Si uno lo piensa detenidamente, el valor especial que le damos a un quinto aniversario es arbitrario. El canon anglosajón está de acuerdo con que cinco años no son nada extraordinario y quizás por eso le hace corresponder a la celebración algo tan corriente como la madera, muy alejado de la plata o el oro que llegan cuando empezamos a medir el tiempo en fracciones de siglo. Pero es que si uno lo piensa demasiado puede perder de vista que de lo que se trata es de tener una excusa para festejar que un proyecto sigue adelante.
En estos últimos meses, en Politikon hemos estado muy ocupados. Quizás más ocupados de lo habitual. De hecho, hemos estado tan ocupados que nosotros mismos nos hemos despistado de nuestro aniversario: en enero de este año nuestra web cumplía cinco años de actividad. Valga como disculpa el que nos hayamos pasado la fecha oficial haciendo lo mismo que hemos hecho los últimos cinco años: escribiendo. Porque, parece obvio decirlo, hemos escrito mucho en este tiempo. Incluso produce un poco de vértigo pensar que el número de entradas se cuenta ya en los miles. El ritmo de publicaciones en nuestra página ha bajado un poco si lo comparamos con la abundancia de los primeros meses, pero uno debe tener en cuenta que ahora colaboramos en muchos otros medios. Aún así, seis entradas de media a la semana es algo nada despreciable para un proyecto que sigue siendo una actividad al margen de nuestras vidas profesionales.
Este volumen de publicaciones no ha sido solo obra de los editores pasados y presentes sino que hemos tenido la fortuna de contar con excelentes colaboradores. Un total de 91 autores aparecen en la base de datos del blog, aunque quizás la cuenta se quede corta si consideramos las piezas colectivas y las publicaciones de Juan de Ortega, el pseudónimo para colaboradores que prefieren no usar su nombre real por motivos personales o profesionales. Pero más que del número, nos sentimos orgullosos de la calidad de la gente que nos ha prestado un poco de su tiempo y ha escrito para nosotros.
¿Sobre qué hemos escrito? La respuesta corta es que hemos escrito sobre los temas de los que sabemos. Politikon nació con vocación de contribuir al debate público con una mirada enraizada en las Ciencias Sociales y, por eso, incluso cuando hemos publicado piezas de opinión, lo hemos intentado hacer desde una posición informada por la evidencia acumulada en nuestras respectivas areas de especialización académica. Pero podemos ser más concretos, hacer lo que hemos hecho tantas veces y mirar a los datos para tener una imagen más clara y sólida de la relevancia de cada tema que hemos abordado en los últimos cinco años.
Para ello, he dejado que sean los contenidos del blog los que hablen por sí mismos. En lugar de usar un medida tan gruesa como las categorías que asociamos a cada entrada (“Unión Europea”, “Economía”, “Política”, “Internacional”), he optado por una alternativa más refinada que permite que los posts que hemos escritos se clasifiquen en función de los temas que tratan. En concreto, he escogido una extensión reciente a un modelo estadístico muy popular en minería de textos que descubre los grupos de palabras que mejor representan el contenido de un corpus de documentos, en este caso, las entradas en nuestro blog. A estos grupos de palabras los llamaremos temas y es posible que un único texto trate varios temas. Por ejemplo, palabras como “déficit” y “impuesto” es probable que aparezcan en una entrada sobre política fiscal, mientras que “partido” y “votantes” serán más frecuentes en otra sobre estrategia electoral. Pero también es posible que una entrada discuta la economía política del ciclo presupuestario y uno esperaría que en ella aparezcan todas las palabras anteriores. El objetivo del modelo es recuperar tanto las palabras que definen cada tema como la proporción de cada tema en cada entrada del blog.
Asignarle una etiqueta intuitiva a los resultados que salen del modelo no siempre es sencillo, pero si miramos, entre otras cosas, las palabras más habituales[1] en cada tema, algunos patrones son obvios (figura anterior). En estos años hemos hablado de sistemas electorales e instituciones, economía, comportamiento electoral y elecciones, mercado laboral, políticas públicas, partidos políticos y democracia, política americana o integración europea. Por si alguien lo dudaba, también hemos (Roger ha) hablado mucho, quizás no lo suficiente, de trenes. Cierto es que alguno de los grupos de palabras que el modelo identifica se alinea más con estilos y peculiaridades de cada uno de los editores que con auténticos temas, pero mi impresión, y creo que cualquier lector habitual estará de acuerdo conmigo, es que el modelo captura bien el rango que hemos cubierto.
Pero más interesante que los temas en sí quizás sea su prevalencia a lo largo del tiempo para ver qué temas han ganado o perdido peso en el blog. Eso nos dará una idea de cómo han ido cambiando nuestros intereses en los últimos cinco años. Esa dinámica es lo que muestra la figura siguiente:
El mensaje general que se desprende del gráfico es que el blog ha evolucionado y se ha ido centrando en los temas que conocemos mejor. Ahora hablamos más de política y de elecciones y menos de economía e historia, lo cual refleja cambios en los intereses pero también en la composición del equipo editorial. No solo eso, incluso dentro de esas categorías nos hemos ido especializando. Ahora estamos más interesados que antes en políticas públicas como las reformas educativas y del mercado laboral pero a cambio discutimos menos sobre la Unión Europea.
Además, en un blog tan orientado hacia el análisis de la actualidad tiene sentido que el contexto político afecte a los temas que tratamos. Eso hace que en los últimos meses las entradas sobre comportamiento electoral y estrategia partidista sean temas dominantes, o que en 2011 la política americana fuese habitual en el blog.
Como recién llegado a Politikon soy el menos adecuado para hacer una evaluación de estos cinco años y sería muy pretencioso incluso pensar en los cinco años que han de venir. Al fin y al cabo, este es un proyecto que se forja día a día. Me quedo simplemente con el mensaje de que, mejor o peor, hemos intentado abrir una puerta de comunicación entre la investigación social y el debate público, y esa no es tarea fácil. Pero es muy gratificante, sobre todo cuando, en el camino, aprendes cosas nuevas. Y eso es lo que quería celebrar: que durante cinco años, antes como lector, ahora como editor, yo no he dejado de aprender.
Parece que voy a tener el honor de ser el primero en felicitaros. Durante todo este tiempo habéis conseguido avergonzar a todos los medios de comunicación tradicionales con vuestro conocimiento y ecuanimidad. Cada vez más sois la fuente a la que recurrir cuando se necesita un análisis serio de la política nacional o extranjera. Gracias por el buen trabajo.
Gracias a todos por compartir sólidos conocimientos y fundamentadas opiniones.
Gracias por la liberal política de comentarios.
Y sí, hay que hablar más de trenes, que el Enemigo es Poderoso 🙂
¡Feliz incumpleaños!
Enhorabuena por el esfuerzo. Abundando en los diagnósticos del autor, Sr. Rivero, me gustaría sugerir dos cosas:
1. Un incremento de la diversidad de materias tratadas dando entrada –o algo más de peso específico– a Sociología, Política, Psicología, Geopolítica y Economía.
2. Menos Conformismo con el vigente Paradigma que podríamos definir como Social-Demócrata/Nacionalista.
El foro se distingue por la juventud de sus editores y, sorprendentemente, por su ortodoxa y considerada comunión con el status quo.
Algo no termina de encajar pero es fácilmente soluble.
De nuevo, mi sincera felicitación.
Juventud, eh
Muchas felicidades de parte de un fiel seguidor vuestro desde casi los inicios. Habéis culturizado al público con entradas basadas en la evidencia escrita y por lo tanto de manera sería y objetiva.
Cuando alguien hace algo que le apasiona los resultados vienen solos.
Os felicito y os agradezco vuestra labor, que no decaiga. También, y no menos importante, como dice JLPC por vuestra madura política con los comentarios. Gracias también a los comentaristas, los habituales y los no tanto, porque he aprendido muchísimo con ellos.
Curiosa correlación entre trenes y política americana. ¿Por qué será…? 😛