Economía & Refugiados

¿Los inmigrantes nos quitan el trabajo?

4 Sep, 2015 - - @jorgegalindo

El 67% de los españoles están de acuerdo o muy de acuerdo con que los inmigrantes hacen que bajen los salarios al aceptar salarios más bajos.

El 48.5% se muestra bastante o muy de acuerdo con la afirmación de que los inmigrantes quitan el trabajo a los españoles.

Estos datos son de 2014. Provienen del Estudio 3019 del CIS: actitudes hacia la inmigración.

Es comprensible que estas creencias estén tan extendidas. Al fin y al cabo, la lógica más inmediata parece estar a su favor: en España somos X personas dispuestas a trabajar, hay Y empleos a un salario S marcado por la ley de la oferta y la demanda. Como observamos desempleo, sabemos que X>Y. Por tanto, S no es demasiado alto. Una cantidad N de inmigrantes aumentará la cantidad de trabajadores disponibles en X+N, que será aún mayor que Y. Así, los empleos serán relativamente más escasos. De paso, los salarios bajarán porque habrá más fuerza de trabajo disponible. ¿O no?

El problema es que esta lógica es solo aparente. La oferta de puestos de trabajo no está fijada, sino que depende de infinidad de factores. Siguiendo con la inmigración, el mero hecho de que la población aumente también incrementará la demanda. Aún más importante es el hecho de que un considerable porcentaje de los inmigrantes llegan a su país de destino a abrir sus propios negocios, incrementando las probabilidades de puestos disponibles. Además, el mercado laboral no es único, sino que está segmentado: no todos los trabajadores potenciales competimos con las mismas habilidades ni para las mismas posiciones. Una parte importante de la inmigración puede llegar al país a completar su mercado de trabajo, trayendo perfiles complementarios y no sustitutivos, y por tanto incrementando la productividad de un gran número de empresas.

Todos estos mecanismos nos indican que la relación entre inmigración, empleo y salarios es mucho más compleja y contradictoria de lo que cabría pensar; desde luego, mucho más de lo que piensa la mitad o más de los españoles de más de dieciocho años. Las características del mercado de destino y de la población racirante son fundamentales para avanzar el efecto final. Por ejemplo, en un clásico artículo, el economista David Card estudió cómo la llegada masiva de migrantes cubanos a Miami en abril de 1980 afectó al mercado laboral de la ciudad. Card se centra en los segmentos con menor capital humano. El resultado: no hubo efecto significativo. Miami pudo absorber más de 60.000 trabajadores nuevos (¡un 7% de aumento en la fuerza laboral!) gracias, piensa Card, a las industrias textiles reinantes en la zona, así como al hecho de que ya había una población de habla hispana bien implantada en la zona. El economista George Borjas, por contra, argumentó que el efecto en el conjunto de la economía estadounidense de la inmigración en las últimas décadas antes de los 2000 había sido algo más negativo, sobre todo para los trabajadores con menores salarios.

En definitiva, como decía más arriba, se trata de una relación controvertida y poco definiste sin atender al contexto. Por lo tanto, resulta conveniente atender a los resultados obtenidos para el país que nos interesa, el nuestro.

En 1996, Juan José Dolado, Rosa Duce y Juan F. Jimeno estudiaron la regularización de 1991 y el correspondiente incremento en la tasa de inmigración. El efecto que encontraron fue pequeño, pero indudablemente positivo en los salarios, siendo insignificante en la tasa de empleo. Ya en la época del boom, con un volumen de inmigrantes mucho mayor que antes, Carrasco, Gimeno y Ortega buscaron y descartaron que existiese efecto negativo alguno (2004, 2008 — el último forma parte de esta completísma monografía). Cabe subrayar que lo hicieron empleando la metodología de Borjas, lo cual incrementaba las posibilidades de encontrar un resultado adverso. Desde luego, es difícil defender que los efectos de la inmigración en España sobre la tasa de ocupación han sido negativos, cuando la década de 1997-2008 trajo al mismo tiempo el mayor crecimiento que se recuerda en dichas tasas y en las de inmigración. Lo que sucedió con los salarios es algo más complejo.

En una ponencia proveniente del estudio “Inmigración y Mercado de Trabajo, Informe 2007” del Observatorio Permanente de la Inmigración, Miguel Pajares afirmaba que «en términos generales, no es cierto que la inmigración esté suponiendo presión a la baja sobre los salarios medios de los trabajadores nativos», si bien admitía que aquellos nativos en puestos que requieren menor capital humano sí podían estar sufriendo cierta «merma» en sus condiciones. De hecho, si desagregamos las respuestas del CIS arriba citadas el porcentaje de individuos que piensan que los salarios son más bajos por los inmigrantes pasa de un 57% entre las clases altas y medias-altas a un 80% entre los obreros no cualificados.  Sin embargo, no hay prueba concluyente alguna que nos permita corroborar tal efecto, como Pajares mismo admite y como subrayan los estudios citados en el párrafo anterior.

El mismo estudio 3019 del CIS ofrece el siguiente dato: un 67% de los españoles está de acuerdo o muy de acuerdo con que los inmigrantes hacen el trabajo que los nativos no quieren hacer. La cifra era del 82% en 2008, antes de la crisis. Ese mismo año, el propio Juan José Dolado y Pablo Vázquez se referían a la evidencia proporcionada por Carrasco, Gimeno y Ortega en los siguientes términos: «parece apoyar la opinión de los inmigrantes ocupan aquellos puestos de trabajo que los trabajadores nativos no desean ejercer.» Así que, a veces, a los ciudadanos tampoco nos falla tanto la intuición económica.


12 comentarios

  1. navarta dice:

    No creo que el efecto de la inmigración en las diferentes economías europeas sea comparable. En países como España, dependientes de sectores poco intensivos en capital humano cualificado pero muy intensivos en mano de obra, como son el sector turístico o agroindustrial, los efectos de la inmigración sobre los salarios medios seguro que serán muy diferentes a los efectos de esa misma inmigración en economías mucho más desarrolladas, con sectores con mayor demanda de mano de obra cualificada como Alemania, salvo que esa inmigración la conformen, de manera masiva, ingenieros, programadores, médicos, etc…Aunque no debemos descartar que en el caso sirio, gran parte de los refugiados pertenecen a las clases medias urbanas de mayor nivel formativo, otra cosa diferente es que esa formación sea homologable en los países europeos de destino, de forma que puedan ejercer sus profesiones, algo muy dudoso, por cuanto no ha sido lo que ha pasado en el pasado reciente, con, por ejemplo, los miles de titulados universitarios que tras la caída del muro de Berlín emigraron dela Europa Oriental a Europa occidental para acabar, la mayoría de ellos, trabajando en los invernaderos de El Ejido u Holanda, limpiando casas en Madrid o Dublín, o en el mejor de los casos, trabajando en la construcción durante la burbuja inmobiliaria española o irlandesa.

  2. […] ¿Los inmigrantes nos quitan el trabajo? […]

  3. Pescador dice:

    En el sector primario es indudable que han tirado los salarios. En los trabajos de baja cualificación, también. Conforme se va subiendo y se necesitan habilidades más específicas, se valoran otras características y el margen empresarial lo permite, la diferencia se diluye hasta desaparecer, aún permaneciendo como freno a expectativas de mejora de condiciones y salario, aunque en esta crisis ya nos damos cañita entre nosotros solos, la hipoteca manda.

  4. Javier dice:

    Está claro que los inmigrantes compiten en sectores muy concretos del mercado de trabajo. Los más bajos. Incluso los que tengan formación tendrán problemas con el idioma y no tendrán los títulos convalidados. Y la mayoría de inmigrantes del tercer mundo no tiene formación superior.

    Así que cualquier análisis habrá de ser empírico y estar muy enfocado a los distintos sectores del mercado de trabajo. Un aumento de los trabajadores sin formación podría incluso subir los salarios de los trabajadores con formación. Hay más población que demanda sus servicios y son relativamente menos que antes.

    Es decir, que me creo que los salarios medios de los españoles no hayan bajado con la emigración. Los salarios de los españoles empleados del hogar o jornaleros o proletarios en general seguramente sí han bajado.

  5. Argos dice:

    Artículo «ligeramente» manipulativo.

    El «una parte importante de la inmigración puede llegar al país a completar su mercado de trabajo, trayendo perfiles complementarios y no sustitutivos» es, por lo menos para el perfil de inmigración actual en Europa, falso. La inmigración que llega es en su mayoría no cualificada, e incluso subcualificada con respecto a aquellos que se denominan como «no cualificados» en Europa (pero que dominan el idioma y tienen estudios básicos).

    Sí que existe una presión a la baja en los salarios de los trabajadores no cualificados (que son una parte importante de la población). Este tipo de trabajos es limitado y gran parte de la población inmigrante termina viviendo de las ayudas. En Dinamarca tres de cada cuatro inmigrantes que llegaron hace diez años lleva todo ese tiempo sin trabajar. En Alemania, en torno a la mitad de los inmigrantes viven de las ayudas del estado.

    Y se nota que es manipulativo en el ejemplo escogido: la inmigración cubana en USA. La emigración cubana es un caso muy particular por las características políticas de esa emigración. Los inmigrantes cubanos tienen un perfil profesional muy alto. Si no recuerdo mal, creo que incluso tenían un perfil profesional medio por encima de la población local en Estados Unidos, lo cual explica los datos. Pero irse a seleccionar precisamente ese caso como ejemplo cuando es completamente diferente de la crisis migratoria en Europa para más motivado por causas ideológicas que otra cosa.

    • Sgt. Kabukiman dice:

      Te vendría bien quitarte las anteojeras y leer con un poquito de atención lo que otros escriben.

      Justo después del parrafo que trata de los cubanos en miami, dice esto:
      «En definitiva, como decía más arriba, se trata de una relación controvertida y poco definiste sin atender al contexto. Por lo tanto, resulta conveniente atender a los resultados obtenidos para el país que nos interesa, el nuestro»

      Para a continuación citar los trabajos y conclusiones de unos y otros que, adivino, son sesgados, intelectualmente baldíos, financiados por alguno de los dragones habituales, etc, etc.

      Ahora bien, mola despotricar del ejemplo cubano y luego relamerse los bajos citando los casos danes y aleman, países muy similares al nuestro en idiosincrasia, modelo economico y social, en fin y concluyendo: ¿que es manipulación? y tu me lo preguntas…

    • Minded dice:

      «Y se nota que es manipulativo en el ejemplo escogido: la inmigración cubana en USA»

      Es que, últimamente, los chicos de Politikon intentan hacernos comulgar con ruedas de molino, hablando en plata, o metérnosla doblada, hablando en oro.

      En el antepenúltimo artículo sobre inmigración, para ilustrar la relación entre inmigrantes y delincuentes, Roger Senserrich nos traía a colación un artículo del Wall Street Journal sobre los inmigrantes en USA. Y nuestro amigo de Connecticut lo extrapolaba, con dos pares, a todos los inmigrantes del planeta Tierra.

      El que dicho artículo del WSJ sólo fuese accesible para los que pagaran la suscripción a ese periódico también tiene guasa. Si enlazas a algo, es mejor que sea a algo que todos puedan ver sin pasar por caja.

    • Pedro dice:

      «En Dinamarca tres de cada cuatro inmigrantes que llegaron hace diez años lleva todo ese tiempo sin trabajar. En Alemania, en torno a la mitad de los inmigrantes viven de las ayudas del estado»
      Desde luego en España esto no ocurre ni de lejos. Los habrá, pero la mayoría trabajan en los principales sectores económicos que no se podrían mantener si no: turismo, agricultura, construción, servicio doméstico, y buena parte de nuestra amplia economía sumergida…..

    • Roser dice:

      Es decir que todo se resuelve siendo competitivos. No seamos vagos conformándonos con culpar al otro: si apenas nos sacamos el título de la ESO y no sabemos idiomas, cualquiera podrá quitarnos el trabajo (seguramente nosotros se lo habremos quitado a otro: los jóvenes sin compromisos familiares también hacen bajar los sueldos de los padres de familia). Si nos esforzamos en convertirnos en mano de obra cualificada, es más probable que seamos imprescindibles.

  6. […] con una pregunta: ¿Los inmigrantes nos quitan el trabajo? (Jorge Galindo en […]

  7. Catalina Espino dice:

    Pues yo me quedo con la explicación que da Tim Harford, en «El economista camuflado». Reino Unido es el perfecto ejemplo de importación de mano de obra cualificado. En un resumen del libro, esto es lo que el autor concluye: » (…) Podemos hablar de la inmigración, tema que genera una gran polémica. ¿Nos roban los inmigrantes nuestros trabajos? Los trabajadores instruidos tienden a recibir bien a la inmigración como parte de un proceso de enriquecimiento mientras que los trabajadores poco instruidos tienden a rechazar los movimientos migratorios de trabajadores no cualificados con el argumento de que “nos roban nuestros empleos”. Por una parte, se puede decir que si en el país hay escasez de personas no cualificadas, sus salarios deberían aumentar para atraer personas a este tipo de tarea. Por otra parte, los inmigrantes cualificados hacen que los salarios de los nativos cualificados desciendan y los inmigrantes no cualificados hacen que a los salarios de los nativos no cualificados les suceda lo mismo. ¿Qué debemos hacer? Los economistas pueden demostrar que permitir la entrada de muchos inmigrantes cualificados ayudará a controlar la brecha entre los salarios de personal cualificado y no cualificado, al tiempo que permitir la entrada de inmigrantes no cualificados tendrá el efecto contrario».

  8. Alejandro dice:

    Todo estudio que se haga en este sentido (determinar el impacto que tiene la incorporación masiva de inmigrantes sobre el mercado de trabajo) debe normalizar sus datos en función del incremento del PIB del país acogedor en el intervalo de tiempo que se estudie. Si el país crece como un tiro cuando recibe el aluvión de inmigrantes (la situación lógica, por otra parte) es obvio que las caídas salariales y el incremento del desempleo se verán mitigados por el propio crecimiento de la economía.
    El estudio que cita el autor del post referido a España es precisamente en la época del boom, y el PIB de EEUU creció un 27% entre 1980 y 1983, que es tela marinera.
    De todas formas algunos de los chavales de Politikon cojean cada vez más por el lado de la ideología en sus post (no discuto que buena parte del debate económico-sociológico es en su esencia pura ideología), cosa que me parece cojonuda, pero no presumas luego de ser 100% data driven. Se ve que más de uno y de dos se han hartado de becas postdoc y de malvivir con contratos temporales por el puto erial de las universidades Españolas y quieren pillar cacho en la política nacional. Que tenga la mayor suerte del mundo, porque son gente muy válida.

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