GID

Empleo y género en tiempos de crisis

8 Mar, 2017 - - @ariamsita

Sin duda alguna, la crisis económica que ha sacudido la zona Euro a partir de la segunda mitad de 2008 -y que sigue sacudiendo la economía de algunos países- ha supuesto uno de los mayores shocks para los mercados de trabajo europeos desde el comienzo del proceso de integración. La tasa de paro media de la zona Euro aumentó de un 7.3% en 2007 a un 11.9% en 2013, con algunos países como España o Grecia aumentando sus tasas en 17 y 19 puntos, respectivamente. En este contexto, resulta interesante preguntarse cuál ha sido la dimensión de género de la crisis: ¿cómo ha afectado la recesión económica a hombres y mujeres? ¿se han comportado o no de manera similar en el mercado laboral? ¿han sido las mujeres especialmente vulnerables a la crisis? A continuación, trataré de contestar a estas preguntas, analizando primero los datos sobre cómo la crisis ha afectado a hombres y mujeres en el mercado laboral, y tratando de encajar los mismos en el marco de las explicaciones económicas tradicionales sobre el comportamiento del empleo femenino.

Tendencias de empleo durante la crisis, ¿hacia una convergencia por sexo?

Comencemos comparando la evolución de la tasa de empleo en la zona Euro entre 2005 y 2015 desglosada por sexo:

El grafico nos muestra cómo la caída en el empleo masculino fue mucho más pronunciada que en el femenino, que apenas baja con la crisis y se mantiene relativamente constante alrededor del 60% a lo largo de todo el período. Si bien las tasas difieren enormemente entre países, lo cierto es que la tendencia dentro de ellos es similar: apenas hay variaciones drásticas en lo que se refiere a la tasa de empleo de las mujeres. Vale la pena destacar, eso sí, que la tasa masculina se mantiene en todo momento alrededor de diez puntos por encima de la femenina: el empleo femenino es más estable, pero sigue siendo notablemente inferior al masculino.

Analicemos ahora las tasas de desempleo de la zona Euro:

Una vez más observamos que, si bien la crisis aumenta la tasa de desempleo de ambos sexos, es el indicador masculino el que aumenta de manera más pronunciada. Partimos de una diferencia de alrededor de dos puntos de antes de la crisis, que se estrecha a partir de 2009 y parece haberse estabilizado en apenas 0.2 puntos desde entonces. Es cierto que la tasa de desempleo femenina supera la masculina a lo largo de todo el período, pero la tendencia conjunta de ambas tasas es curiosa y parece señalar hacia una convergencia en su comportamiento: es difícil predecir si esto se mantendrá constante en el futuro o si volveremos a niveles pre-crisis.

Una manera de tratar de analizar si el comportamiento del empleo femenino y masculino está tendiendo a converger es fijarnos en si existe algún tipo de relación entre las tasas de empleo por sexo en los países analizados (el gráfico siguiente no corresponde a la zona Euro sino a los países de la UE-15, pero debería ser indicativo de la tendencia):

En efecto, los resultados podrían señalar un cambio de comportamiento: mientras que en 2005 no encontramos demasiada relación entre la tasa de empleo femenina y la masculina, y la variación por países es enorme, éstos parecen haberse “alineado” en 2015, donde nos encontramos con un coeficiente de correlación de 0.89 entre ambas tasas. Evidentemente, sería necesario un análisis más sofisticado para poder sacar conclusiones, pero la tendencia parece destacable en sí misma.

Explicaciones detrás del comportamiento del empleo femenino

¿Cómo encajan los datos que acabamos de ver con las explicaciones económicas tradicionales sobre el comportamiento del empleo femenino en época de crisis? Dentro de esta literatura, podemos distinguir dos corrientes opuestas: por una parte, quienes esperan que las mujeres actúen como un búfer o fondo de reserva en época de crisis y , por otra, quienes consideran que las mujeres podrían ser un grupo protegido contra las crisis gracias a la segregación ocupacional (podéis encontrar una revisión más detallada de ambas aquí).

La primera de estas explicaciones espera un comportamiento pro cíclico por parte de las mujeres. Estas se comportarían como outsiders en el mercado laboral, incorporándose al mismo en períodos de expansión, cuando las empresas demandan más mano de obra, pero abandonándolo al contraerse la actividad económica. Parece que esta hipótesis, que se ha utilizado para explicar el comportamiento de las mujeres en períodos previos de crisis, no concuerda sin embargo con los datos que acabamos de ver. Los outsiders de la crisis han sido, en este caso, los jóvenes y los inmigrantes, especialmente hombres. El grado de vinculación de las mujeres al mercado laboral se ha mostrado mayor al observado en períodos anteriores, algo que podría explicar en parte por qué la tasa de empleo femenino se mantuvo relativamente estable. En este sentido, observamos incluso que la crisis ha reducido el número de familias en las que el hombre se sitúa como único sostén, precisamente debido a la mayor volatilidad relativa del empleo masculino con respecto al femenino.

La segunda corriente de explicaciones se agrupa en torno de la hipótesis de la segregación. Siguiendo el argumento propuesto por Milkman (1976), quienes proponen esta teoría sugieren que el impacto de la crisis sobre el empleo femenino podría haberse visto reducido por la segregación laboral existente en Europa (las mujeres tienden a estar sobrerrepresentadas en el sector público, así como en el sector servicios, mientras que los hombres predominan en los sectores de la fabricación y la construcción). Efectivamente, encontramos que los sectores donde el desempleo aumentó en mayor medida son también aquellos más poblados por hombres. En la misma línea, un análisis llevado a cabo por la Comisión europea identifica una correlación positiva entre el nivel de segregación laboral de los países y la diferencia entre las pérdidas de empleo por sexo.

El análisis que acabamos de llevar a acabo plantea una serie de luces y sombras que merecen reflexión más allá de los datos. Por una parte, la tendencia hacia la convergencia en el comportamiento de las tasas de empleo y desempleo de hombres y mujeres, así como la reducción de la brecha de género son ambos hechos en principio positivos para la igualdad. Sin embargo, esta convergencia se ha producido no a través de la incorporación de cada vez más mujeres al mercado laboral, sino a través de una crisis que ha afectado de forma especialmente severa a los hombres: desde este punto de vista, es complicado ver esta igualdad a la baja como una buena noticia.

Otro hecho que acarrea tensiones es el motivo por el que el empleo femenino se ha visto menos afectado que el masculino con la crisis. Los datos analizados sugieren que esto ha sido en gran parte debido al elevado nivel de segregación laboral en Europa. Si bien la segregación laboral ha actuado en esta ocasión a favor de las mujeres, es importante no olvidar que las raíces de este fenómeno pueden ser el reflejo de una desigualdad de oportunidades, y que no es a priori una característica deseable de nuestros mercados laborales. Finalmente, parece pronto aún para pronosticar si esta tendencia a la convergencia será duradera, pero sin duda, el aumento del sentimiento de vinculación de las mujeres hacia sus trabajos, junto con el hecho de que su tasa de empleo apenas se haya visto resentida con la crisis, generan motivos para el optimismo.


12 comentarios

  1. Manolo dice:

    ¿Como se define la tasa de empleo en estos datos? ¿Ocupados entre activos, o ocupados entre potencialmente activos? Si es lo primero, podría haber una reducción de la tasa de actividad de las mujeres que estuviera detrás de esos datos.

  2. Minded dice:

    «las mujeres tienden a estar sobrerrepresentadas en el sector público»

    En Galicia, las mujeres ya suponen el 70% de todo el empleo público.

    Y, sin embargo, en las categorías donde son una minoría, se las discrimina positivamente en caso de empate: si las mujeres son pocas es porque están discriminadas.

    Y, sin embargo, en las categorías donde a pesar de los «empates positivos» siguen siendo una minoría, bien porque no les interesa o porque no aprueban, hay que pensar en medidas más drásticas: si no abundan las mujeres informáticas es culpa de la sociedad.

    Y, sin embargo, en las categorías donde son una abrumadora mayoría, no se discrimina positivamente a los hombres en caso de empate: si las mujeres son muchas es porque son más listas.

    Y, sin embargo, en consejerías donde son la inmensa mayoría, tanto en los funcionarios de base como en los cargos intermedios o medio-altos, si no son también la inmensa mayoría en los altos cargos es que hay una discriminación a erradicar: si las mujeres no llegan a lo más alto es por un techo de cristal.

    Supongo que la discriminación se acabará cuando las mujeres sean el 95% de todo el empleo público, en todas las categorías y en todos los niveles. O quizá ni siquiera entonces.

    • Alatriste dice:

      No te falta razón en parte de lo que dices; por ejemplo, es de traca que si las mujeres son el 74% en la Facultad de Medicina (primer resultado buscando «porcentaje mujeres estudios medicina») eso sea normal, un éxito debido a sus esfuerzos, pero si son el 21% en Informática (sacado del mismo Politikon) eso sea un claro signo de discriminación que exige acción inmediata.

      Pero tampoco nos engañemos: si las mujeres entran tanto al servicio de las administraciones públicas es sobre todo porque a las funcionarias no las despiden cuando se quedan embarazadas.

      • Pescador dice:

        No es esa la única razón, a menos que se pueda demostrar que la fecundidad en las funcionarias es muy superior a la fecundidad en las no funcionarias.
        El principal objetivo de la función pública es un sueldo para toda la vida. El porque los hombres no se dedican a ello con la misma intensidad tiene que ver con un mix de causas, no con que ellas sean, por principio, mejores.
        En las últimas oposiciones a juezas salieron aprobadas un 4,8% de las mujeres presentadas y un 5,3% de los hombres, pero el resultado es que el número de nuevas juezas duplica al de hombres.
        Para finalizar, de momento, en España, la fecundidad es cosa de dos…

        • Alatriste dice:

          Hombre, hay muy pocas cosas que ocurran por una sola razón. Pero desde luego sería extremadamente interesante ver si la fecundidad es mayor entre las funcionarias (y en las trabajadoras de empresas grandes versus las de empresas pequeñas tampoco estaría mal).

          Y sí, la fecundidad es cosa de dos pero tengo la impresión – obviamente subjetiva – de que en las entreviastas de trabajo se nos pregunta mucho menos a los varones si estamos casados o si pensamos tener hijos. Y sin lugar a dudas el impacto laboral del embarazo y la maternidad cae en una proporción abrumadora sobre ellas, eso es objetivo.

          • Pescador dice:

            El impacto laboral de la fecundidad cae sobre ellas, pero no es solo ese impacto el que determina la fecundidad femenina, sino, también, los condicionantes económicos presentes y futuros de ambos miembros de la pareja.
            A lo que me refiero es que el e
            que estuviera blindada la maternidad de la mujer no implicaría un aumento proporcional de la fecundidad.

      • Epicureo dice:

        Que existan estas diferencias lo que revela es que socialmente siguen existiendo profesiones «de mujeres» y profesiones «de hombres». El que la incorporación de la mujer al mercado laboral (lo cual sí que es atribuible sólo a sus propios esfuerzos) no reduce estas diferencias, sino que a veces las acentúa, es revelador.

        Y el que las mujeres se orienten al sector público de forma desproporcionada se debe, ciertamente, a varias causas. Por un lado, en el proceso de oposición no se discrimina. En la empresa privada se discrimina una barbaridad. Por otro, los funcionarios tienen derechos, incluyendo el derecho a que no te despidan si eres madre. En el sector privado no los tienen, y cada vez menos. Tambien influye el que los salarios en el sector público son relativamente bajos, aunque seguros, si bien después de la crisis las tornas han cambiado bastante: los salarios privados ahora son más bajos y más inseguros que nunca.

        • Alatriste dice:

          Estoy mayormente de acuerdo pero con un matiz ¿La de médico era considerada una profesión de mujeres? Enfermera sí, pero ¿Médico? Yo diría que es al revés, que en muchos medios la reputación de ciertas profesiones como «cosa de hombres»cambia a otra «femenina» a medida que el porcentaje de mujeres aumenta.

          Es así como el cliché del doctor de pelo cortado a cepillo, mandíbula cuadrada y mirada acerada, el científico estoico de carácter firme y nervios de acero, pasa a la historia…

          • Epicureo dice:

            Es cierto que con el tiempo más profesiones van feminizándose. También era masculina la profesión de juez, y ya son mayoría las jueces. Pero a lo que yo quería ir a parar es que, si en algunas profesiones hay clara mayoría femenina, necesariamente en otras tiene que haber clara mayoría masculina. Es matemático. Si tenemos un 75 % de mujeres en Magisterio o Medicina, y van a la universidad más o menos el mismo número de chicos que de chicas, es inevitable que en otras carreras solo haya un 25 % de mujeres.

            • Emilio dice:

              Efectivamente ese porcentaje cae al entorno del 30% en Ciencias (con excepción de Ciencias de la vida) y las Ingenierías. En cualquier caso el porcentaje de hombres y mujeres en la universidad no es 50%-50% sino matrículados 55-45 pero titulados 58-42.
              En cuanto a profesiones las diferencias pueden ser abismales porque las mujeres se emplean básicamente en el sector público y el sector servicios, mientras ramas enteras como la construcción son de empleo casi exclusivamente masculino, y los hombres también son muy mayoritarios en Industria y Agricultura, Pesca y Mineria.
              Y en esto parece estar mucho más en lo cierto el enfoque evolucionista que la idea de la sociedad como un constructo cultural.

              • Emilio dice:

                Son también profesiones básicamente masculinas todas aquellas que suponen un gran desgaste físico o a la intemperie, las que obligan a ausencias prolongadas de la casa y la familia y las de mayor riesgo para la salud y la vida.

  3. Emilio dice:

    Aunque es de celebrar la oportunidad de debate público en algunos de los temas relacionados con la igualdad de sexos, lo cierto es que como sucede en este caso la conversación está trufada de aseveraciones que no se sabe de dónde salen ni en qué se sustentan. Es habitual un párrafo como éste

    “Y el que las mujeres se orienten al sector público de forma desproporcionada se debe, ciertamente, a varias causas. Por un lado, en el proceso de oposición no se discrimina. En la empresa privada se discrimina una barbaridad”

    Obviando, por ejemplo los protocolos de discriminación positiva vigentes en todas las Administraciones. Protocolos del que tenemos una muestra de hace tan solo dos días en la Comunidad valenciana. Pero obviando también que miles de puestos de las Administraciones corresponden a puestos de perfil muy específico para cubrir plazas en Ayuntamientos, Diputaciones y muchos otros organismos del Estado y donde ese perfil coincide milimétricamente con determinadas personas. Y obviando finalmente los múltiples casos de enchufismo que hemos conocido en los últimos años.

    Pero para no entrar en una casuística imposible obsérvese por ejemplo que para el período 2007-2012, cuando se destruía empleo masculino en el sector privado a mansalva, en el sector público sucedía que se incrementaba en 220.000 puestos el empleo femenino (20% del mismo) manteniéndose constante el masculino http://nadaesgratis.es/sara-de-la-rica/diferencias-de-genero-en-los-recortes-recientes-en-el-empleo-publico

    Sería interesante por tanto que a la hora de abordar estos temas fuésemos capaces de sustraernos a la poderosa maquinaria feminista y a los lugares comunes tan erróneos como cuando parecía establecido que el Sol giraba alrededor de la Tierra. En mi blog he escrito recientemente una entrada relacionada con este asunto hace unos días que quien quiera puede visitar en esta dirección: http://personasnogenero.blogspot.com.es/2017/03/brecha-de-genero-paridad-etica-de.html

Comments are closed.