Nota editorial (María Ramos): Esta entrada puede leerse simultáneamente en Análisis, blog de la Fundación Europea Sociedad y Educación. El Estudio completo sobre la calidad del profesorado en la adquisición de competencias de los alumnos puede descargarse aquí.
La calidad del profesorado es un concepto que puede ser definido de muchos modos. El efecto del profesorado sobre los alumnos es complejo y se produce sobre aspectos cognitivos (qué conocimientos aprenden los alumnos) y no cognitivos (qué actitudes y valores son transmitidos). En nuestro estudio nos centramos en una definición muy concreta de calidad del profesorado: ver cómo inciden los profesores sobre un aspecto cognitivo tan concreto como son las competencias de lectura. Por tanto, cuando nos referimos a un profesor de mayor o menor “calidad» no tenemos en cuenta otros aspectos que pueden también ser relevantes en el proceso educativo.
Formulado de este modo el foco de atención de nuestro estudio, nos hemos planteado tres preguntas: 1) ¿Importan los profesores en el proceso de adquisición de competencias de los alumnos de Primaria?; 2) ¿Qué factores que determinan la calidad del profesorado?; y 3) ¿En qué centros trabajan los “mejores” y los “peores” profesores?
Para dar respuesta a estas preguntas analizamos los datos referidos a España de la evaluación de competencias (Progress in International Reading Literacy Study), de 2011, una prueba al estilo PISA que se efectúa con alumnos de cuarto curso de Educación Primaria. Estos datos permiten relacionar las características y resultados de cada alumno con la información de su profesor de lectura. La metodología que utilizamos, que se puede consultar en detalle , nos permite identificar el efecto de cada profesor. Lo interesante es que podemos aislar ese efecto del profesor del resto de factores relevantes que inciden en la adquisición de competencias, como son el origen socio-cultural de la familia o a las características del centro educativo.
Veamos, a continuación, cuáles son los resultados más destacables del estudio.
1) ¿Importan los profesores en el proceso de adquisición de competencias de los alumnos de Primaria?
Sí, la calidad del profesorado es importante en términos de sus efectos sobre la adquisición de competencias de lectura. En concreto, la ganancia que supone para un alumno tener un profesor de elevada calidad (el que ocuparía la posición 75 en un ranking de 100 profesores) es de 29,77 puntos en la escala de PIRLS con respecto a tener un profesor de reducida calidad (el que ocuparía la posición 25 en el mismo ranking). Si ampliamos el rango de la comparación, las diferencias asociadas a un profesor en la posición 95 con respecto a otro en la posición 5 son de 79,11 puntos.
En el artículo hemos replicado la estimación del modelo para diferentes submuestras con objeto de identificar posibles diferencias en el efecto de la calidad del profesorado sobre la adquisición de competencias en función del tipo de centro. Lo que encontramos es que los resultados de los alumnos de los centros públicos -y también los alumnos de los centros cuyas familias disponen de recursos socioeconómicos y culturales bajos o intermedios- tienen una sensibilidad ligeramente más alta ante variaciones en la calidad del profesorado. Es decir, los datos sugieren que el efecto de un buen profesor es mayor para alumnos de centros públicos y para aquellos que proceden de familias más desfavorecidas económicamente.
2) ¿Qué factores que determinan la calidad del profesorado?
En este estudio hemos podido identificar algunas características del profesorado asociadas positivamente con la calidad, es decir, factores que determinan la calidad del profesorado. Entre ellas destacan la formación continua y que el ámbito de estudio esté relacionado con la comprensión lectora, así como los años de experiencia como docente.
3) ¿En qué centros trabajan los “mejores” y los “peores” profesores?
Un hallazgo claro de este estudio es que en España hay una sobrerrepresentación de los “mejores” profesores en los centros privados y en los centros donde las familias tienen un nivel mayor de recursos económicos y socioculturales. Se trata, por tanto, de una distribución de recursos que tiene efectos regresivos sobre los resultados de los alumnos: salen más beneficiadas los hijos de familias que ya de partida tienen más recursos inicialmente. Otro ejemplo de ventaja acumulada o “Efecto Mateo”.
Implicaciones para las políticas educativas
Los resultados observados tienen claras implicaciones de política educativa. Los profesores importan y su actual distribución, al menos en el caso español, tiene efectos regresivos. En general los “mejores” profesores, entendidos como aquellos con mayor impacto sobre los conocimientos de los alumnos, tienen más probabilidad de enseñar a los alumnos que tienen mejores recursos económicos y socio-culturales de partida, mientras que los “peores” profesores se encuentran, con mayor frecuencia, en los centros donde estudian los alumnos con peores recursos de partida. Por tanto, medidas que permitieran revertir esta situación tendrían un claro efecto progresivo en el ámbito de la equidad.
Estas medidas pueden ser, al menos, de dos tipos. Por una parte, intensificar las actuaciones que permitan mejorar la calidad del profesorado en los centros donde los alumnos provienen de familias con menos recursos. Y, por otra, facilitar la presencia de los “mejores” profesores en esos centros. La potencialidad de esta política es mayor si, como hemos encontrado en nuestro análisis, los alumnos que provienen de familias con menores recursos tienen una mayor sensibilidad (es decir, sus resultados varían con más intensidad) ante cambios en la calidad del profesorado. Se trataría, además, de una política con mayor eficacia potencial en el sector público, ya que también el alumnado de los centros públicos es más sensible ante cambios (en este caso, mejoras) de la calidad del profesorado.
Entiendo que este artículo desmonta ese «mantra» tan patrio de «los mejores están en la pública porque han pasado una oposición»; lo cuál no es lo mismo que decir que no hay buenos profesores en la pública ni que todos los profesores de centros concertados o privados están mejor formados.
En mi opinión son las condiciones laborales impuestas por políticos las que están impidiendo que los profesionales, que la mayoría son buenos y tienen motivación hasta que las condiciones laborales de desamparo hacen que la pierdan, tengan limitaciones a la hora de mejorar los resultados educativos en el país.
Es posible que estar en un mal colegio con malos alumnos desmotive bastante, y produzca malos profesores.
Así que entre los cursos primero y cuarto de Primaria, de los 6 a los 10 años, ya tienen los alumnos la culpa, ya son los «malos alumnos» los que hacen un «mal colegio».
Enhorabuena a sus maestros.
No creo, Aloe. Creo que es más bien «si de mis 25 alumnos, 8 no hablan el idioma, 5 no vienen nunca y 2 tienen dificultades en el aprendizaje», es normal que un profesor se sienta desbordado y se desmotive. Hay grupos de población donde para los padres el tema formación no tiene importancia, con lo que un profesor no encuentra apoyo de ningún tipo para motivar a esos alumnos a aprender. No se trata de que los alumnos tengan la culpa, sino de que cuanto más particulares sean las condiciones en un colegio, y dado que no se destinan recursos a paliarlas, más posibilidades hay de que se «fabriquen» malos profesores (malos por desmotivados, no necesariamente por incapaces)
Pero Laura, eso pasa en todos los países. ¿Que es lo que explica que en España esa diferencia entre la calidad de los profesores en la pública y la privada esté sobrerepresentada? ¿Puede tener que ver un deficiente sistema de contratación y de incentivos?.
Pregunto, porque yo tengo muchos sesgos al respecto. Después de oir tantas cosas en mi casa, al haber mi madre trabajado en un instituto por más de dos décadas, a uno se le quedan muchos prejuicios sobre los malos incentivos de nuestro sector público. Del estilo, el profesor que intenta dar la «milla extra» (perdonarme el anglicismo), para ayudar a sus alumnos, en vez de ser recompensado, puede acabar siendo castigado. Mientras que el que no hace nada, no sale nada perjudicado.
Por favor, demostradme que mis historias anecdóticas son una falsa representación del profesarodo público, ese que se ha tenido que tirar un año o varios para sacarse su plaza.
Probablemente la causa es que los profesores con más experiencia y formación procuran trasladarse a «mejores» colegios, los menos problemáticos y con más medios. Los más desfavorecidos se quedan con los profesores nuevos y los que no consiguen progresar, en muchos casos interinos que van pasando de uno a otro sin estabilidad.
No es fácil ni obvio encontrar una política que solucione este problema.
Soy profesor de secundaria, tengo de media 32 alumnos por clase y 9 cursos, unos 280 alumnos. En cada clase tengo algún TEA, Algún TDH, algún ACNE, tres que no dominan el idioma, 2 que casi nunca vienen, 5 o 6 con un nivel muy bajo que viene de otros países hispanoparlantes, y otros 5 o 6 sin motivación ninguna. Con éste panorama doy las clases lo mejor que puedo. Motivación no me falta, me faltan medios y me sobran alumnos. Esa es la realidad educativa que tenemos. LAMENTABLE.