La horrible implosión a cámara lenta del sistema monetario europeo tiene muchos culpables, empezando por el hatajo de ingenuos que diseñaron el sistema. En los últimos días, sin embargo, parece que el gran problema de todo este tinglado no es tanto un mal diseño, sino que los principales afectados por el desastre parecen haber decidido que prefieren inmolarse a que los rescaten.
Grecia, ahora mismo, debe decidir si prefiere ser apaleada de forma salvaje para salvar el euro, o si prefiere quemarse a lo bonzo durante una dolorosa eternidad para demostrar que siguen siendo unos machotes. Renunciar a un rescate, no pasar un plan de ajuste y declarar una bancarrota de forma incontrolada será infinitamente más doloroso que tragar con los recortes, pero la opinión pública griega prefiere pasarlo peor si eso incluyendo morir arruinando banqueros (y media Unión Europea). Puede que sea comprensible, pero es irracional – y puede enviar la economía mundial a la mierda.
Un gran trabajo de todos los implicados, realmente.
(Y sí, los banqueros deben pasar por el aro y comerse pérdidas tarde o temprano; es inevitable. Pero ese es otro tema).
¿Y harán caso a la opinión pública en lugar de hacer lo que deben? Básicamente es un ejercicio de responsabilidad,(en mi opinión) sino queda como que: somos los más mejores amigos mientras el Europa va bien pero cuando no, no queremos saber nada.
Por favor, cuando no hace referencia a un camino entre dos puntos sino a un grupo de personas se escribe «hatajo»
Es que hace daño a la vista… :S
No creo que la ciudadanía griega sea el principal problema. Probablemente aceptarían a regañadientes las reformas si contasen con un liderazgo firme y pedagógico. El problema es la clase política griega que se divierte dándose palos entre partidos y dentro del propio PASOK.
La situación tampoco ayuda mucho a resolver las cosas rápidamente. Grecia lleva un cinturón de explosivos, el detonador en la mano y un temporizador puesto para marzo de 2012, y la amenaza latente de volarse a sí misma y a media Europa. No es que sea demasiado creíble la amenaza, pero la oposición o los descontentos del PASOK pueden utilizarla para exigir que el gobierno obtenga mejores condiciones de Europa/FMI.
Es una situación de teoría de juegos, con múltiples actores en Grecia y fuera de Grecia y sin un equilibrio claro y rápido. Las circunstancias son propicias para que la negociación se alargue.
Yo no creo que sea exactamente así. Pienso que dan por descontado el hundimiento, pero que cada nuevo trimestre que se resista se reduce ligeramente la exposición de los bancos implicados. Cito, con perdón, mi web:
«Era una evidencia que iba menudeando nuestra web desde el mismo momento de su rescate. Dijimos que Grecia se dirigía a la quiebra segura, al concurso de acreedores puramente nominal, sin activo embargable. Era la imagen del boxeador que desde el primer round está recibiendo una paliza, besa el ring pero la cuenta a 10 no finaliza porque alguien amaña la campana de fin del round. Sentado tambaleándose en el rincón, su coach le obliga a volver a saltar y aguantar tantos rounds -o palizas- como pueda, porque aunque sea imposible llegar al decimocuarto, cada nuevo round supone una pérdida menor de sus apostantes, su coach incluido. A nadie le importa que el pugil pueda sufrir una hemorragia cerebral y morir; todos quieren salir lo más airosos que sea posible de la contienda, minimizando sus pérdidas.»