Iba a escribir un artículo sobre las extrañas negociaciones para aumentar el límite de deuda en Estados Unidos, siguiendo lo que comentaba aquí en la lista de batallas presupuestarias. Pero Krugman tiene un artículo excelente hoy en el NYT, así que lo mejor que podéis hacer es leerlo.

Dejadme insistir en una cosa: el partido republicano está dispuesto a forzar una suspensión de pagos de Estados Unidos para obligar a los demócratas a recortar gasto público. No, nada de «déficit»;  esto les importa un comino; en uno de los países de la OCDE con impuestos más bajos, han descartado totalmente aumentar la recaudación fiscal.

Por cierto, todos estos que dicen que «no pasa nada si se llega al límite de deuda» están realmente majaras. Primero, porque el ataque de nervios de los mercados financieros hará que Grecia parezca un picnic, y segundo porque si un tercio del gasto federal no puede ser ejecutado, las consecuencias serán bestiales. Y si es un default en serio y Estados Unidos deja de pagar intereses en su deuda, ya ni os digo. Tocaría escoger entre la madre de todas las contracciones fiscales o la madre de todas las crisis financieras. Decir que juegan con fuego es poco.