Economía & Política & Refugiados

Refugiados, conciencias, y soluciones

3 Sep, 2015 - - @egocrata

Ayer fue el día de la foto.

Todos la vimos, en un sitio u otro. La imagen de un niño muerto tendido en la arena de una playa es algo que no va a dejar a nadie indiferente. Él era inocente. No tenía ninguna culpa, ninguna responsabilidad de lo que estaba pasando. Escribir más sobre la foto, sobre la tragedia que contiene, es desperdiciar palabras. Es una imagen perfecta; toda la tristeza de este mundo está contenida en ella.

Si la imagen nos indigna tanto como debería toca entonces hablar de soluciones, por muy tarde que estén llegando. Y toca hablar de un problema que debería tener un solución fácil, pero que los europeos, sea por miedo, cobardía o desidia, no parecen querer afrontar.

La crisis de los refugiados en Siria tiene, esencialmente, tres posibles soluciones.  La primera, aplicada a conciencia (es un decir) por la UE desde el inicio del conflicto, es no hacer nada en absoluto sobre el tema, y dejar que sean Turquía, Jordania y Líbano quien acojan los refugiados. Esencialmente, es dejar sobre cuatro millones de personas viviendo en la miseria, y miles de refugiados muriendo en playas olvidadas mientras intentan llegar a Europa.

La segunda opción sería una intervención militar decidida para acabar la guerra civil. Esto costaría cantidades ingentes de dinero, la vida de miles de soldados europeos y una ocupación militar de resultado incierto. La  experiencia de Iraq debería dejar claro que occidente sabe ganar guerras convencionales pero no tiene la más remota idea sobre cómo controlar o poner fin a guerras civiles, así que no parece que pueda funcionar.

La tercera opción es hacer lo que ha hecho Alemania. Una de las grandes paradojas de la UE en estos últimos años es las incesantes quejas sobre el papel dominante de Alemania, y la completa dimisión de los líderes del resto del continente cuando toca tomar decisiones. Ante la crisis de los refugiados, Alemania ha hecho lo que debería hacer cualquier país sensato: en vista de la miseria, el sufrimiento y el horror que afrontan millones de refugiados sirios, lo mejor que puede hacer un país próspero, rico y seguro es ofrecerles un lugar donde vivir.

Hay más. La primera opción es moralmente inaceptable. La segunda implica una guerra de resultado incierto que los europeos no pueden ni quieren pagar. La tercera opción, aparte de aumentar enormemente el bienestar y seguridad material de los acogidos, genera beneficios económicos reales, concretos y directos a los países receptores de inmediato.

En Estados Unidos, sin ir más lejos, los inmigrantes han aumentado por sí solos 1,6 billones de dólares al PIB. Un 97,8% de estos ingresos va a los propios inmigrantes; el resto va al resto de la economía. Los inmigrantes trabajan y aumentan la riqueza del país, aportando más de lo que reciben. Toda la evidencia empírica señala que la inmigración genera más beneficios económicos que costes para la sociedad receptora, incluso considerando el coste del estado de bienestar: los inmigrantes son de media más jóvenes (salen más baratos en sanidad y pensiones) y tienden a llegar a Europa ya creciditos, ahorrándonos escolarización. Si excluyéramos a los no-ciudadanos de programas sociales universales (como se hace en Estados Unidos, por cierto – los inmigrantes ilegales no reciben ayudas), el ahorro sería aún mayor.

Todo este cálculo, por cierto, no incluye ni siquiera la catastrófica situación demográfica europea a medio/largo plazo. Esto es algo que realmente hará insostenible nuestro estado de bienestar, y que la inmigración puede solucionar, al menos parcialmente.

Donde sí hay debate, y es necesario mencionarlo, es sobre los salarios. Algunos autores sostienen que la inmigración deprime los ingresos de los trabajadores no cualificados en las sociedades receptoras entre un dos y un cinco por ciento anuales, debido a la mayor competencia en el mercado laboral. Es una consecuencia que parece lógica, pero en la literatura no hay un consenso sobre la escala de estas pérdidas, si realmente existen, o si sólo se producen durante recesiones. Incluso en el caso en que la caída de salarios fuera real, los gobiernos receptores podrían ofrecer a los nativos utilizar parte de la riqueza adicional generada por la inmigración para financiar mejores servicios públicos, educación o créditos fiscales.

Los detractores de la inmigración o aquellos que andan buscando excusas para no acoger más refugiados suelen recurrir a la dificultad de asimilar a los recién llegados y la presunta disolución de la cultura receptora. La realidad es que si la llegada de un grupo de inmigrantes que apenas representa un 1% (en el caso alemán) de la población del país basta para destruir la cultura alemana, el problema quizás no es la inmigración, si no que la cultura alemana realmente no era gran cosa. Es una idea absurda que por el hecho que uno de cada cien habitantes de un país no sea «de los nuestros» nuestra sociedad vaya a hundirse en la miseria.

Del mismo modo, los detractores hablan a menudo de la conflictividad social, del peligro de tener posibles extremistas islámicos infiltrados entre nuestras filas, o el aumento de la criminalidad. La realidad es que los inmigrantes comenten menos crímenes por cápita que los nativos. Si el espectro de un posible terrorista ocasional debe provocar que castiguemos a millones de personas a la miseria y el horror de la guerra, lo nuestro no es ya cobardía, sino crueldad irracional.

La realidad para Europa es que si quiere reducir el sufrimiento en Siria la solución está ahí, al alcance de la mano. Sólo hay una factible. Es una solución fácil que requiere coraje político por encima de todo. Hasta ahora, sólo Alemania y Suecia tienen líderes que han dado un paso al frente y están dispuestos a defender su decisión.  Como de costumbre en la UE, Merkel parece que es la única que toma decisiones mientras el resto se esconde.


19 comentarios

  1. Agustín dice:

    No coincide la exposición de las dificultades para afrontar la situación con la afirmación de que el problema «debería tener una solución fácil». A continuación se exponen las ventajas de la inmigración, que comparto plenamente (es una oportunidad y no un problema para Europa), pero eso sólo aliviaría el sufrimiento de Siria, no lo solucionaría. Es decir, lo fácil es la cuestión de los refugiados, no el problema en origen.

    • Epicureo dice:

      Exacto. Aunque acojamos a los refugiados, el sufrimiento del resto de la población de Siria continuará hasta que se resuelva de alguna manera la guerra civil. Aunque también es cierto que la invasión y ocupación militar daría pésimos resultados a un coste enorme, como se demostró en Afganistán e Irak, tampoco nos conviene volver la espalda y esperar a que gane el mejor (que posiblemente sería el peor). Acoger refugiados y actuar en Siria no son opciones excluyentes.

  2. Javier dice:

    Entre muertos y huidos, se estima que Siria ha perdido a la mitad de su población en 4 años. Y eran 22 millones. Lo de acoger a los refugiados está bien, pero no es más que un parche.

  3. Minded dice:

    «La realidad es que los inmigrantes comenten menos crímenes por cápita que los nativos»

    Hombre, yo no sé si eso es cierto o no a nivel general, pero sacar dos artículos específicos sobre la inmigración en EE.UU. y extrapolarlos a todo el planeta me parece un poco, como lo diríamos, típico de un progre de Connecticut, donde no abundan los inmigrantes de Oriente Medio y Asia Central, ya que estamos.

    Y ya que estamos también con Suecia, podríamos preguntar a los estadísticos de ese país sobre cuántos de los crímenes y delitos que se cometen allí a diario son obra de los nativos o de los inmigrantes; en particular, de los miles y miles de ex-yugoslavos, norteafricanos, árabes y afganos que entraron en ese país como refugiados desde mediados de los 90.

    Porque los 80 millones de alemanes quizá se pueden permitir una inmigración de golpe de cientos de miles de sirios. Los 10 millones de húngaros, por ejemplo, diría más bien que pueden con muchísimos menos.

  4. Miguel dice:

    Todos los estados europeos deberían convertirse en landers alemanes. Es la única manera de conseguir un buen gobierno en Europa.

    • Pescador dice:

      Si, los bucólicos landers de la ex-RDA son la prueba palpable. Como la gestión de sus cajas de ahorro.
      Y pensar que gran parte de esto viene de hacer el moñas, como fue el cooperar decisivamente para derribar a Gadaffi y animar a los sirios a derribar a Assad y luego echarse atrás al ver el bicho que iba creciendo…sútiles diplomáticos es lo que tenemos…

      • Carlos Jerez dice:

        A ver lo de Libia, me molesta un poco, porque por mal que estén ahora, pero están en medio de la represión de GAddafi (hablo una vez iniciada la guerra) y mejor están de como están en Siria, donde no hemos intervenido. Posiblemente lo que nos ha faltado en Libia es una intervención tras la guerra, para apoyar su economía y fortalecer su estado ayudándoles a formar su ejército (hasta se podría haber hecho a través de aliados árabes, como las fuerzas armadas marroquíes y tunecinas). Pero los dejamos a su suerte en medio de una crisis mundial, especialmente en el sur de Europa, lo que añadió mucha inestabilidad a las transiciones en los países árabes, quedando solo la tunecina como exitosa.

        • Pescador dice:

          Hala, todavía no te has enterado de que Libia es un maremagnum de tribus y que ya lo era con Gadafi…que iban a dejar a los marroquis y a los tunecinos – otros que están a un paso de liarla- vigilar que no se liaran a palos.
          ¿Están mejor ahora que con Gadaffi? ¿Si? ¿No hubiera sido mejor apretarle diplomaticamente los huevos al majadero para que no se pasara que tener ahora un país – que no un Estado- con dos poderes, media docena de milicias y los del Daesh malmetiendo? ¿Te ibas a presentar tu voluntario para las fuerzas de interposición esa tierra tan agradable, a apoyar su economía?
          Si no nos ponemos de acuerdo ni para un bloqueo naval, como para intervenir en apoyo del majadero del momento, porque ¿Cual es el majadero que nos garantiza que no va a ser tan o más majadero que Gadafi?

  5. David dice:

    ¿Se pueden extrapolar todos esos beneficios de la inmigración a países con una altísima tasa de paro?

    • Pablo dice:

      Esto venía a preguntar yo, aún estando de acuerdo con la necesidad de recibir refugiados.
      Los refugiados, por muy cualificados que estén en su país, no hablan en su mayoría el idioma local, o no lo hacen a un nivel que les permita, en la mayoría de los casos, acceder a trabajos parejos a sus estudios, al menos no en el corto plazo. Eso sin contar con diferencias de cualificaciones, claro.
      Si en un país como España, con un 25% de paro, pero localizado sobretodo en estratos laborales de baja cualificación, metes a cientos de miles de trabajadores nuevos que van a competir en esos mismos estratos, estás sustituyendo que vivan en la miseria en Turquía o que vivan en la miseria aquí. Y eso sin contar la disrupción que eso supone en el tejido social local, que creo que es hasta secundario en una situación de emergencia como esta.
      Yo personalmente prefiero que vivan en la miseria aquí, al menos estarán más seguros y algo más de ayuda se les podrá prestar, pero no puede pensarse que de repente van a aparecer mágicamente 100.000 trabajos especialmente dedicados a demandantes de asilo así por las buenas.

  6. Usuario dice:

    Completamente de acuerdo con el artículo, pero puntualizar sobre la estadística de reclusos y criminales extranjeros en España.

    Censo poblacional:
    Españoles -> 41.835.140 (90%)
    Extranjeros -> 4.677.059 (10%)

    Población reclusa:
    Españoles -> 45.649 (68%)
    Extranjeros -> 21.116 (32%)

    Dejo un par de enlaces:
    Población extranjera en España (2014):
    http://www.ine.es/inebaseDYN/cp30321/cp_inicio.htm
    Población reclusa en España (2013):
    http://www.ine.es/jaxi/tabla.do?path=/t18/a052/a1998/l0/&file=j10050.px&type=pcaxis&L=0

  7. JLPC dice:

    «Tronos a las causas y cadalsos a las consecuencias.»

    Brillante frase del desplazado (o sea, sin plaza) Vázquez de Mella que JM Prada recordaba hace poco en un artículo sobre el problema de los refugiados (artículo que no me atrevo a enlazar aquí, porque supongo que ocasionaría mi eterno baneo 🙂

    Algún día el sr. Senserrich nos explicará quizás por qué las potencias occidentales han destruído los regímenes más o menos estables que había en Irak, de Siria, de Libia…. Porque eso de las armas de destrucción masiva o lo otro del apoyo a los demócratas locales, la verdad, no me lo creo.

  8. Guiscardo dice:

    …La realidad es que los inmigrantes comenten menos crímenes por cápita que los nativos…

    Esto directamente no es así, tienen una influencia sobre la criminalidad muy superior a su representación en la población. Que igual hay un sesgo de nivel socioeconómico, nivel de estudio o lo que sea, pero esos índices de criminalidad, «haberlos haylos».

    http://www.realinstitutoelcano.org/analisis/328/ARI-103-2003-E.pdf

  9. […] Refugiados, conciencias, y soluciones […]

  10. Demangeon dice:

    Si los costes de la inmigración son tan bajos entonces hay que preguntarse porqué causa tanto rechazo entre gran parte de la población, especialmente la menos cualificada laboralmente. Puede ser o bien que sea por pura ignorancia y prejuicios o bien que no se hayan calculado realmente bien los costes.

    Un saludo

  11. mrtaid dice:

    El Bayer de Munich financia un campo de refugiados a sus expensas…¿Cuántas empresas y cuántas damilias, infinitamente millonarias, no podrían hacer lo mismo? Para una persona que cuenta tan solo con una casa, un coche, un empleo y poco más, acoger refugiados es muy difícil. Y sin embargo se apuntan, se reúnen por facebook o se organizan de la manera que sea para dar respuesta al drama. ¿Por qué todo este maldito debate gira una y otra vez entorno al papel del Estado? Es que no hay más allá de nuestro mísero «Estado del Bienestar» recursos más que suficientes para afrontar esta y otras crisis. La responsabilidad de cada niño muerto que aparezca en la playa está en el tejado de los clubes de fútbol, de los grandes bancos, de las farmacéuticas y, sobre todo, de las grandes fortunas a cuyos miembros no les queda, al parecer, un ápice de nobleza.

  12. Javier Alfaro dice:

    El artículo del Wall Street Journal que citas

    http://www.wsj.com/articles/the-mythical-connection-between-immigrants-and-crime-1436916798

    esta bastante sujeto a controversia, ¿alguien ha contrastado bien esa información? La sección de comentarios da bastante cosa la verdad

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