Internacional

La difícil lógica de las coaliciones de centro anti-establishment

10 Dic, 2015 - y - @bpberta, @JVinaras,

Durante los últimos meses y en particular desde las elecciones al Parlament de Cataluña de septiembre, las encuestas electorales han apuntado a un notable crecimiento de la intención de voto a Ciudadanos para las próximas elecciones generales del 20 de diciembre. Independientemente de lo certeros que se revelen estos estudios, este auge del partido liderado por Albert Rivera presenta ciertos paralelismos con el fenómeno que se vivió en el Reino Unido en 2010 con el Partido Liberal-Demócrata Británico: un partido que en 2010 también ganó cierto momentum gracias a la popularidad de un discurso anti-establishment de centro, basada en la idea de un “cambio sensato”.

Además y como las encuestas apuntan que podría pasar con Ciudadanos, los Liberales Demócratas también acabaron teniendo la llave de la gobernabilidad y tuvieron que escoger a cuál de los dos grandes partidos le daba el gobierno. Una decisión que, como demuestra el siguiente gráfico, no fue nada fácil ya que los votantes Liberales Demócratas estaban muy divididos sobre sus preferencias de negociación.

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El desenlace es conocido. Después de una ronda de negociaciones (por cierto brillantemente resumidas en este fantástico documental de la BBC), los liberales apostaron por cambiar el color del gobierno y crearon el primer gobierno de coalición desde la segunda guerra mundial con los Conservadores de David Cameron. Sabiendo que hicieran lo que hicieran iban a defraudar a la mitad de sus votantes, Clegg y los suyos apostaron por un cambio de gobierno (la opción era ligeramente menos popular que el pacto de con los laboristas, pero la diferencia era muy pequeña y estos venían de sufrir un gran desgaste electoral). Cinco años después, en las últimas elecciones de 2015, los Liberales Demócratas perdían más de un tercio de sus votos y 49 de los 57 diputados en Westminster.

Como muestran las encuestas, 4 años después solo un poco más del 20% de los antiguos votantes Liberales apostaban por la coalición con los Conservadores. La mayoría apostaba por una coalición con los laboristas o incluso por un gobierno de mayoría de los laboristas que ni siquiera incluyera a su antiguo partido. Más importante, muchos de estos votantes habían abandonado el partido, como demuestra el hecho de que, entre los votantes que mantenían la intención de votar por los Liberales Demócratas sí hay una importante mayoría a favor de reeditar la coalición.

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Fuente: YouGov

Es muy difícil determinar que fue el detonante del malestar entre una parte de los antiguos votantes de los Liberales Demócratas y hasta qué punto los resultados hubieran sido diferentes si se hubiera optado por otro tipo de coalición.

Sin embargo, hay algunos indicios que hacen sospechar que el problema se debió más al contexto y las dinámicas de la coalición en un país poco acostumbrado a ellas que a la elección del socio. Por ejemplo, el gráfico posterior mide el impacto de dos medidas bastante impopulares que tuvo que aprobar la coalición en sus primeros años de gobierno: una subida del IVA al 20% y una congelación de las ayudas sociales por niño.  Los datos muestran que la segunda medida tuvo peor impacto en la intención de voto para el partido Liberal (sobre todo entre sus votantes y aquellos que simpatizaban con él pero acabaron votando al partido laborista).

Esto puede resultar contra intuitivo si tenemos en cuenta que la congelación de ayudas es una medida tradicionalmente considerada más de derechas que las subidas de impuestos. Pero se podría explicar porque, una vez hecho el pacto con el partido de la derecha, los votantes seguramente esperaron que se respetaran los principios tradicionales de los Conservadores como no subir impuestos. La subida del IVA hizo aún más incomprensible el pacto para estos votantes. Es decir, sin menospreciar el impacto de la coalición en si como desmovilizador de votantes Liberales, es posible que la situación de crisis económica  complicara aún más la labor de Clegg y sus compañeros de vender su presencia en el gobierno como algo bueno.

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Fuente: YouGov

Una elección compleja y excluyente

¿Era la situación de los Liberal Demócratas comparable a la de día de hoy en el seno de Ciudadanos? Como muestra el gráfico con los últimos datos disponibles del CIS, los votantes del partido naranja también están claramente divididos entre los que prefieren una coalición con el PP o con PSOE, no habiendo mayorías claras entre una u otra opción. Esta división probablemente responde a la indefinición del partido en el eje izquierda-derecha lo que les ha permitido acumular votantes de ambos lados a lo largo del espectro ideológico pero que, a su vez, genera las mismas diferencias que tenían los Liberales demócratas en 2010.

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Para tratar de encontrar una respuesta más definitoria al posible dilema que afrontará la formación, podemos recurrir a las diferencias de valoración que sus propios votantes establecen entre los dos principales candidatos a la presidencia. Sin embargo, incluso si observamos estos datos, nos encontramos con una mayoría que se siente muy indiferente hacia los dos, a pesar de que existe una ligera preferencia por Sánchez con respeto a Rajoy. Existe cierta preferencia por el candidato socialista en este sentido, que muestra una mejor valoración comparativa que el actual Presidente. Sin embargo, esta circunstancia no termina de solucionar el dilema al que Ciudadanos tendrá que hacer frente si se revela como la llave del Gobierno, a la vista de la importante división que genera una opción u otra.

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Por tanto, el paralelismo entre los partidos liderados por Clegg y Rivera parece ir más allá del discurso, o la proyección de sus liderazgos. Si, como exponíamos anteriormente, las decisiones tomadas en la política de pactos liberal demócrata han acabado teniendo un resultado dramático en los siguientes comicios, ¿debe Ciudadanos preocuparse por verse abocado hacía una evolución similar?

A pesar de todo, existen algunas diferencias entre los dos casos. Por ejemplo, a diferencia de lo que parece que va a ocurrir en nuestro país, en el Reino Unido la diferencia entre la fuerza de los dos socios de gobierno era muy grande, los Liberales Demócratas venían de perder porcentaje de parlamentarios respecto a las elecciones de 2005 a diferencia de la dinámica con la que se anticipa que llegará Ciudadanos al 20 de diciembre.  Además, el sistema electoral les debería permitir mantener cuota de poder con más facilidad a pesar de caer ligeramente en votos en unos futuros comicios. Sin tener en cuenta que es probable que en los próximos años los recortes que se tengan que aplicar sean menos inesperados y dolorosos que los que ha tenido que aplicar la coalición entre los Conservadores y los Liberales Demócratas.

No obstante y a la vista de los datos recogidos, parece difícil que Ciudadanos no sufra ante la decisión de pactar con uno u otro partido después de las elecciones.  Sobre todo porque además, en el caso Británico el partido que había estado en el gobierno anteriormente eran los laboristas, el partido que había quedado por detrás en los comicios. Es decir, al contrario de lo que parece que va a ocurrir en España, el partido que tenía más votos era también el partido que representaba el cambio, facilitando quizá la lógica del pacto.

Contentar a todo el mundo no va a ser fácil, y mantener el perfil diferenciado tampoco. Quizás una lección que podría extraerse del ejemplo británico es que la pérdida de los apoyos más cercanos a uno u otro lado del espectro ideológico es el riesgo que corren los partidos moderados al basar su crecimiento en un electorado centrípeto tan voluminoso como volátil.


13 comentarios

  1. Alnair dice:

    En mi opinión al C’s le conviene pactar con el PP ya que si en la siguiente legislatura las cosas van mejor pueden facilmente alegar que es gracias a ellos, ya que son el hecho diferencial entre una legislatura y la otra.
    Por contra si pactan con el PSOE, será muy dificil para los votantes derimir cual ha sido la principal causa de la mejora, ya que ninguno de los dos partidos estaba antes.

    En cualquier caso, un pacto siempre tiende a perjudicar al pequeño por lo que intuyo que buscaran un pacto ‘light’ con el PP, con apoyos puntuales.

  2. EB dice:

    Gracias por su post y en particular por destacar la importancia del contexto y la dinámica de la coalición en el tema específico que analiza. A mi juicio la explicación de fenómenos sociales–en su caso, el ciclo de vida de una coalición gobernante–requiere un análisis serio de cómo su contexto (sus circunstancias) va cambiando y de cómo los distintos agentes involucrados van respondiendo a ese contexto. Contrariamente a lo que podría suponerse, poco se ha avanzado en describir adecuadamente el contexto relevante de un fenómeno social (o nos vamos a lo muy general, o entramos en muchos detalles que nos impiden evaluar su importancia relativa). Además, en los fenómenos políticos se insiste en teorizar como si la competencia política se limitara a una competencia de ideologías (representadas por plataformas de partidos o movimientos, o peor por eslóganes) cuando esa competencia es multidimensional y no es nada claro la importancia relativa de las varias dimensiones. Precisamente, la formación de coaliciones y su ciclo de vida nos indican que no se puede limitar el análisis de la competencia política a las ideologías.

  3. Joaquín Guimbao dice:

    Creo que Ciudadanos equivoca su estrategia al definirse como un partido de centro y reivindicar a Adolfo Suárez como modelo. Tarde o temprano los partidos «exclusivamente de centro» acaban perdiendo el sitio.
    No hace mucho, cuando a Albert Rivera le preguntaban que situara a su partido en el eje de izquierda-derecha, respondía diciendo que las categorías izquierda y derecha no eran adecuadas* y que prefería responder sobre la posición del partido en temas concretos. Que fueran los demás quienes le que le calificasen.
    Para mí, el futuro a medio y largo plazo de Ciudadanos pasa por evolucionar hacia un partido de corte radical ( análogo al extinto partido radical italiano) supongo que quiero decir los mismo que vosotros cuando decís antiestablishment. Radical no sólo en su antinacionalismo (el ciudadano siempre antes que el pueblo) sino también en la reivindicación de los derechos civiles y la libertad individual por encima de otros valores lo que incluiría medidas que lo separarían nítidamente del PP y el PSOE, por ejemplo legalización de las drogas blandas, la eutanasia o el nudismo. Todo ello acompañado de un laicismo sin ninguna concesión a la Iglesia Católica, la supresión de cualquier privilegio individual o colectivo e incluyo aquí desde taxistas hasta notarios, registradores de la propiedad o farmaceúticos que dejarían de disfrutar del monopolio que ellos entienden como un derecho adquirido e irrevocable. Posicionamiento claro en el sector cultural que consistiría en no dar ni una sola subvención pero en la protección del derecho a la propiedad intelectual utilizando para ello el Código Penal si fuese necesario y así podría seguir con otros posicionamientos difíciles de situar en el eje izquierda/derecha pero que compartimos muchas personas.
    ¿Cuál seria la parte establishment? ¿Qué se debe compartir con PSOE y PP? Fácil, la libertad de mercado combinada con el respeto a los derechos sociales y un posicionamiento internacional prooccdental con las servidumbres que implica.
    Me temo que la proximidad del poder ha desvíado a Ciudadanos de las líneas sugeridas y le va empujando a posiciones más convencionales lo que le permitirá sacar muchos votos el 20D pero creo que se lo acabarán comiendo a medio plazo.

    *Pese a lo que se diga las categorías izquierda y derecha son arbitrarias y no responden a una ideología coherente. Naipaul (ver «Entre creyentes») que fue un tipo muy viajado ya advirtió que los conceptos izquierda y derecha son diferentes en cada país, lo que en Pakistán es una cosa, en Irán es otra, por no hablar de lo que en Francia es una cosa y en USA es otra. La posición de Ciudadanos por ejemplo respecto a la Sanidad Pública en USA sería de extrema izquierda y aquí hay quien dice que se corresponde con la extrema derecha. En fin..

    • Mr. X dice:

      ¿Radical? Eso en Argentina o Italia, puede tener algún sentido. No aquí, a menos que nos remontemos a Lerroux (aunque es un paralelismo interesante, ya que su partido también se hizo fuerte en Cataluña). Liberal, sería la traducción en España.

      Respecto a los pactos, bueno, yo lo que espero, subjetivamente, es que la suma PP-Cs no de para gobernar. Aunque la debacle de Sánchez, que tengo la impresión que pierde votos a espuertas en dirección a Ciudadanos y Podemos cada vez que sale en la tele lo está poniendo difícil.

      • Joaquín Guimbao dice:

        No se me había ocurrido lo de Lerroux, creo que sí es un buen antecedente. Respecto al calificativo, me parece bien «liberal» siempre que se extienda a cualquier ámbito del individuo y no sólo al mercado.

        Respecto a las coaliciones y, en coherencia con lo que he dicho, creo que a Ciudadanos no le conviene ser muleta del PSOE y el PP. Pan para hoy será hambre para mañana.

  4. Avogadro dice:

    Rivera no puede unirse a un gobierno de coalición después de haber dicho tantas veces que no lo va hacer sin que eso desemboque en desastre electoral.

    Lo que más les convendría, creo yo, sería facilitar la investidura de un gobierno del PP a cambio de ‘X’ condiciones y luego juntarse con el resto para cosas que el PP no quiera hacer ( como han hecho en Murcia con la ley electoral por ejemplo). Sería la forma de decepcionar al menor número posible de votantes.

    Algunos ex del PSOE quizás se enfadarán, pero tampoco hay muchas más opciones. Porque algunos parece que prefieren un pacto PSOE- C’s, pero un tripartito con Podemos ya no tanto( aparte de que sería casi imposible políticamente). Y decir no a todo tampoco creo que fuera bueno para un partido que dice ser pragmático.

    La única alternativa que se me ocurre es que a Rivera le puedan las ganas de ser presidente y proponga un gobierno de concentración presidido por él ( por aquello de ‘somos los únicos que podemos conseguir que los demás se pongan de acuerdo’ [sic]) y demás ocurrencias imaginativas.

    Todo esto suponiendo que la situación tras el 20D sea esta, que todavía queda partido y puede pasar cualquier cosa, desde que el PSOE se vaya a pique, a que C’s se de una hostia como en las locales, pasando por que se la de Podemos como en las catalanas o que el PP no quede primero.

  5. Pablo G. dice:

    Es un tema muy acertado en su planteammiento por parte de los autores y el caso del parlamento británico viene muy al caso por cercano en el tiempo y similitudes en las encuentas de opinión de los votantes de los liberales en aquél país.

    Estoy de acuerdo en que no se puede contentar a todo el mundo, y ante tal dicotomía creo que Rivera sólo puede hacer una cosa, que es Ser fiel a Si Mismo y a Sus Votantes. Y ésto creo que es su planteamiento inicial puede ser contradictorio con las ansias de formar un gobierno.

    Es una postura muy complicada que requiere mucha habilidad política y mucha capacidad de informar en los medios de forma proactiva del estado de las negociaciones a los ciudadanos españoles.

    Asumiendo que C´s no va a quedar primero:
    Creo que debe negociar con la fuerza política que obtenga más votos, poner encima de la mesa su programa y los puntos que no puede admitir del otro partido. Analizarlo y hace públicas son conclusiones. Y ésto último dirigido a sus votantes y a los que no lo han votado.
    La sociedad demanda transparencia y claridad.

    Creo que debe hacer lo mismo con el segundo o tercer partido, bien para tratar de formar gobierno o a apoyar al segundo.
    Realizar este proceso de iteración en el que su coherencia de contraste programática se vaya sometiendo gradualmente a la opinión pública, cosa que sería inédita en este país, al menos como proceso.

    Si es capaz de llegar en estas iteraciones a una conclusión meditada, razonada y expuesta a la sociedad de manera clara, y tener la capacidad y la suerte, por qué no decirlo, puede tener éxito. En caso contrario efectivamente puede acabar con el caso británico, diluyéndose electoralmente con el tiempo.
    Creo que es una posición muy acertada no entrar en los gobiernos de otros, dado que serán siempre incontrolables .

    C`s debe entender que sus votantes lo ven como una esperanza de cambio, pero en su caso es más casi una experimentación, dado que la tentación de volver a lo viejo conocido es muy grande para todos.

    Si juega bien sus bazas y consiguen, si no gobiernan, que otros apliquen una parte de su programa, están vigilantes y votan en contra de lo que no crean, y ésto se lo venden bien a los ciudadanos españoles, con todas las inmensas dificultades que encontraían en este camino, pueden tener opciones de consolidarse como partido.

  6. Cide Hamete dice:

    Por si sirve de algo: yo voté en las pasadas andaluzas por Ciudadanos con el convencimiento de que la «regeneración» vendría por el cambio de gobierno, os recuerdo que el Partido lleva 40 años mangoneando Andalucía. Cual fue mi sorpresa cuando Ciudadanos llegó a un acuerdo con el PSOE-A para gobernar a cambio de unas etéreas promesas de regeneración, que ni están ni se las espera.

    Así que no se a quien votar el 20-D

  7. M. Oquendo dice:

    Gracias por el artículo y los comentarios.
    Quizás solo añadir que mientras el liberalismo político tiene una larga tradición en UK –y una difícil trayectoria–, lo que está pasando con C’s –que de liberal tiene lo que un servidor de monje de clausura– es claramente una maniobra muy bien organizada desde el IBEX 35 y el frente «Anglo» que, enfrentado a los «Carolingios», divide la UE y resulta visible desde el golpe de Estado de Kiev.

    Este cisma que muestra la creciente divergencia con las directrices de la metrópoli imperial se ha acentuado con la situación Siria y los sucesivos fiascos de las guerras y levantamientos organizadas en el norte de África y Oriente medio.
    Es bueno analizar los tibios pronunciamientos de la izquierda y centro izquierda española en relación a los intereses USA porque muestran uno de los ejes de mayor interés. Explica, por ejemplo, los sutiles ataques de los grandes grupos mediáticos con capital extranjero al gobierno de Rajoy que en todos los temas anteriores ha mostrado una discreta cercanía a las posturas alemanas.

    Saludos

  8. Pescador dice:

    A Cs no le debe interesar ninguna coalicion que no conlleve la reforma de la ley electoral. Si sueña con aliarse al PP y adelantarlo en las próximas generales, va a tener razón Monedero y sus alusiones a estímulos artificiales.
    Y me temo que esa condición es la pared contra la que el PP apoyará su espalda. A las encuestas y a sus deseos para focales me remito…
    Otra opción es una coalición de no-ganadores que dedique unos meses a derribar ciertas defensas del sistem – con el beneplácito de Draghi y Angela- y repetición de elecciones en Junio.
    Pero tocar poder como socios, en un partido de aluvión -sólo hay que ver las credenciales de muchos candidatos- es el equivalente a beber cicuta.

  9. […] debería tomar nota porque son muchas las similitudes: La difícil lógica de las coaliciones de centro anti-stablishment (Berta Barbet y Javier Viñarás […]

  10. M. Oquendo dice:

    Si nos salimos un poco del análisis micro del trabajo de Berta (valioso y de agradecer) y miramos el tablero de juego en dimensiones más amplias se ven otras cosas.
    Por ejemplo se ve que una clave de estas elecciones es el Apoyo de los Medios en función de su accionariado (Español o Extranjero).

    Los medios de Capital «anglo» promocionan descaradamente a Podemos, PSOE y C’s al tiempo que –disimuladamente o no– zancadillean a un Rajoy «carolingio».

    Se ve muy claramente desde el Golpe de Estado de Ucrania el año pasado y en lo de Siria este año. La operación mediática arranca y se gesta en 2014.

    En estos conflictos el Imperio ha actuado como siempre: Tratando de Fragmentar a plazo lo que considera su imperio y «la gran masa asiática».—————-
    Ni C’s, ni Podemos (con un ex general Otan en sus filas), ni PSOE han dicho ni muuuu.
    Es decir ni son izquierda ni son nada. Son lo que parecen: Unos sumisos sin valores y con unas agendas dirigidas y pactadas.————–

    Rajoy, por lo menos se ha alineado con la parte menos sumisa de Europa, los «Carolingios» y por eso ha procurado apaciguar en estos conflictos que tanto daño nos hacen.

    UPyD fue víctima colateral necesaria de una operación muy bien ejecutada. No fueron bastante sumisos.

    Saludos

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