Unión Europea

Las últimas dos semanas en Europa

13 Jul, 2015 - - @jorgegalindo

Desde el sábado 27 de junio, Europa vive en una montaña rusa a punto de descarrilar. Fue entonces cuando Alexis Tsipras convocó un referéndum para que los ciudadanos griegos rechazasen o avalasen, según él, la austeridad. Y según el resto del continente, la relación de Grecia con el proyecto europeo. En cualquier caso, estaba jugando la carta nacional, como lo hacía también Alemania y otros países desde hacía meses. Aunque es cierto que diferenciar entre el esfuerzo nacional y la perspectiva ideológica no es tan fácil en este caso. Se trataba de un acto con carácter plebiscitario destinado, al mismo tiempo, a mantener su coalición unida y a conseguir un mayor poder de negociación en la mesa de Bruselas. Logró a medias el primer objetivo, siendo que diecisiete diputados de Syriza no apoyaron su nueva propuesta el fin de semana pasado y que los nacionalistas de ANEL, su actual punto de apoyo para mantener el Gobierno, no están nada contentos con el resultado final. Y fracasó en el segundo: la amenaza velada de ‘con el Grexit salimos todos perdiendo, pero vosotros más y estamos dispuestos a apretar el botón’ no funcionó, los países acreedores vieron el farol y subieron la apuesta.

Por el momento, el resultado para la población griega no parece el mejor. Comparando el estado de las negociaciones antes de la convocatoria del referéndum con el resultado de las reuniones de este fin de semana, las condiciones para Grecia son sustancialmente más duras. En esto, Tsipras cometió un error estratégico, es cierto. Pero lo hizo por no anticipar que los países acreedores (con Alemania en cabeza) iban a intentar sacar el máximo partido posible de una situación ventajosa para contentar a sus votantes.

La montaña rusa se va frenando sin descarrilar, pero no hemos arreglado los raíles para evitar que esto vuelva a suceder. Al contrario: la actitud de los acreedores, igual que antes la de Tsipras, no indica europeísmo ni voluntad integradora. Merkel, Schäuble, Stubb (Finlandia) y compañía han llevado al límite las posibilidades para extraer réditos a entregar a sus electorados (casi siempre, pero no siempre) conservadores. Otros, como Rajoy, se han mantenido en un discreto segundo plano mientras apretaban las tuercas a Syriza, seguramente sabedores del susto que se estaban llevando los votantes más o menos moderados que aún se estaban pensando si dar su voto a alguien que siguiese alguna estrategia similar a la de la coalición griega (Podemos, por ejemplo). El resultado de las negociaciones sirve en el corto y medio plazo para subrayar lo vano que resultan las tácticas de amenaza a quien tiene la sartén por el mango: los acreedores. En este sentido, suponen una barrera clara para actitudes de «euro-escepticismo de negociación», llamémoslo así. Quizás por ello Podemos ha mantenido un perfil relativamente bajo respecto al problema griego.

Sin embargo, en el largo plazo hacen un flaco favor al europeísmo en tanto que refuerza las divisiones entre naciones. De estas dos semanas, un votante de un país deudor ha aprendido que tiene escaso poder en la actual estructura institucional europea. El votante del país acreedor ha tenido la impresión contraria. El primero estará dispuesto a seguir dentro de dicha estructura siempre y cuando los beneficios de permanecer sean mayores que los de dejarla. O lo que es lo mismo: mientras salir del euro sea más caro que quedarse en él. Bajo mi punto de vista, es muy difícil que se llegue a una situación en la cual  lo contrario sea cierto, como parece pensar Krugman. Pero por eso mismo la sensación de vencedores y vencidos se va a consolidar en la Eurozona hasta enquistarse. Y si no, véase esta fantástica y terrible pieza del Financial Times sobre las negociaciones de ayer y el sábado.

Entiendo perfectamente que eso es lo que se supone que un partido en el gobierno debe hacer en una democracia representativa: tener contentos a quienes les votan. Sin embargo, no caigamos en la ingenuidad de pensar que las preferencias de los votantes están perfectamente formadas. Más aún, no supongamos que son perfectamente consistentes a corto y a largo plazo. Puede ser cierto que una mayoría de finlandeses, eslovacos, alemanes u holandeses querían un acuerdo muy duro con Grecia o ningún acuerdo, pero también que esa misma mayoría (u otra con un grado muy grande de superposición) quieren una Unión Europea fuerte. En tal caso, sería trabajo del político reconciliar ambas posiciones y exponer que quizás un acuerdo demasiado duro con Grecia o la falta de avanzar en los mecanismos de integración fiscal y política dañan seriamente el proyecto europeo en el largo plazo. Si nadie lo está haciendo, deberíamos preguntarnos qué falla exactamente para que compromisos que en otro tiempo sí fueron posibles (si no, cómo habríamos llegado hasta aquí) parezcan cada vez más y más difíciles, aunque nunca tanto como en estas dos últimas semanas en Europa.


25 comentarios

  1. Alatriste dice:

    El artículo del FT es de pago, por desgracia…

    Pero volviendo al tema principal resulta difícil rechazar la idea de que el plantel de líderes que «disfrutamos» en estos años no está a la altura de los anteriores ¿De verdad que las cosas eran más fáciles durante el proceso de caída del bloque soviético. la reunificación de Alemania y la ampliación al Este, por no remontarnos a la reconciliación franco-alemana? Yo diría que no, pero que los Kohl, Mitterrand, Bush padre, Andreotti, González, Thatcher… les dan a sus sucesores unas cuantas vueltas en carisma, planteamiento estratégico y política exterior. No hace falta ser tan ventajista como para comparar a un Andreotti con un Berlusconi; comparar por ejemplo la inhibición total de Cameron con lo que hubiera hecho Thatcher en estos años – y encima lo hubiera hecho exclusivamente en defensa de los intereses de Gran Bretaña y nada más – da vergüenza ajena.

  2. Mr. X dice:

    Sólo diré que dos veces el pasado siglo Alemania creyó poder tiranizar a Europa y en ambas ocasiones terminaron mal. Ahora han vencido, pero se han ganado el odio de millones de europeos, no de ideologías «radicales», no, sino que simplemente no están dispuestos a ver malvender sus derechos, conquistado por la lucha de generaciones de trabajadores. Han querido amedrentarnos con una paz cartaginesa para Grecia, evitar que los ciudadanos de Europa voten al Partido de la Izquierda francés, al Movimiento 5 estrellas, a Podemos, al Sinn Fein… y durante un tiempo tal vez parezca que lo han conseguido. Esta vez eran todos contra Grecia. La próxima vez no lo tendrán tan fácil.

    • M. Alonso Sierra dice:

      Cada vez que alguien menta a los nazis para criticar la actual política exterior alemana (que, evidentemente, se aprovecha de ser el país económicamente más potente de Europa para defender sus intereses nacionales), me alegro más de la victoria de Merkel.

      • Borg dice:

        Pues alégrate que las alegrías en esta vida no duran. Nunca sabes cuando algún chalado en Berlín va a decidir que a partir de hoy te toca ser el griego a ti, y eso es algo que ha quedado visto que está fuera de tu control

      • Mr. X dice:

        Una batalla, pero estamos decididos a ganar la guerra. Se lo aseguro.

        • vellana dice:

          Pues tendréis que ser tan productivos como ellos y me temo que los indignados no dais un palo al agua; simplemente os quejáis

        • Miguel dice:

          Analicemos esas fantasías tuyas: ¿Qué ciudadanos de Europa van a votar al Partido de Izquierda francés? A quien van a votar como locos es al Frente Nacional, (aunque seguramente os vale igual, después de todo son antieuropeos). El movimiento 5 estrellas por su parte, es un suflé en plena bajada, no creo que nadie haya pensado en él en estos últimos días, ni en los últimos años. Nunca fue otra cosa que una payasada sin gracia, por otro lado. ¿El Sinn Fein? Primera noticia de que en Irlanda estén ansiosos en darle el gobierno, será que quieren volver a ser rescatados. De todos modos, no creo que a Merkel le preocupe mucho poner esa muesca en su culata. ¿Podemos? Sí, es vuestra esperanza blanca, pero me temo que más de uno se lo esté ya pensando, a no ser que le apetezca darle las llaves del corralito al coletas. Yo por mi parte, no, y creo que no estoy solo. Por cierto, sigo sin ver en las calles de Europa esas multitudes que según tú celebraban en las ciudades europeas el No del referéndum griego, y que ahora deberían estar levantándose contra la Opresora Merkel.

          • ianu dice:

            El Sin Feinn ha ganado las dos últimas elecciones en Irlanda (municipales y europeas) y está bastante bien posicionado en las encuestas para las legislativas de Febrero. Una victoria de Gerry Adams no sería ninguna locura a día de hoy.
            En Italia se viene hablando muy fuertemente los últimos días de una posible escisión por la izquierda del PD el partido del gobierno, que si no ahora yo creo que sí acabaremos viendo en el medio plazo.
            En Francia tienes razón que el descontento lo está canalizando actualmente el Front National. Ahora, haces trampas al igualar su antieuropeismo al de Syriza, Podemos, Front de Gauche y demás. Estas opciones NO son, NUNCA han sido antieuropeas. Syriza ha hecho propuestas claramente europeistas. Desear otra Europa no puede ser calificado sin más matices como antieuropeísmo. Curiosa paradoja que sean los que se autodenominan europeistas los que pueden acabar con la Unión.
            Respecto al corralito es evidente que fue provocado por BCE (bordeando la legalidad, sino sobrepasándola) para influir en la negociación y no por Tsipras como parece desprenderse de tu comentario. Nada más lejos de la realidad: Tsipras no hizo ningún corralito, ni creo que sea el deseo del coletas hacer un spanish corralito.

          • Antonina Levatino dice:

            Las verás hoy a las 18:30/19:00 en muchas plazas de Europa.. Alemania incluída..

      • Pau dice:

        Los nazis, evidentemente, se aprovechaban de ser el país militarmente más potente de Europa para defender sus intereses nacionales.

        No me malinterpretéis, no quiero enfocar el tema a nazis y alemanes, ni siquiera de economía. Tan sólo me pregunto por qué este debate nunca toca la ética del dominio.

  3. Borg dice:

    No me acaba de quedar claro que una mayoría de finlandeses, eslovacos, alemanes u holandeses quieran una unión europea fuerte. Por como lo dices me imagino que estará basado en alguna evidencia estadística. Lo que sí sospecho es que si algún británico estaba considerando favorablemente la conveniencia de votar por la continuidad del Reino Unido en la UE despues del espectáculo de este fin de semana deben tener más de una duda y más de dos. Lo mismo va por los franceses que pueden haber decidido que quizás lanzarse en brazos del frente nacional y afrontar una salida difícil del euro ya no parece tan terrible viendo como puedes acabar bajo la tiranía alemana. De no ocurrir esto el grexit tarde o temprano ocurrirá igualmente. No creo que sea concebible que los griegos se resignen por mucho tiempo a la taza y media de austeridad , a un colapso mayor en sus condiciones de vida, a la humillación y la culpabilización inacabables y a no tener ningún futuro para sus jóvenes.

    • Alatriste dice:

      Bueno, lo de los anti-EU británicos en este tema es un poco de «have your cake and eat it too»…

      – Si hubieran aceptado las condiciones de Syriza para rescatar a Grecia habría que salir de la UE porque es un nido de burócratas vagos, ineficaces y despilfarradores sin coraje ni para tratar con mano dura a esos sinvergüenzas con la cara de hormigón armado llamados griegos. Algo así como el capitán Renault, el oficial francés de Casablanca, en colectivo.

      – Pero no las han aceptado… así que hay que salir de la UE exactamente igual porque es un nido de duros y despiadados burócratas prusianos que odian la soberanía de las naciones y disfrutan de lo lindo oprimiendo a los pobres griegos, que no tienen la culpa de lo que les ha pasado. Algo así como el mayor Strasser, oficial alemán de Casablanca, en colectivo.

      En un mundo ideal tendrían que escoger una de las dos historias y atenerse a ella, en lugar de saltar entre las dos según el auditorio. Pero el mundo no es ideal.

      • Borg dice:

        Todo lo que dices de los euroescépticos british es cierto, pero yo me refería al votante de a pie que quizás está dudando entre un Sí y un No a la continuidad en la UE, o incluso a alguno que se planteaba seriamente el Sí. Porque como dice aproximadamente otro comentarista un poco más abajo lo de ver a los alemanes machacando sin piedad al adversario hasta la humillación y la subyugación política pués como que trae algún que otro mal recuerdo y también alguna idea de «la última vez por no pararles los pies a tiempo…». Y los brits tendrán sus cosicas pero si no lo ven claro con su soberanía nacional como que van a pasar.

  4. Bah dice:

    > Entiendo perfectamente que eso es lo que se supone que un partido en el gobierno debe hacer en una democracia representativa: tener contentos a quienes les votan. Sin embargo, no caigamos en la ingenuidad de pensar que las preferencias de los votantes están perfectamente formadas.

    Y lo que es mucho más importante: no caigamos en la ingenuidad de equiparar «tener contentos a los votantes» con «defender los intereses de los votantes» ni mucho menos con «defender los derechos de los gobernados».

    Más allá del inenarrable delirio de Syriza, que quede claro que Schauble et al han *costado dinero* a sus votantes. El problema es que los votantes, intuitivamente, pensaban que ser duro con Grecia garantizaba el máximo retorno de sus ayudas. Pero en macroeconomía, la intuición acierta un poco más que un zahorí y un poco menos que un mono jugando al blackjack. Y esos políticos, de forma totalmente deshonesta, han desinformado a su electorado, fortaleciendo ese error intuitivo con el cuento moralista del europeo central ahorrador y el griego vago y timador.

  5. […] Las últimas dos semanas en Europa […]

  6. Durruti77 dice:

    Pues cuando el papa, Obama, y hasta el FT dicen que la Merkel se ha pasado 3 pueblos, algo habrá… Que yo sepa ninguno es perroflauta….
    Probablemente tuviera razón, y estaba en su derecho, pero los griegos, europeos como nosotros, solo pedían ya clemencia. Y claro, cuando ves a los alemanes machacar a los rivales indefensos sin piedad, te vienen malos recuerdos a la cabeza. Estoy casi seguro que Bismarck hubiera sido mas flexible, porque era lo mejor para Alemania.

    • Alatriste dice:

      ¿»solo pedían ya clemencia»? ¿Estamos hablando de las mismas personas, de Varufakis, Tsipras y compañía? Porque si es así creo que pedir clemencia mediante la sutil y astuta técnica de llamar terroristas y criminales a las personas que te tienen en sus manos es sumamente innovador…

      • durruti77 dice:

        Me refería al domingo por la noche, cuando Varoufakis ya no estaba y Tsipras habría presentado una propuesta que aceptaba las demandas previas de la troika. Si Merkel se hubiera contentado con lo que pedía antes del referéndum habría satisfecho igual a sus votantes y habría dado muestras de misericordia. Sin embargo, prefirió vengarse y seguir haciendo sangre…

    • PaulJBis dice:

      Hombre el papa actual un poco perroflauta sí que es… 😀

      En cuanto a Obama y el FT, ahí entra en juego el clivaje angloamericano/continental: sabemos que a los anglosajones nunca les hizo gracia la idea de una UE fuerte. Y puede que tengan razón en algo, pero es mucho más fácil hablar cuando no le tocan el bolsillo a uno: como dijo Schauble (que en esto sí tenía razón): «si tan importante es Grecia para vosotros, poned vosotros los 50.000 millones».

      • durruti77 dice:

        Yo creo que Obama temía que Grecia se fuera al carajo y que USA tuviera que venir otra vez a sacarnos las castañas del fuego, que ya nos va conociendo.
        Pues cuando se trataba de salvar a bancos alemanes el amigo Schauble no ponía tantos remilgos…

  7. It's made of iron, Sir dice:

    Yo me quedo alucinado de la tolerancia que muestran algunos con lo que ha pasado. Existía un consenso post-1945 sobre cómo hacer política en Europa, y naturalmente que siempre hubo presiones y amenazas, pero eran por debajo de la mesa. Lo que ha pasado ha dinamitado por completo esa forma de hacer política y nos devuelve directamente a 1914, convierte a Alemania en la mala de la película y lo cierto es que siendo muy generosos y muy del dubio pro reo, tiene posiciones muy ambiguas que casualmente le benefician siempre.
    Personalmente creo que la UE ha descarrilado irreversiblemente y desde luego el euro está tocado como el Titanic. Qué pueda pasar a partir de ahora es difícil de saber, pero para meter a Grecia en vereda se han cargado todo, es un riesgo que venía corriendóse de forma sistemática y personalmente nunca pensé que quien se saldría de la curva fuese Alemania, pero así ha sido.
    Probablemente hasta en Rusia deben estar reevaluando sus planes geopolíticos porque si en algún sitio calibran a medio y largo plazo, no como la miopía patológica de Occidente, ese es el Kremlin. Lo que ha hecho Alemania ha sido un error descomunal, y le pasará factura hasta en su propia casa.
    De momento se han roto todos los diques de contención al antieuropeísmo (ya no euroescepticismo) y no creo que haya partido o tendencia ideológica organizada donde sea tabú exponerlo abiertamente. Los partidos euroescépticos ya no andarán con amagos ni con faroles, ya saben lo que hay e irán a tirar a matar. Por su propia supervivencia.
    Esto se veía venir, y al final ha sucedido. Como decía el otro, ahora es ver cuánto tiempo tenemos.

  8. Estilpon dice:

    Lo alemanes lo han hecho tan mal que hasta votantes de izquierda de otros países susurramos por lo bajo: «menos mal que está Merkel». Sí lo sé, es provocador, soy casta y ppsoe y todo eso. Pero ni Syriza ni Podemos tienen la menor idea de gestionar de una forma mínimamente seria (y me refiero a realista) la economía de un país. Forzar un corralito para obtener otras condiciones es un tiro al pie clarísimo.
    Y lo peor es que ese tiro venía tras el «proceso» de negociación, los devaneos con Putin y los cambios en política económica (económica, no social) que hizo, que tuvieron la virtud de hundir una economía estabilizada tras gran esfuerzo de la sociedad griega.
    Lo dicho. Qué desastre de gobernante…

    • navarta dice:

      Está bien eso de hablar de oídas, no das una, lo de «política económica, no social» es un comentario que me ha matado, sigue así, eres grande, sin gente como tu en este país ¿de quien no íbamos a reír?.

  9. […] par de notas rápidas para complementar el artículo de Jorge de ayer sobre Grecia, antes que el tema pase a segundo plano*. Quiero recalcar un par de […]

  10. gerion dice:

    Me vienen a la memoria ciertos acontecimientos y declaraciones que, sin haber contrastado la fuente, por supuesto, he oído desde hace varios años.
    1) Los nazis capitalizaron el malestar de la población germana para ascender. Malestar causado principalmente por las condiciones draconianas que los aliados les impusieron tras provocar la primera guerra muncial. Condiciones draconianas, percibidas como tales por la población.
    2) Los alemanes han estado pagando los costes estimados de la segunda guerra mundial hasta 2012, cuando efectuaron el último pago. Creo que fueron unos costes importantes, y no sólo económicos – pensemos en división del territorio para contentar a los vencedores -.
    3) Grecia falseó sus números para entrar en la UE, entrada que ha sido vetada a otros países – como Turquía – reiteradamente.
    4) Algunos países africanos se han quejado del trato preferencial que la UE está dando a Grecia, mientras que a ellos se les negó.

    Por tanto, y basándome en estos rumores infundados, creo que a Grecia habría que tratarla como a la Alemania que inició la guerra. Lo que pasa es que sus fuerzas armadas son mayores que las nuestras, e igual nos invaden para que les perdonemos los veintipico mil millones de deuda que tienen con España. Con sus submarinos alemanes.

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