La pérdida de casi un millón de votos en un contexto que parecía muy propicio ha hecho de los resultados de la coalición Unidos Podemos, uno de los elementos más comentados y analizados del escenario post 26J. Son muchos los que han intentado responder a la pregunta sobre dónde han ido a parar los 924.197 votos que habían votado a Podemos o Izquierda Unida en diciembre y que parecen no haber repetido en junio.
Teniendo en cuenta que las encuestas han sido incapaces de predecir esta caída y sin datos post-electorales, es lógico que la mayoría de estos análisis se hayan basado en los resultados del 26 de junio (aquí o aquí). Sin embargo, estos datos presentan los problemas típicos de los datos agregados, pues no nos permiten conocer exactamente qué perfil tenían estos votantes al detalle y nos hacen incurrir fácilmente en problemas de falacia ecológica (deducir conclusiones individuales de datos que no lo son). Parece interesante pues, analizar el fenómeno también con datos de las encuestas pre-electorales para ver si estos nos ayudan a entender mejor el perfil de los votantes que dejaron de votar a la confluencia el 26 de junio.
Para hacerlo, utilizamos el estudio pre-electoral del CIS. Como estamos interesados en el estudio de la lealtad de voto, hemos restringido la muestra a los entrevistados que declararon haber votado a Podemos o a Izquierda Unida en diciembre (esto excluye, por tanto, a los votantes de Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia donde Podemos e IU se presentaron bajo las llamadas confluencias). Con estos datos hemos desarrollado un modelo que pretende explicar la probabilidad de que estos votantes fueran leales a la confluencia. A parte de las variables graficadas, el modelo también controla por el hecho de haber votado o no en las elecciones de 2011, género, situación laboral, nivel de estudios, tamaño del municipio y provincia.
El principal predictor de volver a votar o no a Unidos Podemos es la ideología, sobre todo la posición en el eje izquierda-derecha. Cuánto más centrados se situaban los ciudadanos, más probable era que declararan su intención de cambiar su voto en junio. Una hipótesis es que el acuerdo con IU hubiera producido cierto rechazo entre los votantes menos izquierdistas de Podemos. Aprovechando que el famoso pacto de los botellines entre Iglesias y Garzón se produjo durante el trabajo de campo de la encuesta hemos añadido al modelo una variable que mide si el entrevistado contestó antes o después del anuncio del pacto. A pesar de que debemos interpretar este resultado con cautela: las negociaciones previas entre IU y Podemos eran públicas de modo que el acuerdo no fue inesperado, el modelo muestra claramente que no hay efecto significativo de dicha variable ni de su interacción con la posición ideológica. Todo parece indicar que el votante moderado se fue por otras dinámicas como, por ejemplo, el rechazo de Podemos e IU al pacto de investidura entre el PSOE y C’s y no por la confluencia entre los dos actores.
Aunque el tamaño del efecto es mucho menor, las preferencias sobre el modelo territorial también parecen explicar una parte del descenso de lealtad. A pesar de que los votantes catalanes no están incluidos en el gráfico, también fuera de esta región, aquellos votantes partidarios de dar más autonomía a las CCAA o incluso de darles la capacidad de independizarse, se mostraban más partidarios de ser fieles a la coalición, que los partidarios de dejar las cosas como están o incluso recentralizar competencias.
Más allá de la ideología, la otra variable que predice la lealtad de los antiguos votantes a la confluencia es el interés por la política. Aquellos con mucho o bastante interés en ella, muestran una intención de repetir voto mucho mayor que los que tienen poco o, sobre todo, nada de interés en la política. Esto puede verse como evidencia de cierto proceso de desmovilización del electorado menos politizados en unas elecciones celebradas sólo seis meses después de las anteriores.
También encontramos diferencias entre los votantes que el 20D habían votado a IU y los que habían votado Podemos, con los primeros mostrando unos niveles de lealtad más baja. Este efecto no parece estar condicionado a si la encuesta se había hecho antes o después de formalizar el pacto. O bien los votantes de Izquierda Unida ya predecían que se iba a formar la coalición y, consecuentemente se mostraban ya reticentes a votar por IU des del principio. O bien, hay otros elementos que contribuyeron a la desmovilización del votante de Izquierda Unida de diciembre. Aunque nuevamente tenemos que ser cautelosos puesto que hemos considerado como votantes de Unidos Podemos a quienes siguen declarando su intención de votar a IU incluso después del acuerdo ya que el CIS dejaba que la respuesta fuera abierta.
El origen de los votantes antes de 2015 también parece explicar, hasta cierto punto, el nivel de lealtad que los encuestados muestran hacía la coalición. Así, aquellos que en 2011 habían votado al PSOE y en diciembre decidieron dejar de hacerlo para votar a Podemos o a IU, mostraban unos niveles de lealtad más bajos que los que venían de otros espacios. Una vez más, la oficialización del acuerdo de confluencia entre Podemos e IU no parece tener ningún efecto sobre esta variable, con lo que es poco probable que las pérdidas se deban al pacto. Es decir, es probable que esta desafección no se deba tanto a la confluencia como a otros elementos. Como, por ejemplo, las dinámicas de negociación entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez que habrían dejado en una posición incómoda a esta bolsa de votantes. El hecho de no haber votado en 2011, es decir de haber sido movilizado para las elecciones de diciembre, no tiene impacto sobre la probabilidad de repetir voto o no.
La variable socio-demográfica que mejor explica si los votantes de 2015 se mantenían o no fieles en mayo es la edad. Con aquellos más jóvenes mostrando niveles de lealtad a sus partidos mucho más altos que los mayores. Es probable que entre estos últimos hubiera cierto voto prestado que era más difícilmente fidelizable, en cambio entre los votantes jóvenes las formaciones podrían tener más facilidad para crear lazos duraderos. Una vez más, el efecto de la edad no parece verse afectado por el pacto entre las dos formaciones.
El resto de variables socio-demográficas no tienen demasiado efecto sobre la fidelidad. Existen ciertas variaciones como la menor fidelidad de estudiantes universitarios medios o ciudadanos con FP respecto a los universitarios superiores, o la diferencia entre los parados que no han trabajado y los que sí (con los últimos siendo menos fieles y los primeros más), pero son más bien pequeñas y puntuales. Tampoco el género parece explicar si los votantes eran o no fieles a su formación, ni siquiera en interacción con el acuerdo entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón. Algo que contradeciría la hipótesis de un descenso de la confluencia debido a la poca popularidad de Iglesias entre las mujeres.
En resumen, los datos del CIS parecen indicar que la caída de votantes que sufrió Unidos Podemos respeto a los resultados que IU y Podemos habían obtenido el 20D se debe sobre todo a una pérdida de los votantes de centro poco interesado en política. Unas pérdidas que, además, parecen deberse más a la actuación de la coalición en las negociaciones, que al pacto entre las dos formaciones ya que se dan incluso antes de formalizar el pacto. No parece haber existido ninguna desmovilización de los votantes más duros decepcionados por la moderación del mensaje o el pacto, son más bien los votantes que venían del PSOE y los centrados los que mostraban más propención a abandonar a la formación, al menos según los datos del estudio pre-electoral.
Evidentemente todos estos resultados deben leerse en forma de posibles hipótesis que expliquen la dinámica, en ningún caso como evidencia empírica de lo que acabó sucediendo. No sólo, estamos intentando predecir el comportamiento que tuvieron los votantes con datos recogidos un mes antes de la votación, además lo estamos haciendo con unos datos que no diferencian bien la intención de voto IU o Podemos por separado y a Unidos Podemos unidos en coalición. Una pregunta que no se pudo incluir porque el CIS la coalición se fraguó durante el trabajo de campo del estudio. Tendremos que esperar al estudio post-electoral para confirmar las hipótesis.
Todas estas elucubraciones, hipótesis, análisis, estudios y demás bobadas teóricas es pura charlatanería de mercachifle.
Vayan a lo puro y duro científico, axiomático e irrebatible: hagan una encuesta para saber por qué fallaron las encuestas.
O es irrebatible o es una encuesta. Las dos cosas a la vez no pueden ser.
Tampoco hay que darle tantas vueltas. El asunto era previsible, y de hecho ha ocurrido como lo predijo en su momento el propio Pablo Iglesias.
http://www.lasexta.com/noticias/nacional/pablo-iglesias-rompe-posibilidad-acuerdo-que-queden-bandera-roja_201506255724dc1f4beb28d44600e2d7.html
Y un año después ha ocurrido exactamente lo que predijo.
Pero es lo que hay. El hombre diseñó un partido que se moviera fuera d elos parámetros de la izquierda estandar, sin caer en la socialdemocracia ni en las modernas versiones llenas de colorines del PC, picando elementos de aquí y de allá, del anarquismo e incluso del anarcocapitalismo, todo muy bien pensado… y la ortodoxia comeflores se le chó encima como en la escena de los Monty Python y el disidente.
Al final han terminado siendo Izquerda Unida 2.0 y es la idea que ha calado entre los votantes. Y ya no hay vuelta atrás.
Así que probablemente Iglesias ya ha asumido que en España lo que se lleva es seguir la corriente y la izquierda no es excepción. Podemos irá cayendo por cuestión del voto útil y seguramente acabe fagocitando a IU y convirtiéndose en la tradicional tercera fuerza en España. A estas alturas probablemente ya habrá asumido que nunca será presidente y que que narices, que de parlamentario se vive muy bien y que si la izquierda tiene vocación de perder, pues que les den por culo y mejor perder con sueldo y pensión de parlamentario.
Francamente que todavía se intente explicar cambios en resultados de elecciones políticas en base a la ideología me causa risa. Sí, ya se que los politólogos y los filósofos han escrito millones de documentos sobre la ideología y su importancia, pero poco o nada aportan para entender la política como fenómeno humano (ni siquiera las grandes revoluciones se pueden explicar por las excusas «ideológicas» dadas por los líderes revolucionarios para demoler el «orden viejo» y asaltar el poder para beneficio propio). Quizás la comparación del 20D y el 26J podría servir para analizar hipótesis alternativas pero bien sabemos que cualquier hipótesis seria requiere datos e información que no disponemos. En todo caso, el hecho esencial entre ambas elecciones es el mayor (no necesariamente mejor) conocimiento que los electores han tenido de los «nuevos» políticos –y como sucede tantas veces en que creemos conocer más a los otros, nos damos cuenta lo equivocado que estábamos, en particular sobre su integridad, y el error que cometimos en haber confiado en ellos.
La pérdida de votos de Podemos hay que verla en el contexto de una desmovilización general de los votantes de izquierda.
En mi opinión, el voto en contra de Podemos a la investidura de Pedro Sánchez hizo imposible venderle al electorado que ambos partidos podrían conformar un gobierno de izquierdas después de la repetición electoral. Quizás su abstención no hubiera bastado para hacer presidente a Sánchez, pero en ese caso habrían ido a las elecciones sin haber quemado todos los puentes.
A esta desmovilización de la izquierda hay que sumar una fuerte movilización de la derecha, provocada por la inestabilidad política y el temor que inspira Podemos entre todos aquellos que quedarían fuera de su «nueva España que ya viene»: la estrategia populista falla cuando dejas a más gente fuera del «pueblo» que dentro.
No se si peco de tirar de estereotipos, pero un fin de semana de San Juan, con un tiempo excelente para ir a la playa, quizás desmovilizara mas a los jóvenes y por tanto afectara a UP.
Lo que si es digno de estudio son los casi 700.000 votos de más que tuvo el PP.
Probablemente no fueron votos a favor del PP, sino contra Podemos, que según las encuestas iban a arrasar y amenazaba con poner el pié (o la rueda, según de quien hablemos) en La Monclea, un voto que se puede describir como «virgencita virgencita que me quede como estoy».
No tiene ningún misterio: PP y Ciudadanos sumaron el 26J aproximadamente los mismos votos que recibió el PP en 2011.
«muchas gracias Podemos por regalarnos otra legislatura». Este debería ser el nuevo lema de Rajoy.
Yo no creo que las encuestas hayan fallado. Simplemente Mundo Pablemos es un tinglado del sistema y le han hecho la cama, porque ya ha dado de sí todo lo que tenía que dar. Por descontado que el fraude deliberado demoscópico ha tenido como propósito principal devolver electorado peperro al redil, que es dudoso que se mantenga en unas hipotéticas terceras elecciones.
El padre Pablo es un vendido y sabe perfectamente qué está haciendo. Él se ha reunido con los mandarines y hasta ha sido convocado a la embajada USA, el niño Cagajón y el otro subnormal amortizado son meros polichinelas. Es el padre Pablo como autócrata el que ha purgado lo que había que purgar.
España siempre ha sido muy mansita para el magma otánico. No vamos a comparar con la vecina Francia porque no hay tal comparación.
La misión de Mundo Pablemos ha sido:
1. abortar el momento de la ventana de cambio del 15M, cosa cumplida. Es ventana de oportunidad se ha perdido para siempre. Lo han hecho deliberadamente. Ahora queda por saber si el declive electoral de los farsantes es en curva pronunciada o abrupta, porque me temo que al cardenalato no le quedan más conejos en la chistera.
2. Cargarse cualquier alternativa mínimamente organizada antieuro y anti UE por la izquierda, esto también hecho.
3. Cargarse los nacionalismos de izquierdas no españolistas y desactivar los separatismos. El resultado es dudoso y en el caso catalán está por ver si alcanza a victoria pírrica.
4. Forzar al PSOE a tomar un rumbo prisionero. En esto también han fracasado estrepitosamente.
Todo lo cual apunta a que los únicos que pueden facilitar la investidura de Rajoy, amortizados como están, son ellos.
Tienes una erratilla: se dice «propensión».
No me queda muy claro el resultado del estudio ni los motivos de esta selección de variables ad hoc. En cualquier caso, el estudio no explica la enormemente significativa concentración de la abstención en UP, más notoria en grandes poblaciones. Para otras teorías sobre este particular, escúchense los últimos tres podcasts de El Vórtice radio.
Podemos y C’s son en muy buena medida productos del sistema mediático que a su vez está en manos de esa asociación que se conoce como «Casta» y que incluye intereses locales (instrumentales) y foráneos importantes.
De hecho nuestras dos principales cabeceras escritas, –una de ellas con la mayor radio privada de España (hoy discretamente en venta)– tienen como accionistas principales, entidades financieras norteamericanas, empresas italianas y algún gran banco español.
Este grupo de intereses (a mi modo de ver legítimos y muy reales) se ha dado cuenta de que algunos de sus miembros más relevantes cometieron aciertos y algunos errores de juicio cuestionables al planificar y ejecutar esta operación.
Estas personas han comenzado a pasar a un prudente segundo plano y se están corrigiendo los errores del excesivamente benévolo apoyo mediático que Podemos y C’s han recibido durante casi tres años.
Entre esto y que la gente ya ha visto bastante del bajo nivel de capacitación para el cargo de las alternativas a Rajoy los resultados son los esperados por cualquiera que se pare a pensar.
Queda por ver qué se pidió realmente a los encuestadores porque lo que han dicho ni tenía ni tiene sentido-
1. Rajoy, por fuerza, tenía que subir entre 10 y 18 diputados.
2. Podemos no podía subir más de la mano de IU. Todos conocemos gente no de izquierdas, ilusionada y demasiado crédula que les apoyaba. La unión con IU fue la gota de agua para estos votantes.
Por otro lado mucha gente ha caído en la Cuenta de que Rajoy no es querido por dicha «Casta» con lo cual le ha venido Dios a ver. Si vuelve a haber elecciones subirá más porque aún queda mucho ex votante que se ha quedado en casa.
Estas cosas no salen en las encuestas porque hay segmentos de la población que nunca entran en una muestra (son «inasequibles») o que mienten por sistema.
Con esta lógica conozco a cuatro ganadores de porras previas al recuento de voto.
Saludos
Pues yo lo veo de otra manera…
Creo que simplemente no han entendido la diferencia entre rojo y progre…
http://www.remaycalla.com/sociedad/pablo-iglesias-deberia-entender-la-diferencia-entre-un-rojo-y-un-progre/
La entienden perfectamente. Como que ellos son progres. Lo que se llama progre en realidad es un tío dederechas que le importa un cojón un golpe de estado y un baño de sangre con tal de echarle gasolina a su coche. Y las cosas son más complejas que eso, porque hay progres en bici y rojos con Cayennes.
Un nazi y un fascista son lo mismo. Lo que será distinto será un italiano y un alemán.
La OPA hostial de Mundo Pablemos no ha tenido ningún efecto en el batacazo. Es más, Mundo Pablemos ha ido a buscar votos disciplinados porque ya esperaban el batacazo. De presentarse por separado el tortazo, que sería mucho más sangrante en escaños, sería para el padre Pablo, además en Hispanistán profundo.
El harakiri se lo hicieron ellos con su lengua bífida y su travestismo para consumidores de pizza, con la guinda final de darle oxígeno a Rajoy. Era lo que tenían que hacer y lo han hecho. Mejor neutralizar a IU que dejarla repuntar en un batacazo del partido Mesiánico.
Otro problema mayor han sido los insultos a los Falangitos. El electorado de derechas se ha tomado a coña que dos partidos «regeneradores» se despellejen mutuamente confirmando que sólo son muletas desechables y como tales se ven, consciente e incoscientemente.
Lo de «rojo» y «progre» además es mucho pedir al elector medio hispanistano.
El tipo tiene razón, excepto en el último párrafo.
Pablo Iglesias espabiló hace tiempo. El tipo es cualquier cosa menos idiota. Pero por negarse a transigir con IU le han tenido sometido a fuego amigo durante meses. Y uno puede sobrevivir a la andanada diaria de los medios políticos opuestos, pero es muy jodido hacerlo cuando te atacan tanto los otros como los tuyos.
Así que al final ha pasado por el aro para poder seguir a la cabeza de Podemos. Mejor ser jefe de un partido de la oposición que ser el tipo al que echaron del partido. Se ha unido con IU precisamente porque es espabiliado, y ha llegado a la conclusión que prefiere perder pero seguir de jefe que quedarse fuera.
Yo soy uno de los votantes que no repetí voto a Podemos,alarmada por el posible SORPASO.
No quiero que el PSOE desaparezca,como casi anunciaban las encuestas.
Quiero que sigan fuertes tres partidos,ciudadanos como derecha democrática, PSOE ,partido sólido que puede ser mejorado y Podemos,imprescindible movilizador junto a Unidos Podemos.
Quizád la desafección pueda deberse a la expulsión masiva de militantes de IU en Madrid, y apartar a miles de cuadros medios dr la estrucutura de IU en todo el Estado, edto unido a las políticas erráticas de Podemos e IU en su modelo de estado y que todo lo han fiado a las redes sociales y a una desmovilización en la callr desde la aparición dr Podemos., por no hablar fe la crisis de liderazgo en el PCE con dinosaurios como Centella y compañía.
Esto, quien mejor nos lo puede aclarar es Mr. X
Un saludo.
O no. Porque la verdad, las previsiones que hizo, pues en fin… según creo recordar.
Un saludo.
Echo de menos en el artículo darse cuenta de los resultados del País Vasco. Junto con Navarra y Cataluña son los únicos sitios donde mejoró el resultado Podemos.
Nadie fue engañado en estas elecciones pensando en que podemos no apoyaba un referéndum en Cataluña, ya se dijo claramente antes de las elecciones de 2015.
Pero si creo que a mucho votante reformista no nacionalista le ha dolido que ese referéndum fuera una línea roja para sabotear un acuerdo de gobierno con Cs y PSOE por encima de otros temas que los votantes habrían preferido que estuvieran por encima del Derecho de autodeterminación.
Es decir, acertaría Politikon en señalar a las negociaciones como causa del desafecto, y debería investigar si concretamente este tema fue el que más desafección causó.
En Catalunya la franquicia de Hada Colacau pasó de 930.000 votos a 848.000, 82.000 votos menos, es por tanto un batacazo similar al de otros lados, en la CAV si subió en votos, pero PP y PSOE también, y en la CFN igual. Yo le recomendaría que le echase un ojo a las hemerotecas del grupo Godó y Zeta para el primer caso y el grupo Correo-Bozento (la falta de hortcultura es aposta) para el segundo. Recuerde que no se mantienen en pie modelos de negocio que son la ruina de Palmira si no sirviesen, y bien, para algo.
Creo que para analizar las causas habría que empezar estableciendo que parte de la pérdida corresponde a votantes de Podemos en diciembre y que parte a votantes de Unidad Popular. He intentado hacer un modelo simple, un ajuste lineal de los votos de Unidos Podemos con los de Podemos y los de UP en 2015 por comunidades autónomas (sin incluir Baleares en que MES tuvo en diciembre el triple de votos que UP) y el resultado es una fidelidad de los votantes Podemos de entre el 88 y el 92% y del de UP de entre el 27 y 46%(con intervalos de dos desviaciones en ambos casos). Los errores relativos sólo superan el 10% en Euskadi y Navarra, en que el modelo subestima el resultado y en Canarias en que lo sobrestima(en Ceuta y Melilla también pero los valores son tan pequeños que no cuestionan el resultado).En el primer caso se puede explicar por la emigración a Podemos del sector menos abertzale del voto Bildu. En el caso canario no le veo explicación (bien es verdad que no sé mucho de la escena política canaria).En fin la conclusión sería que el bloque Podemos-En Comú-Marea habría perdido unos 480000votos, Unidad Popular unos 580000 y MES unos 20000(pero éste es un resultado deducido del modelo, aplicando los correspondientes coeficientes de fidelidad a los votantes baleares de Podemos y UP de diciembre). La casi nula e incluso levemente positiva correlación entre la variación del PSOE y las pérdidas de Unidos Podemos avalan la idea de que tal voto ha ido casi íntegro a la abstención. Hubiera explicado así más de la mitad del aumento de la abstención. No sé que fiabilidad tendrá el esquema(que a modelo ya se que no llega), pero creo que en cualquier caso cualquier análisis del fenómeno debe empezar, creo, por repartir las deserciones. Porque no se puede comportar igual un electorado «nuevo», que todavía no ha creado un vínculo de fidelidad con su voto, que el de diciembre de UP, que , estoy convencido, era gente que habían votado IU desde que pudieron votar. Por ello me gustaría leer alguna estimación seria de la distribución de las pérdidas. Me gustaría sólo aclarar que no creo en ninguna de las teorías conspirativas que han circulado sobre la influencia del sector identitario de IU en la baja fidelidad del voto UP. Es más tengo la sensación deque la deserción ha sido mayor en el votante anónimo que entre afiliados o gente que tiene cierto contacto con la estructura de dicha organización. Perdón por alargarme tanto.
Andrés, creo que tu modelo primero tendría que mirar en qué franjas de edades se ha incrementado la abstención, y no usar ensayo-error par encajar con calzador. Creo, hasta que los datos lo confirmen (o lo refuten) que la abstención se ha disparado entre la gente joven, menores de 35 años, y eso implica sangría de Pablemos, no de IU. Además los resultados del PSOE no son lineales, en Madrid sube mucho y no es realista plantearse que IU se pase de semejante manera a Ken, o en Galicia sube lo bastante para sorpassar al propio Mundo Pablemos (seguramente con votos BNG).
Insisto que la alianza era un seguro del padre Pablo por si se desfalcaban, cosa que así ha sido. Si no hubieran ido juntos, sería Pablemos el que tendría una hemorragia brutal de escaños, el PSOE alguno más y el PP todavía más, con IU sacando alrededor de 5.
Están intentando dar la imagen de que el votante es abstencionista por el pacto, pero no es así. Es Pablemos el que está en caída libre.
Perdón: en el comienzo del texto donde dice «que parte» debería poner «qué parte».
Los votos son de los electores, no de los partidos.
Por tanto, los partidos no los pueden perder.
Fin de la cita.
Pues no, los votos son de los partidos, es como el dinero cuando lo mete en un banco, o lo invierte en algo, o compra algo, algo más complicadillo de lo que parece (en el banco el dinero será suyo, p.ej., pero usted por ley autoriza al banco a mangonearlo como le da la gana -dentro de la ley- y si el banco se va al pedo, ya sabe lo que pasa). Pasa que naturalmente, los partidos los ganan y los pierden, pero son su «propiedad» que para eso esto es una democracia REPRESENTATIVA.
Cada propuesta electoral tiene su correspondiente respaldo, y para eso se le contabilizan los votos como suyos. Parece que mucha gente no entiende bien esto. Así se firman cheques como se firman.
De acuerdo: son del partido.
Un matiz: hasta que vuelva a haber sufragio.
Yo los entiendo como un préstamo que le hacen los electores a los partidos.
Si son de los partidos, ¿puede aparecer UPyD por las Cortes con «sus» votos (de 2011)?
¿Se refiere a mí en concreto cuando dice «Parece que mucha gente no entiende bien esto»?
Si es así, y responde a mi comentario, puede decírmelo en singular y no en masculino y en genérico.
Lo que yo entiendo es que cada cierto tiempo yo puedo ejercitar mi voto para representant@s que votarán lo que sea. Esos votos sí serán suyos por un plazo determinado
Que no les puedo obligar hasta que se anule aquello de «no estarán sujetos a mandato imperativo» (ni siquiera a su programa)
También entiendo que yo no voto a un candidat@ a presidencia sino a alguien de mi circunscripción.
Tampoco entiendo la palabra completa en mayúsculas, ¿qué función tiene en su mensaje, si es tan amable de explicar, para que pueda entender?
Gracias
Faltaría más.
Hay mucha gente que se da por aludida sin otro motivo que armar pollo. No sé si es su caso, yo siempre hablo genéricamente a no ser que explícitamente indique otra cosa, por tanto no puedo saber si usted entra en la categoría o no, usted sí. Lo que es un hecho que usted fácilmente puede comprobar (preguntando de forma aleatoria a sus conocidos) es que mucha gente se cree que el voto es suyo.
Intentaré explicarme mejor ahora: el sistema es representativo, por tanto usted delega en unos representantes un poder político para defender una serie de propuestas, obviamente con fecha de caducidad. Suele pasar que después esos representantes negocien con ellas sin consultarle a usted o que se las pasen por el arco del triunfo, hay toda clase de casos como usted sabe. Pero los votos son de ellos, pues entre otros a usted representan. Ese voto ha dejado de ser suyo hasta que toque renovarlo o sea usted consultado directamente sobre algún particular. Son legítimamente de ellos, y los hacen valer como muestra de su respaldo social.
Por descontado, no sólo representan a quienes votan, sino que dado un sesgo del sistema también representan a quienes no votan, estos últimos se distribuyen proporcionalmente (no necesariamente de forma alícuota) entre los partidos que obtienen representación.
Usted no vota a representantes (salvo que lo haga en Ceuta o Melilla) individuales, sino a una lista de estos, es decir, nuevamente usted vota a un partido. Obviamente el hecho de que ciertos individuos configuren una lista puede hacer que usted vote por ella o todo lo contrario, forma parte de la liturgia. No voy a entrar a discutir los desvaríos de la secta del sr. Trevijano, que obviamente en su puta vida ha oído hablar del Marqués de Condorcet.
No asumo ni admito el.anglicismo de que escribir en mayúsculas es sinónimo de gritar. Tal.cosa en castellano se indica y suele acompañarse de signos de admiración (varios incluso), lo cierto es que no hay tradición ortográfica de escribir usando mayúsculas (previa a internet), y yo particularente las uso para destacar, dado que no tengo a mi disposición ni cursiva, ni negrita, ni subrayado, tradiciones estas gráficas que si son corrientes (y que en inglés de la net se sustituyen por asteriscos, cosa que a veces tampoco están disponibles en todos los teclados). Para finalizar, comprobará usted que en España, en carteles al público, siempre ha sido.corriente resaltar alguna palabra poniéndola en mayúsculas y subrayándola, sobre todo si son manuscritos.
Gracias.
Creo que estamos de acuerdo en que durante una Legislatura tienen un margen enorme rayano en la carta blanca, pero que tras los cuatro años o seis meses en su caso, el voto es nuestro.
Yo no siento que deba el voto a nadie, y menos aún una explicación de por qué he cambiado de opción, caso de haberlo hecho.
Cualquier asunción contra eso, que es como interpreto las frases de «los partidos han perdido votos», me enerva, y me lleva a querer montar pollo.
Disculpa por no controlarlo.
Rayano no, tienen carta blanca. Directamente. El sistema es doble ciego en el sentido de que no es posible manipular las cosas fácilmente, pero esto es otra historia.
En realidad, el voto nunca es del votante, y eso en ningún caso. Un voto no es sino una elección, aunque en rigor si no es del votante obviamente tampoco es del partido. Se supone que el partido es la suma de todos sus votantes, que coinciden en esa elección. Tomado así, tiene cierta admisibilidad interpretar los votos como acciones de bolsa, que entiendo es lo que a usted le enerva.
En realidad, el problema es una falta de humildad y un exceso de soberbia por todas partes. No hablo de usted ni de mí, sino de la jerarquía social que impregna absolutamente todo, y de ella se deriva (erróneamente) que un partido está por encima de sus votantes, que es lo que inconscientemente se deja calar, cuando un partido SON sus votantes. De ahí que si el partido pierde apoyo electoral cabe decir que pierde votos, es decir, que concita menos adhesión a sus propuestas.
Las cosas son más complejas que todo esto, evidentemente.
Gracias a usted por el intercambio. No pasa nada, somos humanos, estamos hechos de emociones, muchas personas (vuelvo a hablar en genérico) no entienden esto. A mí particularmente me enerva la sarta de sandeces tecnológicas que tengo que aguantar a diario en los Mass Mierda (y soy de ciencias duras, durísimas), como la IA y chorradas por el estilo. La inteligencia es autoconsciencia, y emociones. La biología habla claro al respecto. Si quiere algún día montar un pollo con esto, suelte la bicha «teoría de la consciencia de Roger Penrose» y póngase cómodo. Verá ataques viscerales que dejan los de este blog en mariconadas de guardería.
Por la tangente:
Empecé el road to reality, y confieso quebme supera.
Exige matemáticas que en el COU de ciencias no dábamos.
Precisamente por esa carta blanca normalmente no voto (probablemente haciéndome perjuicio), y alguna vez lo he hecho por sentimentalismo (Labordeta), o contra, que en mi caso puedo decir que es desagradable.
Si me permite la queja, y le tomo por maestro armero, lo mas coherente es no haber nacido, después, suicidarse, después ser un heremita, y ya si te aviones a vivir en sociedad, al menos no usar ley del embudo con lo que te exiges y lo que exiges al resto. Finalmente, si no cumples eso (también siempre en genérico), reconocerlo al menos ante el espejo, si no ante los demás.
Quiero decir, que la política es una merdé no como excepción sino como casi todo lo que hacemos los humanos.
En fin, sigo con el fútbol (no solo de pan…)
lo que no me explico es por qué le has dao tanto pábulo al jilipollas ese de Turdy que, entre otras lindezas habla de «subnormales amortizados». para mi es un exhibicionismo ramplón y no me cabe la menor duda de que haya sido cargo de algun ayuntamiento por IU es que tiene todos los visos. Lavate la boca para hablar de mi idolo Echenique cerdo. Pero que mierdas de conjeturas sacas. Lo que es pablo Iglesias y su gente es mera vaentía, y lo del millón mero miedo que también tienen derecho a tenerlo- ala cascala que llegas tardy
Me llama la atención de que ningún medio de comunicación ni revista especializada haya tenido en cuenta los datos de las tres provincias en manos de IU.
Se ha achacado la caída de Podemos a la abstención en masa del electorado de IU que no aceptaría que su opción tradicional quedase diluída en Podemos.
Yo fui candidato de Podemos en una de las listas electorales concedidas a IU, y como tal, he tenido el privilegio de vivir desde dentro el proceso.
Tres fueron las cabeceras de lista capitaneadas por los de Alberto Garzón: Teruel, Ciudad Real y Palencia.
Pues bien, en las tres provincias el comportamiento electoral de los votantes de UP ha sido similar al resto. Tampoco difiere mucho en aquellas provincias donde el número dos de la candidatura era de IU y éste tenía muchas posibilidades de ser elegido diputado. En mi provincia, Palencia, la cabeza de lista es una persona que cuenta con considerable aceptación entre los votantes tradicionales de IU, y durante la campaña electoral así lo remarcó, del mismo modo que fue en ella y en su partido en quien recayó la mayor parte del peso de la campaña y fue mucho más visible que Podemos y sus candidatos.
Los votantes de IU tenían todos los motivos para sentir que votar a Unidos Podemos era votar para que su candidata, la misma que en diciembre de 2015, representara a Palencia en el Congreso, insistiendo mucho más en la potencial diputada que en el presidenciable Pablo Iglesias.
Desde la experiencia puedo relatar que a mi, personalmente, número 1 de facto por Podemos pero 2 de la candidatura, las personas de mi ciudad que me conocen, pero que están menos politizadas e informadas (díagase vecinos, familiares, personas de mi entorno, etc. en una localidad pequeña es ésta), llegasen a preguntarme, para que les sacase de la duda, si Podemos realmente se estaba presentando a las elecciones o habíamos retirado la candidatura, o si yo todavía formaba parte de ella o me había “pasado” a IU. Tal duda se vio acrecentada por el hecho de que el grupo municipal de IU en la capital se denomina “Ganemos”, lo cual hace que muchos ciudadanos menos informados o deficientemente informados se dirijan frecuentemente a la sede de Podemos sin tener del todo claro quién los respresenta exactamente en su ayuntamiento.
Del mismo modo, en toda España y en especial en mi circunscripción, la iconografía dominante fue la de IU: la cartelería exhibía el rostro de Alberto Garzón y los colores de IU se hallaban por doquier. Por tanto en mi provincia, como en la de Ciudad Real y Teruel, los votantes de IU no deberían haber tenido ningún motivo para dejar de votar a Unidos Podemos pensando que beneficiaban a Podemos y perjudicaban a IU. Más bien pienso que debería ser al contrario: era una oportunidad para “ajustar cuentas” con Podemos.
Considero, además, que muchos votantes de Podemos identificaron a la nueva coalición con un partido viejo, cuando lo que buscaban ellos es algo completamente nuevo. Hay que recordar que gran parte del electorado joven de Podemos viene de la indignación con la política en general y se vieron seducidos por el discurso tranversal y el desencasillamiento del eje izquierda-derecha. La confluencia ubicó a Podemos en el eje de la izquierda tradicional.
Conviene tener en cuenta que el grueso de los votantes de Podemos no viene de IU sino del PSOE. El PSOE pasa de tener diez millones de votos a verse en cinco. Podemos parte de la nada y llega repentinamente a cinco millones, luego sus votantes no pueden venir de la abstención. Los números cuadran. Los votantes de IU se mantuvieron bastante fieles en diciembre en contra del pronóstico de “fagocitación” de IU por parte de Podemos. Así pues, cualquier votante del PSOE ha tenido la oportunidad, desde la Transición, de haber votado al PCE o a IU. ¿Por qué motivo deberían hacerlo ahora y además para colocar a un ministro de economía con apenas 30 años de edad y que se declara “comunista” sin ningún tipo de tapujos? Puede que muchos de esos socialdemócratas desconfiasen de la cofluencia y no hallaran ahora motivo alguno para confiar en Unidos Podemos, que a ojos de muchos ex-votantes del PSOE, éstos no serían más que una reinvención de IU. Confirmaba quedaba la sospecha de que Pablo Iglesias y Podemos, efectivamente, “son comunistas”. El “arriba contra los de abajo” se transformaba en el “iquierda-derecha” de siempre.
Es lógico que los seguidores de Garzón pensaran que con su voto reforzarían a IU frente a los de Iglesias, porque, insisto, eran sus candidatos quienes los iban a representar, no los de Podemos. Podemos, así como muchos de sus integrantes y candidatos, siemre ha resultado un partido demasiado centrado para las bases de IU, con las que he convivido durante tres semanas y con los que no siempre ha sido fácil cuadrar un discurso y que nos llevó a no poder profundizar en el programa electoral, ya que en realidad había ¡dos programas electorales para más inri enfrentados apenas seis meses y una semana antes! Por eso nos tuvimos que refugiar en una campaña comercial y de eslóganes vacíos de contenido. Esa carencia intentamos paliarla centrándonos en temas locales y provinciales, en el reflote de la provincia y en el papel del diputado como defensor de la misma antes que defensor de su partido. El resultado fue que, a pesar de ser de gran interés a nuestros ojos, los de gente politizada y movilizada, no fueron recibidos así por el votante medio de esta provincia, envejecido, rural, de fuertes convicciones conservadoras y que siempre hace una lectura en clave nacional de las elecciones, tomándose éstas como unas elecciones presidenciales y mostrando nulo interés por el parlamentarismo. A la hora de dirigirme a los votantes menos conservadores y potenciales votantes de UP, es decir, los que podrían abandonar al PSOE, tuve sencillamente que dejar de lado mi programa para que no chocara con el del partido socio, en los escasos momentos en que los medios locales buscaron a los candidatos de Podemos, ya que éstos, como es lógico, buscaban fundamentalmente a la cabeza de lista. Los votantes del PSOE vieron en todo momento a la persona “de IU de toda la vida”.
Ahora bien. ¿A dónde fueron esos votos en mi provincia? La participación cayó en unos 4.000 votantes (del 76.77 al 74.11 %). El PSOE perdió unos 1000 votos (2,5 % menos que en 2015 -no sobre el total, sino sobre su propio resultado anterior-). Cs tuvo una sangría considerable de 2.500 votos (más de un 10% menos que el 20 D) y el PP subió 3.600 (un 8% más que en diciembre). Unidos Podemos pierde 3.600 votos (la friolera del 20% menos sobre su propio resultado anterior, agregado el de los dos partidos).
¿Qué pudo suceder? Tenemos una hipótesis, como hemos dicho, que nos otorga el indicio de que en las tres provincias mencionadas los votantes de IU no tenían motivos para retirar el voto a su candidato, y he puesto de ejemplo la mía, Palencia.
La participación bajó. Ese pudo ser el sumidero de votos de UP.
Otro posible sumidero pudo ser el retorno de algunos votantes de Podemos al PSOE. Su bajada de 1000 votos puede ser explicada en que, por otra parte, algunos votantes del PSOE optaran por regresar al PP (mínima parte) o terminasen en la abstención. No obstante esta hipótesis es poco probable.
La subida del PP se puede explicar con la caída de Cs. Los números coinciden.
En cuanto al aumento del PP es poco probable que en una provincia rural y envejecida los votantes conservadores decidieran abstenerse en diciembre y regresar al PP en junio, dado el perfil de votante clásico de Rajoy, fiel y perseverante en esta provincia (votante muy diferente sociológicamente, por ejemplo, del votante del PP madrileño o del valenciano). Es un votante que tiende poco a la abstención. Por tanto no veo clara la hipótesis de una sustitución de abstencionistas del PP en diciembre por los de Podemos en junio. Más bien los indicios apuntan a que el incremento de la abstención se debería a los votantes de Podemos en diciembre, de hecho los números coinciden, mientras que los votantes de IU habrían acudido a las urnas. El PP ganó lo que perdió Cs y el PSOE se mantuvo y sus mil votos perdidos corresponderían con parte del incremento de PP, fallecimientos de una provincia muy envejecida y abstención.
Pero insisto. No tengo pruebas como encuestas ni datos por mesa electoral, que podrían explicar muchas cosas. Dejémoslo en un relato impresionista y en lo que es: una hipótesis.
Un saludo a todo el mundo.
No quiero ni tengo tiempo para extenderme mucho, pero en mi opinión la elección de las mesas de las Cortes (tema que merecería un artículo aunque solo fuera por la ignorancia supina del reglamento que han demostrado no pocos periodistas) no solo explica bastante bien cómo y por qué UP ha perdido un millón de votos; deja claro que el auténtico misterio reside en que no haya perdido más…
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