Mañana, cuando los holandeses acudan a las urnas para escoger su nuevo parlamento, la UE les mirará con atención y preocupación. No sólo por la estrepitosa derrota que podría sufrir el partido socialdemócrata (PvdA), sino sobre todo por la posibilidad de que la extrema derecha del Partido de la Libertad (Partij voor de Vrijheid, PVV) liderado por Geert Wilders pueda convertirse en el partido más votado del nuevo parlamento. Una victoria que, de producirse[1], podría suponer un nuevo revés para el proyecto europeo. Pero, más allá de sus opciones de victoria, ¿qué sabemos del PVV? Este post resume brevemente el origen y la evolución del partido y presenta algunas claves para descifrar los factores que explican su voto.
Orígenes y evolución de Wilders
Nacido en 2006, el PVV es un partido construido alrededor de la polémica figura de Geert Wilders. Aunque éste se presenta a menudo como un ‘outsider’ de la política holandesa, en realidad es un político veterano que lleva la mayor parte de su vida adulta trabajando en el parlamento holandés. Considerado por algunos como discípulo de Frits Bolkestein, político del Partido Liberal (VVD), del cual también formaba parte hasta 2004, Wilders se desmarcó del VVD al considerar que no se atribuía suficiente importancia al tema central de su carrera política:
El extremismo en el Medio Oriente es una amenaza para la estabilidad de Europa y los Países Bajos. Ese será el problema más urgente de los próximos diez años, ya que este extremismo también vendrá a los Países Bajos como resultado de la inmigración. Esto ya está ocurriendo, pero todo el mundo se calla sobre esto. – Geert Wilders (Lammers, 1999:3)[2].
El rechazo a la inmigración, particularmente de origen islámico, constituye el pilar central del discurso del PVV. Una retórica anti-inmigración que también constituye el mínimo común denominador de la derecha populista radical. Sin embargo, el PVV tiene considerables rasgos propios que lo hacen un animal político peculiar. Basado en el estudio de documentos y manifiestos del partido en 2004 y 2005, Lucardie (2007)[3] concluye que se trata de un partido de derecha nacionalista y populista, pero con tintes pseudo-liberales (2007:181). Asimismo, Mudde (2010) argumenta que Wilders no encaja en la tradición de populismo de derechas (…), ya que “es extremamente pro-israelita y nunca cooperaría con los antisemitas del Partido Nacional Británico (BNP) o el Movimiento por una Hugría Mejor (Jobbik). [De hecho] busca la compañía de los neoconservadores estadounidenses e israelíes, con quienes comparte un profundo aprecio por Israel y una virulenta islamofóbia”.
En un estudio sobre la evolución ideológica de Wilders, Koen Vossen destaca una evolución del neoconservadurismo al nacional-populismo. A pesar de que el islam sigue siendo el enemigo central, después de 2006 se puede apreciar un aumento en la retórica nacionalista de Wilders, atribuyendo “un mayor énfasis en los intereses y valores nacionales, así como un creciente descontento por la cooperación supranacional.” (Vossen, 2010: 184). A su vez, este discurso se combina con un incremento de referencias a un pueblo común cansado de la criminalidad e islamización del país y una élite política corrupta que no considera los intereses del pueblo: la esencia del populismo.
Las características de los votantes de Wilders
¿A quiénes atrae y qué características ideológicas tienen los votantes de Wilders? Los modelos probabilísticos estimados con datos de la Encuesta Social Europea de 2008 a 2014 muestran que los votantes del PVV tienden a ser más jóvenes, con niveles educativos más bajos, y más críticos con el funcionamiento de la democracia y los políticos en general. Además, son fuertemente partidarios de poner freno a la inmigración y a la integración europea y ligeramente defensores de más redistribución económica. Las próximas secciones desarrollan más estos puntos.
Nota metodológica:
Los datos se basan en la Encuesta Social Europea de los años 2008, 2010, 2012 y 2014 (rondas 4-6). La variable dependiente consiste en una variable dicotómica que cobra un valor de 1 si el encuestado votó al PVV (N≈400) y 0 si no les votó (N ≈ 5.500). Los gráficos representan los efectos marginales de cada variable sobre la probabilidad de voto con intervalos de confianza del 95%. A parte de las variables ya presentadas, el modelo también controla por género y clase social (ocupacional). La variable de sentimiento anti-inmigración se trata de un índice basado en 5 preguntas construido a partir del trabajo de Polavieja (2016). Se han aplicado las debidas ponderaciones al modelo.
[1] Des de enero de 2016 el PVV parece estar cayendo en intención de voto. Una hipótesis sobre este descenso es el “Efecto Trump”. El radicalismo del nuevo presidente de EEUU habría asustado a los votantes más moderados de Wilders.
[2] Citado en Vossen, 2010, original en holandés.
[3] Citado en Vossen, 2010, original en holandés.
«La relación entre educación, preferencias culturales, y voto a la extrema derecha ha sido ampliamente estudiada. Una de las explicaciones más recurrentes se basa en las oportunidades que derivan de la globalización: mientras aquellos con mayor educación podrían disfrutar de las oportunidades brindadas por un mercado cada vez más global, aquellos con menor educación verían a los inmigrantes como un símbolo de amenaza a su puesto de trabajo y estilo de vida.»
Otra de las explicaciones es que la clase obrera y la gente pobre en general no tiene dinero para mudarse a los barrios ricos.
Hace unos años hubo una campaña en Suecia de celebridades a favor del multiculturalismo. Más tarde se descubrió que todas esas celebridades vivían en los barrios más blancos y casi sin inmigración de Estocolmo. Quienes viven en los barrios de mayor inmigración es la clase pobre.
En Francia las zonas de mayor voto a Marine Le Pen son precisamente las zonas de mayor inmigración. Esto en principio es paradójico: precisamente esas zonas tienen menor porcentaje de franceses étnicos, con lo cual el porcentaje de voto debiera ser menor. Sin embargo, es el principal caladero de voto.
La clave es la proximidad. El voto a partidos como los de Wilder o Marine Le Pen aparece allí donde la gente convive con la inmigración. La clase de alto nivel socioeconómico suele mantener una posición pro-inmigración mientras, a la vez, huye de las zonas de alta inmigración. Esto sería un tema interesante de estudio.