Internacional

Fantasmas del pasado en las primarias americanas

15 May, 2015 - - @egocrata

Estos últimos días Jeb Bush y Hillary Clinton, los favoritos en las primarias americanas, han sido visitados por fantasmas de presidencias pasadas. Los dos candidatos parten con la ventaja en estas elecciones de ser mucho más conocidos que sus rivales, gracias a su apellido y conexiones familiares. El problema para ambos es que este apellido puede en ocasiones convertirse en un lastre.

Empezaremos con Hillary Clinton. Su maldición no es tanto los años de su marido en la presidencia (que vistos en perspectiva ahora parecen una edad dorada), sino sus actividades ya jubilado al frente de la Fundación Clinton.

La polémica empieza con un libro titulado «Clinton Cash» que insinúa (de forma un tanto discutible) que las donaciones de gobiernos y potentados millonarios de todo el mundo a la fundación eran una tapadera para comprar favores de Hillary cuando era secretaria de estado. Aunque las pruebas son circunstanciales y el libro contiene algunos errores de bulto, es cierto que algunas de las aventuras del Bill Clinton filántropo podían generar potenciales conflictos de intereses con el trabajo de su mujer. No me voy a meter en los méritos del libro (básicamente porque no lo he leído), pero lo cierto es que los periodistas llevan dos semanas obsesionados sobre si esto afectará o no la campaña, algo que no ayuda a Hillary demasiado.

La historia de Jeb Bush es más divertida, en parte porque el candidato se ha metido él solito en un berenjenal. El sábado, en una entrevista en Fox, Megyn Kelly le preguntó si sabiendo lo que sabemos ahora la decisión de invadir Irak fue correcta. Sin dudar un segundo, Jeb Bush contestó que sí, ante la estupefacción de Kelly y básicamente cualquier persona que haya visto una encuesta en los últimos cinco años sobre el tema.

El candidato no tardó en darse cuenta del error; al día siguiente gente de su campaña andaban diciendo que lo que sucedió es que no había entendido bien la pregunta (el hombre tiene problemas con el subjuntivo, o algo así). Ante las carcajadas generales (y las críticas de otros candidatos como Ted Cruz o Marco Rubio, diciendo que la invasión fue un error), Bush pasó a decir que todo era hipotético el martes, para finalmente admitir, a regañadientes, que no va a contestar la pregunta porque sería una falta de respeto a las tropas. No fue hasta ayer cuando finalmente admitió que sí, fue un error, y que le dejen en paz.

Aunque ambas historias han generado polémica, creo que Clinton apenas se verá afectada por la suya, mientras que Bush va a arrepentirse durante meses de sus errores esta semana. La polémica de la fundación Clinton es bastante abstracta; no hay pruebas sólidas, sólo insinuaciones. Para un observador parcial (un votante demócrata en las primarias demócratas) es un ataque republicano más contra los Clinton. Ante la falta de evidencia, los periodistas fuera de Fox News se aburrirán pronto del tema, y nadie se acordará de ello en las generales.

La pifia de Bush, sin embargo, es un poco más seria. Aunque la figura de su hermano está menos desacreditada que hace seis años, su rápido cambio de opinión sobre Irak ha sido visible y obvio. Al contrario que Hillary Clinton, que no tiene nadie en las primarias que la critique (Bernie Sanders es tan quijotesco que ha dicho que sólo hablará sobre su programa, no de Hillary), Jeb va a tener un coro de oponentes que le van a estar recordando esto de aquí al final de las primarias.

De forma más significativa, la pifia sobre Irak es una señal para los donantes: Jeb no es el candidato dominante, pulido y sólido que pretende ser. Si un presidenciable republicano es capaz de meterse en un circo semejante tras pifiar una entrevista en Fox News, Dios sabe qué clase de errores va a cometer cuando las cosas se pongan serias. La polémica de esta semana es además un recordatorio que Jeb Bush es muy vulnerable en política exterior. Simplemente, todo lo que hizo su hermano será utilizado en su contra, y todo lo que diga en contra de su hermano será analizado, diseccionado y releído para ver cómo de fratricida es la lucha. Para un candidato, no es una una perspectiva agradable.

Por encima de todo, la admisión colectiva sobre la monumental pifia que fue la invasión representa un punto de inflexión en el debate de política exterior en Estados Unidos. Desde el 2003 los republicanos partían de la idea que no había intervención militar mala; hoy el consenso del partido parece ser que Bush II cometió un error grave metiéndose en una guerra en oriente medio. Parece que al fin, tras más de una década de debates merluzos con republicanos siempre pidiendo bombardear e invadir cosas, en estas presidenciales los dos partidos van a tomarse esto de ir a la guerra un poco más en serio.


13 comentarios

  1. Argos dice:

    Un par de detalles.

    1. Es cierto que las pruebas contra Hillary Clinton son circunstanciales. También lo es que cuando el juez solicitó una copia de los correos enviados y recibidos para determinar si las acusaciones eran fundadas, ella procedió a borrar parte de estos antes de entregarselos al juez. En los restantes, obviamente, no había prueba alguna que la incriminara.

    No es algo nuevo. El PP también tiene experiencia en ese tipo de operaciones de borrado de registros antes de mandar el paquete al juez.

    Lo interesante es que parece que la probable inocencia o culpabilidad tras borrar registros antes de entregarselos al juez se valora de forma diferente en función de la afinidad política.

    2. «Megyn Kelly le preguntó si sabiendo lo que sabemos ahora la decisión de invadir Irak fue correcta. Sin dudar un segundo, Jeb Bush contestó que sí, ante la estupefacción de Kelly y básicamente cualquier persona que haya visto una encuesta en los últimos cinco años sobre el tema.»

    La entrevista es como sigue:

    – Sobre el tema de Iraq, que es altamente controvertido, ¿sabiendo lo que sabemos ahora, habría autorizado usted la invasión?.
    – Lo habría hecho, y lo habría hecho Hillary Clinton, y lo habría hecho cualquier persona que estuviera ante la información de inteligencia de que se disponía en ese momento.
    – ¿No piensa que fue un error?.
    – Retrospectivamente, la información de inteligencia que todo el mundo vio, que el mundo vio, no solamente los Estados Unidos, era incorrecta.

    En ningún momento responde que sí. Lo que hace es evadir la pregunta, argumentando que era la decisión correcta en función de que lo sabían en ese momento, pero que lo que sabían era incorrecto. Y lo deja ahí, sin concretar más. Se le podrá acusar de no responder, que es cierto, pero decir que ha respondido que sí es inventarse las cosas.

  2. Roger Senserrich dice:

    Estás mezclando escándalos con Clinton. Ningún juez ha pedido ningún correo sobre la fundación; el tema no está siendo investigado por corrupción ahora mismo. Esto no quiere decir que todo el asunto del servidor privado de correo de sus días en estado sea algo normal, pero no hay juez investigando conexiones con la fundación. No hay suficientes pruebas ni para una denuncia.

    Sobre la entrevista, «lo habría hecho» creo que quiere decir «sí». Si eso es evadir la pregunta, es peor candidato de lo que creía. El tipo se ha pasado cuatro días sin enmendar la respuesta completamente. Cuatro.

    • jetkom dice:

      Si la transcripción es correcta es bastante evidente que no dice lo que se le imputa. Parece que sí lo hace hasta que leemos la parte final de la respuesta, donde le da la vuelta a la pregunta, haciendo por tanto que la primera parte de la respuesta deba entenderse de otra manera.

      Puede ser un error lo que hizo, porque es expresarse mal y exponerse a twrgiversaciones… pero no contesta que sí a esa pregunta
      contesta que sí a otra pregunta (que el mismo se plantea).

      Mira que odio a los políticos que esquivan preguntas, pero más odio a los comentaristas que se inventan respuestas.

  3. Roger Senserrich dice:

    En serio, mira el video del enlace. Nunca dice que no habría invadido. Dice que los problemas de Irak fueron tácticos, no estratégicos.

    • Argos dice:

      No decir que no lo habría invadido no es lo mismo que decir que sí lo habría invadido.

      Y sí, dice «lo habría hecho», pero lo hace como parte de una frase mayor que incluye un condicional. No puedes haciar un corta y pega de tres palabras y prescindir del resto de la frase. No es serio.

      • Roger S. dice:

        Mira, voy a citarte observadores imparciales que piensan como yo:

        http://talkingpointsmemo.com/livewire/fox-news-jeb-iraq-damage

        Si en Fox News creen que lo de Jeb es un error y que su respuesta fue que sí, invadir fue una buena idea, creo que no es cosa de un progresista lanzando acusaciones falaces.

        • Argos dice:

          Creo que olvidas el hecho de que Jeb Bush no es aun candidato oficial de los republicanos. Y para muchos republicanos, su posición sobre el tema inmigratorio hace que no sea la persona al que quieran ver como candidato final.

          Fíjate que la defensa de Jeb Bush es sencilla. Aunque la respuesta a la entrevista no está muy bien articulada, hace falta querer entenderla con mala lecha para interpretar que dice «lo habría hecho con lo que sabemos ahora», en vez de tratarse de la típica evasiva política donde se desentiende de la pregunta y contesta a otra cosa.

          Lo interesante, lo realmente interesante aquí, es que algo que tampoco es para tanto se ha convertido en un problema principal porque las ostias le han llegado tanto de medios demócratas (previsible) como de medios republicanos (y esto es lo que merece la pena subrayar).

          Recordemos que lo que hundió a Nixon en su momento no fue tanto el Watergate (Obama ha tenido escándalos similares con el NSA) como el hecho de que tanto medios demócratas como republicanos fueran a por él y no encontrase defensa en ninguno. Para los republicanos de su tiempo Nixon tenía ciertas veleidades izquierdistas y era objetivo a batir.

          Jeb Bush tiene una posición sobre la inmigración que choca de frente con la mayor parte del Partido Republicano, y ahora no es un tema menor. Lo que has visto en la Fox puede ser el comienzo de una campaña de desgaste, no declarada, pero real, contra el nuevo Bush, para garantizar que sea otro el candidato que llegue a la recta final de la Casa Blanca.

          • Estilpon dice:

            «Recordemos que lo que hundió a Nixon en su momento no fue tanto el Watergate (Obama ha tenido escándalos similares con el NSA).»

            ¿en serio crees que el tema del NSA es equivalente al Watergate? ¿me he perdido algo?

            • Argos dice:

              El Watergate fue acerca de espiar las conversaciones privadas de unos oponentes políticos.

              El NSA es acerca de espiar las conversaciones privadas de TODO el mundo.

              Sí, te has perdido algo. El tema del NSA es bastante más serio que el Watergate.

    • Argos dice:

      Y por cierto, debería ser obvio que he visto el video del enlace. El dialogo que aparece en mi comentario de arriba es la transcripción traducida de la pregunta y la respuesta hechas en la entrevista. Y no creo haberme equivocado, hablan con claridad y se entiende sin problemas.

      • Sgt. Kabukiman dice:

        Lo interesante es que parece que la probable inocencia o culpabilidad tras borrar registros antes de entregárselos al juez se valora de forma diferente en función de la afinidad política.

        Lo de inventarse historias no va con la afinidad política, eh campeón?

  4. Miguel dice:

    Si fuera estadounidense me inquietaría un tanto que los apellidos Clinton y Bush sean de nuevo los que más suenen en las quinielas. Vale, sí, las dinastías políticas no están necesariamente reñidas con la democracia, pero tienen un tufillo aristocrático en la peor acepción de la palabra. Si sale elegido uno de los dos, como parece probable, resultará que desde 1989 hasta, tal vez 2024, dos apellidos se habrán turnado en la presidencia (con la salvedad de Obama, el outsider que se coló en la fiesta).

  5. Jorge Doncel dice:

    Sin duda, la prensa norteamericana va a tener un gran peso en estas elecciones.
    Ambos políticos que se citan en el artículo les lastra su apellido y el legado (positivo en el caso de Hillary y negativo en el caso de Jeb) de sus predecesores.

    La clave estará en lo mucho o poco que puedan reducir ambos sus escándalos. El de Hillary parece artificial, si bien la mala prensa de la que gozan los Clinton en USA puede debilitarla. Creo que Hillary está desgastada políticamente y que los republicanos pagarán no celebrar primarias por falta de rivales.

    Mientras, en los republicanos, la política exterior marcará el candidato a la presidencia y ya hemos comprobado de sobra la ineptitud de los Bush en este apartado. Las declaraciones de Jeb vienen a demostrar que siguen creyendo que la guerra de Irak fue una buena decisión

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