Internacional

El 15-J turco: ejército, facciones y desarrollo institucional

18 Jul, 2016 -

Nota del editor (Gonzalo): La intentona golpista en Turquía pone sobre la mesa un debate clásico en Ciencia Política acerca del desarrollo institucional del ejército y la habilidad de la sociedad civil para imponer su supremacía y garantizar la obediencia. Estamos muy orgullosos de poder contar con la colaboración de Álvaro La Parra Pérez, profesor de Historia Económica en la Weber State University (Utah, EE.UU.) y especialista en élites militares y violencia política durante la Segunda República Española, para que nos ayude a navegar los principales elementos de esa discusión.

El fallido golpe de estado en Turquía el pasado viernes es un nuevo recordatorio del poder del ejército para afectar la estabilidad institucional de un país. Aunque no pretendo ofrecer un análisis detallado del marco institucional turco (entre otras cosas porque no poseo los conocimientos necesarios para ello), los hechos del 15 de julio ilustran algunos puntos importantes para reflexionar sobre el desarrollo institucional y el papel del ejército. La reflexión parece aún más pertinente en el 80 aniversario del golpe de estado contra la Segunda República Española, uno de los episodios más relevantes de nuestra historia contemporánea para recordar la importancia de estudiar el ejército y sus dinámicas internas.

La primera idea que conviene recordar es que vivir en Europa occidental (como seguramente es el caso de la mayoría de nuestros lectores) o en Estados Unidos (mi caso) nos sitúa en un contexto históricamente excepcional. Nuestra parte del mundo disfruta de tasas de crecimiento económico sostenido, algo sin precedentes con anterioridad al siglo XIX. Ni tan siquiera hoy, la mayoría de países gozan del crecimiento económico moderno que caracteriza a los países más ricos del planeta. Tal y como sugieren North, Wallis y Weingast en Violence and Social Orders, la transición a un marco institucional que posibilite este crecimiento económico sostenido requiere, entre otras cosas, el control político del ejército. Los países menos ricos sufren más a menudo crisis y periodos de inestabilidad que contribuyen a la pervivencia de la brecha entre ellos y los países más ricos. El ejército es, a menudo, uno de los principales causantes de esta inestabilidad, al protagonizar golpes de estado y otros episodios que sacuden las estructuras políticas y económicas de los países en vías de desarrollo. Lejos de ser el brazo armado de las élites dominantes o una rama supeditada a los intereses del poder ejecutivo, el ejército con frecuencia aparece como un miembro más de los grupos dominantes en el país. Los intereses (políticos y económicos) de los militares deben encajarse en la delicada red de pactos tejida por las élites dirigentes. Sin ir más lejos, España ha sido un ejemplo de esta relevancia (y autonomía) política del ejército durante gran parte de su historia. Más recientemente, no es difícil encontrar ejemplos en América Latina o Indonesia. Así, no es raro encontrar países en los que los militares controlan directamente importantes sectores de la economía, algo que facilita su cooperación y lealtad interesada al régimen. Turquía es un magnífico ejemplo de la fuerza desestabilizadora del ejército y de su facultad para eludir cualquier tipo de control por parte de las autoridades políticas: en los últimos 60 años el país ha conocido hasta seis golpes militares o ultimátums al gobierno (el último antes de los acontecimientos del viernes fue en 1997). De hecho, algunos han tildado a los regímenes turcos más recientes de “democracias militares”. El principal caballo de batalla del ejército a la hora de intervenir en la política turca ha sido la preservación de las reformas emprendidas por Atatürk a principios del siglo XX. La llegada de Erdogan al poder y sus reiterados ataques a la herencia kemalista es una de las principales razones (aunque no la única, como veremos más abajo) por las que la amenaza de un golpe militar siempre ha pendido sobre el gobierno turco.

La segunda idea que querría resaltar es que, lejos de ser una organización homogénea o monolítica, el ejército a menudo está dividido en múltiples facciones con intereses contrapuestos. Hablar de “el ejército”, como si de un bloque monolítico se tratase, es una convención ampliamente extendida, pero suele ser una simplificación que obstaculiza la comprensión de los golpes de estado y las luchas militares que desestabilizan las instituciones de un país. Muchos de los levantamientos militares, de hecho, son apoyados por aquellos grupos en el ejército que aspiran a cambiar el status quo en su favor. Cuando a la división militar se le une la falta de control político del ejército, el resultado es el recurso frecuente a las purgas para minimizar el riesgo de golpes facciosos. Turquía es, una vez más, un buen ejemplo para ilustrar la importancia del conflicto entre facciones militares y sus consecuencias. Ante la pérdida de fuerza del kemalismo en Turquía, la principal división del ejército turco actualmente enfrenta a los partidarios del presidente Erdogan con los seguidores del líder islamista Fetullah Gülen (al que algunos describen como “moderado” aunque su movimiento también presenta aspectos inquietantes). Todavía hay demasiada confusión sobre la génesis, autoría y objetivos o pretensiones del golpe en Turquía, pero los gülenistas siguen siendo los principales sospechosos, por más que Güllen siga negando cualquier implicación (nada sorprendente, por otra parte, dado el resultado del golpe).

¿En qué medida lo comentado hasta ahora ayuda a comprender los hechos del pasado 15 de julio y los desafíos a los que se enfrenta el gobierno de Erdogan en los próximos meses? En primer lugar, el enfrentamiento entre facciones del ejército fue el principal responsable de la incertidumbre que rodeó las primeras horas del golpe, cuando ambos bandos afirmaban controlar la situación. Parece claro que la llamada del gobierno turco a la población civil para oponerse al golpe ocupando las calles buscaba decantar la balanza del lado gubernamental ante la posibilidad de que las divisiones militares alargasen el conflicto o incluso lo inclinasen del lado rebelde. En este sentido, el conflicto faccioso probablemente fue una condición previa necesaria para que la posterior resistencia civil hiciese fracasar el golpe. La resistencia civil hubiera sido menos efectiva ante un ejército monolítico que se hubiera alzado contra el régimen como un solo hombre. En segundo lugar, el golpe parece haber dado a Erdogan la excusa perfecta para iniciar purgas de oficiales y de jueces (el gülenismo tiene -¿tenía?- bastante arraigo en el aparato jurídico turco). Los temores de que el golpe militar refuercen la deriva autoritaria de Erdogan (deriva que, por cierto, ya existía antes del 15 de julio) hacen temer por el futuro de Turquía. Las purgas y el creciente autoritarismo del régimen turco con toda seguridad ahondarán en la rivalidad entre la facción gubernamental y la gülenista. En el corto plazo las purgas pueden reforzar la lealtad del ejército (y del aparato judicial), pero una política basada en el privilegio de “los nuestros” y la exclusión “del otro” necesariamente generará más oposición y rencor entre los círculos próximos a Gülen.

Formular predicciones siempre ha sido una de las vías más seguras para comprometer seriamente la credibilidad futura del científico social, pero no parece demasiado aventurado augurar que las facciones enfrentadas a Erdogan y su AKP aún no han dicho su última palabra. Por desgracia, y como de costumbre, el pueblo turco será uno de los principales damnificados por la inestabilidad resultante de las luchas entre sus élites.


27 comentarios

  1. EB dice:

    Considero muy poco prudente que alguien que reconoce saber poco sobre Turquía se largue a intentar explicar qué habría sucedido el viernes pasado.

    Más allá de lo que ha estado sucediendo en Turquía, mi larga experiencia con golpes militares en América Latina desde 1945 me lleva a plantear que las Fuerzas Armadas han intervenido más para aprovechar un vacío de poder provocado por profundas divisiones internas que por la ambición de unos pocos generales para hacerse del poder. Se puede comparar a los generales con Fidel Castro, el genocida cubano que ha estado en el poder por mucho más tiempo que la totalidad de todos los generales que tomaron el poder en América Latina desde 1959. El revolucionario Fidel, símbolo del lado más podrido de la humanidad, todavía goza del poder como chancho para alegría de la izquierda europea; cuando muera, sólo dejará miseria.

    Por suerte, y como lo muestran claramente Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, Paraguay y prácticamente todos los otros países de AL (¿será Venezuela una excepción?), las Fuerzas Armadas han perdido mucho poder en los últimos 25 años y ya no son alternativa en situaciones de vacío de poder. Sí, las divisiones internas persisten y ahora pueden producirse cambios «pacíficos» de poder sin elecciones (casos Argentina 2001-02, Brasil 2015), pero la profundización de esas divisiones no auguran nada bueno en cuanto al grado de violencia que podría generarse. Sí, cualquier académico razonable que pretenda hablar de AL tiene que prestar especial atención a la dinámica de esas divisiones.

    Yo también se poco sobre Turquía pero lo poco que se me dice que nada tiene que ver con España en los años 30 y por eso la referencia a los 80 años de la Guerra Civil me parece «desafortunada».

    • jetkom dice:

      El uso que haces de la palabra genocida en cambio si es muy prudente. No me sorprende viniendo de alguien tan quisquilloso como tú, siempre exigiendo precisión y tal.

      • EB dice:

        Sí, la precisión exige calificar a Fidel por lo que ha sido. Ya en los años 60 cuando la izquierda europea celebraba el paredón y todo lo demás, algunos no tuvimos dudas sobre de qué se trataba. Espero que usted no sea uno de los millones de hipócritas que se disfraza del Che sin tener idea de quién fue.

        • jetkom dice:

          No, yo soy uno de los que se ha leído el Art. 2 de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.

          • EB dice:

            Yo uso la definición de la RAE

            genocidio.
            Del gr. γένος génos ‘estirpe’ y -cidio.

            1. m. Exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad. U. t. en sent. fig.

            Real Academia Española © Todos los derechos reservados

        • Epicureo dice:

          Esta es su precisión: cuando un general mata mucha gente, y es…
          – De izquierdas: ¡genocidaaa!
          – De derechas: había que llenar un vacío de poder

          • EB dice:

            Mezcla peras y papas. Lo que yo he dicho sobre los generales vale tanto para generales de derecha y de izquierda y de ninguna manera es una justificación sobre los crímenes cometidos por ellos, cualquiera sea la calificación legal que se de a esos crímenes. Lo que yo he dicho sobre Fidel sólo apunta primero a que los grandes quiebres en la historia de AL son fruto de revoluciones y no de golpes de estado y segundo a que se sigue destacando a los generales y se prefiere ignorar a Fidel (sí, el único genocida de postguerra en AL y que sigue en el poder con la aprobación de la izquierda europea).

            • Estilpon dice:

              Fantástico: critico al articulista porque admite no saber mucho de Turquía (que seguro que sabe bastante, es una forma elegante de decir que no se es un experto), para acto seguido meter a las dictaduras latinoamericanos, su larga experiencia y a la dictadura comunista cubana, admitiendo también que ni fu de Turquía, pero lo meto por el medio que tengo que salir en los comentarios…

              Y que la izquierda europea apruebe a Fidel,supongo que depende de en qué izquierda esté pensando ustde.

  2. Julian Colomer dice:

    Pues no me parece mucho más prudente largar -como dice el propio EB-una crítica extemporánea a este interesante artículo… basándose en experiencias de lo que el autor denomina América Latina (término, por cierto, inventado por Napoleón III, que me parece muy inadecuado). Algo me hace pensar que, en realidad, lo que EB quiere criticar es otra cosa, que no tiene nada que ver con el ejército en Turquía, sobre el que el autor del artículo hace sugerencias muy interesantes. Es lo que vulgarmente se conoce como una meada fuera del tiesto.

    • EB dice:

      Si el autor se hubiera centrado en Turquía, usted tendría razón. Pero el autor plantea una larga introducción sobre el papel desestabilizador de las Fuerzas Armadas en varios países y entonces sí conviene precisar que hay ideas alternativas a esa.

  3. M. Oquendo dice:

    En referencia al texto citado de North, Wallis & Weingast mencionar que, junto a su homólogo de Acemoglu y Robinson, es susceptible de lecturas alternativas por expreso diseño de sus autores conscientes de la naturaleza del sistema de poder que oficialmente deben ensalzar y promocionar.

    En libro de Acemoglu –nacido en Constantinopla, hoy en Turquía por dejación abyecta de la Europa laicista y tratando de borrar sus raíces cristianas– es fácil ver que Occidente se ha convertido en una inmensa finca Extractiva que comienza a darse de bruces con la pared.
    El por qué tiene mucha miga.

    En el libro de North sucede lo mismo y se llega a la constatación de que es un hecho histórico que en las raíces del progreso del cual vanamente presumimos se encuentra la aplicación de la innovación tecnológica a la escala……….militar para la expansión imperial del XVIII, XIX, XX y XXI.
    USA, por ejemplo, lleva algo así como una doscientas y pico guerras en menos de 250 años.

    Sumémosle nuestra notoria candidez para aceptar métricas falsas para medir la riqueza (de lo que ya nos avisó su creador Simon Kuznets en el año 1942) y el cuadro que se configura es para hacérnoslo ver.

    Por cierto, Turquía moderna es resultado de los trabajos de Kemal Ataturk. Padre (Ata, casi como el Aita nuestro de cada día) de los Turcos. Un Militar. Bueno, otro.

    Así que…. ojito con sacar pecho a destiempo.

    El caso es que tenemos dentro de la OTAN al Sultán del Nuevo Imperio Islámico que busca recrear el Viejo Imperio Otomano a las puertas de Viena y con un arsenal de Bombas Atómicas (entre 60 y 90) en la base conjunta de Incirlik que estuvo un día sin luz eléctrica y en manos de la policía de Erdogan tras un extraño golpe que permite al sátrapa del Islamismo, al día siguiente, sacar listas de miles y miles de candidatos a la depuración incluyendo 145 magistrados del Tribunal Supremo.

    La academia, va a tener que mojarse más.

    Saludos y buenos días.

    • Lluís dice:

      «nacido en Constantinopla, hoy en Turquía por dejación abyecta de la Europa laicista y tratando de borrar sus raíces cristianas».

      Agradecería algo de explicación de esta parte. Creo que si Constantinopla se convirtió en Istanbul, fue más por la voluntad del obispo de Roma de cargarse la competencia y de los venecianos por sus intereses económicos, a parte de los errores propios de los locales, que los hubo, y bastantes.

      Cuando vinieron los lloros y lamentaciones por la caída de Constantinopla, poco se podía ya hacer, y sus responsables en occidente sufrieron las consecuencias de sus actos.

      • M. Oquendo dice:

        Naturalmente, Lluis. Muy de acuerdo.

        Es bien sabido que Constantino advirtió a todo occidente, –sin ser escuchado–, del peligro que para ellos (para todos nosotros ) representaba la expansión turca.
        Escribió cartas y más cartas a los gobernantes occidentales, que eran su única y vana esperanza de ayuda.

        Pero éstos y el Papado del siglo XV (y posteriores) estaban demasiado ocupados en pelear entre sí y en disputarse espacios de poder para lograr entender los mensajes que el emperador enviaba.

        Hoy nos sucede lo mismo pero agravado porque lo hacemos bajo un imperio lejano que nos tiene por periferia sobre la que construir sus bases de ataque.

        Pero esto no debe hacernos caer en el extraño olvido que sobre Bizancio y el Imperio romano de Oriente se impone culturalmente en los países de la UE.

        Roma sobrevivió mil años más en el Este de lo que fue capaz de hacerlo en Italia.
        Su heredera actual es Rusia via el Rus de Kiev. Lenta peregrinación al norte tras la caída de Constantinopla. Por algo los últimos zares eran………..Romanov.

        Historia esta, de la cual nos empeñamos en establecer distancias mientras baboseamos delante del sultán pidiéndole que sea bueno.

        No tenemos memoria porque no podemos mirarnos al espejo y parece que preferimos seguir pensando con aquel proverbial trasero.

        Saludos

    • Julian Colomer dice:

      ¿La Europa devota que no hace dejación abyecta de sus raíces cristianas (¿?) es ésta que rechaza a los refugiados y fomenta la xenofobia?

  4. EB dice:

    Hola Manu,

    Sí, la academia tendría que mojarse mucho más. Pero lo hará en la dirección equivocada, en particular la academia «top» de EEUU que es la única importante en ciencias sociales (en el resto de la academia de EEUU y el resto del mundo, sólo hay «contribuciones» individuales). Los intentos de síntesis en el análisis de la sociedad siguen fracasando primero porque todavía hemos avanzado poco en entender (a) nuestra humanidad a nivel individual base de toda teoría de la sociedad y (b) la complejidad de las interacciones sociales. Segundo, porque ese avance ha sido en particular insuficiente para entender la historia de nuestra evolución social, historia que es la evidencia relevante para cualquier teoría de la sociedad pero que como toda evidencia debe ser fiable y no lo es porque los «historiadores» están más interesados en servir otros intereses (por ejemplo, recuerde lo que pasa con la «historia» del país vasco). Tercero, porque la urgencia es mala para el avance de la ciencia y entonces se toman atajos para «agregar» sujetos y objetos arbitrariamente y sacar conclusiones a partir de «agregados» arbitrarios (por ejemplo, en economía hace mucho que se postuló que la «agregación» supone sustitución perfecta, postulado ignorado por la gran mayoría de economistas porque de lo contrario poco o nada se podría decir –el caso más claro es lo que sucede con las cuentas nacionales en que se basa la macroeconomía). También se toman atajos para evitar la historia como evidencia última y así se prefiere trabajar con experimentos como evidencia primera a pesar de sus limitaciones.

    • EB dice:

      Hola Manu 2,

      Le recomiendo leer estos dos posts

      http://qz.com/621994/trust-and-crime/

      http://nadaesgratis.es/pedro-rey-biel/los-economistas-de-la-cara-que-no-la-cara-de-los-economistas

      que a mi juicio ejemplifican lo dicho antes sobre la academia. Los dos posts se refieren a la confianza. En el primero, la autora AS explica cómo la tecnología cambia los negocios y en particular los negocios en donde la confianza parece ser muy importante para las transacciones. En el segundo, el profesor español PRB revisa una serie de papers académicos que en principio se refieren a cómo los gestos podrían «revelar» disposición a confiar entre las partes (de igual manera que los precios «revelan» disposición a transar entre las partes). AS intenta poner en un contexto histórico su explicación de los efectos de la tecnología aunque claramente sabe que está especulando y no desarrollando y menos probando una teoría –algo que muchas veces hacemos pero que no profundizamos porque requeriría un esfuerzo grande incluso por parte de científicos.

      PRB cuenta lo que los autores de los papers hicieron sin cuestionarlo (peor está claro que lo aprueba), esto es, «experimentos» que nada tienen que ver con situaciones reales y como se limita a papers presentados en una reunión pronto nos damos cuenta que lo importante son los gestos y no lo que los gestos estarían «revelando», o dicho de otra manera los autores de los papers han estado especulando sobre la información (si alguna) que los gestos comunican a la otra parte (de igual manera, en teoría económica suponemos que los precios demandados u ofrecidos comunican información a la otra parte). Por supuesto, pensar que los gestos pueden ser tratados en el análisis como si fueran precios es equivocado porque los gestos están sujetos a la subjetividad y la interpretación de ambas partes. Los gestos no son mensajes claros ni nunca lo serán y por lo tanto la información que puedan transmitir nunca será fiable.

      Cuando digo que la academia tomará la dirección equivocada me refiero a que seguirán el camino de los papers revisados por PRB en su post y no el largo camino que queda por delante para profundizar en las observaciones que AS hace en su post.

      • M. Oquendo dice:

        Muchas gracias, EB.
        Su primer comentario –que cito parcialmente abajo–me parece fundamental y difícil de trabajar con seriedad desde una academia que depende del sistema hasta para ser contratada y despedida.

        El texto comienza recordando que: «Los intentos de síntesis en el análisis de la sociedad siguen fracasando primero porque todavía hemos avanzado poco en entender (a) nuestra humanidad a nivel individual base de toda teoría de la sociedad y (b) la complejidad de las interacciones sociales».

        En otras palabras: Sin un sujeto histórico correctamente definido y un horizonte compartido malamente vamos a poder crear nada consistente.

        Esta es parte de la labor para sacar la cabeza del lodazal moral en el cual se ahoga el sistema que lo genera.

        El resultado lo vemos en Turquía: Nuestro principal aliado en la OTAN (¿?) está en posesión física de las entre 60 y 90 bombas nucleares de la base de Incirlik.

        Vamos servidos. Todo occidente clama ya por su expulsión. Que reconstruya sola su imperio otomano.

        La hipótesis de Occam de que vamos de la mano de Incompetentes inmorales es, evidentemente, la más sencilla y la más probable.

        Un saludo cordial

  5. Durruti77 dice:

    Para mí, lo más interesante del caso turco es la comparación con nuestra milicia: allí el ejército es considerado el guardián del laicismo y la modernidad. Echo en falta alguien que me lo explique.
    Por otra parte, me resultan muy amenos estos comentarios que hablan no de ambición (no por Dios, nosotros servimos a la Patria), sino de «aprovechar el vacío de poder». Vivan los eufemismos, lo políticamente correcto y la neolingua a tope!
    Y después de la largada contra Fidel y el Che, ni una ligera mención a los aficionados argentinos al vuelo libre (léase Junta Militar Argentina) ni al Augusto Salvador de Chile, que supo hacerse un vacío a su medida con unas cuantas bombas…

    • EB dice:

      Lamento su profunda ignorancia sobre la historia de AL, en particular de Argentina y Chile, y sobre las consecuencias de profundas divisiones sociales, en particular los vacíos de poder que se generan. No le quepa duda que lo que pasó en Argentina y Chile en los años 70 fue en gran medida resultado de la intervención de Fidel en AL (luego de sacrificar al Che en un intento grotesco de revolución armada en 1966-7, lo intentó a través de grupos revolucionarios locales e incluso de intervención personal –lea http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-128017.html ).

      • Julian Colomer dice:

        Si usted cree que la culpa del golpe de Pinochet la tuvo Fidel Castro a lo mejor es porque su sabiduría no es tan grande como usted cree y confunde ciencia con fanatismo. Que podría ser

        • EB dice:

          Si usted no sabe leer, difícilmente pueda entender lo que uno dice. Peor, usted habla de culpa cuando no corresponde. Estamos hablando de fenómenos sociales en que distintas fuerzas condicionan los resultados observados y si alguien cree que la intervención de Fidel en Chile y otros países de AL no fue una de esas fuerzas entonces no hay nada que hablar. Que yo diga que en gran medida fue resultado de esa intervención se lo podría argumentar con evidencia, empezando por el hecho de que Fidel estuvo 23 días haciendo campaña política en todo Chile durante 1971. Usted puede sacar una conclusión distinta pero yo ya llevo 43 años (desde que llegué a Chile por primera vez en enero 1973 como profesor universitario) hablando del tema con gente muy diversa dentro y fuera de Chile, y cualquiera sea la importancia que uno asigne a otras fuerzas, con el paso del tiempo he podido confirmar la importancia de la intervención de Fidel (además de mi larga experiencia en Chile, tengo una larga experiencia con la política de mi país natal, Argentina, que se remonta a los años 50–eso sin olvidar mis experiencias en otros países, incluyendo China, en los años 80 y 90). Para mi trabajo profesional siempre ha sido importante intentar entender la política, lo que no me convierte en un politólogo pero si en alguien que cree haber aprendido algo.

    • EB dice:

      Durruti77

      En todo caso su ignorancia sobre la historia de AL es comparable a la ignorancia de Roger sobre la historia de EEUU. Por suerte, usted no escribe posts sobre AL.

  6. EB dice:

    En todo caso no dejar de causar risa que este blog sobre política poco tenga que decir sobre lo que ocurre en España (aunque uno agradezca que Roger escriba muy de vez en cuando sus diatribas contra Trump, algo que quizás tenga que ver con toda la podredumbre de su Hillary). Ojalá los editores pronto vuelvan a colgar posts sobre España que siempre ha sido una fuente de inspiración para quienes queremos entender las limitaciones de la humanidad.

  7. EB dice:

    Recién leo esta columna de Dani Rodrik publicada el domingo pasado

    https://www.project-syndicate.org/commentary/turkey-coup-erosion-of-law-by-dani-rodrik-2016-07?referrer=/vqCaoCTCtf

    sobre el golpe en Turquía. Dani es turco pero residente en EEUU por mucho tiempo (profesor economía en Harvard) y si recuerdo bien años atrás su suegro fue perseguido por Erdogan. Lo interesante de la columna de Dani es que sigue la teoría de Gordon Tullock sobre golpes de estado en regímenes autoritarios, esto es, que los autócratas están siempre limitados por la competencia de colaboradores y cómplices aparentemente muy leales (en AL, la referencia a los golpes de estado por generales es en regímenes democráticos por deficientes que sean y por lo tanto no se aplica la teoría de Gordon). Sólo quiénes conocen las luchas internas por el poder pueden argumentar la aplicación de la teoría de Tullock a casos concretos (por ejemplo, en Argentina durante el gobierno del general Onganía se generó una gran lucha interna entre generales que llevaría al cambio de Onganía por otro general, algo muy distinto de lo ocurrido en 1966 cuando las Fuerzas Armadas derrocaron al presidente Illia y pusieron a Onganía en la presidencia).

    Algunos cuestionarán de que no hay una línea clara que divida gobiernos democráticos y gobiernos autoritarios nacidos democráticamente, pero en todo gran evento social las líneas claras no existen.

  8. kindermatik dice:

    La historia de Turquía (e incluso antes del imperio Otomano) es la de luchas entre grupos de poder y ahora no es diferente. Ejército y clases medias ilustradas, grupos de izquierda con raíces nacionalistas, clases del medio rural suníes emigradas o no a las grandes ciudades, nacionalistas suníes, alevíes, cristianos y judíos, armenios…

    Lo interesante del caso de Erdogan es como ha sido capaz de crear un movimiento caudillista que ha ido cambiando a lo largo de los años su base de apoyo y sin embargo él se mantiene en el mismo sitio. En década y media ha sido uno de los principales impulsores de acercamiento de Turquía a la UE, se ha cargado el ejército un par de veces al ejército, ha generado una nueva élite económica (los tigres de Anatolia) y se los ha cargado, ha encumbrado a los gulenistas y luego los ha demonizado, ha defendido una mayor integración de Turquía en occidente y luego ha sido el mayor defensor de los hermanos musulmanes…

    Si alguien quiere ver una visión de la Turquía un tanto diferente http://belgin.akaltan.com/

  9. navarta dice:

    Y este tal EB y sus palmeros pq no crean un blog propio donde demostrar lo mucho q saben, para martitio de izquierdistas.

  10. Carlos Rodriguez dice:

    Muchas gracias al profesor LaParra por su post. Desde mi posición totalmente amateur sin formación académica en Ciencias Sociales aprendo mucho de estas lecturas.
    Turquía está jugando un papel fundamental en el mayor problema actual de la UE , la crisis de refugiados y la lucha contra Isis. Tras el golpe fallido el ejército turco será otro resorte más en manos de Erdogan.

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