amo al líder & Política

El adiós de Zapatero (I): el "presidente de izquierdas"

4 Abr, 2011 - - @egocrata

El anuncio de Zapatero me pilló de viaje, volviendo de vacaciones. No tuve tiempo de leer demasiados comentarios o artículos durante el día de ayer, metido como estaba en aviones y demás, así que no estoy demasiado al tanto de las reacciones inmediatas; la cosa la digerí un poco a solas. Leyendo la cobertura de los medios hoy (un poco por encima – los cambios de horario me dejan frito) lo primero que me ha sorprendido es la reacción de cierta izquierda. El presidente, a ojos de algunos, ha pasado de ser un lastre a una especie de martir glorioso de la izquierda – el primer presidente de izquierdas de la democracia, han llegado a decir.

Qué queréis que os diga. Si esto es lo que puede ofrecer la izquierda en España, es para tirarse de un puente. Zapatero, no lo voy a negar, ha aprobado una cantidad considerable de leyes que eran muy necesarias (ley de dependencia por encima de todo), algunas extensiones de derechos civiles muy loables (matrimonio homosexual), pero en agregado ha sido un político que no ha tenido un proyecto especialmente visionario.

La visión de lo que debe ser la izquierda estos últimos años ha sido la de un contable. Para Zapatero (y gran parte de la izquierda española) el gran problema de un país como España es uno de distribución de renta. A un lado hay gente que tiene dinero, a otro lado hay gente que no tiene, y el papel del estado es recaudar a un lado y gastar en el otro, sin más. Las desigualdades, ciertamente, son un problema, pero tratarla como un problema de balances contables es bastante inútil. Por un lado, porque no toca el origen del problema, la falta de movilidad social e igualdad de oportunidades. Por otro, porque deja a la izquierda sin capacidad para afrontar la crisis actual, falta como está de una visión realista sobre lo que sucede en el país o una narrativa coherente para explicar las reformas estructurales que debemos afrontar.

Lo he dicho antes, y lo repito ahora: en España nos hemos hecho un hartón de atribuir «izquierdismo» a políticas que no lo son. La izquierda se ha preocupado mucho de buscar maneras de proteger a los más desfavorecidos (y cubrirles de gasto público), pero ha confundido repetidamente la defensa de derechos con el mantenimiento de privilegios. Zapatero puede que haya sido un presidente que se preocupaba de quien no tiene, pero esto no basta – los problemas estructurales de la economía (y la sociedad) española van más allá de eso.

La crisis económica de los últimos años no es culpa de Zapatero. La economía mundial se fue a tomar por saco, y España fue detrás. Lo que sí es culpa de los políticos españoles, sin embargo, es el hecho que se reaccionara tan lentamente, y con tantísima timidez, a una recesión que ha sido mucho peor de lo que debería haber sido. Zapatero respondió a la crisis con reflejos púramente de «izquierdas» – reforzar el estado de bienestar y aumentar el gasto público- pero sin entender por qué las recesiones en España son siempre peores, y por qué el euro iba a hacer esta crisis algo mucho más peligroso.

¿Ha sido Zapatero un mal Presidente del Gobierno? No sé, aún es pronto para decirlo. Cuando finalmente se ha despertado (a fuerza de tortas) ha mostrado una decisión que no me esperaba, aprobando un buen puñado de leyes realmente duras. Las reformas han sido insuficientes en algunos casos, pero el tipo ha tomado decisiones muy complicadas. No estoy seguro, sin embargo, que el PSOE (o la izquierda española en general) entienda que esto de mandar no es sólo cosa de recaudar y repartir dinero; me parece que no aprendemos.

Sobre la primarias, el pollo interno en el PSOE, la política española en los próximos meses, etcétera, hablaré más mañana. Si tenéis cualquier pregunta, dejadla por los comentarios. Ya comenté hace unas semanas que si Zapatero no repetía lo mejor que podía hacer era dejar también la presidencia del gobierno después de las autonómicas, así que ya sabéis por dónde van los tiros.

Por cierto, nota rápida al artículo de Cives por allá abajo. No he mirado datos recientes, pero en general la militancia de los partidos políticos europeos es bastante parecida ideológicamente al electorado (o más concretamente, a los votantes de ese partido). La diferencia relativa es que los militantes suelen estar mejor informados que el resto de votantes, aunque no para tirar cohetes. Pero de eso hablamos más mañana.


Sin comentarios

  1. cives dice:

    El Pais recogía ayer un artículo que era algo así como «un presidente en 20 leyes». Como economista del PSOE, era especialmente desolador descubrir que hasta bien entrada la crisis no había realmente ninguna medida económica (la primera era la reforma laboral).

    No estoy diciendo que no se hayan tomado medidas económicas antes, lo que estoy diciendo es que ninguna de ellas se considera como parte principal del proyecto.

  2. Raúl S. dice:

    «No estoy diciendo que no se hayan tomado medidas económicas antes, lo que estoy diciendo es que ninguna de ellas se considera como parte principal del proyecto.»

    Bueno, es que los temas con más éxito cuando Zapatero llegó al poder eran ETA, nacionalismos periféricos y poco más. Luego estuvimos liados con más ETA, Jiménez Losantos y los nacionalismos periféricos. De la economía, la educación o demás pasamos prácticamente todos.

  3. […] El adiós de Zapatero politikon.es/materiasgrises/2011/04/04/el-adios-de-zapate…  por bala_perdida hace 2 segundos […]

  4. Alatriste dice:

    Respecto a lo de llamar izquierdistas a políticas que no lo son, es un problema muy español. También tenemos el contrario, el llamar liberales a políticas que son todo lo contrario… en general, creo que se nota tanto en el PSOE como en el PP una fortísima tendencia al estatismo («término utilizado en el ámbito de la filosofía política que enfatiza el rol del estado en el análisis de los cambios políticos; o, en describir corrientes políticas que apoyan el uso del estado para alcanzar ciertas metas»)

    No sé si atribuirlo a que las cúpulas de los dos partidos (y de los demás, tres cuartos de lo mismo) estén literalmente llenas de funcionarios en excedencia, pero su instinto natural cuando se debate cualquier problema es que el estado se encargue con leyes, reglamentos, comisiones, sanciones, ayudas, desgravaciones y subvenciones…

    ¿Que uno piensa que se debería hablar más catalán? Pues se obliga a los cines y televisiones a echar películas dobladas al catalán ¿Que el otro piensa que los inmigrantes deberían integrarse? Pues se les obliga a firmar un «contrato de inmigración».

  5. popota dice:

    «Para Zapatero (y gran parte de la izquierda española) el gran problema de un país como España es uno de distribución de renta. A un lado hay gente que tiene dinero, a otro lado hay gente que no tiene, y el papel del estado es recaudar a un lado y gastar en el otro, sin más.»
    Pues menos mal. Bajar la renta, bajar sociedades, suprimir patrimonio, cargarse sucesiones y subir los indirectos. Si llega a ser lo contrario a lo mejor hoy estaríamos pagando un impuesto de no-patrimonio.

  6. Ian Marteens dice:

    Supongo que tocará en otra de las partes del artículo, pero lo menciono porque ya sí se adelanta el tema sobre si el pollo éste ha sido buen presidente. Me refiero a lo de la negociación con ETA, llevada a escondidas por buena parte del PSOE mientras todavía estaba el PP en el poder, con chalaneos y besos de rosca como el chivatazo del Faisán, y llevada a cabo a pesar de todas las advertencias sobre su seguro fracaso, simplemente porque un buen psocialista considera derecho inalienable el meter la pata en el mismo charco en el que se han ahogado todos los dinosaurios anteriores.

  7. Pedro Sarte dice:

    Eso de «el ascensor social» es de neocón.
    ¿Está usted seguro de que es de izquierdas?

  8. Alatriste dice:

    Ian, en mi opinión eso es mentira de principio a fin. Pero es mi opinión.

    Lo que ya no es opinión, sino que son hechos constatables, es que

    1. La negociación no tuvo nada de secreta. Gracias a Dios que Zapatero se encargó de que el Congreso votara autorizarla, porque si no, me pregunto a qué extremos llegaría el PP inventándose realidades alternativas.

    2. Lejos de advertir «sobre su seguro fracaso» lo que estaba haciendo el PP no era decir que la negociación iba a acabar en fracaso sino todo lo contrario, decir que la negociación iba muy bien e iba terminar en éxito porque el gobierno se estaba rindiendo en todo (y «traicionando a las víctimas» según su encantadora frase, que me pregunto como se hubiera aplicado a Aznar).

    Es tremendo que después de que se demostrara que todo eso era falso ¡Todavía pretendan haber tenido razón!

  9. Demócrito dice:

    ¿Otra vez con ETA? Joder, ¿nos es imposible olvidar que esos señores son irrelevantes y llevan siendo irrelevantes casi diez años? ETA perdió la guerra en los 80, ahora son sólo un problema de orden público secundario.

    El que gobierne España sólo debe tener dos objetivos en mente: conciliar el aumento de la productividad con la reducción del paro, y mejorar drástica y rápidamente el sistema educativo. Lo demás son notas al margen o medios para lograr lo anterior.

    Mientras tanto Rajoy habla de seriedad y confianza como si fuera el bálsamo de fierabrás, y los sociatas de democracia interna, coherencia y sensibilidad social. A la mierda, hombre, que este mes ha vuelto a incrementarse la tasa de paro.

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