Internacional

De jerarquías universitarias

7 Oct, 2020 - - @egocrata

El sistema de educación superior en Estados Unidos es (como muchas cosas en este país) innecesariamente complicado, obstinadamente opaco y absurdamente clasista. No es tanto un sistema como una aglomeración de modelos educativos compitiendo entre sí de manera caótica. Es un modelo barroco, regresivo hasta decir basta y capaz de lo mejor y lo peor.

Estados Unidos tiene, con mucha, mucha diferencia, las mejores universidades del mundo, tanto en personal, como presupuestos, como calidad de la formación, como en instalaciones, como en educación ofrecida. Saber cuáles son y qué significa haber atendido a una de ellas es complicado, y forma parte del elaborado sistema de instituciones y tradiciones que definen cómo clase social y privilegio son definidos en este país.

Las universidades americanas, el sistema universitario, tiene una jerarquía casi incomprensible para un europeo. En España, un título universitario tiene más o menos el mismo valor venga de la universidad que venga. Hay algunas universidades que están un poco mejor financiadas y tienen departamentos con mejor reputación académica que otras, y hay un cierta “segunda división” de universidades privadas. Fuera de un par de escuelas de negocios elitistas de veras (Deusto y ESADE), la variación es bastante limitada. En otros países europeos hay 4-5 universidades que son de “primera” (Oxford, Cambridge, LSE, Imperial en Reino Unido, grande écoles en Francia) y el resto son todas más o menos parecidas.

En Estados Unidos esto es… bastante más complicado. Primero, hay muchos modelos universitarios distintos; es un mercado abierto, muy poco regulado, y donde hay realmente de todo. Segundo, porque las universidades definen mucho más a qué clase social perteneces económica y culturalmente, y en una sociedad tan desigual y estratificada como la americana, eso requiere mucha especialización.

Hablemos, entonces, de jerarquía universitaria.

La cima: Ivy League

Empezaremos por la cima, las Ivy League: Harvard, Yale, Pennsylvania, Princeton, Columbia, Brown, Darmouth, y Cornell, casi todas fundadas antes de la creación del país (Cornell es la única excepción). Todas están en el noreste del país, la mayoría en Nueva Inglaterra, y casi todas trazan su fundación a una denominación protestante tradicional americana (excepto Cornell).

La modesta biblioteca de Yale.

Las Ivies son donde va la élite de Estados Unidos, los hijos de la clase alta y muy, muy alta de toda la vida que vienen de familias que mandan y que saben que cuando sean mayores van a mandar. Aunque en teoría el acceso a una Ivy es selectivo y ser hijo-de-un-Kennedy no te garantiza nada (y en las más ricas la educación es totalmente gratuita si vienes de una familia “normal”), a la práctica las pruebas de acceso acaban filtrando a los hijos de las élites del país. Esto no quiere decir que no sean chavales brillantes, por cierto; en mi (corta) estancia en Yale (como visitante) siempre tuve la certeza que era el tipo más tonto de la clase con diferencia. Aun así, son instituciones elitistas, de clase alta y para la clase alta, y que esperan colocar a sus alumnos en los sitios más altos de la industria, cultura, política y judicatura del país.

¿Hasta qué punto las Ivies son dominantes? Los nueve jueces del tribunal supremo (hasta la muerte de RBG) venían de Harvard o Yale. La judicatura es especialmente elitista, pero los altos rangos sociales americanos están infestados de esta gente.

Como no podía ser menos, incluso en las Ivies hay clases. En el zénit está Harvard, una universidad de la que sus estudiantes hablan sobre como “dropping the H-Bomb” (decir que has estudiado ahí) te abre puertas mágicamente. En un segundo escalón están seguramente Yale, Columbia, Penn y Princeton. Brown y Darmouth son un poco como Hufflepuff, y todos fingen que Cornell no existe. Las Ivy más ricas son absurdamente ricas; Harvard tiene un endowment (dotación financiera; los fondos de la universidad) de más de 38.000 millones de dólares; Yale 29.000, Princeton 26.000. Hay veces que realmente ni saben en lo que gastar el dinero.

Por supuesto, la matricula es increíblemente cara en todas (más de 50.000 al año) pero la ayuda financiera para las (escasas) familias de clase media es muy generosa. En Yale, si tus padres ganan menos de 100.000 al año, tu educación es gratuita. Las titulaciones disponibles varían mucho de una a otra; Harvard tiene casi de todo, mientras que Brown o Darmouth son más de humanidades.

Nótese, por cierto, que son todas organizaciones sin ánimo de lucro (casi todas las universidades “de nivel”) lo son así que no pagan impuestos, cosa que no hace muy felices a las ciudades que las albergan. Son casi todas bastante pequeñas, con menos de 10.000 estudiantes de licenciatura (excepción: Cornell – y sí, ahora entendéis el complejo de inferioridad de ese personaje en The Office) y muchos estudiantes de postgrado.

Las casi-Ivies

Este es un grupo reducido y un tanto nebuloso de universidades que, aunque no están formalmente en la Ivy League, tienen un nivel de prestigio comparable en todas o en muchas de sus titulaciones. Las dos que están seguro en esta lista son el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y Stanford; un poco de rebote entran quizás la universidad de Chicago y Duke. Son un poco menos elitistas que sus colegas “oficiales”, pero ser un ingeniero del MIT o Stamford te abrirá puertas en casi cualquier empresa del país. Tienen cantidades casi igual de obscenas de dinero y, en el caso del MIT y Stamford, colecciones insultantes de premios Nóbel.

El ambiente en los campus es menos socialmente aristocrático, y tienden a tener menos alumnos que vienen de “old money” y más hijos de ingenieros, empresarios, y chavales de clase media brillantes. Son extremadamente internacionales y una de las piezas clave del prodigioso sistema de atracción de talento y cerebros de todo el mundo a Estados Unidos.

Universidades privadas de prestigio:

Estas son universidades no tan famosas ni ricas como las ivies y con menos trepas y elegidos para la gloria entre sus alumnos ilustres, pero son la clase de instituciones que dicen que eres de una familia bien, con criterio y ganas de ser un ciudadano respetable y cabal en tu comunidad. Como todo lo elitista en este país, muchas están por Nueva Inglaterra. Hablamos de sitios como Amherst, Vassar, Trinity, Tufts o Weslyan (y sí, Ted Mosby viniendo de Weslyan es también un chiste intraducible), Georgetown, Tulane, Vassar, Vanderbilt o Boston College.

Quién entra en esta clasificación y quién no es siempre motivo de debate y esnobismo, a veces anclado en prejuicios antiguos. En este grupo, por ejemplo, caen las universidades católicas más antiguas del país (Notre Dame, Georgetown, Boston College), que no pueden ser Ivy League al ser papistas. Entran también universidades muy pequeñas, pero con una tradición de patrones y alumnos acaudalados muy extensa, varias universidades que habían sido sólo para mujeres, y unos cuantos Hufflepuff sólo para humanidades. Hay también algunas instituciones académicamente extraordinarias (Hopkins, Tulane) pero que no son de la élite clásica así que se quedan por aquí abajo.

Venir de una universidad de esta lista te abre muchas puertas, ya que es señal de que has sido buen estudiante (no son sitios para patanes), eres alguien con suficiente “cultura” como para saber que eran buenas inversiones, y son lo suficiente ricas y prósperas para tener redes de exalumnos potentes y conocidos.

Categoría especial: universidades superespecializadas:

Esta es una categoría peculiar, porque sólo se aplica a ciertas titulaciones muy concretas. El ejemplo típico es cine, donde hay un montón de universidades que ofrecen el título, pero tres universidades que “cuentan” (Emerson, NYU, USC). Algo parecido sucede en teatro (Juilliard, Yale, NYU) y en otras disciplinas.

Estas instituciones son muy caras, muy selectivas (si quieres ser actor de Broadway, más te vale ser bueno) y a menudo sólo conocidas y reconocidas como tal en el mundillo en que son importantes. Abren puertas en su sector, pero no en otros sitios.

Categoría especial: Black Ivies

Estas son universidades tradicionalmente para estudiantes negros (fruto de la segregación racial imperante en la educación superior en todo el país hasta hace pocas décadas), casi todas fundadas tras la guerra civil. Son instituciones con cierto prestigio y con una red de exalumnos fuertísima. Hablamos de sitios como Howard (de donde viene Kamala Harris), Dillard, Morehouse o Tuskegee.

Universidades públicas de primer nivel:

Este es el grupo de universidades públicas de más categoría. Son todas estatales, a menudo las niñas mimadas de los políticos locales (los legisladores estatales casi siempre salen de ellas). Muchas de ellas son land grant universities (nacidas de la cesión de terrenos federales para financiarlas), y por eso son más comunes en el oeste y medio-oeste.

Las clásicas, y más conocidas, son Michigan, California (y sus nueve campus- Berkeley, Santa Barbara, Davis…), North Carolina, Texas, Virginia, y Vermont (porque son unos raros). Según a quien preguntas se pueden añadir otras parecidas (Wisconsin, Uconn, Ohio State…) pero en general siguen un patrón similar. Son universidades enormes para lo habitual en Estados Unidos (Michigan tiene 50.000 estudiantes), tienen presupuestos colosales para los estándares de cualquier universidad europea (Michigan está sobre los 9.000 millones anuales, o 18 veces el presupuesto de la Complutense) y están obsesionadas con sus equipos deportivos universitarios.

Estas son las universidades de la clase media-alta “normal” en Estados Unidos, no los intelectuales con ínfulas de las mini-ivies o la élite de las ivies. Al ser públicas, la educación está parcialmente subvencionada, pero no son baratas en absoluto. Un año en UConn o en una universidad similar te puede costar 18.000-20.000 tranquilamente (alojamiento aparte) si eres del estado, y bastante más si vienes de fuera. Si en las mini-ivies tienes médicos, abogados, profesores de literatura, arquitectos, periodistas, y otra gente que te mira por encima del hombro, de las flagship públicas te salen los contables, ingenieros, pequeños empresarios, cuadros medios de grandes empresas, y pequeña burguesía en general. Todos ellos están muy orgullosos de su universidad, siguen fanáticamente a sus equipos en las ligas universitarias y donan dinero de vez en cuando.

Universidades públicas de segundo nivel:

Aquellas públicas que no son flagships, las niñas pobres del presupuesto. En Connecticut, un estado que es tan clasista como el que más, son las “State Schools” (Southern Connecticut State, Central Connecticut State…), más pequeñas, peor financiadas, y con títulos que te valoran bastante menos. Cuestan menos dinero, son más “flexibles”, y dan “oportunidades” a quienes no “pueden permitirse” Uconn, que es otra forma de decir que son para pobres.

Esta es la universidad clásica de alumnos que son los primeros de su familia en ir a la universidad, o bien de clase media-media sin aspavientos. Es donde salen los funcionarios estatales, contables y directivos de pequeñas empresas, y en general la gente que le va bien pero que conduce un Chevy nuevo o un BMW de segunda mano.

Al principio me sorprendía esto de que el presupuesto público se distribuyera así, y que hubiera universidades públicas de primera y de segunda, y lo comentaba a menudo. Los legisladores estatales me miraban como si fuera un marciano.

Universidades privadas “modestas”:

Estas son las privadas que cobran como una mini-Ivy pero no te dan un título con la marca de prestigio social de estas. Son funcionalmente equivalentes a las públicas en calidad de enseñanza (de primer o segundo nivel, dependiendo de donde te toque), pero tienen un prestigio social un poco menor, ya que son menos selectivas. En este grupo ya hay algunas universidades con ánimo de lucro, pero son las menos. El alumnado es parecido al de las públicas de segundo nivel, pero a menudo con más estudiantes de color.

Community College

Estas son las universidades públicas realmente baratas, de horario flexible, que ofrecen sobre todo diplomaturas y el equivalente a ciclos de grado superior. No tienen un equivalente directo en España.

Aunque las he puesto al final de la lista, lo cierto es que son algunas de las instituciones más infravaloradas del país. Estas son las universidades que sí que dan servicio a gente con pocos recursos, son asequibles, tienen horarios y programas diseñados para fomentar la movilidad social y sirven a menudo como un primer paso para completar la licenciatura en una pública de mayor nivel.

Por supuesto, son también la clase de instituciones que son maltratadas sistemáticamente, horrendamente mal financiadas y ninguneadas, por mucho que todos los datos indiquen que el retorno de inversión en ellas es enorme.

Sí, Community es en un community college de este estilo, y sí, esa es parte de la gracia de la serie.

Depredadores privados:

Los piratas, la escoria del sistema universitario americano; instituciones con ánimo de lucro que a menudo se concentran en intentar atraer a estudiantes con pocos recursos y sacarles tanto dinero como pueden antes de darles un título que no les sirve para nada. Los casos de fraude abundan; uno de los clásicos es “posar” como una universidad, convencer a estudiantes que pidan becas y se endeuden hasta las cejas, y después largarte con el dinero. La administración Obama puso coto a los peores abusos así que los peores chiringuitos han ido desapareciendo, pero son uno de esos ejemplos gloriosos de la enorme industria en Estados Unidos destinada a joder a los pobres.

Conclusión: un sistema complicado

El sistema universitario americano es complicadísimo, y muy, muy difícil de navegar.

El último año de instituto, si un chaval quiere ir a la universidad, tiene que hacer unos exámenes “objetivos” de capacidad cognitiva así en general (los SAT, que son otro mundo de rarezas) y enviar solicitudes de ingreso a todas aquellas universidades a las que quiere asistir. Cada solicitud cuesta dinero (sobre unos $100) y requiere papeleo y cosas distintas (desde ensayos hasta historias de tu vida). Saber dónde quieres ir es complicado, saber dónde te van a aceptar más, y que te cojan donde quieres ni te digo.

Obviamente, si tus padres han ido a la universidad y conocen el sistema, es mucho más fácil. Si vas a un colegio donde casi todo el mundo irá a la universidad, también. Y si eres blanco es más probable que se cumplan ambas cosas, como siempre.

Estados Unidos es ese país donde todo el mundo dice ser de clase media, pero donde la clase social está más en el centro de tu vida que en cualquier lugar que conozco.


10 comentarios

  1. Sr.Yo dice:

    He leído en varios sitios que en el momento de la independencia de EEUU la mayoría de su población no hablaba inglés, lo cual me dejó un poco perplejo. Es cierto que hubo riadas de hugonotes que dudo que para entonces siguieran hablando francés, si es que alguna vez lo hablaron (la mayoría de hugonotes eran del sur de Francia, donde entonces el continuo del occitano lo hablaba el 99% de la gente, aún era así en 1789), aunque bueno, es sabido que Delaware es la anglización de Delaguerre, y también había un nutrido grupo de colonos del área germanófona que tampoco hablarían un estándar común (los Amish todavía hablan una variante suabia o alamánica, creo, ininteligible para un germanófono estándar). Anécdotas aparte, la historia viene a cuento de que se plantearon establecer el inglés, constitucionalmente, como lengua oficial. No sucedió tal cosa.

    EEUU, federalmente hablando, no tiene ni ha tenido nunca oficial, de jure, como Inglaterra/RU, de hecho, Inglaterra nace en 1066, inventada por Guillermo el Conquistador, y tiene la variante normanda del francés («Honi soit qui mal y pense») como lengua de la corte -oficial de jure y de facto- durante 300 años, lo que ha dejado al inglés con un alud de léxico romance además en unos dobletes bien conocidos en sociolingüística: city/town, river/creek, mountain/hill, forest/wood, pork/pig & so on. Muchas palabras que parecen «germánicas» son netamente romances.

    En otras palabras, EEUU no fue exactamente un país ecléctico, más concretamente lo que sus colonos tenían en común es algo difícil de hacer tangible: muchos de ellos huían, por unas u otras razones, de Europa. Unos por perseguidos y amenazados, otros por falta de futuro, que venía condicionado precisamente por su pertenencia digamos a minorías (ya se sabe que la definición de minoría depende de dónde están las rayas en los mapas) penalizadas. Y esto ha sido tónica constante.

    Pero no todo el mundo que fue allá era de esta extracción. Aparte del caso de Penn (el fundador de Pennsylvania), con todo lo dicho me parece claro qué es y de dónde viene la Ivy League y otras similares. Un truco es fijarse en la fecha de fundación de la universidad, las modernas (1900 para acá, digamos), muchas empezaron como algo más modesto.

    Lo que intento decir es que EEUU en absoluto es una sociedad homogénea y desde luego la clase media no ha existido nunca (digamos que es un artificio contable). En sus tres siglos de historia, no solamente no se ha homogeneizado para nada, superficialmente sí, si se quiere ver así, sino que sus distintas clases sociales, que como en todas partes están permeadas de tintes identitarios (esto es algo ultraobvio en el caso afroamericano), se han habituado a formar digamos bloques, y en realidad algunos de ellos son más cerrados y endogámicos de lo que parece. Esto en Europa es difícil de ver, porque la pertenencia territorial es muy obvia (de hecho las ciudades europeas y las americanas, excepto algunas de Nueva Inglaterra, son totalmente diferentes, siendo muchísimo más dispersas en cualquier caso las segundas), y digamos que los árboles no dejan ver el bosque. En EEUU, y a pesar (o precisamente por) de su enorme movilidad poblacional, la sociedad es mucho más compleja.

    Digamos que parece que en EEUU han tenido más éxito en homogeneizar y pasteurizar al personal, esa es la idea que más consenso tiene, yo niego la mayor. Se produce efectivamente una estandarización de lugares comunes mentales, o para explicarme mejor: se estandariza, o se pretende estandarizar, el bicho, pero los nichos se han fragmentado mucho más y siguen estando ahí. Y es la partitura la que manda, no el instrumento.

    En consecuencia, y teniendo en cuenta la posición de EEUU en el sistema de acumulación de capital, pues es totalmente normal que el sistema educativo se adapte a lo que hay. Claro, hay gente que piensa que con voluntad política las fuerzas ciegas de la naturaleza se pueden domeñar, añadiendo recursos a la ecuación, por supuesto, pero claro, ¿por qué iba a haber voluntad, en primer lugar?

  2. Manuel Graña dice:

    ¿Habeis escrito o podeis escribir algún artículo sobre el sistema municipal estadounidense? Condados, municipios, ciudades dentro de municipios, la posibilidad de «incorporate» (creo) y crear una nueva ciudad con cien firmas, etc. De lo que he buscado por ahí poco me ha aclarado algo…

  3. J.R. Perronet dice:

    Sería interesante preguntarse (y responder) por qué las Ivy no tienen titulaciones verdaderamente prestigiosas en ingenierías, y suelen ser otras universidades como las que llamas casi-Ivies (Stanford, MIT) las que ofrecen ese tipo de estudios de alto nivel. Sí, Harvard ofrece titulaciones en ingenierías, pero son una cosa pinchada en un palo.

    Por otra parte, también sería interesante ver la composición del alumnado de posgrado (MSc y PhD) de las Ivies y casi-Ivies, que son quienes verdaderamente forman la base sobre la que se asienta la investigación en estas universidades.

    • Sr.Yo dice:

      Por lo que he intentado decir, que también creo que es lo que intenta sugerir Roger. Los puestos que colonizan los harvarditas son críticos para mantener los controles que a las élites a las que sirven les interesan, a mayores la inercia histórica es otro factor. En general, concretamente en Harvard, no sé si estaremos de acuerdo, los estudios más valorados (los que se consideran titulaciones mejores que de otras instituciones van en esta línea: jurisprudencia (como ya dice claramente Roger), lo que permite controlar el país a lo Marchena y dar golpes de Estado «sin que se noten», economía, otra cuerda que no puede quedar suelta, enseñanza, cuatro cuartos de lo mismo, medicina, también obvia por sí misma, y específicamente de las ingenierías, la electrotécnica.

      Yo es que lo veo claro. Para todo lo demás, la servidumbre.

  4. BEC dice:

    No veo el Caltech, que está al mismo nivel que Standford y MIT.

  5. Alatriste dice:

    Me pregunto qué deberíamos hacer en España. No creo que haya mucha gente en desacuerdo con la idea de que las universidades en este país son torres de marfil endogámicas, burocráticas, politizadas en el peor sentido de la palabra, y… bueno, manifiestamente mejorables. Y al menos en mi opinión tampoco es bueno que sean tan uniformes; el mejor modo de que algo mejore es probar alternativas distintas y eso implica necesariamente que unas sean mejores que otras.

    Pero el sistema o sistemas que usan en Estados Unidos es repelente. No se trata solo de la extrema desigualdad en la formación, ni de los fraudes, ni de las deudas estudiantiles, ni de la injusticia de que el futuro de una persona dependa tanto de la universidad que pueden permitirse tus padres (y de la pigmentación de tu piel, y de tu iglesia), es que si un coloso del intelecto como George Bush Jr. tiene sendos títulos de Harvard y Yale es que además esos títulos están esencialmente en venta. La mayoría de sus licenciados serán brillantes y trabajadores, pero con dinero suficiente no hace falta ni brillantez ni trabajo para entrar en la casta de los licenciados de la Ivy League.

    Nota al margen: Veo que hay un pequeño escándalo porque un senador republicano se apunta públicamente a la idea de que los USA no son una democracia sino una «república constitucional». No me sorprende demasiado, ya sabía que la idea existía. Lo que me sorprende es que tenga el soberano morro de decir que lo apoya y que la distinción le parece importante porque le preocupa la acumulación de poder en manos de los ricos (en sus palabras «It should matter to anyone who worries about the excessive accumulation of power in the hands of the few»).

    Y también me pregunto que diría el hombre que definió el gobierno americano como el «gobierno del pueblo, por y para el pueblo», un tal Lincoln…

    • Sr.Yo dice:

      En este país todo es endogámico. Excepto cuando toca guerra civil y se poda todo a lo bestia para empobrecer cada vez más el ecosistema. Hay familias que llevan colonizando algo desde 1800, y seguramente algunas desde antes.

      Yo sugeriría clonar a Stalin con restricciones sobre todo a nivel talonario de ejecuciones, yo sinceramente creo que gente como Casado, Rajoy, Lesmes, Romay Beccaría, Martín Villa, etc.etc., lo petarían en la granja de reeducación maoísta. Nada de malos tratos, eh, todo en plan Gran Hermano Reeducador, me tira de un pie si con foto de Mao o del príncipe Andrew (qué diferencia eh, ir a joder a jurisdicciones de shitty holes donde se ponga como quiera el FBI no hay delito federal precisamente por falta de jurisdicción, a tener la máquina de contar billetes en palacio y tirarte las camareras en la cama del Caudillo).

      Uno de esos detalles lapidarios, para inducir a la reflexión, es que p.ej. Jordi Pujol es médico (al menos licenciado en Medicina, no sé si llegó a ejercer), e incluso codescubridor de un antibiótico en uso todavía. De esta persona nuestro sistema ha sacado esa otra mucho más conocida.

      Ahora en serio, lo más tóxico de todo es el nacionalismo español. Es la superestructura ideológica que da cobertura a toda la corrupción estructural. Una de las razones por la que los países del Norte de Europa se sienten más virtuosos que los del Sur (no sé muy bien Suíza dónde queda ya que viene al caso) es que la corrupción estructural del Sur, incluyendo Francia, se vehicula y se blinda a través de centralismos demenciales disfrazados de lo que haga falta (como si Alemania fuese federal de toda la vida y Prusia no hubiera sido un engendro totalitario). De hecho, en España, las estructuras más centralistas, la Justicia la que más seguramente, se están revelando con un nivel de corrupción que mete miedo.

  6. Hector04 dice:

    Brutal informe, pero me parece adecuado una idea para comparar tener un ojo en los Papers y las citas de sus académicos…no es lo mimso una unaiversidad de pizarrón que una ocn i+d

  7. pepito dice:

    Buen artículo Roger. Sólo una pregunta, ¿cuál es el prejuicio que tenía el actor de The Office con Cornell?

    Nunca he visto The Office. Entiendo por lo que dices que Cornell es peor universidad o tiene menos prestigio.

    • Roger Senserrich dice:

      Se pasa la vida fardando que es de Cornell, pero nunca nadie le toma en serio. La gente del resto de la Ivies siempre dicen que Cornell es una Ivy de pega. 🙂

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