Internacional

Sorprendente, pero no inesperado

9 Ene, 2021 - - @egocrata

Hay días que es difícil escribir algo que sea nuevo, relevante, o que me haga sentir remotamente bien. Hay días en los que la política americana te deja absolutamente seco.

Hoy es uno de esos días.

Permitidme un poco de contexto. Hoy es el primer día de la nueva legislatura en el estado de Connecticut, y como tal, mi intención era estar muy ocupado enviando nuestras propuestas legislativas a la prensa, hablando con periodistas, escuchando discursos de legisladores, y escribiendo a todo correr nuestra reacción al discurso inaugural del gobernador. Tenemos, como cada año, varias leyes que intentaremos sacar adelante en el estado, un presupuesto estatal sobre el que influir y una crisis económica descomunal a la que se le debe dar respuesta. Llevo toda la semana escribiendo editoriales (que saldrán publicados bajo otra firma) sobre una variedad de temas, y estamos preparando varias campañas y eventos.

Estoy ocupadísimo, pero de la mejor manera posible. Los demócratas habían ganado en Georgia, Biden iba a ser confirmado como presidente, y estábamos empezando a trabajar para cambiar las cosas a mejor, poco a poco, en este pequeño estado.

Entonces empezaron a llegar las noticias de Washington. Primero, el mitin de Trump, con el presidente pidiendo casi explícitamente a los asistentes que fueran al congreso a romper cosas. Después el espectáculo de unos pocos millares de manifestantes increpando a la policía y empujándoles hacia el capitolio. Todos blancos, todos agresivos, sin una sola detención, en contraste con las redadas casi indiscriminadas durante los disturbios raciales del verano pasado. Después, las fuerzas de seguridad dejando entrar, sin oponer resistencia alguna, a cientos de descerebrados dentro del edificio, el congreso y el senado suspendiendo la sesión, los legisladores siendo evacuados, las fotos grotescas de tipos vestidos de forma estrafalaria paseándose por el edificio impunemente.

Los asaltantes han permanecido allí durante más de dos horas, sin que el presidente o nadie desde el gobierno federal moviera un dedo para desalojar el edificio. Después la salida de los manifestantes, sin un grito, sin un golpe, con unas pocas decenas de detenidos. El toque de queda en la capital. El presidente, en un video que Twitter se apresuró a bloquear, alabando a la turba que había asaltado el congreso, diciendo que eran especiales y amados.

Escenas, todas ellas, de un lugar que no debería ser Estados Unidos, pero que no pueden ser de otro lugar. En esto se ha convertido este país. Cuatro muertos. Una crisis institucional sin precedentes en la historia del país.

Y al caer la noche, cuando las dos cámaras del congreso se reunieron de nuevo para terminar el trabajo de certificar los resultados de las elecciones presidenciales, más de un centenar de representantes y media docena de senadores republicanos votando en contra, proclamando altivamente que Trump había ganado.

Hoy el presidente de los Estados Unidos ha incitado una insurrección contra el poder legislativo el día en que este iba a escoger su sucesor. Y un sector enorme del partido republicano, incluso después de literalmente tener una turba de hombres armados disparando dentro del edificio en la misma puerta de las cámaras, ha decidido seguir dándole la razón a Trump.

Yo había empezado el día escribiendo sobre sanidad y el mercado de seguros en Connecticut. He acabado la tarde en una llamada con gente de medio país discutiendo si a lo de hoy le tenemos que llamar golpe de estado o no.

Una crisis que va más allá de una turba

Lo que ha sucedido hoy en el capitolio no es un accidente. Muchos llevaban años advirtiendo que Trump era un cretino autoritario peligroso sin escrúpulos, alguien sin respeto alguno por la ley o la constitución. Que su mandato haya acabado con una insurrección grotesca, trapera, y humillante contra el congreso quizás haya sido chocante o sorprendente, pero no era algo inesperado.

Dejemos de lado la semántica (en el sentido estricto del término, lo de hoy no ha sido un golpe de estado, ya que las autoridades no han actuado para sacar provecho de la insurrección); lo que ha ocurrido en Washington hoy es increíblemente grave. La democracia se basa en el consentimiento de los derrotados, que aceptan haber perdido las elecciones y consienten que los ganadores asuman el poder. En Estados Unidos, por primera vez en más de 150 años, esto no está sucediendo.

Que haya sido una panda de frikis flipados jaleados por un presidente demasiado estúpido para intentar dar un golpe de estado competente importa poco. Al menos un tercio de los legisladores del partido del presidente están en ese mismo barco, sea por interés personal, sea por chifladura mesiánica. Es increíble, pero es lo que estamos viendo.

El intento de negarle la victoria a Joe Biden fracasará, obviamente. La derrota electoral de Trump fue demasiado amplia, el presidente es demasiado imbécil y los republicanos están demasiado divididos para que puedan evitarlo. Pero en un sistema institucional como el americano, con una constitución anticuada, llena de instrumentos contra mayoritarios que requiere del consentimiento de la minoría para poder funcionar, esta crisis es un problema atroz. Estados Unidos lleva una década siendo poco menos que ingobernable. La insurrección fallida de hoy es una señal terrible de lo que puede llegar a suceder en los próximos años.

Un futuro incierto

Es muy, muy difícil decir qué va a suceder ahora. A corto plazo, se está hablando incluso de que miembros del propio gabinete de Trump están evaluando la posibilidad de invocar la vigesimoquinta enmienda, que permite al vicepresidente declarar al jefe del ejecutivo como incapacitado para gobernar. Algunos demócratas están planteando un impeachment acelerado, contando con la colaboración de senadores republicanos alarmados, para forzar la salida de Trump lo antes posible, a pesar de que le quedan menos de dos semanas de mandato. Lo más probable es que en la Casa Blanca los pocos adultos que quedan encierren a Trump en una habitación con televisor, cierren la puerta y tiren la llave para evitar que no haga o diga nada estúpido o peligroso de aquí al 20 de enero. El mero hecho de que se estén discutiendo abiertamente estas opciones es delirante.

A medio y largo plazo, la fractura interna del partido republicano sin duda estará en el centro de la agenda durante los próximos meses. La buena noticia es que gran parte del partido en el congreso, al fin, está hablando alto y claro en contra del trumpismo y lo que esta insurrección representa. La mala noticia es que una enorme minoría del partido sigue apoyándola y justificándola, y que es muy probable que un sector quizás no dominante, pero si decisivo, de las bases del partido vayan a seguir a Trump y creer lo que dice durante los próximos años. Tras años de reírle todas las gracias a Trump, de consentir sus diatribas, de consentir tácitamente sus ataques a la democracia, el ala cuerda del partido puede que acabe descubriendo que los fanáticos han tomado el control del manicomio.

Quizás el resultado sea una victoria de la moderación y un retorno a un GOP más responsable a medio plazo, o una escisión que le deje en minoría durante años. Visto lo visto durante la era Trump, creo que el optimismo, al hablar de los republicanos, es difícilmente justificable.


12 comentarios

  1. Edan dice:

    Resulta alarmante la tentación que pueda aparecer para eliminar regulaciones de contrapesos y que puedan surgir legislaciones pro-mayoritarias o pro-autoritarias ¿qué opciones ves a este tipo de tendencias?

  2. Alatriste dice:

    Bueno, yo diría lo contrario, que esto ha sido inesperado pero no sorprendente. Ya hace unos días comentaba por aquí que era evidente que ni iba a aceptar su derrota ni iba a estar presente en las ceremonias de traspaso del poder, y que lo único que quedaba por saber era si se iba a limitar a irse a casa rezongando y pasarse el resto de su vida diciendo que le habían robado y que él no perdía jamás ni al cara o cruz, o si iba a provocar la mayor crisis desde 1861 (y no es que sea un genio o un augur ducho en leer el vuelo de los gorriones y el hígado de los cerdos, es que estaba a la vista).

    La ha provocado, y lo único que sorprende es el nivel de incompetencia, chapuza e improvisación visible para todo el planeta. Y la extremadamente incómoda sensación de que si los manifestantes hubieran sido negros o hispanos, la seguridad hubiera abierto fuego a mansalva… y no es que cinco muertos sean cosa de risa, pero es que hasta en eso la sensación de caos en la gestión de la crisis es alucinante: una asaltante muerta a tiros, un policía muerto a golpes con un extintor (herido, murió el jueves), otra asaltante aplastada a pisotones y dos que… que yo sepa a estas horas sigue sin estar claro como murieron.

    Una vergüenza.

    Y ¿Qué va a pasar? Pues lo que va a pasar es que entra en juego una de las peores características de los sistemas «winner takes all» y «first past the post»: que con Trump pueden tener las cosas muy difíciles, pero él puede asegurar al 100% la derrota del GOP en todas las elecciones durante un buen número de años presentándose como tercer partido… así que lo que van a hacer los republicanos es absolutamente nada, me temo. Es seguro al 99%.

  3. Sr.Yo dice:

    A ver, que no. El principal daño, político (porque el principal daño son obviamente los muertos), es a la imagen que EEUU ha estado vendiendo de sí mismo desde 1945, porque la que tenía antes era muy otra. Simplemente, la marca se ha ido a la mierda. Es una buena cosa, para ellos incluso. Bajar del pedestal es una bendición.

    Es evidente que no es un golpe de estado, pero desde luego se le parece mucho, que es de lo que se trata y por eso se han puesto todos de los nervios. Es evidente también que Trump se está haciendo valer porque se lo van a follar vivo, me pregunto cómo alguien puede pensar otra cosa. Ya se habla abiertamente de su esperable autoindulto (francamente, mejor para todos que se lo autoconceda y se legisle en el futuro sobre estos indultos), pero es que aún suponiendo que cuele, eso sólo le protege de delitos federales, se lo van a follar vivo en los estatales y tiene mierda de sobra para ser destruido políticamente. Item más, los tíos que ha indultado, ya no pueden acogerse a su derecho constitucional de no declarar para no autoincriminarse, porque son inmunes, y me temo que deberán declarar si son citados, y declarar la verdad o ser entrullados por perjurio (y esta vez nadie va a indultarles). Efectos colaterales del alegre indulto. Efectos colaterales de no tener dos dedos de frente. Efectos colaterales de una sociedad donde gente sin tener ni la más puta idea llega a puestos de vértigo y con una capacidad de poder que marea, llámese Trump o Soros o Johnson o Pablito Pablete (Casado). O Rajoy, ya puestos, mi político español (y tanto, 100% español) favorito porque es el único que ha sido expulsado dos veces de un gobierno por una moción de censura, hace tiempo de la Xunta de Galicia y hace menos tiempo del Gobierno de España (nombres oficiales). Ya vemos que va por barrios.

    Es mucho más grave que le corten Twitter a ese inefable personaje sin orden judicial que lo que ha pasado en el Capitolio, que por cierto es falso que no haya pasado nunca, ha pasado hasta demasiadas veces. Y lo de Twitter coincido con Snowden (falacia de autoridad).

    La situación en realidad es muy optimista. El GOP está KO. No pueden hacer obstrucción de nada, al menos en dos años, así que si la administración Biden la caga será por sus propios deméritos. El GOP está partido, eso es ya irreversible, es como Vox y el PP. Sólo un subnormal profundo como Casado se cree que se puede volver atrás en el tiempo y volver a meter a todo el mundo bajo la carpa pepera dejando un residuo a la derecha extrema. Lo mismo para el GOP, tiene que decidir si romper ahora, y tener unas magras opciones de no verse superado por su escisión en la aplastante mayoría de estados, o reventar más tarde en peores condiciones. Lo mismo sobre Trump, si Donald llega a desaparecer de escena, algo que me temo es inevitable a medio-largo plazo en el mejor de los casos para él, será reemplazado por algo mucho peor, y probablemente abiertamente fascista.

    Creo que también es evidente que el sistema bipartidista en EEUU está quebrado de forma irreversible, no se ha ido a la mierda porque ha venido Trump, ya se sabe, es lo contrario, porque se ha ido a la mierda, es que ha llegado Trump, parece que Pelosi acaba de enterarse, pero Bernie ya se desgañitó hace cuatro años, para nada, evidentemente.

    Es mucha peor noticia, infinitamente peor, el nombramiento de Nuland. Con Trump había una cierta garantía que no iba a haber guerra, entre otras cosas porque es un cobarde (el total de las cosas no es tan negativo en conjunto, pero esta concreta es suficiente por sí misma). Me gustaría poder decir lo mismo de esta administración. Sólo le faltaría hacer como Pedrito y ponerse a defender la monarquía, a ver si le arrastra con ella.

    Tienen dos años por delante, y tienen casi un cheque en blanco. No va a sobrar tiempo para apuntalar todo lo que está peor que mal y que Obama ni osó tocar. Bien, ahora seguro que mucha gente con mando en plaza visto el show del manicomio de South Park (porque eso es lo que se ha convertido EEUU) ya no es tan reluctante a coger el toro por los cuernos. O sí, ya veremos.

    • Manuel dice:

      Creo que tu análisis es muy certero y realista. Pero repartir calificaciones como «subnormal profundo» (a quien sea) y el uso de motes (Pablito Pablete) le quitan buena parte de su eficacia y credibilidad, al menos yo lo veo así.
      Dicho eso, ¿Crees que el nombramiento de Nuland puede ser garantía de nuevas guerras promovidas por el gobierno USA?
      Pocas cosas me inquietan más que ese tema…

      • Sr.Yo dice:

        Tienes razón, pero es que tampoco quiero emitir soflamas litúrgicas. Evidentemente, referirse en esos términos a esas personas ni es muy académico, cosa que no me preocupa, porque en el fondo no es que las descalifique, es que considero sus puestos una anomalía incluso en esta desquiciada sociedad, ni desde luego es repetuoso, pero es que considero que un cantamañanas que se hace un vídeo paleando nieve lleva el nivel de las cosas a un punto intolerable, aparte de tomarme a mí (personalmente con el resto de mis conciudadanos) de imbécil, y eso que ya están más que degradadas, pero admito que puede deteriorar el tono de la página donde coloco mis comentarios y eso es mala cosa, sin más aditivos.

        Procuraré decir lo mismo con otro repertorio verbal. Te agradezco la sugerencia.

      • Sr.Yo dice:

        Guerras, abiertamente, declaradas por ellos, ya no lo creo. Pero accidentes, digámoslo así, que escalen a algo fuera de control, me temo que vuelve a estar encima de la mesa.

        Nuland es una persona quemada, ella participó en la orquestación del golpe en Ucrania y les salió el tiro por la culata, totalmente, esto no fue nuevo, ya pasó en Georgia y acaba de pasar en el Karabaj. Me temo que esto último ha sido una medida preventiva ante la llegada de la administración Biden. Creo que habla por sí mismo.

  4. Alatriste dice:

    Solo un comentario con respecto a lo de que la nueva administración va a tener carta blanca: desde luego es importantísimo que haya conseguido la mayoría en el Senado, pero hay dos puntos que van a hacer que ese control tenga sus peros.

    El primero es que para muchas cosas hacen falta mayorías mayores, de 60 senadores (y para la reforma constitucional, de dos tercios de los presentes) y el segundo, que siendo un partido estadounidense lo que es, y el demócrata más aún, tener un equilibrio 50/50 que rompe el voto de la presidencia es dar poder de veto a cada uno de los cincuenta; una situación que obviamente solo puede acabar bien…

  5. Sr.Yo dice:

    Yo no lo veo así. Es patente que el GOP ha traído el reaganismo social y todos han estado muy contentos con él, nadie se ha molestado en tocarlo. Es patente también que ha reventado todo por las costuras, nunca estaremos lo suficientemente agradecidos a Trump que sea un idiota respecto a mantener el entramado teatral y haya expuesto de forma tan cruda la corrupción y los hilos, que siempre han sido públicos, jamás se han molestado en ocultarse (las cosas que menos se ven son siempre las que están más a la vista), su nacionalismo cateto y barato también ha sido un revulsivo porque en realidad es una burda parodia del chauvinismo americano de toda la vida. El GOP en todo esto ha desempeñado un papel obstruccionista, encantado de la vida, pero no pocos demócratas estaban más de pose que otra cosa a la hora de tocar todo esto.

    Ahora vienen obligados. Si no lo hacen, y si Trump revienta el GOP, cosa que veremos en las próximas horas porque este apretarle las clavijas a los senadores republicanos con una estupidez de impeachment que ya no tiene sentido a estas alturas (aún llena más de mierda todo el tinglado), flaco favor le hacen al sistema bipartidista. Si el GOP revienta, y los demócratas se quedan demasiado cortos en las expectativas (que ni siquiera son nada del otro jueves), ellos también volarán por los aires.

    Ellos verán. Obama en realidad fue un anacronismo, hubiera sido un excelente presidente en los 70 u 80, porque es un centrista-pactista-amigo del cambalache (la política USA de toda la vida), en los 2010 la realidad le superaba por todas partes. En realidad fue un voto del pasado, algo que debía haber sucedido y llegaba con 30 años de retraso. Y mal. El siguiente paso ya no fue elegir a alguien más del pasado, sino directamente de un pasado fantástico que no existió nunca, pero que el imaginario colectivo reconocía demasiado bien. Han tocado fondo. Biden no puede ser ni la continuación de Obama ni el ping pong del racismo nativista aislacionista del mago de Oz. Si no da la talla, se lo llevará por delante otro personaje salido, como decía Goya, de los sueños de la razón. Ya se sabe, la fábrica de los monstruos.

    Esperemos no tener que echar de menos a este Stan de South Park.

  6. JSG dice:

    Una vez más los análisis son certeros. Estoy de acuerdo con el hecho de que el fenómeno Trump ha puesto sobre el tapete muchas cuestiones de las que nadie quería hablar. La realidad es que el votante medio de Trump es un ciudadano norteamericano que se siente engañado.
    Mientras USA fue inmensamente rico hubo dinero para «todos». Pero Estados Unidos no ha creado (no ha querido crear) un auténtico «estado de bienestar», no hay pensiones, no hay sanidad pública (de verdad). En el momento en que Estados Unidos ha dejado de ser una inmensa fábrica productora de bienes se ha encontrado con un «proletariado interno» sin capacidad operativa y abandonado a su suerte.
    En ese conjunto es donde se encuentra el caldo de cultivo del populismo. Sin pretender comparaciones (por supuesto), en la Alemania de Weimar el prestigio del NSDAP decayó entre 1927 y 1929 (antes de la crisis) ya que en ese momento hubo un repunte del bienestar económico.
    La «mano invisible» también funciona en la política. La gente se va moviendo hasta que encuentra un partido que le pueda representar. Trump recogió ese descontento. Es preciso tener en cuenta, además, que el resentimiento genera una especie de anarquismo político: «que el mundo se hunda aunque yo perezca».
    Estados Unidos llegó al cenit imperial en la primavera de 1944 (en términos militares y de producción industrial). Creo que el imperio ha durado hasta ahora. No está mal, 75 años. USA tiene la primacía militar pero en este momento eso ya no es suficiente.

  7. Con más pena que gloria dice:

    Buenos días
    Gracias por vuestros interesantes análisis.
    Es posible que nos encontremos en el principio del fin de la ‘hegemonía americana’. Pero según mi punto de vista todavía les queda mucho recorrido. Por 3 motivos fundamentalmente:
    1.- Captación de talento:
    Siguen siendo el primer país en captación de talento. Tanto silicon valley para financiar/fundar start-ups, como las universidades para realizar postgrados y doctorados siguen siendo la primera opción para todo el mundo.
    2.- Control de la información y cultura de masas:
    Emporios como Alphabet, Facebook, Twitter, Apple y compañía. Van a dominar durante mucho tiempo, lo que no sean capaces de crear por su cuenta, lo comprarán.
    Hollywood y las plataformas siguen siendo totalmente hegemónicos en el control de la cultura popular de masas.
    3.- La incuestionable superioridad militar.
    Es cierto que china está dando pasos lentos pero seguros para imponerse, pero a medio plazo parece que si EEUU deja de ser la gran potencia será más bien por deméritos propios, y es innegable que se están esforzando mucho en conseguirlo.

    • Sr.Yo dice:

      China ya está patentando más cosas que Occidente en bloque en montones de campos, por eso cada día están más de los nervios. Date cuenta que «captar talento» es algo que se hace en detrimento de tu propia cantera, por decir algo caricaturesco y sobresimplificado, que China tiene un banquillo, ella sola, de 1.400 millones de personas, casi duplicando USA+UE, y que la «captación de talento» suele ser ofrecer mejores condiciones salariales porque los grandes pelotazos en general (quizá con la excepción de Google) los siguen dando nativos americanos, no «talentos captados». Estos días en Rusia se ha discutido mucho sobre Dúrov, el fundador y dueño de Telegram, que ha pasado de, digamos, colisionar con el Kremlin, porque los servicios de seguridad le exigían controlar su red (algo que sabemos por Snowden que hacen los americanos con las suyas), digamos que se negó y le banearon Telegram en Rusia. El ban ya se ha levantado porque Dúrov se ha avenido a muchas cosas con el Kremlin, básicamente que sus oportunidades de negocio basándose en EEUU son muy magras respecto al cambalache al que habrá llegado con el Kremlin.

      Esto nos lleva al segundo punto, que toda la parafernalia occidental está ausente del mercado chino y en gran medida del ruso (aunque Rusia económicamente es significativa aunque irrelevante), es decir, no controlan nada de lo que piensan los chinos ni se les va a permitir, y me temo que lo que acaban de hacer con Trump va a suponer más pronto que tarde una nacionalización virtual generalizada de muchas de estas tonterías que a la larga, van a perder toda su ascendencia porque es lo que son, tonterías.

      EEUU no tiene ya ninguna superioridad militar. Ya no puede ganar ninguna guerra, otra cosa es que pueda borrar algún país del mapa, y sólo si es muy pequeño. Pero eso no es «ganar una guerra». Rocketman ha señalado el camino, y otro día hablamos de la proliferación nuclear. La defensa de EEUU es un cáncer y ya ha pasado el punto de no retorno, ni siquiera pueden con Venezuela (porque de otro modo ya lo habrían hecho), porque aunque evidentemente pueden rematarla, es muy posible y hasta probable que salte América Latina entera por los aires (¿te suena Chile?) y eso ya sin entrar en lo que hiciera Rusia y/o China. Estás describiendo una situación que se dio en 1991, eso ya dejó de ser así en el primer mandato de Cheney (sí, de Cheney).

      Nadie quiere un colapso súbito de EEUU, estilo la URSS, ni es tampoco probable ahora mismo, pero es una probabilidad que no deja de crecer.

      Por cierto, Rusia acaba de comenzar el abandono del tratado de Cielos Abiertos, la prensa del régimen es que ni informa. Vamos a ver si Biden vuelve o no vuelve, у debería decir algo en los próximos días porque le ponen todo en bandeja a Rusia y China, a Rusia le viene que ni Dios que el tratado se vaya a la mierda, y no van a mover un dedo si se va a cagar y encima la culpa de EEUU y sus vasallos.

  8. Con más pena que gloria dice:

    En muchos debates Occidente vs China, los análisis son parecidos: puntos débiles de occidente vs fortalezas chinas.

    Sin duda, occidente está en una de sus mayores crisis de identidad.

    Pero, para mí la pregunta decisiva en las próximas décadas es: ¿qué ocurrirá cuando el nivel de riqueza de china se aproxime a niveles medio-bajos en parámetros OCDE? (A los niveles altos no creo que sueñen llegar, al menos en este siglo)

    Para ese momento el modelo: “lo más importante es la nación, vosotros sacrificaros mientras nosotros vivimos como reyes” ¿aguantara mucho?

    Y me surgen muchas preguntas:

    ¿Qué tipo de cambios se verá China obligada a adoptar?, ¿lo harán?
    ¿Quizás se encuentren con una crisis social más importante que la de occidente?
    ¿Todo fluirá pacíficamente y manteniendo alguna particularidad se convertirán en un país “occidental más”?

    ¿Quebrará el sistema occidental y todos los países terminaran pareciéndose a china(autoritarismo capitalista)?: visto lo visto es posible.

    ¿Quién tiene una mejor base para conseguir un “equilibrio social” china u occidente?.

    Tengo opiniones pero no respuestas.

Comments are closed.