Léanse seguidas:
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–¿Qué porcentaje de posibilidades hay que de un Gobierno presidido por Pedro Sánchez tras doce días de conversaciones?
–Ahora mismo lo fijaría en un tercio, pero podría elevarse en las próximas semanas. Todo depende de la estrategia negociadora que siga, aunque mi impresión es que hay opciones reales de alcanzar un acuerdo.
– Lo que se ha visualizado hasta ahora son más vetos y líneas rojas que consensos y manos tendidas.
–Hay tres elementos que lo explican. Por un lado, la falta de cohesión dentro de los negociadores, con el PSOE prácticamente abierto en canal y Podemos con divisiones entre sus confluencias territoriales. El segundo factor es estructural en España y está vinculado a la debilidad de las instituciones parlamentarias. Por ejemplo, en otras naciones los acuerdos nacidos del Parlamento para formar un ejecutivo tienen hasta rango de ley, facilitando así su control. Por último pesa la volatilidad del electorado. En otros países con alta fragmentación generalmente no se producen grandes cambios de una elección a otra y están acostumbrados a sentarse con los mismos contrincantes. En España, de pronto, más del 30% de votos han ido a partidos que antes ni existían. La combinación de todo ello es que los actores están siendo muy tácticos porque nadie sabe anticipar qué pasaría en caso de nuevos comicios.
–C’s apoyaría al PSOE si incluye al PP; Podemos si prescinde de C’s; ERC y CDC ofrecen una abstención que el PSOE rechaza… ¿Qué tiene Sánchez en la cabeza ante tantas variables enfrentadas?
–Mi impresión es que el PSOE tiene un plan: conformar un gobierno en minoría asegurándose el apoyo de Coalición Canaria y PNV, intentar negociar con IU-Unidad Popular y Compromís para que voten también a favor y con C”s para, como poco, recibir su abstención. Ello supone que la responsabilidad de una posible repetición electoral recae en Podemos. Y eso es lo que pretende Sánchez: poner a Iglesias contra las cuerdas y el dilema de estar obligado a votarle o cargar las culpas de tener que volver a las urnas.
Entrevista en Diario La Rioja (14/02/2016)
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Si estas dificultades son superadas por Pedro Sánchez, único candidato viable frente a unas nuevas elecciones, podrían darse dos configuraciones de gobierno. Una es un Ejecutivo en minoría monocolor del PSOE con el apoyo implícito de otros grupos en la Cámara. Esta fórmula es la conformada por el Partido Socialista en Portugal o el Venstre liberal en Dinamarca. Parlamentos fuertes o procedimientos de investidura simplificados facilitan que se den estas fórmulas. Ahora bien, en España tanto PP como PSOE han optado por Gobiernos en minoría por otras dos razones diferentes. De un lado, porque el partido más votado contaba con una amplia mayoría de escaños que impedía su desalojo por una coalición alternativa. De otro lado, porque los partidos que daban apoyo al Ejecutivo, básicamente los nacionalistas vascos y catalanes, han preferido no ocupar carteras ministeriales por razones estratégicas o ideológicas.
(…)
Si Pedro Sánchez optara por una fórmula monocolor, la mayoría parlamentaria que apoyaría al Ejecutivo sería la más exigua de la historia, apenas un 25% de los escaños del Congreso. La contrapartida a su debilidad es que, estando en una posición central, también tendría más flexibilidad para alcanzar acuerdos a izquierda y derecha. No sería una salida extraña ya que un tercio de todos los Gobiernos en Europa Occidental desde la Segunda Guerra Mundial son de este tipo.
(…)
Si Pedro Sánchez no logra formar Gobierno antes de mayo y se repiten las elecciones, poco cambiará en este dilema para quien lo intente después. No parece apuntarse un rápido regreso del bipartidismo e incluso, a tenor de las encuestas, tampoco un claro desempate entre los bloques a izquierda y derecha. Hemos de asumir que en el medio plazo habrá Gobiernos más débiles y una aritmética parlamentaria que restringirá los temas que pueden ser abordados en solitario. Ahora bien, esta fragmentación puede tener una doble virtud: permitir reformas más consensuadas y, al participar en ellas más actores, también más estables en el tiempo. Esperemos que haya suficiente amplitud de miras para entender que, con elecciones o sin ellas, solo reforzando nuestras instituciones podremos acomodarnos a este nuevo tiempo. Un refuerzo que empieza por el papel y los recursos del propio Congreso de los Diputados que, a partir de ahora, será el corazón de la vida política en España.
¿En minoría, en coalición o elecciones? El Pais (17/02/2016)
Lo que no entiendo es eso de «si Pedro no puede formar gobierno y se repiten las elecciones». Si el día 4 Pedro no es presidente hay 2 meses donde la constitución es clara, el Rey debe seguir proponiendo candidatos, y antes que proponer independientes sería lógico permitir intentos de investitura de Iglesias y Rivera. Con ello por ejemplo el plan del PSOE de culpar a Podemos de no echar al PP se iría al traste. ¿Qué pasaría tras una investidura de Pablo Iglesias ofreciendo medio gobierno y la vicepresidencia al PSOE y el PSOE votando NO junto al PP? Pues seguramente el PSOE tendría que acordar con Podemos en algo cercano a la propuesta inicial de Podemos. No olvidemos que aquí los únicos que han entendido que ya no pueden haber gobiernos en solitario son PP ofreciendo vicepresidencias a PSOE y Cs y Podemos reivíndicandola en un acuerdo para el cambio.
Para los que dicen que el Rey no propondría a más candidatos sin acuerdo previo, no se, la Constitución no exige acuerdos previos para ser propuestos por el Rey, y a Rajoy se le ofreció sin acuerdo previo ir a la investidura, y a Sánchez también y de hecho va. Que el Rey con 2 meses a la vista no proponga a más candidatos sería algo bastante contrario a lo que la CE dice que debe hacer.
Lo que no puede hacer el Rey es proponer a alguien contra su voluntad. Rajoy no quiere e Iglesias tampoco querrá, porque pierde seguro. El PSOE no tiene por qué aceptar lo que ya de antemano dejó claro que es inaceptable. Y de hecho el PSOE no tendría que votar NO con el PP; le bastaría con abstenerse, quedando así como «más generoso» que Podemos, que sí que habría votado NO con el PP (pinza).
Podría ser que Rivera se postulara como candidato «intermedio» de una gran coalición, pero es seguro que el PP votará NO, así que sería inútil y probablemente tampoco quiera presentarse a las elecciones con el estigma del fracaso. A Sánchez sí le conviene porque su liderazgo en el PSOE era muy frágil, y ser el más «valiente» de los candidatos le ayuda a consolidarlo.
La otra opción que queda es un candidato del PP que no sea Rajoy, pero también es improbable dada la imposibilidad orgánica de que el PP eche abajo a su líder.
Así que parece probable una espera de 2 meses sin más candidatos.
A Iglesias sí le conviene, porque puede exponer en la tribuna una oferta proporcional, que es lo que pide ahora. Aunque el PSOE se abstenga por 2 veces se habrá negado a ese bloque de cambio reflejarlo en el gobierno.
Por lo menos se anula el efecto de culpar a Podemos.
Si Cs se abstiene como hasta hoy dice que va a hacer, también valdría la abstención de Podemos para que la investidura del PSOE no salga.
Es gracioso decir eso de «de repente» un 30% del electorado se ha vuelto voluble, a no ser que mudamos el tiempo en base geológica…el PsoE lleva expulsando a sus izquierdistas desde ¿2010 y la reforma 135? ¿Desde el último González, 1996? ¿Desde el 85?
¿Y el PP? ¿Ser de derechas en España significa ser católico apostólico y romano, al menos en fachada? ¿ Ser un tintorro partier o ser un CSU cañí? ¿Ser un liberal o intervenir todo y colocar a tu gente?
El bipartito lleva años centrifugando díscolos, la diferencia con Europa es la polarización que han conseguido, de manera que se hacen difíciles los pactos, ya que para el recién llegado o el socio minoritario un pacto es el beso de la muerte.
Para mi el verdadero problema no es eso que se menciona, es el problema territorial. Si no hubiera una rebelión catalana que impide cualquier acuerdo con los catalanes para todos los partidos salvo Podemos ya tendríamos un acuerdo de centro-derecha, (PP-C’s) con abstención de nacionalistas, como ha habido varias veces en el pasado, o un acuerdo de centro-izquierda (PSOE-Podemos) con la misma abstención, como también lo ha habido.
Lo que imposibilita esas opciones, y principal dificultad también para el acuerdo PSOE-Podemos es el problema catalán. Hasta que no se resuelva este asunto, de una manera o de otra, creo que la democracia española va a tener serios problemas
Análisis caducado. El plan de enfrentar a IU y Compromís con Podemos está desbaratado. Ni Garzón ni Baldoví entraron al trapo, y no sólo por honestidad (que también) sino porque subirse al mismo barco que Ciudadanos y dejar a Podemos en tierra les hubiera perjudicado ante su electorado al tiempo que suponía una bomba interna: en el caso de IU, la federación gallega y el referente catalán (EUiA) hubieran roto definitivamente todo vínculo con ellos (Cayo y compañía estarían encantados, ahí otra razón de Garzón para fortalecerse como alternativa de liderazgo) y en Compromís las relaciones entre Bloc Nacionalista por un lado y Equo-Verds y Iniciativa del Poble Valencia hubieran quedado tocadísimas.
Plan por tanto con las patas muy cortas, Podemos lo ve desde el principio y sólo tiene sentarse a ver pasar su cadaver (el del plan, digo). Los «estrategas» del PSOE fueron (¿fuistéis?) muy ingenuos pensando que daría algún tipo de resultado, el único resultado es que a día A día de hoy y con una semana y pico menos, el PSOE está prácticamente como al principio: los acuerdos más firmes con Ciudadanos eran tan accesorios que Podemos, IU o compromís los hubieran podido firmar, pero lo avanzado con IU y Compromís (sobretodo, lo relacionado con derogar la rewforma laboral) peligraba de ser vetado por la formación de Albert Rivera.
Llega el momento de que el PSOE aparque Juego de Tronos y House of Cards, tanto Garzón (al que tomaron hasta ayer por una perita en dulce) como el Nucleo Irradiador se han visto todos los capítulos de ambas series, y asumir la realidad de que el partido del puño y la rosa ha sacado los peores resultados de su historia y toca ser un poco más humildes.
Gran comentario! tan solo añadir, que se acerca el momento en que Sánchez dijo que consultaría a sus bases. ¿Se atrevería a preguntar a sus bases por un hipotético acuerdo con Ciudadanos? puede llevarse una sorpresa, jejeje
No me cabe la menor duda de que las bases del PSOE prefieren un apoyo con Podemos. Y Sanchez si quiere ser presidente, también.
¿Gobierno del PSOE en minoría? Esto mismo lo comenté aquí hace unos semanas. La aritmética es sencilla, tanto Podemos como Ciudadanos tienen miedo a repetir elecciones, ninguno puede votar a favor de un gobierno del que forme parte el otro, pero si uno del PSOE. Pablo lo explica con más detalle, pero creo que erra en un punto, en la abstención de Ciudadanos, saliendo el PSOE elegido con los votos a favor de algunos nacionalistas y Podemos. Eso acercaría ese gobierno a la esfera nacionalista e izquierdista, quiero decir, el balance estaría inclinado hacia un lado que precisamente Ciudadanos no puede ver. Por eso veo más equilibrado el apoyo de ambos partidos, y si acaso, la abstención de Compromís y Podem.
PP y Podemos votarán en contra de cualquier gobierno en el que no formen parte. Eso parece bastante claro. Rajoy está enrocado (aunque los poderes fácticos parece que han puesto en marcha la maquinaria de la presión contra él) y los votantes de Podemos no entenderían otra cosa.
Así que la única posibilidad de formar gobierno es la carambola de PSOE-Podemos-UP + los votos de Compromís y PNV (con la abstención de los catalanes).
Las presiones a Sánchez para que rehuya la única posibilidad que tiene de ser Presidente, es decir apoyarse en Podemos, deben de ser de aupa. Para mí todo depende de la ambición del líder del PSOE… veremos
¿Como puede conseguir Sánchez el apoyo de todos esos partidos que dices sin tener que aceptar un referéndum para la independencia (que además necesita de una reforma de la constitución que no puede conseguir sin el PP)? Y si pudiera dar constitucionalmente ese referéndum, ¿como podría conseguir el apoyo del resto de su partido?.
La coalición que propones exige ese referéndum y es algo que está fuera del alcance de las manos de Sánchez (aparte de que lo pueda estar de su voluntad). En cambio, está al alcance de Iglesia apoyar un gobierno en minoría del PSOE, y lo está porque la mayoría de sus votantes lo podría aceptar mientras que hubiera contraprestaciones (sin necesidad de referéndum). Podría perder el apoyo de los catalanes y Compromís (aunque en caso de nuevas elecciones por separado, te aseguro que la mayoría de los votantes de Podemos Valencia e incluso Compromís son indiferentes al referéndum), pero con el apoyo de la mayor parte de Podemos, Ciudadanos y PNV, el PSOE puede gobernar en «solitario».
Yo no he oido a Iglesias decir que el referendum se tiene que hacer en esta legislatura, sino que el referendum tiene que estar en el horizonte del debate. No se puede construir un país viable contra los catalanes, y el 80% de los catalanes quieren que se establezca el derecho a decidir. En mi opinión el referendum no es el inicio de un proceso, sino el final (o el intermedio, claro), hay que pensar y acordar un nuevo modelo territorial del estado, el referendum es el ultimo paso para todo esto. Entiendo que hay que cambiar la constitución antes del referendum, lo que nos emplazaría a la siguiente legislatura.
Mira no entro si estoy a favor del referéndum, pero si en que es una condición para esa alternativa de gobierno que propones. Iglesias dijo que era una línea roja, a lo mejor el la desdibuja ahora (porque con su electorado puede), ¿pero lo van a hacer ERC y Convergencia? Sin el apoyo de estos no tienes gobierno y mucho tiene que cambiar en esos partidos, para que permitan un gobierno PSOE-Podemos sin conseguir el referéndum.
Como decía en el comentario anterior, el referéndum es algo que el PSOE ni puede ni quiere dar, así que o cambian de posición los dos partidos independentistas catalanes (y llevan 3 años apostando todo a eso) o no hay alternativa de izquierda.
Ahora bien, hay otra alternatica, más de centro, pero tirando a la izquierda. Es el gobierno de Podemos, PSOE y Ciudadanos. Así se saca al PP del poder y se consigue un gobierno de cambio y regeneración desde la centro-izquierda. A partir de ahí construyes una alternativa de país más interesante para todos, incluso los catalanes.
Aquí el problema radica en los vetos y las dificultades para ceder de tanto Podemos como Ciudadanos, por eso esta la opción de un gobierno de minoría del PSOE, aupado por los otros dos partidos, y que tenga que negociar cada medida con ambos lados del hemisferio político.
Pero vamos, probablemente todo esto es paja mental, hayan elecciones en 4 meses como dice Rajoy y ahí otra vez a lo mismo. Ya veremos como cambian los resultados, pero no creo que favorezcan a los nuevos partidos. La razón, a los votantes de Ciudadanos les sale más rentable votar a PP (la mayoría) o a PSOE, tanto porque cuentan más los votos como para facilitar un posible gobierno. A Podemos le ha hecho mostrar sus cartas y probablemente suponga la ruptura de algunas de sus mareas, lo que le hará perder votos y que cada uno valga menos. Así los más pragmáticos volverán al PSOE, mientras que se quedará el núcleo que hubiera votado a IU originalmente, más los que se han sumado del sector izquierda del PSOE y que sigan viendo en Podemos una alternativa relevante, más de lo que fue IU nunca.
Las dos alternativas que nos quedará, será o algún tipo gran coalición PPSOE o la que yo creo más probable, de tripartito. Esto último solo se dará si los nuevos partidos reciben menos votos que en las últimas elecciones, que es lo que espero, lo que les podrá hacer suavizar sus posiciones.
Ese es el problema de seguir el discurso de Podemos interpretado por los medios. Las ruedas de prensa de Podemos se emiten en streaming y es conveniente verlas. Allí comprobará que nunca se ha dicho que el referendum sea una línea roja, es más varias veces se ha dicho que no hay líneas rojas sino asuntos importantes que deben hablarse.
Sobre los partidos catalanes, si se tiene el apoyo del PNV, basta la abstención, y creo que sí se habla con ellos se puede conseguir, otra cosa es que sea una vía que se quiera intentar.
De momento parece que la apuesta del PSOE va por otro lado, intentar que PP o Podemos se abstengan y Ciudadanos vote a favor de un gobierno en solitario del PSOE, o de un gobierno del PSOE Con Ciudadanos y Podemos. Ambas posibilidades ya se ha dicho que no son tales, porque C’s se ha mostrado como el recambio del PP en la práctica y ambos partidos: C’s y Podemos han dicho que con el otro no quieren gobernar. Dejar al PSOE gobernar en minoria con 90 diputados es una garantía de que te hagan un «Susa diaz» cual IU de Andalucía, es decir, que ya con el gobierno asegurado, hagan lo de siempre y traicionen sus promesas de la campaña y de la investidura…, así que el plan real del PSOE es ir a nuevas elecciones acusando a Podemos y al PP de hacerle la pinza (viejos temas nunca mueren), y que tengamos un par de meses de encuestas manipuladas hinchando artificialmente a PSOE y Ciudadanos y desinflando artificialmente a Podemos con las excusas que comentabas.
Y volveremos a estar otra vez en el mismo sitio, quizá con el sorpasso y ya la negociación será cuantos ministerios se quedará el PSOE a cambio de su apoyo a la presidencia de Iglesias, o si ya vamos de una vez a la gran coalición y se quitan las máscaras de una vez.
La cuestión territorial seguirá bloqueando la plena incorporación de los partidos catalanes, y el horizonte del referendum seguirá siendo una condición para que el país se pueda cohesionar.
¿Qué argumentos das para hablar de «ruptura de algunas de sus mareas»? Lo pregunto con curiosidad, y desde la impresión de que la tozudez de los contrincantes de Podemos de confundir deseos y realidad («frikis», «ignorantes», «no llegaréis ni al 15%», «leninistas», «perroflautas») ha sido una de las causas de que estos y sus aliados consiguieran llegar hasta donde llegaron.
La pregunta anterior era de Carlos Jerez. Me sumo a lo dicho por Molari de que lo mejor, lo más empírico, para conocer por dónde respiran los partidos políticos, no sólo Podemos, todos, es ir a fuentes primarias: verse sus ruedas de prensa y leerse sus documentos.
http://www.eldiario.es/politica/Pablo-Iglesias-condiciones-acuerdo-revocatorios_0_464754384.html
Nunca lo ha dicho.
Los pudremitas sois lamentables.
Para mi que la fragmentación lo que está haciendo es que Moody’s nos baje la nota. Y Moody’s no habla por hablar, es su negociado.
Eso supone que estamos en riesgo de perder la recién conseguida senda de empleo, crecimiento, contención del déficit… casi nada.
Y todo por dos problemas:
– En la derecha una guerra de medios contra el PP.
– En la izquierda una guerra de liderazgo en el PSOE y el hueco a un partido populista derivado de ello.
Blog Pajas y obviedades – «Cosillas II»
http://pajobvios.blogspot.fr/2016/02/cosillas-ii.html
Moody’s la del AAA a la basura de Lehman Brothers, esos que no hablan por hablar, esos con tanta vista 🙂
No hemos recuperado la senda del empleo, hemos conseguido que la gente desista de buscarlo. Según datos del INE, la tasa de actividad ha bajado del 60,29 del 4ºtrimestre del 2011, al 59,43 del 4ºtrimestre del 2015, especialmente entre las personas hasta 30 años. Y no se ha creado empleo sino que se ha troceado. Según datos del INE, en el cuarto trimestre del 2011 se trabajaban 597.404,2 miles de horas semanales en total, en el cuarto trimestre del 2015 la cifra había bajado a 595.846,9 miles de horas.
Moodys podrá gustarnos más o menos. Pero es quien califica.
Lo que dice del empleo es justo lo que yo quiero resaltar.
En 2008 el debate Solbes-Pizarro lo «ganó» Solbes. Es decir, no se tomaron medidas frente a la crisis que comenzaba (como sí hizo, por ejemplo, Alemania)
¿A qué nivel de paro y déficit nos ha llevado y cuantos años nos quedan aun hasta que corrijamos los efectos de ese error de gestión?
Blog Pajas y obviedades – «Cosillas II»
http://pajobvios.blogspot.fr/2016/02/cosillas-ii.html
Quien califica ¿qué, exactamente? Porque podrían citarse casos de estados a los que las agencias de calificación declaran la guerra y aun así aumentan en inversión extranjera.
Es más, me gustaría ver las calificaciones de Moodys a Bélgica los casi dos añitos que se han tirado sin gobierno y su comparación con datos reales; a ciegas estoy dispuesto a afirmar que, para variar, no han acertado ni media.
La teoría del PSOE es: llego a un acuerdo con Ciudadanos y me planto ante Podemos con la disyuntiva de o me apoyas o me hago una campaña diciendo que PP y Podemos han reeditado la pinza. Eso en Andalucía (8’5 millones de habitantes, para los que no sepan que España es algo más que Madrid) supone que los votantes de izquierda allí van a votar con el sobre abierto, por la cuenta que les trae.
Monica Oltra quiere pasta para Valencia y no quiere saber nada de Iglesias tras la última experiencia.
Ada Colau ya tiene huelgas, y recuerdo al personal que los sindicatos son más bien proPSOE, de toda la vida, y no van a cambiar, no por Podemos, sí lo harían por IU, pero lo que le ha hecho Podemos a IU no tiene nombre.
En cuanto a la ¿gestión? de Carmena, mejor lo dejamos.
Por cierto, todos los equipos municipales que mantienen el aparato de Podemos existen gracias al apoyo socialista. Suponed que de repente el PSOE se cabrea. Ya sé que me diréis que antes no lo tenían, pero a la gente le gusta cobrar, y se les prometió el paraíso.
Resumiendo, que encerrarán a Pablo en un cuarto y Errejón pactará.
«Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia»…
1. Justo cuando perpetrabas tu comentario, Monica Oltra, Joan Baldoví y Pablo Iglesias daban una rueda de prensa en la que mostraban unidad sin ambajes ante el escenario abierto. Los mismos Oltra y Baldoví ya han expresado públicamente que valoran positivamente la confluencia electoral con Podemos en diciembre y que abogarían por repetirla.
2. Se ve que no estás informado del tema. La huelga es en TMB, donde «los sindicatos proPSOE», además muy marginalesm, no están llevando la voz cantante.
3. Creo que no eres consciente del hecho que que en ayuntamientos del cambio el PSOE promueva mociones de censura con la derecha: con políticas sociales ya puestas en marcha desde los presupuestos municipales, muchos votantes socialistas no lo perdonarían en siguientes citas electorales. En cualquier caso «el aparato de Podemos» no se mantiene gracias a esos «equipos municipales», sino a la donación de parte del sueldo de los distintos cargos públicos, que seguirán teniendo ese sueldo independientemente de que formen parte del gobierno o de la oposición.
En mi opinión, la Constitución de 1978 ha sido un gran invento político que nos ha servido para casi cuatro décadas de desarrollo económico y social y por supuesto para vivir en libertad, una libertad equiparable a la de cualquier país de nuestro entorno, y eso no es poco en un país con una historia como la nuestra, llena de fanatismo, subdesarrollo, dictablandas y dictaduras. Me alegro por tanto de que Pablo Iglesias haya dejado de considerarla “el papelito aquel del 78”. Como me sorprende que el PSOE siga confiando en que a pesar de las relaciones a cara de perro y no querer nada con el PP pretenda que éste le dé su apoyo para la reforma que de la misma quiere.
Pero, con ser un gran invento, no resolvió todos nuestros lastres históricos ni está sirviendo para desarrollar un proyecto común, basado en valores de muy amplia aceptación, respeto a las reglas y valoración de lo propio, ni para la superación del viejo cainismo y las dos Españas, cuestión ésta que ha reverdecido con fuerza en los últimos años. No ha resuelto de modo satisfactorio la cuestión territorial, ni los Gobiernos que desde su entrada en vigor hemos tenido han sido capaces de superar las grandes diferencias económicas y culturales que caracterizan a nuestro país, más bien al contrario solo han conseguido ensancharlas.
El fracaso del mercado laboral y del sistema educativo son los pilares sobre los que esa desigualdad se asienta y, que no tengamos un diagnóstico compartido sobre cómo resolver esas cuestiones representa no solo la constatación de un fracaso del pasado, también compromete fuertemente nuestro futuro. Que la responsabilidad de esas injusticias se la pretenda endilgar en exclusiva al PP no deja de ser una falsificación histórica de dimensiones considerables. La LOGSE fue una ley socialista y el mercado laboral de las últimas décadas no solo contó con el apoyo del PSOE también de los sindicatos.
Tanto como pretender que el aumento del independentismo catalán es también de su sola responsabilidad, olvidando no solo que ese ha sido el objetivo del nacionalismo desde el primer día, alimentado por la aventura de Maragall y su Estatuto, y culminado por la actitud del señor Zapatero ante lo que estaba pasando. Y continuado ahora mismo con la defensa a ultranza del cupo vasco, fuente de casi todo lo que de injusto tiene el reparto de la financiación autonómica. Eso al margen de la constatación de que el sistema de cuatro partidos tampoco está sirviendo para romper la hipoteca de tener que pactar con los nacionalistas y los agravios comparativos entre territorios a que eso ha dado lugar siempre.
Frente a todas estas cuestiones la izquierda pretende lavarse las manos, mirar para otro lado y echar la culpa a la derecha. A la derecha española, debe entenderse. La única que a su parecer es verdadera derecha ya que con las otras no solo se entiende sino que ha mantenido y mantiene acuerdos básicos. Que, en el documento para los pactos, que el PSOE ha hecho circular para la investidura de Pedro Sánchez, no aparezca la cuestión territorial constituye la prueba del nueve del verdadero callejón sin salida en que ese partido se encuentra en relación a esta transcendental cuestión.
Y otro tanto de lo mismo podría decirse en relación al pacto educativo o la reforma del mercado laboral. Un documento como el Libro blanco de Marina se le atraganta porque en él se contiene un modelo único para toda España, pero también porque constituye la mejor constatación del fracaso del vigente hasta el presente y la necesidad de cambiarlo casi todo. Que, ante el reto de un nuevo modelo educativo, a Pedro Sánchez solo se le ocurra un aumento espectacular del presupuesto o la obligatoriedad de la escolaridad hasta los 18 años, no deja de ser la mejor prueba de cómo desde ese partido más que ideas y propuestas consistentes se ha optado por eslóganes de fácil venta en campaña electoral.
Pero es que en el hipotético caso de que la alternativa de Gobierno que propone Pedro Sánchez, en cualquiera de sus modalidades, saliera adelante resulta difícil no pensar que tendría serias dificultades para atender los asuntos diarios de la gobernación, no digamos ya la firma de un pacto escolar con deseos de permanencia en el tiempo, o uno por el empleo, y por supuesto la reforma constitucional en la dirección de un federalismo asimétrico en el que Cataluña gozase, al igual que hoy hacen País Vasco y Navarra, de un sistema de financiación autonómica privilegiado. Y me supongo que poco cambiarán las cosas si se hace necesario repetir las elecciones.
Es por eso que, o bien las fuerzas políticas, particularmente las dos históricas, se replantean su relación a cara de perro, su descalificación hasta el infinito y el cainismo de la una con la otra o, no será fácil en el corto plazo dotar a España de Gobiernos sólidos capaces de abordar los graves problemas de dentro, sin perder la perspectiva de lo que pasa fuera, un mundo en el que no paran de producirse importantísimos cambios. Si hay voluntad real de afrontar la cuestión catalana y la reforma constitucional, el pacto educativo o la lucha contra la corrupción, al tiempo que se hace frente a la delicada situación económica y al reto histórico de avanzar firmemente en la dirección de una sociedad más igualitaria, las fuerzas mayoritarias deben comenzar a limar asperezas y procurar un elevado grado de entendimiento que ahora no se ve por ninguna parte.
Para mí los intereses generales van por ahí. Los que salen a la luz y de los que se nos habla cada día pueden ser perfectamente legítimos, pero a mí como ciudadano lo que realmente me gustaría es que abordasen los que cito más arriba.
Mientras el Frente Mediático Anglo-EEUU siga tratando de expulsar del Gobierno a Rajoy (Frente Euro-Carolingio) y promocionando la Alternativa Anglo (Podemos, PSOE y C’s) la apuesta es la de PSOE y C’s con abstención PP. Rajoy es lo suficientemente disciplinado como para abstenerse si se lo saben pedir.
A cambio se le puede ofrecer parar la campaña por pequeñas corruptelas y, de paso, tratar las Grandes Corruptelas : PSOE’s EREs, Cursos, etc Cataluña con miles de millones ya blanqueados en ambos casos más lo que todavía no ha salido pero podría salir solo con un gesto de alguna agencia de Inteligencia Extranjera que ha pillado todo a través de los circuitos de Blanqueo.
En cualquier caso muy buen artículo y comentarios. Pero este juego solo aparentemente es de política interior.
Saludos
Me quedo con la duda, si Rajoy ni se va ni se abstiene ¿Reevaluará sus posiciones?
Para mí la pregunta del millón siempre ha sido «¿A quién le convienen nuevas elecciones?». Y el asunto es que la respuesta a esa pregunta, que al principio parecía clara y evidente, se ha vuelto ambigüa y confusa en las últimas semanas.
– Casi todo el mundo estaba convencido de que en nuevas elecciones el PP saldría ganando y se comería a Ciudadanos (la verdad, yo no lo veía tan claro) pero por un lado Rivera ha jugado muy bien sus cartas, y por otro los continuos casos de corrupción en la cúpula del PP están llegando a extremos inaceptables, aún más si se combinan con la pasividad – o algo peor – de Rajoy. Hoy por hoy, parece más probable que fuese al revés y Ciudadanos le restara votos al PP, especialmente en Madrid y Valencia que tienen muchos escaños.
– En cuanto a Ciudadanos, podrían decirle a la prensa como en el Tenorio que «los muertos que vos matáis gozan de buena salud». Hoy por hoy se diría que mejorarían sus posiciones pero ¿Tanto como para cambiar los términos de la situación? Con toda probabilidad, no; más aún, la suma de PP+C’s probablemente perdería escaños.
– En cuanto al PSOE, es muy probable que si vamos a nuevas elecciones rentabilice los esfuerzos para formar gobierno y el debate de investidura y gane escaños, pero de nuevo tendría que ganar muchísimos para que la situación cambiara. Incluso si subiera nada menos que 20 escaños por la izquierda y 10 por la derecha, improbable como es semejante subida, seguiría necesitando más de 50 apoyos externos, que es otra forma de decir que seguiríamos en las mismas.
– Y por lo que toca a Podemos, son otros cuyas perspectivas electorales se han oscurecido. Siempre fue aventurado asumir que Podemos ganaría votos después de haber votado aliado con el PP para impedir que gobierne el PSOE, y después de haber puesto el referendum de secesión como exigencia irrenunciable. Pero además está dejando en evidencia que su idea de la democracia es… muy original, está cada vez menos claro que Iglesias lidere o pueda liderar las confluencias – lo ocurrido con Compromis y el nuevo partido que Colau va a organizar fuera de Podemos son signos elocuentes – y la gestión de sus alcaldías estrella va mal. Los Losantos, Marhuenda, etc, no tienen ni que empujar la pelota a la red, Carmena y Colau se meten goleadas en propia puerta.
Al principio creí que Sánchez no tenía ni siquiera un 10% de posibilidades de ser investido, tal vez ni un 5%. Ahora pienso que como mucho tiene un 50% pero que puede lograrlo, porque para Podemos se está volviendo atractivo abstenerse y permitir la investidura de Sánchez para hacerle sudar sangre después, cuando necesite votos para cada una de sus medidas. Para Iglesias votar contra Sánchez junto con Rajoy porque el PSOE no da vicepresidencia ni referendum es muy peligroso, porque con o sin nuevas elecciones podría significar otros cuatro años de gobierno del PP…
El PSOE no tiene un plan salvo que consideremos que tal cosa sea equivalente a decir que Pedro Sánchez sea nombrado presidente del Gobierno a cualquier precio. Su reforma constitucional depende del PP, al igual que cualquier otra reforma de calado. Con lo que su solución estrella para el tema catalán es solo un bluf. Pretende negociar al mismo tiempo con quienes están por el mantenimiento de la reforma laboral y la contención del gasto y quienes sostienen todo lo contrario.
Con quienes piensan España como unidad y quienes anteponen su comunidad o la plurinacionalidad. Su Gobierno no solo no frenaría las concesiones presupuestarias y de todo tipo a las comunidades según la procedencia de sus apoyos parlamentarios, más bien todo lo contrario, y la lista va a ser larga: PNV, CC, Compromís, Mareas, En Común Podemos, y ya Susana Díaz y Ximo Puig se han apresurado a decir que hay que perdonar la deuda a sus respectivas comunidades. Y veremos hasta dónde llegan las concesiones a Cataluña teniendo en cuenta lo que se viene diciendo de que la culpa de lo que pasa allí es del PP.
Pensar en un proyecto de país como conjunto en esas condiciones resulta ilusorio. Pensar en reformas educativas y de otro tipo que contenten a todos esos y algunos más quiere decir que se prolongará la agonía de nuestro sistema educativo. El plan del PSOE constituye el mejor NO PLAN para un proyecto ilusionante de país integrado y continuar en la senda sino agravarla de algunos de los problemas que pensábamos que la nueva política vendría a corregir.
Si por plan se entiende que Pedro Sánchez sea presidente del Gobierno a cualquier precio lo acepto, pero al mismo tiempo digo que eso representa un NO PLAN para abordar las grandes reformas que este país necesita y darle un sentido de unidad y coherencia a esto que llamamos España.