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La public choice theory y las protestas de Valencia

25 Feb, 2012 - - @jorgegalindo

[Artículo de Ramón Marrades, economista]

Las reflexiones de Roger Senserrich y Jorge Galindo sobre lo que está pasando en Valencia me han devuelto viejos pensamientos sobre teoría política. Es evidente que las victorias del PP en las urnas han sido limpias y aplastantes y la disolución en la inopia del principal partido de la oposición es notoria.

Es posible que el volumen de las protestas sea estadísticamente insignificante (aunque significativamente creciente) y que la policía no lo haya tenido del todo fácil, aunque ya estamos leyendo las primeras autocríticas desde su campo. También es cierto que la izquierda debe construir una respuesta estratégica para volcar el descontento donde toca, es decir, en las urnas. Pero la renuncia al poder de un político es congénitamente utópica (más aún con la interpretación flexible de los principios democráticos a los que la derecha nos tiene acostumbrados), y no vislumbramos un panorama con elecciones anticipadas en él.

James M. Buchanan es un economista (premio Nobel en 1986) que tuvo el coraje de meterse en los terrenos pantanosos de la ciencia política con las herramientas de la economía ortodoxa, el principio de racionalidad y fuertes convicciones liberales. En The calculus of consent: logical fundations of constitucional democracy (1962), Buchanan, junto a Gordon Tullock, desarrolla la Public Choice Theory y entiende los gobiernos como una suma de personas que intentan maximizar su utilidad individual. Dicha maximización no tiene porqué coincidir con la utilidad de la sociedad en su conjunto.  Nos enseña que sin el control adecuado el diseño de las políticas se justifica casi exclusivamente por la perpetuación en el poder de los que las diseñan (son racionales, y como los gobernantes del PP, lo
que más quieren es seguir mandando). Si a este comportamiento se le une la flexibilidad de la que hablaba antes los resultados pueden ser nefastos.

El escenario actual en Valencia es de una total confrontación bipolar entre bandos políticos, el mayoritario en las urnas y el ‘enemigo’ minoritario. El problema es que los gobernantes del PP tienen unos incentivos claros de perpetuar e incrementar esa bipolaridad, porque los ‘suyos’ son suficientes para mantener el poder y el ataque a ‘los otros’ tiene efectos de cohesión de grupo. En teoría de juegos estamos en un momento en que la utilidad marginal de incrementar la confrontación es mayor a la utilidad marginal que supondría la inclusión, El equilibrio de Nash en ese caso es un punto de total enfrentamiento, precisamente por la masa suficiente que sustenta al gobierno y esos elementos de cohesión. Un vistazo a las portadas de los principales periódicos nacionales nos muestra esas realidades irreconciliables.

Lo más graves está en las causas de las protestas y no en sus consecuencias. En un momento de necesaria racionalización del gasto público el análisis se debe centrar en el componente cualitativo y no cuantitativo de la austeridad. En el País Valenciano los recortes han sido de lo más asimétrico, incidiendo peligrosamente en la división entre la masa suficiente que les sustenta en el poder (renovado apoyo a la construcción, mantenimiento de la política de eventos hasta donde se pueda, no tocar ciertos impuestos…) y los outsiders de los que no necesitan los votos (funcionarios, jóvenes, progres en general, intelectuales, teatreros, bandas de música, cineastas…).

La educación pública se ve agredida en los presupuestos autonómicos porque el colectivo de profesores y alumnos es mayoritariamente progresista (o peor aun, catalanista), y porque la derecha cuenta con sus propias universidades y colegios afines. Esta actuación es racional a corto plazo porque les sirve para mantenerse en el poder, pero solo puede tener efectos multiplicadores negativos a largo, con la debilitación del sistema educativo en general y la polarización social.


7 comentarios

  1. Melnibone dice:

    Yo, como andalú, pongo PSOE donde pone PP, y me sale la misma situación que tenemos en Andalucía.

    Con una diferencia, aquí nadie sale a la calle, a pesar de todos los recortes en Educación, Sanidad y servicios públicos varios.

    Eso sí, cualquiera que ataque al PSOE es alguien que odia a Andalucía.

    Salud

    Elric

  2. jr dice:

    parece razonable. De todos modos podrías dar algún lino donde se pueda ver la cuantía de los recortes en educación.he leído cosas contradictorias al respecto. Un saludo

  3. Gracias por esta muy interesante información. No sabía que nadie hubiera aplicado la teoría de juegos al «juego de la democracia».
    ¿Es medio fácil de leer el libro «The Calculus of Consent» ? ¿ O es un tocho académico infumable?
    ¿Hay algo más moderno y/o molón?
    Me los voy a apuntar en mi lista de «libros sesudos pal verano».

  4. Ian Hazlitt dice:

    OK con la tesis principal, pero funcionarios=outsiders? Hell no. Son el colectivo probablemente más organizado e inmune (por sus condiciones laborales) de España.

  5. Jesús,
    el libro se puede leer perfectamente, es texto corrido, asequible y no demasiado largo (unas 250 páginas), merece la pena al menos leerlo en diagonal.

    Ian,
    Agree en parte, me refiero a los funcionarios de la educación.

    Jr,
    lo importante de los recortes en educación no es la calefacción sino el capital humano (los profes), que han tenido triple recorte (aumento de horas, eliminación de plazas interinas y reducción de sueldo), sin contar el aumento de impuestos

  6. Tineo dice:

    Mi pregunta sería ¿porqué los profesores catalanistas y/o progres tienen que pegarle una patada a la Generalitat en el culo de los alumnos?
    El profesorado, o parte de él, hace huelga, promueve protestas, porque dejémonos de demagogia son los que las promueven,¿ Quién paga las consecuencias? el alumno, las familias. Además ¿Cómo vamos a estar en contra del profesor (que es el que evalúa)?
    Este año es para la educación pública en la ciudad de Valencia y más en concreto en el Luis vives, es un año tirado a la basura para bachillerato. Cuando los alumnos de 2º de Bach vayan este año a la PAU y luego escojan Facultad ¿Qué les va a quedar?
    Cuál es la consecuencia? Las familias, para el año que viene, que puedan a la concertada.
    Y, claro, la pública pa los “tontos” o pa los que no quieren estudiar.

  7. Carlos Jerez dice:

    Ian, con outsiders se refiere a que los profesores no son el votante potencial del pp ni arrastran a una mayoría de la población, si fuera así en Valencia no ganaría el PP ni loco.

    Tineo, mi madre trabaja en un instituto y te cuento como funciona. Los profesores organizan la huelga de estudiantes, si algún alumno va a clase no la recibe para que los demás no se queden atrás, resultado, la mayoría de los alumnos se quedan en casa y se les impone una huelga de la que pasan. Los profesores hacen una huelga a través de los estudiantes en gran parte para no perder dinero y por otro lado para intentar involucrar a alumnos y maestros en sus reivindicaciones. El gran problema en este caso, en Valencia, no era la falta de calefacción que había (aunque se raciona, no está puesta todo el día) sino los recortes salariales que se han llevado los profesores (hay varios complementos que dejan de cobrar) y el aumento en horas.

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