En una de mis últimas entradas les hablé de la compilación Hetus (Harmonised European Time Use Survey) que agrupa a encuestas de uso del tiempo de quince países europeos realizadas antes del año 2008 y que, por tanto, no incluye la última hornada de encuestas de uso del tiempo de España, Francia o Italia, por ejemplo.
La compilación Hetus es, creo, referencia de estudios de uso del tiempo en Europa. Y es favorita del delegado internacional de Arhoe José María Fernández-Crehuet que la empleó para obtener el gráfico que demuestra que los horarios españoles son muy raros (sic) o en su capítulo de libro Innovación social: Análisis de los beneficios de la recuperación del huso horario que corresponde a España (si no lo han leído, léanlo por favor). En este capítulo verán las gráficas del ritmo diario de las actividades en dichos países.
Pero los realizadores de Hetus no solo han producido gráficas sino que también han hecho públicos los datos que generan dichas gráficas. Los datos se pueden descargar y analizar convenientemente.
He dejado en una página personal el compendio de figuras que resultan de comparar la actividad en España con la de los otro catorce países europeos a través de actividades básicas como trabajar, dormir, comer o ver la televisión. Encontraran diferencias pero creo que no encontraran una prueba de ninguna tragedia española.
Algunas comparativas son realmente impactantes. Por ejemplo el ritmo diario de sueño y cuidados personales (Hetus no analiza el sueño de forma aislada) de la población alemana y española tiene este aspecto:
Ritmo diario de sueño y cuidados personales para la población de España y de Alemania a partir de los datos de Hetus.
He hecho evidentemente un cherry-picking. Pero estos son los datos, salvo error u omisión y no creo que sea necesario abundar en detalles sobre cómo la enorme semejanza entre uno y otro ritmo (solo roto durante la siesta española) contradice de forma espectacular la machacona idea de que dormimos poco, nos acostamos tarde y nos levantamos temprano.
El disponer de más datos permite dejar más claras algunas de las dependencias de nuestros hábitos sociales. Algunas propiedades como la activación y desactivación del ritmo diario del trabajo o las horas de comida presentan una clara correlación con la latitud. Otras no. Por ejemplo, la hora de acostarse o la hora de ver la televisión.
Los parámetros relevantes del ritmo diario de sueño y cuidados personales producen esta gráfica:
En ella se puede apreciar que la hora de acostarse es puramente meridional (independiente de la latitud) mientras que la hora de despertar, no. Hay otra diferencia reseñable que atañe a los países con datos Hetus y datos de encuesta de tiempo (Reino Unido, Francia, Italia y España): los trabajadores anteceden a la población general en el despertar pero no en la hora de dormir.
La hora de ver la televisión reproduce el patrón de la hora de dormir: es meridional y no hay grandes diferencias entre la población general y la trabajadora:
Ambas tendencias están manifestando probablemente el hecho de que se corresponden con decisiones más «libres» (al menos más que el despertarse, ligado a la entrada al trabajo), más «ociosas» y también que son actividades más de interior y, quizá por ello, desacopladas de la luz ambiental.
La comparación de las horas de comidas y de entrada y salida del trabajo con la latitud pueden encontrarlas aquí.
Y si quieren más aquí tienen la página de inicio del compendio de figuras más representativas del problema horario.