Hasta hace no muchos años, la inmigración tenía una visibilidad extraordinaria en los medios de comunicación y en los debates públicos. Ahora, cuando en las grandes ciudades convivimos con muchos ciudadanos inmigrantes y de origen inmigrante, curiosamente, la situación se ha invertido. El asunto sin embargo volverá antes o después a recuperar la atención que merece. La forma en la que se incorporan los hijos de los inmigrantes al sistema educativo es uno de los grandes determinantes de lo que será nuestra estructura social en el medio y en el largo plazo.
Tres regularidades internacionales, que también se cumplen en España, son de gran utilidad para entender los procesos de incorporación escolar de esta población. (1) La aproximación de los inmigrantes al sistema educativo es fundamentalmente optimista. Los padres inmigrantes y sus hijos, esperan tener trayectorias educativas más largas y prestigiosas que los hijos de los autóctonos con igual nivel de rendimiento escolar. Es decir, a igualdad de notas, los hijos de padres inmigrantes que esperan llegar a la universidad son más numerosos que sus compañeros autóctonos. Esto es una buena noticia: si no se enfrentaran a ningún obstáculo añadido al afrontar cualquier transición educativa, habría niveles más bien bajos de desventaja entre inmigrantes y autóctonos. Sin embargo, (2) en la práctica totalidad de los países desarrollados (con algunas excepciones como Australia, Canadá o Nueva Zelanda), los estudiantes de origen inmigrante tienen un rendimiento medio más bajo que el de los hijos de los autóctonos, y esto explica que no materialicen sus expectativas educativas. Finalmente (3), la mayor parte de la diferencia en el rendimiento de los hijos de inmigrantes y autóctonos se explica por la distinta acumulación de recursos en hogares autóctonos e inmigrantes. Esto quiere decir que el rendimiento de los hijos de inmigrantes de una determinada extracción social no es muy diferente del de los hijos de autóctonos de la misma procedencia socioeconómica.
En España la desigualdad en rendimiento por estatus migratorio es muy visible. El primer gráfico describe con detalle la brecha en los resultados en lectura/lengua, una materia básica en el currículo de primaria y secundaria, entre los hijos de inmigrantes y sus compañeros autóctonos. El cálculo está hecho a partir de las encuestas de diagnóstico de primaria (2009) y secundaria (2010), ambas representativas del conjunto del país. La diferencia entre inmigrantes y autóctonos se describe por separado para cinco grupos de rendimiento: los percentiles 5 (es decir, el 5% de los alumnos con peores notas), 25, 50, 75 y 95 (el 5% con los mejores resultados). En el eje horizontal, también se presenta entre corchetes la puntuación media en cada uno de estos cinco grupos de rendimiento. La línea roja marca el escenario en el que no habría diferencias en los resultados de los inmigrantes y los autóctonos. Como se puede ver, los hijos de inmigrantes obtienen resultados sistemáticamente más bajos en los cinco grupos.
Así, podemos concluir que los estudiantes de origen inmigrante tienen resultados medios entre un 8 y un 10% más bajo que el de los nativos. En secundaria, su desventaja va de un 15% menos para los que están en el grupo con un rendimiento más bajo, a un 7% cuando están en el que tiene los resultados más altos. ¿A qué se debe esta brecha? La mayor parte de esta desventaja en resultados escolares se debe a factores relacionados con los recursos del hogar y, si nacieron fuera del país, a otros como la edad de llegada a España. Esto se aplica tanto al caso de la primaria como de la secundaria.
Esto quiere decir que el sistema educativo lleva a los hijos de familias inmigrantes a tener resultados medios muy parecidos a los que tienen sus compañeros autóctonos de idéntica procedencia social. Si el objetivo es mejorar el rendimiento de los estudiantes de origen inmigrante y reducir su desventaja con respecto a los autóctonos, lo más lógico sería optar por medidas de aplicación universal que garanticen la igualdad entre los alumnos de distinto origen social. Dicho de otra forma, los datos sugieren que para mejorar la equidad en el rendimiento sería preferible desarrollar medidas específicas que no diferencien a los alumnos en función de su estatus migratorio.
De entre todas estas posibles medidas, una parece tener una importancia destacada. En algún otro post he discutido con otros compañeros la capacidad igualadora de la educación infantil. Según la evidencia más fiable, la escolarización en las fases 0-3 y 4-6 es la medida más eficiente en términos de coste y beneficios para igualar los rendimientos de los alumnos procedentes de hogares con recursos muy diferentes. Sin embargo, existen indicios de que la escolarización temprana en España podría no estar incrementando la equidad entre los hijos de autóctonos e inmigrantes en la medida que cabría esperar. Según la encuesta de diagnóstico de primaria (ver Figura 3), el rendimiento en lengua/lectura que tendrían los hijos de autóctonos por haber estado escolarizados más de dos años en la fase 0-6 es mayor que el que obtendrían los hijos de inmigrantes. Tampoco parece que la escolarización temprana contribuya a reducir las diferencias en educación secundaria.
Esta limitación en la capacidad igualadora de los resultados de los hijos de autóctonos e inmigrantes podría deberse a diferencias en la calidad de los centros de educación infantil en los que, predominantemente, se escolarizan estas dos poblaciones. Sin tener en cuenta la calidad, la escolarización con anterioridad a la primaria puede no generar por sí misma los resultados igualadores que se le atribuyen.
En resumen, aunque los datos de que disponemos no permiten producir diagnósticos más recientes ni mucho más detallados, podemos pensar que los hijos de los inmigrantes se enfrentan a una desventaja escolar muy temprana que está más bien relacionada con procesos cognitivos. Dado que sabemos que las expectativas de las familias inmigrantes ante la educación de sus hijos no son un obstáculo, estos problemas de rendimiento temprano explicarían los elevados niveles de abandono en etapas posteriores a las que se han analizado aquí. Las medidas más eficaces para afrontar este problema parecen ser políticas de equidad educativa general que estén destinadas a reducir los diferenciales por origen social. Contra lo que se suele creer, más allá de la primera acogida, las intervenciones específicamente diseñadas para garantizar la correcta incorporación educativa de los hijos de los inmigrantes podrían resultar poco útiles (su comportamiento no es diferente del de la mayoría de los autóctonos con los que debemos compararlos). Sin embargo, el recurso a la escolarización antes de los seis años parece no estar contribuyendo, como debería, a garantizar la equidad entre los hijos de inmigrantes y autóctonos. Y ello diferenciará sus trayectorias escolares futuras.
>> » ¿A qué se debe esta brecha? La mayor parte de esta desventaja en resultados escolares se debe a factores relacionados con los recursos del hogar y, si nacieron fuera del país, a otros como la edad de llegada a España.»
No, no, no, noooooooo.
Joder, no.
Si esto fuera así, la situación sería homogénea entre los inmigrantes, y no lo es. Los asiáticos, por poner un ejemplo, suelen exceder en resultados académicos a los locales. Y los judíos, incluso cuando han llegado a un país y aun viniendo sin dinero, han tenido tradicionalmente resultados académicos por encima de la media.
Los chinos tienen buen nivel acedémico cuando están en China, y cuando emigran. Los marroquíes tienen mal nivel cuando están en Marruecos, y cuando emigran. La correlación no es con el hecho de que sean inmigrantes, sino con la cultura de la que proceden. ¿Vamos a volver a los gritos de «racismo», «fascismo» por señalar un hecho?.
Esto es algo ya sabido de sobra. Y se vuelve a las mismas teorías de siempre que no aguantan la más mínima comparación con la realidad.
La moderna sociología de inspiración izquierdista cada vez se parece más y más a la religión. Esto cada vez se parece más al pensamiento religioso. Da igual la realidad: la fé es la fé.
Igual habría que ir pensando en cambiar el formato y empezar los estudios sociológicos actuales con un padrenuestro y dos avemarías, en vez de con el abstract al uso. Resultaría más apropiado.
Cierto. Lo mismo pasa con la mayoría de inmigrantes venezolanos por ejemplo. Incluso en EEUU han hecho un estudio en el que se prueba que de los inmigrantes latinoamericanos, los venezolanos son los que tienen nivel más alto y alcanzan mayor nivel educativo.
Por poner mi ejemplo personal, como inmigrante venezolana en España, fui la mejor de mi clase en secundaria/bachillerato, y fui la segunda mejor de mi promoción en la universidad.
En el caso de los asiáticos, como has dicho suelen tener también nivel muy alto, sobre todo en áreas relacionadas con matemáticas.
En fin, creo que todo depende del nivel educativo del país del que provienen.
Cierto. Lo mismo pasa con la mayoría de inmigrantes venezolanos por ejemplo. Incluso en EEUU han hecho un estudio en el que se prueba que de los inmigrantes latinoamericanos, los venezolanos son los que tienen nivel más alto y alcanzan mayor nivel educativo.
Por poner mi ejemplo personal, como inmigrante venezolana en España, fui la mejor de mi clase en secundaria/bachillerato, y fui la segunda mejor de mi promoción en la universidad.
En el caso de los asiáticos, como has dicho suelen tener también nivel muy alto, sobre todo en áreas relacionadas con matemáticas.
En fin, creo que todo depende del nivel educativo del país del que provienen.
Te convendría leer algún artículo científico sobre este tema en vez de basarte en cuñadismos y medias verdades
Corrijo: te basas solo en cuñadismos, ni siquiera en medias verdades.
Cuando un cuñado llama a otro «cuñado», el cuñado también llama a éste «cuñado»
Bien, como supongo que tu los habrás leido, explicanos, con tus propias palabras como se puede aducir factores que no tienen relación alguna con las diferentes comunidades y etnicas cuando luego estos resultados correlan con cada etnia que resulta tener unos resultados académicos completamente diferentes.
Adelante.
Yo me sumo a tu opinión, Argos.
Aunque sólo sea para que sepas que no eres el único que cree que se halla ante una especie de movimiento religioso.
¿Sabes lo peor de todo esto? Yo de crio era lo más anti-religioso que puedas imaginar. Me tocó ir a misa por obligación, y lo odiaba. Tocaba sentarse y callar mientras el cura de turno se dedicaba a soltar boludeces (le suelo robar este término a un amigo argentino porque define ciertas cosas a la perfección).
Y ahora tengo esa misma sensación con la moderna izquierda: calla y escucha la verdad revelada. Y no, para revelaciones, las películas del destape y punto final. El resto sobran.
Y que encima que tomen el crédito de tantas cosas en la que la izquierda en su momento no hizo nada… fue la izquierda americana la que se opuso al abolicionismo, fue la izquierda americana la que fundó el Ku Klux Klan, y ahora van llamando racista a todo Dios. Fue la izquierda americana la que se opuso al voto femenino, y ahora van enarbolando la bandera del feminismo.
Hasta los cojones del pensamiento religioso, ostias, me da igual que lleve sotana, turbante, camiseta del ché o tenga colgado el título de sociología en el salón.
Los resultados académicos dependen principalmente del nivel SOCIOeconómico del alumno. Y subrayo SOCIO porque si no recuerdo mal (ahora no he sido capaz de encontrar el estudio para enlazarlo) los factores sociales primaban en general sobre los económicos: padres sin estudios superiores frente a padres con ellos, padres que trabajan en la administración y grandes empresas frente a padres trabajadores autónomos, entorno rural frente a entorno urbano, familias completas sin conflictos frente a monoparentales o conflictivas, etc. Todo esto influía mucho más que la renta de los padres (que también influía).
En el ejemplo de los chinos, he tenido muchos malos alumnos chinos, con alta tasa de abandono en la ESO: todos eran hijos de trabajadores de tiendas «de chinos». Nada que ver con los chinos hijos de empresario dueño de tienda, o con los que van a estudiar a EEUU.
Y entre los emigrantes hay grandes diferencias según el nivel socioeconómico de sus países (o el de sus padres), pero dentro del mismo país se nota mucho los que se criaron en ambientes rurales o en ciudades (parecido a lo que ocurría en la españa de los años 40 ó 50).
No. Eso es mala estadística.
Para que eso fuera cierto, sería necesario que al separar los diferentes grupos sociales no hubiera diferencias.
Con un razonamiento similar al del artículo o al que tu haces, se puede llegar a la conclusión de que tomar zumo influye en los accidentes de tráfico, porque las personas que han tomado zumo son más propensas a tener accidentes. Pones una estadística y… voilà, demostrado.
Luego resulta que estudias el tema más a fondo y descubres que no todos los que toman zumo tienen similar probabilidad. Que los que suelen accidentarse resulta que son los que resulta que tomaban el zumo con vodka, o con ron.
No todos las comunidades inmigrantes tienen los mismos resultados. Igual que en Estados Unidos la media de delicuencia está ligada a los ingresos… pero luego resulta que alguien de clase media negra tiene mayor probabilidad de cometer un delito que alguien de clase media blanca.
Los asiáticos obtienen mucho mejores resultados incluso que los blancos locales. Aquí tienes datos de US, que es de donde hay mayor disponibilidad de estadísticas.
http://2.bp.blogspot.com/_rMVEwbUSJJ8/TKDJJY__TAI/AAAAAAAAAnU/TodnvCnTOXc/s1600/naepbyrace.png
En estos tiempos, lo más apropiado es comenzar por un Pablo Nuestro.
En el nombre de Pablo, de Íñigo y del Monedero Santo, amén.
Es que sospecho de que no están mirando al elefante en la habitación… las diferencias en inteligencia (y, sí, cada vez hay más indicios de que existen diferencias genéticas en la inteligencia, además de que, a su vez, empezamos a conocer más y más genes relacionados con la educación). En los veinte próximos años iremos respondiendo más y más al respecto.
Sí, la biología siempre ha estado. Y va a estar cada vez más presente (¡incluso cuando hablemos de cultura!).
Va a costar. Va a costar mucho. La herencia biológica, y especialmente la herencia de la inteligencia, es el creacionismo de la izquierda, donde la fé está por encima de la ciencia.
La estrecha relación entre cultura y biología y como se influencian es un tema muy poco estudiado. Este artículo es simplemente otro cuento japonés de la izquierda regresiva, que trata de explicar y arreglar todo metiendo más dinero en políticas de igualdad en busca de sus dogmas religiosos: la diversidad siempre es buena,mayor inmigración por medios neoliberales es buena, los autóctonos se deben fastidiar y admitir a inmigrantes y toda clase de pobres SIEMPRE , aunque no hay diferencias entres grupos humanos a pesar de que las hay FÍSICAS (mirando los olímpicos de 100 metros lisos vemos la TERRIBLE desigualdad jojojo), y que la cultura y el ambiente lo es todo y la genética cuenta poco o nada. Es la izquierda regresiva, fuerte en USA y oeste de Europa con el bipartidismo manufacturado para controlarla según los intereses neoliberales, no se puede esperar que use un debate medianamente serio, o lo mismo deja de recibir capital del lobby del neoliberalismo americano. Un punto fuerte de la izquierda regresiva es que a menudo reemplaza los argumentos razonables por parrafadas emocionales.
La diferencia en inteligencia innata solo adquiere relevancia estadística cuando -o donde- las diferencias socioeconómicas no existen, porque estas «tapan» a las otras, y tienen un efecto estadístico mayor.
Las diferencias socioeconómicas no «tapan» a la inteligencia, sino que están fuertemente correladas con esta. La inteligencia es una de las principales causas de las diferencias socioeconómicas.
Eso es falso, como hecho general.
En el caso de que se ocupa este post, doblemente falso, ya que habla de familias inmigradas de países casi siempre más pobres, y los que emigran tienden a estar entre los que tienen más iniciativa y son más espabilados de su entorno de origen.
Esto es verdadero, como hecho general.
Es algo que se ha estudiado a partir de gemelos que han crecido adoptados en familias con diferente SES (nivel socioeconómico), con lo cual se puede controlar la influencia de genética, la educación y el nivel socioeconómico de partida.
El resultado es que tanto el IQ con el nivel socioeconómico final dependen principalmente de la variable genética.
http://infoproc.blogspot.com.es/2010/03/ses-and-iq.html
Gracias por tu comment. El debate de los residuos me parece muy interesante.
Esos residuos étnicos existen (los de algunos asiáticos en Europa y USA son muy resistentes a la explicación por recursos), pero en general se reducen mucho/casi por completo cuando se controla por los recursos del hogar/padres.
Estoy contigo. No debemos tener temor a señalar los hechos. Sin embargo, empíricamente, los residuos a los que te refieres representan una parte pequeña de la varianza.
Este post, como muchos otros sobre diferencias entre humanos colgados en este blog, terminan causando risa. La investigación académica en que se pretenden fundar los argumentos tuvo un propósito positivo (explicar algo) pero en los posts se presentan como justificación para un propósito normativo (cómo podría cambiarse ese algo de acuerdo a los valores de los autores de los posts). Generalmente este propósito normativo tiene que ver con la igualdad, olvidando todas las diferencias que siempre han existido y existirán entre dos humanos. Sí, no pasa de un intento de vender humo, en este caso, el viejo cuento socialista de la igualdad, ese que todavía usan para justificar barbaridades.
Las investigaciones académicas serias, en el mejor de los casos, dan una explicación tentativa de algún fenómeno –por ejemplo, diferencias efectivamente observadas en alguna dimensión de dos grupos de humanos– pero sin que se pueda sacar conclusión alguna sobre cómo alguna intervención humana podría cambiar lo observado. Algunos denuncian a quienes sacan este tipo de conclusiones como arrogantes (leer la conferencia de Hayek cuando le dieron el premio Nobel de Economía en 1974), pero hoy casi todos ellos son empleados de políticos y otros activistas que dicen querer hacer algo por el bien de la humanidad y entonces proponen soluciones mágicas como si estuvieran fundadas en la ciencia (salvo claro está cuando la ciencia claramente los contradice y entonces repudian a la ciencia).
Sr EB,
estos posts mas condensados que últimamente escribe me gustan más.
La verdad es que sí. Suele poner datos muy interesantes, pero mejor si no hay que recorrer media página para encontrarlos.
EB si la calidad de los posts en este blog te parecen tan baja, te ruego que ignores esta web y dejes de intentar conducir la conversación, a algunos nos interesa el tema e intentamos discutirlo con algo de humildad y menos pretendiendo ser un sabelotodo que no se sabe como adquiere tanto conocimiento si se pasa el día leyendo y comentando artículos que no valora.
Me da la sensación que había muchos más comentaristas participando cuando EB no lo hacía. Por dar ideas a los administradores.
En cuanto al artículo, gracias Hector. Dices:
«limitación en la capacidad igualadora de los resultados de los hijos de autóctonos e inmigrantes podría deberse a diferencias en la calidad de los centros de educación infantil en los que, predominantemente, se escolarizan estas dos poblaciones.»
¿Te refieres a que los inmigrantes acuden a centros de peor calidad? Si es así, ¿tienes alguna evidencia? ¿O quieres decir que si la intervención temprana no es de alta calidad no tiene los efectos deseados para reducir diferencias sociales? Algo así apuntaban hace unos meses en un artículo en nadaesgratis.es.
Saludos.
Carlos, usted bien debería saber que siempre he criticado a quienes pecan por no tener conciencia de su ignorancia y lo hago porque acepto mi ignorancia y no ando predicando lo que los demás deben hacer y muchos menos haciendo uso de la coacción estatal. No se trata de un problema de arrogancia como digo en mi comentario. Se trata de denunciar la manipulación de los intentos serios de muchos investigadores académicos ajenos al blog para los fines políticos de los autores de los posts.
Ya que usted seguramente sigue leyendo NeG, le invito a mirar en detalle el post que ayer colgó Irma Clots-Figueras
http://nadaesgratis.es/irma-clots/es-bueno-ser-competitivo
en que Irma, a su manera, reconoce que «usa» el análisis positivo de los autores del artículo académico que ella revisa para sus fines normativos, algo que no se sigue para nada del artículo, como puede comprobar leyéndolo. (Nota pie pag.: En comparación con los posts de este blog, el post de Irma explica bien lo que dice el artículo académico)
Carlos,
Le recomiendo leer este post de A. Kling colgado hoy
http://www.arnoldkling.com/blog/a-taxonomy-of-policy-ideology/
que es una aproximación razonable a lo que yo he dicho. La investigación científica genera conocimiento que no podemos ignorar porque es esencial, entre otras cosas, para formar expertos en resolver problemas prácticos. Aunque el conocimiento científico es necesario si disponible, nunca es suficiente para tomar decisiones individuales o colectivas. Tomar decisiones requiere también conocimientos que permitan considerar las circunstancias en que debemos decidir y actuar. La calidad de los servicios de los expertos está determinada más por su capacidad para considerar esas circunstancias que por el conocimiento científico. Lo mismo vale para las políticas públicas con el agravante de que muchas políticas públicas se refieren a cuestiones sobre las que el conocimiento científico es pobre y entonces los conocimientos de las circunstancias relevantes son decisivos, algo que se refleja en el planteo que hace Kling.
Hola Carlos:
No, no tengo ninguna evidencia que pueda confirmarlo porque los datos que usé son retrospectivos en lo que se refiere a la educación preescolar. Sólo me aventuro a dar una explicación «ex post».
En todo caso, si. Me da la sensación de que para conseguir más equidad a través del preescolar hay que empezar a hablar de calidad más y no sólo de la cobertura que tiene.
Gracias por tu comentario!
Un abrazo
La expresión «políticas de equidad educativa general que estén destinadas a reducir los diferenciales por origen social» me trae a la mente una situación en la que el maestro baja las notas de los alumnos en función de su posición social, para compensar a los que viven peor – no importa el motivo -. Me parecería tan adecuado como bajar el nivel de exigencia en la enseñanza para adaptarlo al del menos capacitado… espera, que eso ya se hace; o el otorgar becas y financiación para los que tienen una media de 6, que tienen el mismo derecho que los de 8… vaya, qué imaginación más fértil exhibo hoy.
Esto sólo está justificado en un sistema educativo en el que tremendas desigualdades territoriales y formativas sean permitidas y fomentadas… esto también me suena. Tendría que haberme quedado en la cama. O cambiarme de país.
No tiene razón en ninguna de las tres cosas que afirma. Ni en lo que supone que son datos ni en lo que supone que deberían ser las razones para dar becas.
El nivel de los comentarios en este post está siendo penoso, y la exhibición de prejuicios a calzón quitado lo remata.
En tal caso, para no incurrir en el mismo defecto que a su juicio muestro yo, sería conveniente que lo rebatiese con su propia experiencia, dado que asume que mis afirmaciones son suposiciones.
Pero bueno, ya nos hemos leído en otros artículos, y ambos sabemos lo que podemos esperar del otro, así que no espero nada más por su parte.
Gerión, bajar los umbrales de exigencia no es la única propuesta razonable para reducir la iniquidad. Hay debates enormes sobre si existe o no un trade off en calidad y equidad en educación. Un saludo
Aunque existan esos debates, parece difícilmente argumentable que disminuir el nivel de exigencia en educación nos acerque a la excelencia en este campo, por grande que sea la calidad de los procedimientos empleados. Y la tendencia general en este país es a equiparar equidad con bajo nivel de exigencia en el rendimiento académico.
Pensar lo contrario, me suena más a igualitarismo que a equidad. Para mí, equidad es que si un señor cava más y mejores hoyos que otro, y los recursos del entorno son limitados, habrá que invertirlos primero en el mejor cavador, y el otro deberá dedicarse a aquello para lo que resulte más capacitado – que igual es cavar hoyos en otro tipo de tierra -, donde recibirá a su vez mayores recursos.
Sin embargo, esta perspectiva no le interesa a los malos cavadores, que ni siquiera se plantean dedicarse a recolectar grano, por ejemplo.
No se porque, pero únicamente leyendo el titulo del post ya esta claro quien va a participar, cuantas veces lo va a hacer, que chascarrillos/anécdotas/neuras nos van a contar y con quien se van a enganchar.
Lo mas positivo de todo: que sabiéndolo me evito leer una y otra vez las mismas sandeces travestidas, as usual, de valentia intelectual, la verdad duele, lo suyo es sesgo, lo mio es mérito, etc, etc.
Nada nuevo bajo el sol.
Cordiales saludos
Llevas razón, pero podrías haber aportado algo al artículo, digo yo. Al menos, comentar un párrafo, porque entrar sólo para constatar lo obvio de nuestras tendencias parece ya lo máximo del hastío.
Ni te molestes. Una de las características del pensamiento religioso es que, dado que son incapaces de aceptar y reconocer su propia irracionalidad, crean una burbuja a su alrededor y racionalizan un ad-hominem tras otro para evitar de esa manera enfrentarse a argumentos que no se atreven a enfrentar.
Hace años los religosos apuntaban con el dedo a quien les desafiaba con la lógica y le gritaban «¡infame!, ¡hereje!, ¡libertino!, ¡apóstata! ¡blasfemo!». La nueva religión hace lo mismo, porque en el fondo los progres de hoy en día no son sino puritanos con una nueva sotana, aputando con el dedo y gritando «¡fascista!, ¡xenófobo!, ¡racista!, ¡cuñado!».
Nada nuevo bajo el sol.
¿Para que, hombre, para que?
En el articulo aportan gráficas que yo no he hecho y no se si estan bien hechas o son intelectualmente valientes, aunque concluyendo lo que concluyen seguro que no.
Soltando mis propias anécdotas/chascarrillos/neuras no aporto nada y no lo voy a hacer, siquiera para ahorrarme la vergüenza ajena, airear aún mas mi mismidad y eso si, quedar como un riverita cualquiera arreglando el mundo cual oenegista pijo.
Y no se enfade, que aun podemos ser amigos. Lo mismo para el otro gorrión, que me da pereza.
Un cordial saludo.
Y también sé que vas del mismo palo que Aloe, pero él al menos trae ciertos argumentos de interés.