Sociedad

Los problemas de los españoles antes y después de la crisis

21 Ene, 2015 - - @kikollan

La crisis de estos años, por su magnitud, ha dejado huella en cualquier estadística. Da igual si miramos series de empleo, crecimiento o riesgo de pobreza, porque alrededor de 2010 casi siempre vamos a encontrarnos lo mismo: una cicatriz. Por eso hay muchas gráficas que capturan la crisis, muchas representaciones que la retratan. Pero entre todas ellas una de las más sencilla es mi favorita: las gráficas con las preocupaciones de los ciudadanos antes y después de la crisis.

Nuestras preocupaciones señalan la emergencia de la crisis con claridad: a final de 2007 se disparó el miedo ante el desempleo y los problemas económicos. Fue una reacción inmediata y súbita. Después, poco a poco, fueron produciéndose otros efectos: el desencanto con los políticos, la preocupación por lo social y la indignación ante la corrupción. El gráfico también nos enseña que esta reacción tiene algo de pendular, porque recuerda a lo vivido en la última recesión, allá por los años noventa.

Quizás lo más llamativo de la crisis actual sea el salto que en 2014 dio la preocupación por la corrupción y el fraude. Un fenómeno que jamás no preocupó durante la burbuja —aunque hay indicios de que entonces ya existía con igual o mayor intensidad—, pero que tras seis años de crisis ha pasado a ser considerado el segundo problema más grave.

Otros problemas de la crisis

Estos cuatro problemas no son, claro está, los únicos. A continuación tenéis una lista más extensa con las preocupaciones de los ciudadanos antes de la crisis (en 2006), en su apogeo (2011) y en el año que acaba (2014). Lo que vemos es una fotografía de cuáles son (o creemos que son) las consecuencias de la crisis y quienes son (o creemos que son) sus responsables.

En rojo tenéis destacados los problemas que emergieron con la crisis.

fig 3

Como veréis, la sanidad y la educación ya nos preocupaban en 2006 (los mencionaba entre el 3% y el 5%), y un poco más en 2011, pero ha sido entre 2011 y 2014 cuando han pasado a primer plano (siendo mencionados por el 8% o el 10% de ciudadanos). ¿Pero por qué estos problemas han tardado años en emerger? Es posible que los efectos sociales de la crisis no fuesen inmediatos, que llegaran con el tiempo, según se acumulaban recortes y se agotaban prestaciones o según se iba debilitando el soporte familiar. También es posible que estos problemas no fueran principales en 2010 o 2011 porque el desempleo y la economía los dominasen entonces.

Los problemas antes de la crisis

Hemos visto que la crisis trajo nuevas preocupaciones. Ni los problemas sociales, ni la economía, ni la corrupción nos preocuparon demasiado antes de 2007. Y si es así, ¿cuáles eran nuestras preocupaciones entonces y qué ha sido de ellas? En el gráfico siguiente tenéis los problemas olvidados, aquellos asunto que nos preocupaban en 2006 y que ahora no aparecen en las encuestas o son muy secundarios.

fig 4

Entre los problemas olvidados destacan tres: la inmigración (que llegó a ser un problema principal para el 42% de los ciudadanos), el terrorismo (24%) y la vivienda (24%). Otros asuntos, como las drogas, la violencia machista, los nacionalismos o el medio ambiente, también han dejado de preocuparnos. Son problemas que a veces se han resuelto, o que en verdad nunca fueron un problema, pero seguramente otros siguen y simplemente han sido eclipsados.

A continuación tenéis la evolución de algunos de estos problemas.

fig 5

La preocupación por las drogas fue enorme durante los noventa, pero se fue extinguiendo y hoy nadie las menciona como un problema principal. No manejo datos de incidencia de drogadicción, pero creo que es un caso de problema en remisión.

El gráfico refleja también tres problemas asociados burbuja: la inmigración, la vivienda y la inseguridad ciudadana, cuya evolución recuerda a la forma de la burbuja inmobiliaria. La inmigración fue considerado un problema de forma creciente durante los noventa —al tiempo que crecía el flujo de inmigrantes—, pero se extinguió con la llegada de la crisis. Algo parecido ocurre con la inseguridad ciudadana. Fue un asunto que nos inquietó durante dos décadas, pero que hoy apenas es principal para un 2% de ciudadanos. ¿Es España un país más seguro o sencillamente estamos más preocupados por el desempleo, la economía y la corrupción? La preocupación por la vivienda es casi una réplica de la evolución del precio del metro cuadrado: se hincha desde 2002, toca techo en 2007 y desde allí colapsa. La vivienda es a buen seguro un problema eclipsado: no dejó de preocuparnos porque ahora seamos todos dueños de casas con jardín, no, dejó de preocuparnos porque no poder comprar un bungalow es el menor de nuestros problemas.

He dejado para el final la mejor noticia en estos datos: el adiós del terrorismo. En 2001 la violencia de ETA era el primer problema del país y hoy pertenece al pasado.

Dos décadas

Me gustan estos gráficos porque resumen dos décadas sin apenas palabras. En ellos hay espacio para muchas cosas importantes: para el fin del terrorismo, para nuestro desempleo endémico, para la burbuja inmobiliaria, para la crisis económica y para la crisis política. Todo eso aparece. Y aunque quizás algunos estáis pensando que los datos son incompletos —porque la pregunta del CIS nos obliga a elegir tres problemas entre muchos—, creo que esa limitación forzosa es fundamental. Porque a todos nos preocupan muchas cosas todo el tiempo, pero es al obligarnos a escoger cuando logramos sintetizar las inquietudes de toda una sociedad en unos pocos trazos.


7 comentarios

  1. Un artículo muy expresivo. Me da la sensación de que lo que ha ocurrido es que los españoles somos ahora más conscientes, salvo alguna excepción enormemente triste como que la violencia machista esté cayendo en el olvido. La gran mayoría de problemas que ahora se ven claros ya existían:

    1)El paro, incluso en la época de mayor auge nunca cayó del 7,93%. Está claro que no todo el paro es por la crisis. Había una desigualdad grande entre sexos, provicias, edades,nivel de estudios, entre los discapcitados, etc. Y la precariedad ya existía.
    2)La educación nunca ha sido nuestro punto fuerte.
    3)La sanidad hace muchos años que se ha sometido a férreos controles de gasto, a pesar de que siempre se ha dado mucha publicidad a lo de «la mejor sanidad del mundo».
    4)La corrupción es evidente que no está surgiendo ahora.

    En aquellos años la gente se preocupaba por algunos problemas claramente inventados.

    1)La extraordinaria necesidad de una segunda vivienda. Me parece que ocultaba el problema de la accesibilidad de la vivienda para los jóvenes.
    2)La inmigración, fuente de todos los males. Gracias a la inmigración muchos bienes y servicios pudieron ofrecerse en mayor cantidad, con mayor calidad y a mejor precio, lo que benefició ampliamente a los españoles, algo que muchos de quienes tanto se preocupaban no quieren reconocer. Mucha gente ha podido trabajar durante esos años gracias a los inmigrantes que han cuidado de niños y mayores, preparado y servido comidas o han trabajado en la construcción de las viviendas que de otro modo hubiesen sido incluso más caras. Tampoco parece que se haya terminado la civilización occidental por la llegada de inmigrantes.

    Una última apreciación, es gracioso que se pregunte por la preocupación por la economía. ¿Y qué es la economía más que todas esas cosas? Es como si se preguntase por si te preocupan las preocupaciones.

    Un cordial saludo.

  2. Iago dice:

    Oye, una pregunta que no viene al caso del artículo, ¿Con qué has hecho los gráficos? Te han quedado muy vistosos.

  3. gerion dice:

    Discrepo con lo de calificar los controles de gasto – sanitarios en este caso – como «férreos». Mi experiencia me indica que no se supervisa en qué se efectúa ese gasto, una vez asignado y repartido entre los administradores finales del mismo, o se hace negligentemente.
    Por otra parte, aunque la inmigración controlada y regulada no me parece un problema, sí que me lo parece el hecho de que se entienda que los inmigrantes se han dedicado a ocupaciones que permiten la incorporación de más nativos españoles al mercado de trabajo.Tal vez porque soy un retrógrado, creo que una familia con niños debe tener a un progenitor en casa – aunque desempeñe una actividad productiva mientras tanto -, en pos de una correcta educación de las generaciones futuras. Y me preocupa que, con ambos progenitores trabajando y la educación en manos de inmigrantes, se termine imponiendo el respeto a las culturas extranjeras sobre el respeto a nuestra propia cultura. Y encima, con apoyo gubernamental.

    • Gerion, cuando digo que se controla férreamente el gasto sanitario lo que quiero decir es que se controla férreamente el nivel de gasto, que no se está dispuesto a incrementos del gasto sanitario, incluso cuando existen algunas bolsas de gran necesidad. Se ha fiado ese control fundamentalmente a las listas de espera y al retardo en la implantación de novedades. Estoy completamente de acuerdo en que una vez asignado no hay una preocupación suficiente por el control de si se gasta bien.

      En lo que expone de que para los niños es bueno que mientras ellos estén en casa es bueno que o bien su padre o bien su madre estén en casa creo que tiene usted toda la razón. La conciliación de la vida familiar y laboral es una de las asignaturas pendientes, y es muy curioso que no aparezca entre las preocupaciones de los españoles.

      En lo que no estoy de acuerdo es en lo del trabajo de los nativos. ¿Podrían haber trabajado más españoles, por ejemplo, en la albañilería o en el cuidado de personas mayores? Quizá, pero dudo que los hubiésemos encontrado de la misma calidad. Es fácil encontrar un albañil o una persona que cuide a una persona dependiente, pero mucho más complicado encontrar uno bueno. En España la demanda de trabajo en algunos sectores aumentó demasiado deprisa como para ser absorbida por los nativos exclusivamente con una mínima garantía de calidad. Y en cualquier caso los salarios, ante un incremento muy fuerte de la demanda de trabajo sin incremento sustancial de la oferta, hubiesen aumentado mucho más, con lo que los precios hubiesen sido accesibles a muchas menos personas. Por ejemplo, la financiación pública de la atención a la dependencia hubiese sido inviable.

      Un cordial saludo.

  4. Juan dice:

    Kiko, cuando dices

    «aunque hay indicios de que entonces ya existía con igual o mayor intensidad—»

    ¿Tienes algún link para ampliar información? Habéis tocado varias veces esa idea en el blog pero me cuesta encontrar datos que la argumenten. ¡Gracias!

  5. davidm dice:

    La gente no entendía que la vivienda era la raíz principal de la mayoría de los otros problemas, y por lo visto, sigue sin entenderlo.

    El paro es una consecuencia directa de la burbuja inmobiliaria, resultado de años y años desviando recursos desde cualquier actividad productiva hacia la construcción y las rentas inmobiliarias.

    La relación entre la vivienda y la corrupción no hay ni que mencionarla. La construcción es de largo el principal vector de la corrupción.

    La educación y la sanidad son un problema como resultado de la pérdida de ingresos del estado, ingresos que se han perdido por la evaporación de los ingresos extraordinarios de la burbuja inmobiliaria.

    La vivienda y la burbuja inmobiliaria, que sigue sin desinflarse del todo, son la esencia de la gran mayoría de los problemas españoles. Y estas encuestas demuestran a las claras que la gente no lo ha entendido.

  6. Estandar dice:

    La limitación forzosa es fundamental pero no para sintetizar ninguna inquietud sino para manipular la respuesta del encuestado mediante una focalización innecesaria desde un punto de vista estadístico. También resulta curioso comprobar que los principales problemas de los españoles que aquí aparecen son los principales temas que aparecen en los medios. A estas alturas, sacar conclusiones a partir de las encuestas del CIS implica un considerable voluntarismo.

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