El envejecimiento demográfico como reto

Desde hace unas décadas, casi todos los países desarrollados han experimentado un progresivo envejecimiento de su población que se ha debido básicamente a la combinación (asimétrica por país) de dos factores: baja fecundidad (se tienen menos niños) y aumento de la esperanza de vida (se viven más años). Esto ha provocado que se haya producido un constante incremento de la proporción de personas mayores sobre el total de la población (independientemente de la subjetividad del significado de “mayor”, aquí tomaré la concepción más extendida, esto es, aquellos individuos que han cumplido los 65 años).

Este envejecimiento demográfico, ciertamente acentuado en España con casi un 20% de personas mayores de 65 años, se ha considerado desde ciertos sectores científicos y políticos como un grave problema social, una explosión demográfica o, de un modo más extendido y ambiguo, un reto de las sociedades avanzadas. Sin embargo, la población no lo considera así o, al menos, los últimos barómetros del CIS no lo indican: ni envejecimiento ni baja fecundidad aparecen entre los tres principales problemas que afectan a España. El único proxy que se puede considerar es el de las pensiones, tema que preocupaba a un 5,7% (septiembre 2015), un 2,6% (octubre 2015) y un 1,8% (noviembre 2015) de los ciudadanos españoles. Los datos no cambian mucho si seleccionamos sólo a los mayores de 65 años.

Sin embargo, no cabe duda de que la evolución de la fecundidad y la mortalidad (esperanza de vida), así como del envejecimiento asociado, determinan en una medida ciertamente considerable la previsión para la ejecución de muchas políticas, sobre todo sociales, a nivel estatal y autonómico, que, dado el sistema de efectos intergeneracionales del que se nutre el estado de bienestar, afecta a todos los grupos de edad. En este artículo me pregunto si los principales partidos políticos están teniendo en cuenta la situación actual y la previsión futura de estas dinámicas demográficas en sus programas electorales.

Las propuestas de cara al 20D

PP – El Partido Popular, fiel a su votante más preciado, dedica una notable parte de su programa a las personas mayores. Lo hace siempre desde el punto de vista amable y necesario: “una generación que está encaminada a protagonizar nuestro futuro inmediato” (p. 107). Sus propuestas para los mayores descansan sobre tres pilares: la estabilidad del sistema de pensiones, el envejecimiento activo y un acompañamiento con base en la familia en cuanto no puedan llevar una vida digna. Hay que destacar la mención del modelo de co-housing, que tradicionalmente no ha tenido recorrido en España.

Para la lucha contra el envejecimiento, se propone un aumento de la natalidad “poniendo en práctica estrategias de éxito que ya han sido emprendidas en países de nuestro entorno” (p. 109), pero sin indicar cuáles, y garantizar las pensiones. Se valora asimismo un plan pronatalista de “Apoyo a la maternidad y promoción de la natalidad” (pp. 93-95), si bien con una base de corresponsabilidad familiar a través de medidas de conciliación.

PSOE – El Partido Socialista enmarca el envejecimiento dentro de una evaluación numérica de la situación demográfica española que presenta unos números reales y actualizados y con una transversalidad que recorre varios ámbitos: medio rural, sanidad, gasto público, servicios sociales, dependencia y pensiones. Sus propuestas para los mayores se basan en el envejecimiento activo, la adaptación de las políticas a la envejecida realidad demográfica y a la mejora del sistema de pensiones en el marco legislativo actual.

Su programa encara la necesidad de afrontar el reto o problema de un país envejecido a través de un rejuvenecimiento de la población mediante dos estrategias: primero, “favorecer el incremento de la natalidad para corregir la anomalía que supone que España sea uno de los países del mundo con la tasa de fertilidad más baja” (p. 189; nota: usan fertilidad cuando quieren decir fecundidad, probablemente por mala traducción del inglés), en un marco de “grave” y “preocupante” situación demográfica; y segundo, la recepción de flujos de inmigración. En sus propuestas indica específicamente que no se trata de políticas pronatalistas, sino de crear un entornos social y laboral propicio para que las personas decidan libremente sus estrategias reproductivas.

Ciudadanos – El programa de C’s es escaso en sus referencias al envejecimiento o la realidad demográfica de la población española. Plantea propuestas asociadas a las personas mayores en cuatro campos: primero, dependencia y autonomía personal que, si bien no está dirigido específicamente a los mayores, sí que tiene un guiño a este colectivo, que engloba dos terceras partes de las personas con dependencia y con diversidad funcional. Su apuesta es magna, incluyendo los derechos sociales a las personas con dependencia dentro de su propuesta de reforma constitucional. Segundo, en la promoción del envejecimiento activo y saludable. Tercero, un apoyo a los servicios asistencialistas. Y cuarto, una modernización del sistema de pensiones a otros modelos europeos (sin indicar cuáles) y con una flexibilización de la edad de jubilación (sin indicar edad mínima).

No plantea ninguna propuesta asociada a la promoción de la fecundidad o a la situación del envejecimiento de la población española.

Podemos – El programa de Podemos es igualmente exiguo en las referencias al envejecimiento o a las personas mayores. Sólo se refiere a ellos en tres apartados: “Deportes” (p. 104), asociado a la promoción de un envejecimiento activo y social; “Pensiones” (p. 70), con una propuesta de derogación del actual modelo, un restablecimiento de los 65 años como edad máxima de jubilación y un guiño intergeneracional para garantizar la actuación del Estado para las generaciones venideras con mayor esperanza de vida; y “Medio ambiente” (p. 197), con ciudades accesibles a los mayores.

De igual manera que Ciudadanos, no hay propuestas sobre fecundidad o sobre el panorama demográfico envejecido de la población española.

¿Se atiende a la realidad demográfica de la población española?

De alguna manera, las cuatro principales formaciones políticas dedican una parte específica o transversal al envejecimiento de la población española, pero sus aproximaciones son muy dispares y asimétricas. Esto puede deberse a dos razones: cuáles son sus targets de votantes y, esta es mi sospecha, al miedo a la concreción de propuestas de cada uno de los partidos en plena campaña.

En cuanto a la cuestión generacional, PP, con un electorado envejecido al que fidelizar, y PSOE, un catch-all con también gran peso de los votantes mayores, son los que más concretan medidas específicas para las personas mayores. En cambio, los dos partidos emergentes, C’s y Podemos, más orientados al electorado joven, dedican menos “esfuerzo” a explicitar propuestas concretas, dejando “hojas en blanco” que probablemente les atraiga más votantes de los que pueda perder.

En todo caso, casi todas las medidas coinciden en tres temas fundamentales: 1/ la necesidad de la sostenibilidad del sistema de pensiones, 2/ el envejecimiento activo y saludable, y 3/ la eficacia de un sistema de atención a la dependencia (en general, sin citar que la mayoría son personas mayores). Y, al contrario, hay enorme diversidad (o ausencia) en el tema de la fecundidad como factor de rejuvenecimiento de la población, que va desde las políticas pronatalistas del PP, la promoción de un entorno social favorable para la fecundidad y la entrada de flujos de migrantes del PSOE, y la omisión del tema en C’s y Podemos.

Atendiendo a la pregunta que nos hacemos en este apartado, ¿se está teniendo en cuenta la realidad demográfica de la población española en los programas? Poco. ¿Y en campaña? Más allá de una pregunta en el debate a cuatro, igualmente insuficiente. No cabe duda de que es un tema transversal y que poco se puede decir de forma concreta sobre este tema, pero es innegable que los cambios en la estructura poblacional marcan la agenda política del país, ya que cada grupo tiene unas necesidades específicas en cada una de las parcelas de actuación gubernamental (ya sean de competencia estatal, ya sea de competencia autonómica). En mi opinión, no parece que nos lo estén contando o, al menos, que lo manejen con la importancia que realmente tiene.

Es la demografía, estúpidos.