Política

El (posible) doble juego de Grecia

24 Feb, 2015 - - @egocrata

Una de las cosas más curiosas de las negociaciones de Grecia con sus socios europeos la semana pasada es que esencialmente acabaron donde todo el mundo esperaba: sin grandes cambios. El acuerdo del 2012 con la troika permaneció inalterado en sus líneas maestras: Grecia continúa comprometiéndose a mantener sus presupuestos estrictamente supervisados, renuncia tomar medidas unilaterales, su deuda no será reducida y seguirá pagando lo que le digan. A cambio, los líderes de la eurozona aceptaron reconsiderar el calendario establecido sobre el nivel de déficit primarios, que si bien nunca llega a ser realmente opresivo (insisto: un 4,5% del PIB, con todas las burradas cometidas, no es excesivo) probablemente debía ser alcanzado demasiado deprisa, sin dar tiempo a que la recuperación económica se consolidara.

A pesar de todo el ruido y la furia, es un acuerdo en el que Varoufakis y Tsipras no han conseguido nada especialmente relevante, y desde luego, nada que sus antecesores no hubieran podido obtener. El acuerdo del 2012, representó una transferencia de norte a sur extraordinaria, mientras que este no deja de ser un retoque de lo ya pactado.

Esto puede parecer ser un intento de quitarle méritos a Syriza, el partido radical que se enfrentó a Alemania y volvió con las manos vacías, pero empiezo a sospechar que esto sería una interpretación equivocada de las últimas semanas. Es más, creo que es perfectamente posible que la negociación en Bruselas no es la batalla principal de Varoufakis y Tsipras, y que lo de los últimos días tenía bastante de teatro.

Mi hipótesis (y que conste que es una hipótesis, no una certeza) es que Syriza era perfectamente consciente antes de llegar al gobierno que el acuerdo del 2012 estaba muy cerca del límite de negociación de todos los actores de la eurozona. Samaras y su equipo podían ser de derechas, pero no eran estúpidos. Nueva Democracia detestaba la austeridad como todo el mundo, y se enfrentaba a unos dirigentes alemanes con los mismos incentivos, preferencias y líneas rojas que ellos iban a encontrarse. Los periodistas a menudo dan mucha importancia al talento de los negociadores, pero lo cierto es que a menudo son menos importantes de lo que parecen: el contexto habitualmente marca un universo de resultados aceptables para todos limitado, y llegar a un acuerdo es cosa de hablar hasta que todo el mundo acepta lo inevitable. Por mucho ruido que hicieran y por mucho que lloraran, Grecia no iba a poder conseguir más que retoques técnicos y cambios en el calendario, pero no una reducción de deuda.

La cuestión para Tsipras, entonces, no era tanto ganar la guerra en Europa, sino aplicar sus prioridades en la misma Grecia. Syriza es un partido de izquierdas que se presenta a las elecciones con dos promesas, un programa de reformas de izquierda dentro del país y romper la hegemonía de la troika. Para poder hacer lo primero y sobrevivir políticamente, el nuevo gobierno tenía que convencer a los griegos que habían conseguido hacer lo segundo.

Con esto en mente creo que la extraña estrategia negociadora de Varoufakis estas últimas semanas tiene más sentido. La idea era hablar como radicales, siendo todo lo insultantes, insolentes y desafiantes como fuera diplomáticamente aceptable (prácticamente cualquier cosa menos pegarle una bofetada a Merkel), mientras se negociaba con el mismo espíritu y tranquilidad que lo haría un gobierno moderado. Desde el primer momento el gobierno de Syriza acompañaba cada una de sus astracanadas dialécticas con un discreto abandono de cada una de las líneas rojas de su programa.

La mayoría de votantes (y muchos periodistas) entienden perfectamente las invocaciones Hitler y trolleos variados de los políticos griegos, pero realmente no tienen demasiada idea sobre las diferencias entre déficit primario, deuda, plazos, intereses compuestos, mecanismos monetarios o fondos europeos condicionales. Lo que acabó sucediendo fueron dos semanas de sesudos comentaristas leyendo los gestos del eurogrupo como kremlinólogos evaluando quien manda en el Politburó por el reparto de asientos en el desfile de octubre en la Plaza Roja y llevándose las manos a la cabeza ante el inevitable final del euro, cuando en realidad todos los implicados más o menos sabían que el acuerdo era relativamente obvio y eran conscientes del postureo generalizado.

Acabadas las negociaciones el resultado es simple: Schäuble suelta su carnaza a los alemanes, Tsipras a los griegos, y el comunicado final es lo suficiente críptico para que nadie realmente lo entienda de todo o pueda cantar victoria. Syriza tiene la guerra que prometió a sus votantes, Alemania la firmeza que prometió a los suyos, y ambos juran haber ganado. Dado que los votantes griegos no leen prensa alemana ni los alemanes prensa griega, nadie realmente va a leerse el acuerdo y todo el mundo se fía más de los políticos propios que de los ajenos, quizás consigan que este extraño equilibrio verbal funcione.

Con el pseudo-triunfo en su bolsillo, Tsipras y Syriza tienen las manos libres para aprobar su programa político y  aprovecharán que la economía griega está empezando a salir del pozo ponerse ellos las medallas. El resto de la eurozona podrá seguir en su lento caminar hacia la recuperación, aunque sea por puñetera inercia. El optimismo del eurogrupo ante que Grecia envíe sus propuestas creo que es bastante significativo: nadie espera sorpresas, y todos están jugando el mismo juego.

En el fondo es un acuerdo muy típico de la Unión Europea: feo, ambiguo, rebuscado y vagamente disfuncional, que aplaza el problema una temporadita más. El programa de Syriza combinará retórica desafiante con cambios más que modestos, y todos fingirán ir ganando por goleada. De aquí cuatro meses tendremos otra ronda de retórica apocalíptica, y otro pasito hacia una solución a largo plazo.

Lo cierto es que en contra de lo que se dice habitualmente, un gobierno dentro de la eurozona puede hacer muchísimo para mover la agenda de su país a izquierda o derecha, siempre que mantenga cierta disciplina fiscal. Dejando de lado la batalla europea que no podían ganar y concentrando sus esfuerzos en Grecia, Varoufakis y Tsipras creo que ahora van a poder demostrarlo.

Si estoy en lo cierto, lo cierto es que Syriza son bastante más listos de lo que creía.


35 comentarios

  1. Cucus dice:

    Salvando las distancias, esto me recuerda mucho todo el drama que durante un tiempo rodeaba el techo de la deuda de EEUU. Dos bloques enfrentandose al apocalipsis (según los periódicos) jugando hasta el último momento sabiendo perfectamente lo que cada bloque quiere del otro.
    El resultado siempre es patada pa’lante y veremos que pasa en 4 meses.

  2. BloodyKefka dice:

    Pero a mi esto me hace plantear una duda. ¿Por qué tendría que votar a unas personas que ya sabían de antemano que iban a mantener esa doble personalidad e ilusionar a la gente? Es más ¿Por qué esos mismos votantes justifican que no se hayan cumplido las expectativas que generaron? ¿No sería mejor ser honestos de primeras o es que así no los votaba ni Dios?

    • Mr. X dice:

      Bueno, puedes entender que es mejor intentarlo y fracasar que no intentarlo; o más bien, que si no pides nada, no vas a conseguir nada, pero si pides 100 a lo mejor consigues 10. Es una lógica muy barata, pero bastante cierta. Personalmente, una de las razones por las que me planteo votar a Podemos, aunque no estoy aún convencido del todo, es que sólo van a poder llevar a cabo una pequeña parte de su programa.

      • BloodyKefka dice:

        El problema es que yo no veo que se esté pidiendo 100, sino que está convenciendo a la gente de que va a pedir 100, y va a conseguir 100 a sabiendas que sólo conseguirá 10. Ni siquiera hablan de sólo intentarlo (el Partido Pirata, por ejemplo, también tenía sus fumadas, pero quedaban mucho mejor al englobarlas como objetivos a largo plazo y que primero se centrarían en otras cosas). ¿Eso no se parece demasiado a la vieja política que tanto criticamos? ¿En qué nos deja a los votantes esto cuando pasamos por el aro?

        Es lo mismo que dije después de enterarme como era el programa de Podemos en las europeas y, después de escuchar a gente justificarme «que al menos había que intentarlo», la propia formación reconoció que iban con algo muy improvisado y que tendrían que revisarlo. Corregir está bien, pero creo que es mejor cuando lo haces sin ilusionar a las masas y erigirte como un mesías que no vas a salvar de los malos ¿qué opinas?

        • BloodyKefka dice:

          Perdón quería decir que «nos va a salvar de los malos».

        • Demostenes dice:

          En palabras de Errejón, «es que a las europeas no vas con un programa para gobernar» (sic)

        • Mr. X dice:

          Hombre, sí: es mejor decir la verdad; es mejor tener un electorado informado; es mejor presentar un programa realizable. Todo eso es cierto. Pero creo que, desde Julio César en adelante, por lo menos (por no decir desde Pericles) los políticos exageran y prometen imposibles y, en el mejor de los casos, cumplen lo que está en su mano. En cualquier caso, hay que elegir qué promesas te gustan más y quién crees que va a hacer más por cumplirlas (al menos en parte).

          • BloodyKefka dice:

            Pues si eso es algo «normal» política, así nos va. Desafortunadamente.

            Yo no creo que Podemos sea un coco, y opino que lo peor que puede ocurrir es que sea como el resto, pero el problema es precisamente ese. Y la verdad es que últimamente me estoy acordando mucho de Felipe Gonzalez, del cual me acuerdo bastante aunque me pillase muy pequeñito XD

  3. Vellana dice:

    «…Varoufakis y Tsipras creo que ahora van a poder demostrarlo.»
    Como ZP, Hollande, Renzi, etc. En fin, que casi seguro que van a poder demostrarlo.
    Un saludo.

    • Fenix dice:

      Hombre, si Varoufakis y Tsipras son como ZP, Hollande y Renzi, tenemos motivos sobrados de celebración.

      Pero yo tengo muuuchas dudas.

    • Mr. X dice:

      A mí la llegada de Tsipras me recuerda más a la de Lula a la presidencia de Brasil. O salvando las distancias, la victoria del PSOE en el 82.

  4. […] El (posible) doble juego de Grecia […]

  5. Alejandro dice:

    El tiempo como solución a los problemas.

  6. Javier dice:

    Una cosa no entiendo: si Grecia tiene que dedicar todo a saldar la deuda, ¿qué dinero le queda para hacer políticas de izquierda? Sin dinero, ¿cómo cumplen su programa?

    • Aitor dice:

      Es que van a incumplir su programa. Al menos, en las líneas gruesas principales, «subida salario mínimo», «edad de jubilación», etc…

      La pregunta correcta es, ¿cómo van a aplicar políticas de izquierda si no se comprometen a pagar las deudas?

    • Estilpon dice:

      La deuda no se salda, se renueva.
      Da a entender que los demás tenemos la obligación de financiar con nuestros impuestos al gobierno griego para que gaste como les plazca… ¡eso lo entiendo menos!

  7. José Jarauta dice:

    Creo modestamentamente que en esta pifia que a día de hoy es la eurozona se aplica la «Pottery Barn rule».

    http://en.wikipedia.org/wiki/Pottery_Barn_rule

    Si España espera lograr un superávit primario del 0,9% en el año 2016 (Guindos way) y Grecia, que está mucho mejor que España como es bien sabido, tiene que conseguir un 4.5%, estamos en el mejor de los mundos posibles.

    Lo que no me explico es cómo no se nos pide a nosotros un 6% (ca. 60.000 millones de €), que supongo nos sería mucho más fácil de conseguir que el 4,5% a Grecia dadas nuestras expectativas.

    En poco más de 10 años tendríamos el problema de la deuda totalmente solucionado y habríamos disciplinado a todos nuestros agentes como para ser la envidia de Schäuble.

    No hay quien entienda a estos teutones.

    • Pescador dice:

      Hombre, para creerse las cuentas españolas hay que tener mucha fé, pero mucha. Porque mucho Guindows y mucho crecimiento del PIB, pero con la asuteridad, los recortes y lo malo que era ZP, el caso es que el deficit público sigue creciendo al ritmo de 40-60.000 millones de euros/año.
      A veces echo de menos un equipo de autenticos teapartiers – y no los monaguillos que tenemos aquí- leyendose el presupuesto del Estado y apuntando cada euro que se gasta el Gobierno, y dejarnos de esta política que tenemos ahora , en la que focalizamos la atención hacia el dato que nos va bien en cada momento.

      • José Jarauta dice:

        Estimado Pescador:

        Las indigestiones de aceite de ricino pueden ser nefastas. Un nuevo modelo de país no se improvisa en cuatro días. Economía, instituciones eficaces, actitudes ciudadanas, reparto de cargas, expectativas, etc.

        La crítica que sea constructiva con datos y planes, vociferantes los justos para el «ecosistema».

        La ceremonia de la confusión hay que aclararla, pero el que quiera peces que se moje el culo.

  8. FE dice:

    Buen apunte, mi intuición iba precisamente en sentido contrario: para conseguir concesiones en Europa, el gobierno griego antes tenía que ganar credibilidad implementando reformas profundas en casa. Una vez tuvieran un plan ambicioso en marcha, sí podrían pedir apoyo al resto de socios para completarlo con éxito.

    Pero si resulta que Europa no va a hacer muchas más concesiones de las que ya ha hecho, y además el verdadero reto para Syriza está en su propio país, tiene sentido que hayan empezado por escenificar un conflicto con las autoridades europeas con el fin de incrementar sus apoyos en Grecia.

  9. Juan Rey dice:

    Parece que los gobernantes griegos buscaban sobre todo, y como se dice ahora, el «relato»: el de una lucha desesperada, nivel Termópilas, que perderían ante la invencible superioridad de los alemanes (otra vez ellos) pero que les legitimaría ante su pueblo a pesar del resultado final. Sabiendo cómo les funciona de bien el nacionalismo a los griegos, habrán cargado las baterías de helenidad patriótica para tirar una temporada. ¿Cómo será de larga? Cualquiera sabe.

  10. juanma dice:

    En mi opinión han dado una lección en negociación en formas y contenido.
    Un economista que habla francamente de economía contra una jauría de burócratas engreídos financieros.
    2,5% contra 97,5%, con un nuevo “relato”, o dicho de otra manera, el cuento contado de distinta manera. Porque en estos lares sólo nos narran mentiras.
    El presidente del Eurogrupo no está habituado a que le llamen “Liar” en vivo y ante otros 17 jefes, pero es lo que toca.
    Así que aunque el del Guindo lo quiera vender de otra manera, de momento Grecia ha variado el rumbo del buque “eurodesastre”.
    Dentro de cuatro meses, la negociación será más dura, al KO o a las buenas. Espero que para entonces Syriza tenga las cuerdas más amarradas al ancla. Entonces, será euro sí o euro no.
    A ver que decide Merkel, al timón!

  11. Ferrim dice:

    Yo creo que en el post de Roger falta la variable «tiempo».

    Tsipras y Varoufakis simplemente pretendían ganar tiempo ante la amenaza de cortarles el grifo yayayayaya. Por un lado tenían que dar la imagen de agresivos, de estar dispuestos a romper la baraja, para mimar a la opinión pública en casa, y por otro necesitaban lo que han logrado: una extensión mientras que aterrizan en el poder y empiezan a ver qué puñetas pueden hacer con el país. Unos meses de tranquilidad. Y mientras tanto, los demás también pueden decir que no han cedido un ápice, ya que el lenguaje del acuerdo es muy rebuscado a propósito.

  12. GAR dice:

    Todo esto deja patente el hecho de que Europa ha tocado techo. Es decir, adiós a los Estados Unidos de Europa. Eso lo tengo más claro que el agua.

  13. alvar dice:

    Va a resultar que cuando un político se la tiene que envainar en realidad está jugando un dobleo triple juego. Que ssuerte tienen que nunca pierden, deben ser como la legión, que nunca huye, da la vuelta y sigue avanzando

  14. José Jarauta dice:

    El «juego» es muy simple. Grecia es un estado fallido de hecho, aunque no de derecho, y «todo el mundo lo sabe», incluidos Varoufakis y Syriza.

    Epilogue: Still a failed state

    Europeans must grasp a simple fact: Greece has been, and remains, a failed social economy. Rumours of its recovery are just that: ill-motivated rumours![iii]

    Besides the wretched diagrams and data above, there are other facts on the Greek soil that corroborate the characterization of Greece as a failed nation-state. Here are some:

    There are 10 million Greeks living in Greece (and falling fast due to migration), ‘organised’ in around 2,8 million households that have a ‘relationship’ with the Tax Office. Of those 2,8 million households, 2,3 million have a debt to the Tax Office that they cannot service.
    1 million households cannot pay their electricity bill in full, forcing the electricity company to ‘extend and pretend’, thus ensuring that 1 million homes live in fear of darkness at night while the electricity company is insolvent. Indeed, the Public Power Corporation is disconnecting around 30,000 homes and businesses a month due to unpaid bills.
    For 48.6% of families pensions are the main source of income, expected to be cut even further. The €700 pension has been reduced by about 25% since 2010 and is due to be halved over the next few years.
    The minimum wage shrunk (on the troika’s orders) by 40%.
    Social transfers have been cut by more than 18%
    40% saying they will not be able to meet commitments this year
    Unemployment has risen 160% so that now 3.5m employed people have to support 4.7m unemployed or inactive
    Of the 3 million people constituting Greece’s labour force, 1.4 million are jobless.
    Of the 1,4 million jobless only 10% receive unemployment benefits and only 15% any benefits.
    The rest must fend for themselves. E.g. of the self-employed who have no business, none receives benefits
    Of those employed in the private sector 500 thousand have not been paid for more than three months.
    Contractors who work for the public sector are paid up to 24 months after they provided the service and pre-paid sales tax to the Tax Office.
    Half of the businesses still in operation throughout the country are seriously in arrears vis-à-vis their (compulsory) contributions their employees’ pension and social security fund.
    34.6% of the population live at risk of poverty or social exclusion (2012 figure)
    Household’s disposable income contracted 30% since 2010
    Health care cuts of 11.1% between 2009-2011 – with a significant rise of HIV infections, tuberculosis, still births.

    http://yanisvaroufakis.eu/2014/03/01/what-you-should-know-about-greeces-present-state-of-affairs-an-update/

    Lo que ha hecho el ministro de finanzas griego es decir la verdad, y eso es un inconveniente y no debe hacerse cuando lo que importa es hacer el paripé.

    Su gira europea terminada en Berlín me parece lógica. Schäuble es jurista (alemán) y la mayoría de su equipo también. Prefieren que el mundo se hunda antes que contemplar el problema de fondo, así que dejarlos para el final no me parece descabellado.

    Grecia es el epítome de todo lo que funciona mal en la Unión Europea, así que es un problema de Europa.

    Si yo fuera Obama le habría recordado amablemente (igual que a Zapatero) a Frau Merkel que mi interés en que se cree una corona de estados fallidos alrededor del corazón de Europa se encuentra en mínimos y que se ponga las pilas.

    Eso no quita para que la confianza en Syriza no pueda ser excepcional, ni que considere que se lleven a partir un piñón, ni que sean capaces de ordenar su casa (los anteriores desde luego que no).

    Lo cierto es que solos no saldrán del agujero, y que es necesario un programa de inversión externo viable que no sea pura política de oferta, pero eso también lo dice Garicano en el programa de Cidadanos.

  15. Salvador dice:

    No. Esta vez no. El deterioro de las cuentas griegas en casa y fuera desde noviembre indica que Syriza no tiene credibilidad. Y ahora no tiene margen. Y los manifestantes en la plaza Syntagma empezando por las 600 limpiadoras se los tragaran Tzipras y su iluminado profesor greco americano ( que tiene sus ahorritos en $). Conclusión, grave traspiés griego que les aboca a salir del € donde nunca debieron estar.

  16. Ibon dice:

    Pues seguro q soy mas simple q el mecanismo de un botijo pero a mi me da la sensación de que esperan a noviembre, a ver q pasa con España, que igual somos dos para presionar

  17. FRancisco dice:

    Syriza pueden ser astutos, eso casi siempre va ligado a la condición politica, al engañar a sus votantes. Por lo tanto los ingenuos-tontos son los griegos que les han votado

  18. Luis dice:

    La frase final es casi lo más revelador del articulo. Roger Senserrich pensaba que los de Syriza no eran muy listos, lo cual no se si quiere decir que eran tontos o poco listos. Debe tener abundantes motivos y argumentos para fundamentarlo o es, simplemente, un prejuicio. Siempre tengo la impresión al leerle de que, quienes no circulan por ese mundo de claridad con el que ilumina cualquier porblema o coyuntura, son en general poco listos. Te sobra, creo, un pelín de arrogancia y te faltan dudas. Empatía también.

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