sarkozy, Trichet y sus mariachis entiendan eso (o alguien de la periferia tenga los redaños de plantear una solución viable), no saldremos de esta. Y a este paso, no lo entenderán hasta que no sea demasiado tarde, como pasó la última vez.


18 comentarios

  1. Francisco dice:

    Podemos quejarnos de líderes o de votantes.

    ¿Alguien en Alemania/Francia/Bruselas se cree que si tenemos que atarnos los machos los votantes españoles lo entenderán?

    No, creen que si Rajoy va y se une a ZP en la defensa de un plan de reformas los tontos en vez de escuchar que el mundo se puede acabar se irán en masa a votar a Cayo Lara, Rosa Díez o al cadaver incorrupto de Jesús Gil y Gil.

    Tenemos los líderes que merecemos.

    Con suerte igual salimos de esto. Que día más malo llevo de moral, oye.

  2. Zhurrer dice:

    Roger, sinceramente, no se que pretendes con negar la existencia de ataques y calificarlos de «huidas de inversores», como describiendo un padre de familia sacando sus ahorros de los bonos españoles temeroso a no poder pagar la universidad de sus hijos.

    No fastidies, leches, que lo que tenemos aquí son hedge funds poniendose cortos con volúmenes de inversión que arrastran a todo el mercado con ellos. Aquí no hay nadie huyendo, aquí hay gente maximizando beneficios dado que la situación política lo permite.

    Llamemos a las cosas por su nombre.

  3. anonymouse dice:

    Roger,

    «Que es precisamente lo que tenemos, claro.»

    será

    «Que *no* es precisamente lo que tenemos, claro.»

    sobre líderes decididos ??

  4. Alatriste dice:

    Francisco, el problema no es que «los mercados» crean que no vamos a «atarnos los machos», El problema es que creen que nos estamos atando los machos y que probablemente vamos a atarnos más aún los machos y que esa atadura – traducción: recorte de gasto público – va a hundir el crecimiento económico futuro.

    Eso ha pasado ya varias veces en varios países, y además ha pasado exactamente igual en Estados Unidos después del acuerdo para elevar el techo de deuda a cambio de otra atadura de machos, que Wall Stret lleva en caída libre desde entonces porque no cree que el Hada de la Confianza vaya a arreglar nada.

    No sé hasta cuando vamos a seguir así, pero como diría Paul Krugman, está quedando claro que la política contractiva tiene efectos contractivos (qué sorpresa ¿No?) y por definición en una economía contractiva la capacidad de pagar las deudas se hace dudosa. Y encima, no estoy seguro pero sospecho que si tuviéramos en cuenta la caída de precio de los inmuebles como deberíamos, es muy posible que Europa y Estados Unidos estuvieran oficialmente en deflación.

  5. AAA dice:

    Hola, mis conocimientos de economía son bien escasos, pero me interesa mucho este blog, para intentar aprender lo que pueda.
    Leyendo esto se te queda un cuerpo como para estar tranquilo…si hay que depender de tanta voluntad política como se cuenta en el post, vamos directos a la quiebra, no?
    Se me plantean varias dudas, siento si conceptos económicos obvios. Si tenemos tantos problemas con la deuda, ¿porque seguimos endeudándonos? ¿Es que tenemos que seguir emitiendo bonos? No sería más conveniente a lo mejor buscar el dinero de otro lado…tal vez impuestos.
    También, me da la impresión de que los inversores desconfían porque no hay crecimiento, entonces piden recortes que destruyen la posibilidad de crecimiento…sinceramente, la situación hace unos meses parecía mucho mejor, no sé si era una falsa sensación o que.
    Bueno un saludo y siento si esto ya se ha tratado antes, como comento, quiero aprender todo lo que se pueda.

  6. Roger Senserrich dice:

    Reducir gastos o subir impuestos es igual de contractivo; ambas cosas reducen el crecimiento económico.

    Y sí, es una situación kafkiana.

    Zhurrer, hay un debate académico bastante extenso sobre el papel de las ventas a corto en la fijación de precios. Por lo que sé, es muy escaso, si no nulo, y de hecho en estos casos ayuda a amortiguar oscilaciones al aportar liquidez.

  7. Le diré lo que pienso que es casi lo mismo que piensan, y con razón, Zhurrer o Alatriste. Se lo contaré para que se tranquilice AAA: lo que estamos viendo este 3 de agosto de 2011 es una reedición de lo que en 1992 hizo George Soros con la libra.
    Lo que realmente se trata de conseguir con estas noticias de última hora que parecen partes de guerra, es devaluar activos para comprar a la baja. Una vez cerrado el mercado -es decir, cuando ya se ha comprado a precio de ganga todo lo que se podía comprar- se cambía el tercio y se pone por las nubes a los países anteriormente señalados como «periféricos», «insolventes», etc…
    Al especulador no le interesa que se hundan realmente. En ese caso todos los activos, bonos, etc… que ha comprado a la baja no valdrían nada y él no se ha tomado todas esas molestias, intoxicando a la opinión pública mundial, para luego no poder recoger beneficios. En suma, tranquilos que la sangre no llegará al río, sencillamente porque a los que han clavado el cuchillo en España, Italia, etc… no les interesa lo más mínimo. Otra cosa es que el experimento se les vaya de las manos, como ocurrió en 1933.
    En cualquier caso el mal de España es sobre todo de imagen-país. Leed el nº de diciembre de 2010 de http://bitacoradepedromorgan.wordpress.com. De esos polvos estos lodos. Si los próximos gobiernos no hacen nada por remediarlo, si se sigue premiando y alentando a charlatanes que venden una imagen de España en decadencia desde hace siglos y hacen así la mitad del trabajo de los especuladores, el problema seguirá y seguirá, y seguirá, y seguirá… Para evitar crisis de deuda en buena medida fictícias como la de este 3 de agosto, hay que empezar por ahí, haciendo rodar por tierra algunos sacos de humo que van de intelectuales respetables en lugar de darles pábulo vía institutos Cervantes, académias varias, premios literarios y etc…

  8. Roger Senserrich dice:

    A ver, especular puedes especular – pero el mercado de deuda italiana es e-nor-me; dudo mucho que alguien pueda hacerlo. Y de hecho, sin un problema grave de fondo, sería imposible hacerlo.

  9. Francisco dice:

    Soros no especulo a la baja esperando a que la Libra bajase, apostó a que bajaría y gano porque era imposible no hacerlo.

    A menos que me confunda vamos.

    Alatriste, no se yo. Puede ser histería contra España pero también puede ser considerar probable que salgamos del Euro devaluando y entonces nadie quiera meter más dinero.

    En cualquiero caso, después de las ampliaciones de las cajas y la extensión de la deuda de EEUU, entiendo que podría haber menos dinero dispuesto a invertir en deuda y española para más inri.

  10. claudio dice:

    ¿Qué queda hacer?

    Evidentemente, sacar la pasta del banco. En cuatro días vuestros euros probablemente se habrán convertido en otra cosa que no os gustará tanto.

  11. Zhurrer dice:

    Hoy comentan algunos que lo que tendría que hacer el BCE es ponerse en plan cowboy en OK Corral y liarse a comprar de forma masiva bonos periféricos. A ver que pasaba con todos los hedge funds que se han puesto cortos y todos aquellos que se quieren hacer de oro comprando seguros de impago.

  12. Ignacio Parederoro dice:

    Negar, a estas alturas, el papel de la especulación en la crisis es absurdo. Y si, pensar que los mercados actúan de manera racional, evaluando riesgos a medio y largo plazo, en vez de evaluar lo que pueden ganar a a corto especulando, es un error, grave, que tiene consecuencias: esa apuesta continua a las medidas de «tranquilidad» de unos mercados que no buscan tranquilidad ni la piden. simplemente, tratan de ganar dinero a corto, es tan sencillo como eso.

  13. Ignacio Paredero dice:

    Zhurrer, seria divertido. Es la «opcion nuclear», una especie de Quantitative Easing, realizado con nocturnidad y alevosía, en un momento de especulación bajista, a lo bestia, hasta romper el mercado. Si se hace bien, el efecto sería ejemplarizante y podria herir las carteras que estan acumulando tanto capital que ya se pueden permitir movimientos muy bestias contra paises, pues llevan acumulado lo ganado contra Irlanda, Portugal y Grecia.

    Yo decia que ya. Además, haria aumentar algo la inflación, lo que podría, si esta es moderada, hasta ser positivo.

  14. Gulliver dice:

    Curiosamente la unión monetaria se publicitó y vendió como si su fuese un primer paso que por su propio éxito conduciría a una mayor unión política y económica, pero son sus debilidades y defectos los que pueden llevar a parches de coordinación fiscal. Los parches pueden salvar por el momento la moneda común, pero las consecuencias a largo plazo para el proyecto europeo son imprevisibles. La unión económica y fiscal puede ser una buena idea si se acepta con entusiasmo, pero no si viene forzada por los acontecimientos. Los ciudadanos alemanes o finlandeses pueden aceptar pagar la factura y los españoles y griegos perder soberanía sobre su deuda si la alternativa es caer por el precipicio, pero lo harán a regañadientes. Como en un matrimonio lleno de desengaños, los unos culparán a los otros de sus males económicos y se empezarán a tirar platos a la cabeza. Salvar el euro puede suponer abrir una herida en el corazón de la Unión Europea.

  15. rafael dice:

    Todo el mundo piensa en una solución política para un problema que es económico, como si no hubiera quedado ya harto demostrado que, al contrario de lo que siempre piensan los políticos, politólogos y amantes de la política, todo NO es política, todo ES economía, siendo así que lo que ha quedado harto demostrado es que no es la economía la que va ligada a la política, sino lo contrario, la política está subordinada a la economía.
    Dejaos de soluciones políticas para un problema que es económico, matemático. Y echadle un buen vistazo a esta ecuación sobre la dinámica de la deuda pública que es, o debería, ser conocida por todos los gestores público y privados y por cualquier que se atreva a opinar sobre economía:

    http://www.hacienda.go.cr/centro/datos/Articulo/Din%C3%A1mica%20de%20la%20deuda%20p%C3%BAblica-Thelmo%20Vargas.pdf

    Miradla y estudiadla bien y comprenderéis por qué no deja de subir al prima de riesgo, por qué cualquier solución política al estilo de emitir dinero o emitir bonos es inútil. Las únicas soluciones que hacen que la deuda pública de un país disminuya y vuelva a una senda de sostenibilidad es:
    – Supéravit presupuestarioa continuos, año tras año.
    – Una tasa de crecimiento de la economía mayor al interés que se paga por la deuda.

    Ninguna solución política de las que se proponen conlleva una de esas soluciones. Por lo tanto, la solución final es el colapso, es la pérdida para los inversores y/o para el país endeudado, es decir, es la «destrucción» de parte del saldo de la deuda porque no es cobrable hasta niveles en que vuelva a ser sostenible.
    El colapso es lo que nos espera y dejaos ya de falsas esperanza ni soluciones políticas.

  16. Ignacio Paredero dice:

    Vaya, todo es economía 🙂 Está bien saberlo.

    Claro que, si lo que dice el artículo es cierto, practicamente todos los paises europeos tienden a una deuda explosiva, incluido Alemania, pues tienen un % deuda superior al 45%. Y, curioso, España comenzo por debajo de ese 45% y, fijate tu como estamos.

    Creo que toda esa parte se la han saltado, los especuladores. ¿No sabrán de economía? ¿O sabran demasiado?

  17. […] sin que haya un gobierno central que pueda cubrir las partidas de gasto más urgentes (pensiones, seguro de depósitos bancarios, prestaciones de desempleo). Si la hacemos demasiado abierta, no hace falta ser un genio para ver […]

  18. […] puñetera manera de gestionar su quiebra de forma eficaz sin un pánico bancario descomunal, etcétera. En España, el origen de nuestro déficit no viene de nuestra incapacidad para hacer números, […]

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