Politikon

Un día en la vida (de Politikon)

26 May, 2015 - - @jorgesmiguel

Politikon nació (para mí) una tarde de finales de verano de 2010, cuando se abrió una ventanita del chat en mi portátil, que reposaba sobre la mesa de la cocina. A Roger y Luis se les había ocurrido la idea de montar un proyecto propio, y rápidamente habían reclutado a Jorge Galindo. Después llegó Kiko Llaneras, y el resto de la historia seguramente ya la conocéis.

Lo que quiero explicaros en este post es lo que ha pasado desde el punto de vista organizativo entre ese chat veraniego en la cocina y el momento actual. Y contaros de manera más personal y directa las razones por las que solicitamos vuestro apoyo, económico o del tipo que sea.

En aquellos quizás no tan lejanos tiempos heroicos, la gestión diaria de Politikon era sencilla. Consistía en escribir y publicar en un blog -que habían montado Jorge y Kiko- lo que nos daba la gana, ser muy pesados en las redes sociales y mantenerse alerta para detectar gente interesante que en algún momento pudiera sumarse al proyecto. No estaba en el horizonte aún dotarse de ningún tipo de estructura legal, sino pasarlo bien haciendo lo que nos gustaba. Vivíamos los últimos momentos de la blogosfera post-11M, el período en el que esto de escribir en internet de política dejó de ser una novedad, nos hicimos mayores y las solidaridades blogueras empezaron a ser más débiles que las banderías ideológicas tradicionales. Nosotros no habíamos decidido pegarle a todo el mundo porque no hacía falta, nuestra seña de identidad era mantenernos tan lejos de esas banderías como fuera humanamente posible.

A partir de 2011, y en paralelo con nuestros itinerarios personales -yo había marchado a Bruselas, Jorge a La Haya, y de allí a Budapest y luego Ginebra-, el proyecto fue creciendo a medida que se generaba un nuevo espacio y una demanda de voces y análisis distintos en el debate público. El interés de los lectores y la variedad de nuestros perfiles profesionales nos animó a ver Politikon como algo más que un blog, y nos embarcamos en otras aventuras que ya no pasaban necesariamente por escribir. Empezamos a hacer programas de radio en internet, campañas en torno a políticas públicas, eventos para expertos y decisores o para el público general. La primera respuesta fue la del público; desde hace un par de años y, sobre todo, desde la publicación de La urna rota, contamos también con una demanda desde los medios de comunicación que no ha hecho sino crecer y se dispara en fechas electorales como estas.

Hoy en día, llevar adelante Politikon sigue siendo en general divertido, pero resulta bastante más complejo que hace cuatro años. Desde julio de 2013 somos una asociación legalmente constituida y registrada -y la constitución y el registro llevan inevitablemente un proceso burocrático y kafkiano, que consumió unos ciertos recursos en su momento. Al margen de otras cosas, esto implica una gestión administrativa -facturas, impuestos, contratos y papeleo variado- que va ganando en complejidad a medida que ampliamos la gama de cosas que hacemos o profesionalizamos determinadas tareas.

Otro aspecto cuya complejidad se ha disparado en los últimos tiempos es la comunicación. Además de lo que veis en redes sociales o en la web, hay otra parte menos visible que es mantener una relación fluida con medios de comunicación, otras organizaciones, partidos políticos y decisores y, en general, con lectores y seguidores que se interesan por nuestras iniciativas (imagino que ahí entra también el hate mail, que de todo hay últimamente…). Dentro de poco tendremos (¡por fin!) un newsletter en condiciones, y Pablo ya os contará algo más sobre Red Politikon. Por ahora, organizar eventos formales o informales -diseñar los actos y contactar con los participantes, reservar el local y ocuparse de la logística, enviar invitaciones y hacer seguimiento en caso necesario, etc, etc- consume buena parte del tiempo y los recursos que disponemos en esta área.

Otro cada vez mayor se va, claro, en atender a los medios de comunicación. En los últimos meses estamos recibiendo entre cinco y diez peticiones semanales, aparte de las colaboraciones regulares. La gran mayoría no son remuneradas; y cada una de ellas supone responder al correo y/o teléfono, derivar la petición a quien mejor la pueda atender y, generalmente, que la intervención ha de prepararse, a veces entre varias personas. Y siempre teniendo en cuenta los tiempos y los ritmos del periodismo, que no son los de la academia ni el blogueo amateur.

Además, en el último año hemos afrontado también una gira de presentación de La urna rota. Una gira muy divertida y que nos ha permitido «aprendernos» nuestro propio libro y reflexionar sobre él, pero que nos ha puesto una vez más al límite de capacidades. Yo he recorrido cerca de 5.000 km, aprovechando otros compromisos y desplazamientos cuando era posible, o costeándolos gracias a Politikon o de mi propio bolsillo. Como es fácil de entender, la editorial hace su parte y nos apoya, pero tampoco puede sostener semejante ritmo y, me temo, tiene otros autores a los que atender y dedicar recursos.

Aparte de lo anterior, hay que sumar otras actividades e iniciativas que llevamos a cabo, desde la producción de informes, position papers y otros materiales para decisores políticos o medios de comunicación, hasta audiovisuales -algo que estamos empezando a hacer y cuyos resultados veréis dentro de no mucho. Además, por supuesto, de comunicarnos a través de las redes sociales por las cuentas de la organización, que, como sabéis, es algo que hemos hecho de manera algo caótica hasta ahora y estamos intentando ordenar.

Todo esto por lo que atañe a las áreas de trabajo con las que tengo relación más directa, porque en otras entregas os contaremos cómo se organiza la producción editorial, la parte técnica o esas cosas tan bonitas que hacemos con datos y gráficos. En suma, nos gustaría transmitiros qué significa hacer Politikon cada día, y por qué os pedimos que nos ayudéis a seguir. Si os parece que vale la pena hacerlo, un comienzo es entrar aquí:

http://politikon.es/dona/


15 comentarios

  1. AmalricNem dice:

    No estaria mal que hubiera un resumen del famoso «whatsapp de politikon» del que se oyen rumores a veces…..

    Fuera de coñas, felicidades y a seguir trabajando.

  2. David dice:

    Pues que os paguen en todos esos trabajos que haceis para periodicos y televisiones

  3. Sr Tostadillo dice:

    Mientras que dropcoin está bien para donaje puntual, me parece que últimamente todo esto se está moviendo por Patreon.com

  4. Francisco dice:

    Anted de nada, quiero dejar claro que me parece estupendo que se colabore para financiar la bitácora, al fin y al cabo le dedicais tiempo a escribir contenidos de cálidad.

    Sin embargo, no sé si San Miguel se ha expresado mal o yo le he entendido mal. El caso es que el artículo me ha dado la sensación de que le estais pidiéndo a los lectores que os financien el convertiros en «divas» de la politología. Que yo sepa, el libro no lo regalais, como para que vayais pidiéndo que os paguen la gira.

    De igual forma, si prensa/radio/tv no os pagan por colaborar con ellos, teneis una solución muy sencilla: no lo hagais. Aunque si lo haceis, seguro que es porque algún beneficio obteneis.

    Siempre podéis volver a vuestros inicios, que no estaban nada mal: «escribir y publicar en un blog».

    Un saludo

  5. Jorge San Miguel dice:

    Gracias por comentar.

    David:

    Como cuento en el artículo, algunas colaboraciones son remuneradas, pero la gran mayoría de intervenciones en medios no lo son, y tienen costes -más aún si, como explico, tratamos de prepararlas escrupulosamente. Nuestro objetivo es dar difusión a las ideas, temas y análisis que nos parecen interesantes o necesarios, y por eso intentamos estar presentes allá donde nos llaman o requieren información o nuestra opinión, tanto si se trata de medios grandes como más pequeños, o de actividades remuneradas o no. No somos periodistas ni pretendemos sustituir a los periodistas, sino aportar otro tipo de análisis y argumentos (como en definitiva hacen muchas otras asociaciones, organizaciones y actores de la sociedad civil).

    Francisco:

    Como le explicaba a David, nuestro objetivo es alcanzar la máxima difusión e incidencia de nuestras ideas y propuestas, y eso implica intentar estar presentes en todos los medios y en todos los lugares donde nos requieren. Que eso nos convierta en «divas» es una lectura posible, pero yo no conozco ninguna organización que quiera tener menos difusión de su trabajo y sus ideas en lugar de más (bueno, miento, sí que conozco, pero esas no se dedican a las ideas y el trabajo sino a otras cosas). Ese objetivo es lo que guía la mayoría de nuestras decisiones.

    Por ejemplo, como apuntas, no regalamos el libro, y la razón es que lo hemos publicado con una editorial comercial. ¿Por qué? Porque eso asegura una promoción adecuada, estar en más librerías y llegar a más lectores, que es lo que pretendíamos al escribirlo. Si piensas que alguien se hace rico en España escribiendo libros, y libros de ciencia política, te sugiero que preguntes a alguien que conozca el mercado editorial, porque algún escritor se podría morir de risa al escucharte. En cuanto a los formatos electrónicos, hemos ajustado el precio a la baja todo lo que hemos podido, incluso renunciando a porcentaje de autor, con el fin de que fueran accesibles al mayor número de lectores posible -una apuesta que, por cierto, creo que ha sido validada por la experiencia. Sea como sea, el más bien modesto rendimiento económico del libro ha ido íntegramente para la caja de la asociación.

    Sobre la gira de presentación, prácticamente a todos los lugares a los que hemos acudido ha sido a petición de lectores o seguidores del blog, en algunos casos con el apoyo de alguna otra organización o institución, en otros sin él. Como la vida no acaba en Madrid y Barcelona y tenemos muchísimos lectores fuera de esas dos ciudades, hemos intentando acercarnos a charlar con ellos siempre que hemos podido; y estos actos han sido, en lo que ha dependido de nosotros, abiertos y gratuitos, como la inmensa mayor parte de lo que hacemos.

    En definitiva, lo que hacemos no es esencialmente distinto de lo que hacen muchas otras organizaciones del tercer sector, non profit, think tanks, etc, con la particularidad de que hemos nacido a partir de un blog. Y que somos totalmente independientes. Otras organizaciones se financian mediante subvenciones, o con fondos de partidos o sindicatos (lo que al final viene a ser una forma mediada de lo anterior) o empresas. Nosotros hemos renunciado expresamente a ciertas formas de financiación que implican, ya sea en la realidad o en la percepción del público, subordinarse a intereses ajenos. Eso reduce enormemente el menú de opciones. Y esa es la razón por la que recurrimos a mecenazgos y micromecenazgos.

    Al final, la decisión corresponde a la gente que nos sigue y se interesa por lo que hacemos; y en nuestro caso, dado como digo que no recibimos subvenciones ni ayudas públicas de ningún tipo, es una decisión totalmente voluntaria y transparente.

    • Francisco dice:

      Muchas gracias por su respuesta, Jorge.

      Solo quería aclarar que cuando hablaba de «beneficio» no lo hacía en pensando en términos económicos, sino de prestigio.

      Un saludo

  6. Nico dice:

    Muy interesante, y muchisimas gracias por vuestro trabajo.

  7. LiMA dice:

    soy lector habitual y también me llama la atención el enfoque (no exclusivo de Politikon por cierto, Nada es Gratis hizo algo parecido no hace mucho).

    Politikon es una asociación donde los lectores no intervenimos y cuyo fin básico es según entiendo que las opiniones de quienes sí son miembros del colectivo (opiniones que aunque casi siempre solventes pueden coincidir o no con las de los lectores) tengan el máximo eco posible. Al contrario que cuando se apoya a un partido (se apoya la línea política), a una ONG (su programa de cooperación) o a un medio independiente tipo El Diario (se apoya su independencia para que no dependa de la publicidad), aquí no está claro lo que se está apoyando aquí exactamente en último término (¿la difusión por expertos competentes de opiniones autorizadas? ¿la difusión presencial de esas opiniones a través de viajes por España?). Teniendo en cuenta que lo que hacéis ya tiene grandes retornos en forma de notoriedad. Y que vuestros enfoques, prioridades, o los propios miembros de Politikon pueden cambiar sin que los lectores/ financiadores tengan nada que decir.

    Normalmente a estas peticiones de apoyo se les añade la oferta de un cierto papel/ ownership de los paganos en la iniciativa financiada, de la manera que sea. Para que se sientan parte del chiringuito. Parafraseando a Hirschmann: «entry» o al menos «voice».

    Saludos,

    • Pasante dice:

      aquí no está claro lo que se está apoyando aquí exactamente en último término

      Fíjate en que lo pone en la pestaña «acerca de», http://politikon.es/acerca-de/

      Politikon es el proyecto común de un grupo de académicos y profesionales independientes que se reunieron en 2010 con el fin de promover debates y políticas basados en el conocimiento de las ciencias sociales. El objetivo de Politikon es mirar la realidad desde una perspectiva analítica y avanzar propuestas para el progreso de la sociedad; es un punto de encuentro entre la academia, los medios y los ciudadanos, y un centro de promoción de políticas públicas. Politikon, que está constituido formalmente como asociación, es independiente y apartidista, y no está ligado a ninguna organización política, académica, empresarial ni sindical.

      Lo que uno apoya es que este proyecto pueda seguir ocurriendo de forma independiente y apartidista. Yo, por ejemplo, he aprendido mucho leyendo a Roger Senserrich y creo que el espacio radiofónico es mejor desde que politólogos de la talla de Antón Losada tienen quien debata con ellos los lunes por la mañana.

      El cómo se lleva esto a cabo es algo ampliamente abierto pero, ¿Qué ocurre si El Diario, un partido o una ONG deciden cambiar de política de un día para otro? Pues les retiras tu apoyo y los insultas en twitter y en los comentarios y ya está.

      • LiMA dice:

        ya lo había leído, y en eso me basaba. Politikon es un grupo cerrado que se regula sobre la base de que hacen lo que quieren y les lee quien quiere. Y es un modelo que funciona bien. Pedir dinero a los lectores es perfectamente legítimo pero es un paso más, que se supone que tiene que venir acompañado de «algo» (información sobre gastos, influencia en los temas del blog, rendición de cuentas entre otros) que haga a los lectores paganos más partícipes del tema.

        Los partidos no cambian de estatutos salvo que sus militantes lo aprueben. Las ONGs, parecido. El Diario tiene una serie de compromisos con sus socios. A eso me refiero. Los compromisos de Politikon son entre ellos mismos y no con los lectores. Ese modelo no se presta demasiado a pedir financiación, creo.

        También me gusta (mucho) escuchar y leer a la gente que escribe en este blog. Por eso los leo y los escucho. Financiar es otra cosa, y requiere algunos objetivos compartidos o influencia en lo que se financia, en mi opinión. Teniendo en cuenta que el blog ya tiene un retorno no financiero importante para quienes intervienen en él

        • Jorge San Miguel dice:

          Hola, LiMA, gracias por el comentario.

          En la página de donaciones (http://politikon.es/dona/) tenéis información sobre la organización, sus fines, a qué se destina el dinero y los compromisos que adquirimos en esta campaña. Por ejemplo:

          «Informaremos regularmente a las personas que colaboren sobre todas nuestras iniciativas y podrás aportar ideas y colaborar de otras maneras. A final del ejercicio haremos públicas nuestras cuentas y nos comprometemos a que la gestión del proyecto a todos los niveles sea lo más transparente posible.» De hecho, además de publicar las cuentas de cada ejercicio, las vamos a comunicar cada 6 meses.

          Además, como señalan más abajo, la Red Politikon va en la dirección que apuntas, y os vamos a contar más sobre ella y a ponerla en marcha a medida que tengamos capacidad para hacerlo, durante los próximos meses.

          Lo que os pedimos ahora es un pequeño compromiso y confianza para echar a andar este año. Cuando se apoya cualquier organización -el ejemplo de una ONG es acertado, porque tiene una misión y una agenda de carácter más o menos general-, se apoya una filosofía, una línea de actuación, unos valores y una agenda, que creo que en nuestro caso son identificables a partir de lo que hemos hecho hasta ahora. Pero, por supuesto, la capacidad del donante para influir o determinar lo que se hace día a día tiene límites. No digamos cuando apoyas una empresa comercial como un medio de comunicación. En todos estos casos, uno tiene cauces para expresar su opinión sobre la línea editorial o las actuaciones que se emprenden, pero no decide directamente qué se hace cada día. En último término uno puede retirar el apoyo si considera que los compromisos o sus expectativas no se han cumplido, pero toda donación implica una cierta confianza previa, sin la que no es posible una empresa com esta.

          Como te decía, queremos mejorar la comunicación con los donantes y con los seguidores en general, y que ésta sea cada vez más bidireccional (eso, por cierto, también tiene costes). Esperamos que el año que viene, si hacemos una nueva campaña, quienes nos han apoyado refrenden tanto la política general de la organización como la manera en que nos comunicamos con ellos y lo que entienden que reciben a cambio de su apoyo.

          • LiMA dice:

            gracias Jorge. Pensaba que la página «…dona» era sólo para hacer el pago, veo que tenía información adicional. Eso me parece un planteamiento más razonable, aunque veo que la participación de los donantes está todavía bastante por definir.

            Aunque supongo que no hace falta, aclaro que no planteaba influir sobre la «línea editorial» de Politikon (suponiendo que tal cosa exista), ni tampoco que se reconozca un poder ilimitado de los donantes por haber aportado unos eurillos. Entre ese extremo y lo de ahora (una iniciativa puramente vuestra en la que algunos tenemos bastante interés como lectores) hay mucho campo intermedio.

            Con o sin donación, enhorabuena por el buen trabajo

  8. Eleder dice:

    LiMA,

    «Normalmente a estas peticiones de apoyo se les añade la oferta de un cierto papel/ ownership de los paganos en la iniciativa financiada, de la manera que sea. Para que se sientan parte del chiringuito. Parafraseando a Hirschmann: “entry” o al menos “voice”.»

    Por lo que han comentado en algún evento, y aquí Jorge apunta (sobre «Red Politikon»), creo que se van a dar pasos justo en este sentido que mencionas.

  9. Pablo dice:

    Bueno, yo ya os patrocino con unos 5 eureles mensuales 😛 Que esto es como leer el periódico, y mucho más interesante. Gracias a todos por el curro, que me estáis haciendo respetar la politología y la economía (y lo que es más, me dais ganas de ponerme a estudiarlas cosa mala).

  10. Moisés dice:

    Hola,
    He hecho una donación muy modesta hace poco a través de PayPal.
    Lo he hecho con gusto, porque valoro lo que hace Politikón y quiero que siga existiendo. El blog, el libro y otras iniciativas asociadas me han aportado mucho en lo profesional y en lo personal. No espero ningún reconocimiento forma ni informal por ello. No lo necesito tampoco.
    Pero no estaría mal que hubiera algún «acuse de recibo» de la donación. Solo para saber que llegó a buen puerto y que no se perdió en algun entramado procesual del ciberespacio. Lo digo como una sugerencia, nada más.
    Un saludo y muchos éxitos. Gracias por el buen trabajo.

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