Internacional

Elecciones en Estados Unidos: la dimensión desconocida

7 Jun, 2016 - - @egocrata

Las elecciones presidenciales americanas están en un lugar francamente extraño.

En el lado demócrata, el partido sigue aún hoy con la pantomima de las primarias, por mucho que Bernie Sanders no tuviera ninguna posibilidad de alcanzar la nominación desde hacía meses. Hillary Clinton alcanzó la mayoría de delegados ayer de forma oficiosa; los resultados de hoy en California, Nueva Jersey, Montana, Nuevo México, Dakota del Norte y Dakota del Sur son irrelevantes. Incluso sin superdelegados, Bernie necesitaría ganar en todas partes por más de 40 puntos para superar a su rival. Clinton le saca tres millones de votos, y ha sido la justa ganadora de unas primarias que se han alargado lo indecible porque Sanders lleva dos meses rehusando a aceptar su derrota.

Mañana nadie prestará demasiada atención a los resultados (Clinton ganará en Nueva Jersey y Nuevo México, y Sanders como mucho empatará en California y se llevará Montana y las Dakotas); Sanders, por mucho que hable de llegar hasta la convención, seguramente abandonará dentro de unos días.

En el lado republicano… bueno, es realmente difícil describir lo que está sucediendo en el lado republicano. Trump tuvo un ligero repunte en las encuestas (llegando a empatar con Hillary, con un par de sondeos dándole una minúscula ventaja) cuando alcanzó la nominación, pero desde entonces su campaña presidencial se ha metido en un temporal constante que parece haber desorientado tanto al candidato como al partido.

Todo empezó con la Trump University, un tema que ya salió durante las primarias pero que los oponentes de Trump fueron incapaces de explotar. El partido demócrata en general y la campaña de Hillary Clinton en particular, sin embargo, no está lleno de inútiles incapaces de hacer opposition research (léase: cavar mierda sobre el contrario) como Dios manda, y se han lanzado a atizarle de lo lindo hasta sacarle de sus casillas.

¿Qué es esto de Trump University? Resulta que hace unos años Donald Trump decidió crear un «instituto» para ofrecer seminarios y cursillos de pago sobre cómo invertir en el mercado inmobiliario. Esto era allá por el 2006, justo antes del estallido de la burbuja; un momento maravilloso para montar un negociete de este estilo. Si el timing ya era delirante, resulta que Trump montó el cursillo con unos tipos que eran prácticamente timadores profesionales en el negocio de seminarios para hacerse rico que proliferan por las cloacas del capitalismo americano.  Todo el tinglado resultó ser un pufo delirante diseñado para sacar tanto dinero como fuera posible a los incautos que se apuntaran.

Como esto es Estados Unidos, alguna de las víctimas decidieron llevar a Trump a juicio para recuperar su dinero. Resulta que a Donald le gusta meterse en pleitos más que nadie en este mundo, así que en vez de devolverles su dinero y santas pascuas, apostó por litigarlo hasta el final. Esto quiere decir ir a juzgados, tener que dar documentos y hacer pública toda la documentación de la empresa, algo que resulta ser muy, muy mala idea cuando los manuales para sus «instructores» detallan de forma explícita como sablar a los clientes a consciencia.

Esto sería malo ya de por sí en una campaña presidencial medio normal; es bastante increíble que el partido republicano haya escogido a alguien que tiene un pleito creíble por fraude. De forma un tanto inexplicable, sin embargo, Trump se las ha arreglado para empeorar las cosas.

Desde hace una semana el bueno de Donald lleva metiéndose con el juez del caso, diciendo que está sesgado contra su persona porque es «mejicano». Bajo la lógica de Trump, el hecho que él defienda construir un muro en la frontera con México hace que el magistrado no pueda ser imparcial, y por los tanto todo el caso es un timo enorme. El pequeño problema es que el juez Gonzalo Curiel nació en Indiana, y es un tipo con una larga carrera judicial, incluyendo investigaciones contra el narcotráfico como fiscal de distrito.

Trump, en vez de callarse o enmendar sus palabras, se lanzó en varios mítines a insistir que Curiel le tiene manía porque es latino, insistió repetidamente en una entrevista en CNN que ningún juez con ese origen étnico puede juzgarle imparcialmente, y acabó por completar el desaguisado diciendo en entrevistas posteriores que un musulmán  tampoco podría hacerlo. En un alarde de comunicación política espantosa, una comentarista de su equipo añadió mujeres a la lista, antes que se filtrara una llamada interna de la campaña donde Trump pedía al partido republicano que atacara a los periodistas que han criticado este delirio, diciendo que ellos son los verdaderos racistas.

Pararos a contemplar el espectáculo: candidato presidencial acusado de fraude critica al juez con insultos básicamente racistas (o como mínimo profundamente antiamericanos), extiende dudas sobre la lealtad de no uno sino dos grupos étnicos, y envía a parir a todos los periodistas del país en el proceso. La reacción del partido republicano, casi en bloque, ha sido de estupor, con políticos intentando esconderse de cualquier micrófono o criticando abiertamente a su candidato a la presidencia por estas declaraciones. Con Hillary volviendo a recuperar terreno en las encuestas, el GOP está descubriendo ahora (no es que sean muy listos, no) que posiblemente han nominado un tipo abiertamente racista como candidato a unas elecciones presidenciales y que no tiene ni idea sobre lo que está haciendo.

Todo indica que esto sólo es el principio: dos fiscales generales estatales que estaban investigando a Trump University retiraron los cargos tras recibir donaciones de la Fundación Trump o empresas asociadas. La noticia, a buen seguro, es fruto del trabajo de investigación de la campaña de Clinton, e indica que Trump a partid de ahora va a estar recibiendo ataques constantes de cualquiera de sus decenas, cientos de negocios de aquí a noviembre.

El problema es que este no es el peor escándalo en que va a meterse Trump, y desde luego, no es el último desastre de comunicación política que va a salir de su campaña. Estos días han salido multitud de noticias hablando sobre la minúscula, disfuncional y completamente amateur campaña de Trump, con mensajes contradictorios, nula capacidad para recaudar dinero, cero disciplina de mensaje y total falta de preparación para responder a ataques. Normalmente esta clase de historias aparecen a finales de una campaña, cuando un candidato está obviamente a punto de perder, no antes de que empiece la historia. La falta de reacción ante ataques demócratas, sin embargo, sugiere que no están exagerando.

Si os fijáis, todos estos errores han sido cometidos por Trump en solitario, sin que Hillary salga en la historia. El otro problema es que Clinton, en contra de lo que hicieron los rivales del GOP en las primarias, si sabe como atizarle. El jueves pasado la candidata demócrata lanzó un discurso lleno de ataques contra su Trump. Hillary es mucho mejor atacando que defendiendo, y a Trump le tenía ganas. De forma incomprensible, nadie en la campaña de Trump tenía una respuesta preparada; Trump mismo sólo criticó que utilizara un teleprompter en Twitter. Algunos observadores han señalado que la diatriba contra el juez latino que lanzó Trump en su discurso ese mismo día por la noche era una extraña táctica de distracción para que no se hablara de Hillary. En vista de la incompetencia general de estos días, casi que me lo voy a creer.

Por supuesto, el festival del humor que ha sido la campaña esta semana no quiere decir que todo ha terminado y que Trump será apisonado de forma inevitable en noviembre. Clinton es y será la favorita, pero no me sorprendería que los líderes del GOP impongan a Trump algo de orden, o al menos construyan una estructura paralela a su campaña que tenga algo parecido a un equipo profesional de comunicaciones. Y a ver, simplemente nadie puede tener una semana así de mala repetidamente durante meses y meses. Aunque sea por casualidad, Trump va a decir menos tonterías en el futuro.

Aún así, también dicen que Trump va a fichar como asesor a Dick Morris, uno de los mayores idiotas en este negocio en tiempos recientes. Quizás no tiene remedio.


31 comentarios

  1. Argos dice:

    >> «Trump tuvo un ligero repunte en las encuestas (llegando a empatar con Hillary, con un par de sondeos dándole una minúscula ventaja) cuando alcanzó la nominación, pero desde entonces su campaña presidencial se ha metido en un temporal constante que parece haber desorientado tanto al candidato como al partido.»

    A ver como lo digo… resulta que nada de eso ha ocurrido.

    Si uno echa un vistazo a la tendencia en las encuestas, si que PARECE que haya una subida de Clinton y un desmoronamiento de Trump

    http://elections.huffingtonpost.com/pollster/2016-general-election-trump-vs-clinton

    Ahora bien, si uno mira con mayor detenimiento, se da cuenta que hay empresas de encuestas que suelen otorgar mayor ventaja Clinton (IBD/TIPP , Ipsos/Reuters, Morning Consult, Quinnipiac) mientras otras dan resultados más empatados o incluso con ventaja de Trump (ABC, FOX). Si uno mira empresa a empresa, y salvo el caso de Rasmusen, no ha habido subida en las encuestas de Clinton.

    Lo que si ha ocurrido es que la mayoría de las encuestas publicadas en los últimos 15 días lo han sido de encuestadoras que suelen dar ventaja a Clinton. Esa ventaja ya se la daban hace 15 días, pero como al hacer la media, resulta que son estas encuestas las publicadas durante estas dos semanas, eso sube la media estadística. Pero no es que Clintón suba. Es que durante el tiempo que Trump ya tenía la candidatura y Clinton estaba peleando con Sanders, las encuestas publicadas lo han sido por medio pro-clinton.

    Vamos, que es una ilusión estadística producto de la mayor actividad de los medios prodemócratas en las últimas dos semanas.

    Es interesante como funciona lo que los guiris llaman el «wishful thinking». Una simple ilusión estadística es suficiente para que alguien que desea convencerse de algo se lance a racionalizar porque Trump está supuestamente cayendo y a desarrollar toda una explicación… de lo que no es sino un error estadístico.

    • fulano dice:

      Entonces, te consta que el modelo que usa esta gente no hace una corrección por el sesgo de cada empresa, ¿no?

      • Argos dice:

        Compruébalo tu mismo. Tienes el link en mi comentario.

        • fulano dice:

          Hombre, dado el tono de tu comentario suponía que ya lo habrías comprobado tú. Ya veo que no.

          En fin, hay un enlace a un fichero csv que pone «house effects». De nada.

          • Argos dice:

            No, yo sí lo he comprobado, y luego he escrito el comentario en función de ello.

            Lo que digo es que si no me crees, que vayas y lo compruebes tu mismo, que no es tan complicado, joder.

            • fulano dice:

              Pues lo has comprobado mal.

              • Argos dice:

                Si echas un vistazo a la curva, verás que simplemente hacen una curva de ajuste a las encuestas.

                La solución correcta sería hacer una curva de ajuste a cada encuestadora, y luego hace la media entre estas curvas. Eso plantea el problema de que una encuestadora puede llevar un mes sin sacar resultados, con lo cual o haces la media según salgan las encuestas, con el problema que he comentado, o haces una media de curvas de encuestadoras, con el problema de que utilizarías datos antiguos. Optan por la primera solución, que es la más lógica, pero que no está exenta de problemas.

                Si tienes algún problema, sé específico y concreto. De no ser así, no me molestaré en contestarte.

                • fulano dice:

                  Ya no recordaba lo aburrido que esto de discutir en internet con gente a la que se pilla en un renuncio y se niega a reconocerlo. No voy a volver a picar.

                  Último intento: «house effects» es como se llama en la jerga de esta gente a los sesgos de las empresas que hacen las encuestas. Para hacer esta estimación se corrigen esos sesgos y por eso tu argumentación es errónea.

                  • Argos dice:

                    Bien, continua. Sé específico y describe con tus propias palabras que hacen para eliminar ese sesgo y en que te basas para afirmarlo en este caso.

                    Repito: tus propias palabras, si necesitas recurrir a links a internet o solo eres capaz de nombrar algo pero no eres capaz de hablar sobre ello o de describirlo, lo más seguro es que no sepas de lo que estás hablando.

    • Matv dice:

      Pues me ha gustado esta explicación…

      Pero la solución de meter más cocina para anular la cocina de otro no sé yo si me convence…

      • Argos dice:

        Yo no creo que haya que meter cocina en este asunto. Cuanta menos cocina, mejor, que con los cocineros metiendo mano en el cocido, siempre está presente aquel problema de «who watch the watchers», como escribía Alan Moore.

        No, mejor que no.

        Pero en un artículo de análisis, sería conveniente tener presentes estos temas. Joder, que precisamente, para informar y analizar ese tipo de cosas están (o debieran estar).

  2. Álvaro dice:

    ¿Podría ser un poco pronto para empezar a lanzar cubos de mierda sobre Trump? ¿A lo mejor si se hunde antes de la convención republicana el GOP podría sustituirle?¿Podría ser «Fuego amigo»?

  3. Carlos3 dice:

    El juez de San Diego forma parte de un grupo llamado La Raza Lawyers Association, no es sólo que sus padres sean mexicanos. En España al menos no sería descabellado plantear la recusación del juez; no sé en Estados Unidos, claro. Lo que sé es que el fiscal general Gonzales (poco sospechoso) escribió en el Washington Post que Trump podría tener muy serios motivos para dudar de la imparcialidad de ese juez, así que tiene su lógica que intente convertir una objetiva desventaja política (que te estén juzgando por presunta estafa) en una relativa ventaja.

    Cosa distinta, claro, es dudar de grupos enteros de millones de personas.

    • Roger Senserrich dice:

      «La Raza» es la asociación de abogados y juristas latinos de California. Es apartidista. No tiene NADA que ver con el La Raza, organización nacional, que sí es furibundamente anti-Trump.

      Pero sigue jugando.

      • Matv dice:

        Pues que dos asociaciones tan diferentes se llamen igual puede llevar a malentendidos… Yo me he liado

  4. PaulJBis dice:

    Bueno, si vamos a sacar a justificadores de la tortura de la era Bush como autoridad, John Yoo ha calificado los ataques de Trump como «disturbing»:

    http://talkingpointsmemo.com/livewire/donald-trump-john-yoo-disturbing

    Y por supuesto, podemos leer a los juristas de Volokh Conspiracy, un blog conservador 100%, a ver qué opinan sobre Trump y la defensa de Alberto Gonzales. No parece que estén muy convencidos, no:

    https://www.washingtonpost.com/news/volokh-conspiracy/wp/2016/06/05/alberto-gonzales-dubious-defense-of-trumps-attack-on-judge-curiel/

    • Carlos3 dice:

      «Let’s assume that Judge Curiel really is a member of the La Raza Lawyers and that both he and they oppose Trump’s political agenda, and hope he loses the election», dice el artículo del WP. Es que si asumimos esto, en España no habría duda de que tendría que abstenerse, y si no lo hace sería causa de recusación. Las causas de abstención y de recusación están en el artículo 219 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, para el que le interesen. Y una de ellas es «amistad íntima o enemistad manifiesta con cualquiera de las partes»; otra es (y me parece que es donde mejor encaja esta situación) «tener interés directo o indirecto en el pleito o causa». Lógicamente a un juez políticamente afiliado le interesa que un candidato del lado contrario vea enturbiada su reputación, y es lo que le debería llevar a la abstención. Insisto, si en Estados Unidos tienen otra regulación, no lo sé.

      Lo que quiero decir es que no defiendo a Trump, pero en este caso concreto de este juez podría tener razón. Eso no quiere decir que Trump sea bueno y el juez malo. No pongo en duda la honestidad, honradez o buena fe del juez. Digo que es discutible que sea imparcial en este concreto caso, porque es una cuestión a examinar caso por caso, y en ningún supuesto supone quitar mérito a la carrera del juez.

      Lo que está claro es que los jueces deben tener una desconexión absoluta con el mundo político. Ello no hará que dejen de tener opiniones personales o lo que se quiera, porque es imposible, pero el no estar vinculado en según qué asociaciones contribuye a una mejor imagen de imparcialidad.

      • Alonso dice:

        Trump no tiene ningún interés en recusar al juez porque sabe que tiene el caso perdido sea con el juez que sea y al menos con éste puede sembrar la sospecha de que no es imparcial. Así funciona Trump. No entiendo que después de tantos meses de campaña la gente aún no se dé cuenta de que juega con otras reglas, y que esas reglas siempre le funcionan.

      • jetkom dice:

        Según han comentado arriba, La Raza esta es una asociación de juristas latinos sin más. Nada de afiliación política.

        Por otro lado, para que concurra enemistad manifiesta tendrá que haber motivos serios más allá de discrepancias políticas no? De otra manera, a ver quien esta en disposición de juzgar a etarras.

  5. Miguel dice:

    Sinceramente, la próxima temporada de House of Cards va a quedarse tan lejos de la realidad…
    Yo no puedo evitar pensar qué haría Kevin Spacey (B. Clinton) si Robin Wright (H. Clinton) pudiese ser presidenta para que el tema de la campaña no fuese el hecho obvio de que, sin menospreciar su capacidad, Hillary Clinton debe mucho al hecho de ser la esposa del expresidente. Me imagino que Kevin Spacey conseguiría que el partido Republicano nominase a alguien como Trump de forma que ese pequeño detalle quede olvidado.
    Hubiese sido unas risas Hillary Clinton vs Jeb Bush. Dentro de poco veríamos problemas de consanguinidad en la presidencia de EEUU

  6. Raton dice:

    Un día Roger escribirá un artículo sobre matanzas de niños a pedradas y EB comentará diciendo «Me ha causado mucha risa su post porque blablablabbla» durante 20 o 30 líneas.

  7. Alonso dice:

    Me voy a reir mucho cuando Egocrata se tenga que comer sus palabras el día que vea desfilar el cadáver político de Hillary Clinton. Otra vez, pues hace unos meses ya auguró con la misma prepotencia que ahora que Trump era un candidato de broma, ridículo e inútil, que no sabía hacer campañas y que no llegaría a ninguna parte. Y después de eso ese ‘inútil’ se comió con patatas y sin despeinarse a 16 candidatos del GOP mucho mejores que Hillary Clinton.

    Se ve que algunos siguen sin enterarse de qué va la cosa. Creer a estas alturas que atacar al juez es un error de campaña y no una estrategia deliberada de Trump para salir indemne del escándalo de la Universidad (lo cual sería mucho peor para él que el consabido adjetivo de racista que el electorado ya ni escucha) demuestra que no habéis aprendido nada. Creer que ahora que que ya tiene a las bases republicanas en el bolsillo y su misión es atraer a los votantes de Sanders, la imagen de todo el aparato del GOP cargando en tromba contra él le puede aftectar negativamente es estar ciego. Y creer que Hillary está haciendo una buena campaña, cuando ha pasado de tener una ventaja de dos cifras a estar en empáte técnico, es no tener ni idea de cómo funcionan la política, la psicología colectiva y la persuasión. En fin. Nos vemos en noviembre.

    • Carlos Jerez dice:

      Si tan seguro estás de tu Trump apuesta por él. En las casas de apuestas dan una rentabilidad alta por su victoria. Dinero fácil, ¿no?.

      Trump tiene más de charlatán que de estratega. Dices que así se habla menos de su fraude, pero yo lo dudo, el racismo de su ataque contra el juez cambia el énfasis de la cuestión pero la resalta mucho más. Ahora se habla más de ese juicio que antes.

      En cualquier caso, veremos lo que pasa en noviembre, aunque yo de ti me prepararía para una posible decepción.

      • Estilpon dice:

        Por no hablar que va minando apoyos electorales, primero grupos sociales (latinos, mujeres…), grupos profesionales (judicatura, prensa…) todo para primar al votante blanco enfadado, pobre y poco educado.
        Lo único cierto de Alonso es que Trump es empresario, y si invierte su dinero y tiempo es para obtener una rentabilidad…

  8. Mr. Turdy dice:

    Primero, la razón de que Sanderes no se haya retirado es obligar a Clinton a no escorarse (todavía) más a la derecha. Aún no es caso perdido de que a Clinton le saquen algún dossier de mierda y tenga que renunciar a su candidatura, en ese caso es Sanders quien ocupa su puesto, y para eso tiene que seguir hasta el final.

    Segundo, Trump ni es un outsider, ni se presenta él solo, ni es cierto que se represente a él mismo. Cada vez es más obvio que tiene a muchos grupos sociales detrás, unos con pasta, que son los que han montado su candidatura desde el principio, y luego los que se han ido sumando, la mayoría estamentos sociales sin autoorganizar. En las encuestas ya le dan como vencedor frente a Clinton. Es probable que gane y de calle contra la loca perturbada.

    Clinton ya sólo es la candidata del aparato demócrata (el mismo aparato, pero republicano, que Trump ha destrozado, y piensa gasear y enterrar desde la Casa Blanca), las mafias asociadas, y el ya-no-es-lo-que-era pero sigue siendo un cáncer, tinglado militar-industrial. Nadie más quiere a esta tipa, ni a lo que representa. Ni siquiera es la candidata de Wall Street (están divididos, WS no es monolítico). Su política exterior hundirá definitivamente a EEUU en un remedo de lo que fue el Conde Duque de Olivares (ya se sabe que no existe tal categoría nobiliaria, fue la vanidad del individuo la que le hizo firmar así), frente a un proteccionismo descarado y abanadonar a todas sus colonias, que ya no le sirven más que de peones, de Trump. El primer caso es suicida, el segundo ofrece muchas más opciones para salir adelante.

    Este señor, el mismo que filtró información de alto nivel a Assad y a Rusia, ha sido asesor de Trump desde el principio. Hay incluso rumores de que podría ser su vicepresidente. Hagan sus apuestas:
    http://en.wikipedia.org/wiki/Michael_T._Flynn

    No hay este nivel, ni de lejos, en el circo de la puta loca. La tropa habitual de pesebrereros, ineptos e incompetentes, y psicópatas descerebrados. Pero es que es más, este tipo sabe de la Clinton más que de sobra para hundirla.

    Respecto a Obama, es difícil encontrar una nulidad tan brutal en la Casa Blanca buceando hacia atrás, todo lo que se quiera. Ni Truman fue tan mandilón, corrupto y zascandil.

  9. Jakobo dice:

    Prepárense para la campaña más sucia de las presidenciales americanas. Sí, Roger, ya hemos visto la primera andanada de los Clinton, que se saben mover muy bien en estas campañas barriobajeras. Pero ojo con Trump, que fue en su día donante de Clinton y conoce sus tejemanejes.

    La ventaja que tiene Trump es que ya parte de salida con mala imagen. Hillary también tiene una imagen negativa entre los norteamericanos, pero como quiere dar imagen de sensatez y fiabilidad es la que más puede perder en una pelea en el barro.

    Y no nos engañemos, habrá pelea en el barro. Puede que al final gane Hillary igualmente la presidencia, pero va a llegar muy muy dañada. Trump es hipercompetitivo y más vale que vea posibilidades de ganar, porque si no es capaz de cualquier cosa si se ve perdedor. Intimidades de Bill y Hillary, o acusaciones muy bestias hasta de asesinato o qué sé yo.

    «Sálvame de luxe» va a ser «La clave» al lado de esta campaña.

  10. Estilpon dice:

    Obama, el conde-duque de Olivares, Assad, Trump y Clinton, todo en el mismo post, ¡qué maravilla! además de ecúanime, educado, respetuoso, bien fundamentado….se me agotan los epítetos.

    Trump, ese estadista de talla mundial ¿cómo no lo vemos?

    • Mr. Turdy dice:

      Oiga, si le encanta la cyberterapia, por mí estupendo. Creo que no hay queja por parte de nadie.

      Si estoy hablando de etología, puede ser ilustrativo comparar un tiranosaurio con una hiena, o un eohyppus con un canguro. Como además hablamos de una etología mucho más familiar para nosotros, nuestra propia sociología, el buscar paralelos para situaciones similares (salvando las evidentes distancias, evidentes para todo el mundo) pues desde luego funciona, corriendo naturalmente el riesgo de que el paralelismo vaya más allá del conjunto de pautas de comportamiento, es decir, lo que va a ser distinto es el resultado y las consecuencias, pero eso creo que también es obvio y evidente por sí mismo.

      No le tengo la menor educación ni respeto a los personajes públicos. Están ahí para eso. No son ciudadanos privados y no tienen ese privilegio, precisamente porque ocupan cargos de máxima responsabilidad. El único límite a toda crítica feroz es que sea honesta y veraz. Claro que los que están habituados a la dieta hispanistana es posible que ya ni sepan por dónde cae el septentrión o qué fase de la Luna hace hoy (de las mareas, mejor lo dejamos).

      Y como cierre, describe perfectamente como a un Imbécil Integral GMO toda persona que no sólo lee lo que le desagrada y aparentemente nada le aporta, sino que encima lo comenta. No le gusta la mierda pero se la come, además declarando entre masticado y masticado, deglución incluida, lo repugnante y asqueroso que le resulta. Esto, también es hispanistano a tope.

  11. Gerion dice:

    Parece que se están depilando las lenguas por aquí. Me alegra mucho que no sólo se expresen así los de siempre, sino que haya contrapartidas del otro lado. Esto contribuye a la pluralidad y, por qué no, a la polarización abierta – no la llamaré enfrentamiento aún -.
    En cualquier caso, el estilo del artículo merece respuestas de este tipo. Y como he aprendido, es mejor crear polémica que indiferencia, así que Roger ha jugado muy bien. Congratulations for your new easy-going style.

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