Economía & Sociedad

Las mujeres desaparecidas

25 Nov, 2014 - - @politikon_es

Fue el economista indio Amartya Sen quien en la NY Review of Books en 1990 dio a conocer el hecho al gran público: más de cien millones de mujeres estarían «desaparecidas» en Asia. Esta «desaparición» se observaría como una anomalía estadística: mientras que en otras regiones, el número de mujeres por hombre estaría alrededor de 1,05 , en los países asiáticos y en particular en la India y en China, el ratio podía ser de hasta 0,94. ¿Qué hay detrás de esta descompensación y por qué debería ser importante?

En todos los países considerados existe una «cultura» que da un valor mucho mayor a tener descendencia masculina que femenina. Aunque probablemente la preferencia por el varón ha sido en el pasado un rasgo casi universal, en estos países lo es aún más. Los factores (Hesketh, Wei Xing 2006  Das Gupta, Zhenghua, Zhenming 2003una versión en abierto aquí) que contribuyen a esta preferencia son que los varones pueden continuar la línea familiar, que tienen mayor potencial económico y en general son los receptores de la herencia. Por su parte, las mujeres suelen ser percibidas como una carga debido al sistema de dotes que es común en varios de estos países. A esto se añade un último motivo. En economías en las que el sistema de pensiones no está desarrollado, son los hijos los que, típicamente, se encargan de cuidar de sus padres en la tercera edad. En el caso de China, este problema está agudizado por la política de un solo hijo.

Además de existir una preferencia por el sexo de la descendencia, para que aparezca un sesgo en la población, es necesario que exista algún tipo de control sobre esta. Los dos más obvios son los abortos selectivos y el infanticidio. Pero además, el simple hecho de continuar la procreación hasta la obtención del número deseado de hijos varones o invertir desproporcionadamente en estos puede crear este sesgo. Anderson y Ray (2010) investigan este fenómeno y descubren que la mayor parte de las mujeres «desaparecen» a edad joven (y no antes o en el nacimiento), típicamente debido a enfermedades cardiovasculares para el caso de India y China o al SIDA en el caso de África. Es por tanto este último mecanismo, el del esfuerzo relativo que las familias realizan en el cuidado de los varones, el que juega un papel más importante. Jayachandran y Kuziemko encuentran, por ejemplo, que las madres indias dan el pecho en menor medida a sus hijas que a sus hijos (Jayachandran y Kuziemko 2011) algo que tendría el doble efecto de reducir la salud de la niñas, pero también, al inhibir la ovulación, de contribuir al sesgo.

Además de ser el síntoma de un problema social profundo, la descompensación del ratio de género tiene consecuencias sobre la dínámica social. Lena Edlund y sus coautores (Edlund, Li, Yi, Zhang 2013) investigan el caso de China que, con su política de un solo hijo, daría un caso de estudio con un «cuasi experimento natural». Encuentran que la implantación diferenciada entre regiones de la política de un solo hijo (y la descompensación en los ratios de género aparejada) explicaría una parte importante del aumento del crimen de las décadas recientes. El argumento es simple: los hombres solteros son más propensos a implicarse en actividades «arriesgadas» y antisociales que los casados. En una sociedad monógama, el efecto de un número bajo de mujeres por hombre es lógicamente el de aumentar el número de hombres solteros.

Otro ejemplo de consecuencia indeseable es la ilustrada por Wei y sus coautores (Wei Zhang 2011  Du, Wei 2013). En este mecanismo, los padres buscarían casar a sus hijos dejándoles una herencia. Sin embargo, con la caída del ratio de mujeres por hombres, la competencia en el mercado matrimonial se volvería aún más fuerte, aumentando la probabilidad de los hijos de quedarse solteros. Esto incitaría a los padres a implicarse en una «carrera de armas», dónde todos buscarían ser los que más ahorran para que no sean sus hijos los que se queden solteros. Según los autores, este mecanismo podría explicar hasta la mitad del aumento del ahorro chino. Nada parece más inesperado que que el machismo en China pueda terminar causando crisis financieras globales, pero es ahí a donde apunta la teoría.

Tal vez un elemento para la esperanza se pueda ver venir de la mano de la investigación de Nancy Qian (Qian 2008). Con la reformas post-Mao (después de 1978), China experimentó cambios importantes en la asignación de recursos. Qian va a utilizar que las mujeres tienen una ventaja tanto comparativa como absoluta en la recolección de té, para usar el cambio en la intensidad regional de su cultivo y su precio como proxy para la remuneración de las mujeres. Las regiones especializadas en el cultivo del té verían un aumento mayor en la remuneración de las mujeres que las especializadas en otros cultivos. Lo más interesante de este mecanismo es que ofrece un cambio «exógeno» que funciona como un cuasi-experimento: sabemos que los cambios en los precios del té y otras cosechas vienen provocados por las reformas y no por otras razones que podrían estar relacionadas con la mejora del estatus femenino. Qian encuentra que en la China rural de principios de los 80, un aumento del 10% en la renta femenina (manteniendo la renta masculina constante) aumentaba la proporción de niñas que sobrevivían alrededor del 1%. Además, también aumentaba la inversión en educación tanto de los hijos como de las hijas por razón de un año. A la inversa, un aumento de la renta masculina no aumentaba los resultados educativos de los niños, pero sí empeoraba los de las niñas.

Los resultados de Nancy Qian pueden parecer impactantes. Sin embargo, reflejan la lógica que adelantábamos al comienzo de esta pieza: el fenómeno de las «mujeres desaparecidas» es en buena medida una consecuencia de su menor consideración socioeconómica. En este sentido, todas las medidas que contribuyan a «empoderar» económicamente a las mujeres deberían tener un efecto positivo.


36 comentarios

  1. Evocid dice:

    Me gusta el artículo, pero no entiendo la ultima parte de esta frase:

    «Jayachandran y Kuziemko encuentran, por ejemplo, que las madres indias dan el pecho en menor medida a sus hijas que a sus hijos (Jayachandran y Kuziemko 2011) algo que tendría el doble efecto de reducir la salud de la niñas, pero también, al inhibir la ovulación, de contribuir al sesgo.»

    ¿Cómo contribuye al sesgo la inhibición de la ovulación?

    • Luis Abenza dice:

      Hola;

      Lo que queremos calcular es la probabilidad de que una mujer tenga a lo largo de su vida fértil, más hijos que hijas. Supón que la vida fértil de una mujer es de 20 años. Para simplificar, pensemos que los hijos reciben el pecho un año y las hijas cero. Para simplificar otra vez, digamos que cada año si la mujer a) NO está embarazada y b) Está ovulando, puede quedarse embarazada. Supón también que los embarazos duran 12 meses.

      Imagina que a una mujer le quedan dos años de vida fértil y en ese momento, tiene el mismo número de hijas que de hijos. Si se queda embarazada de un hijo, entonces tendrá más hijos que hijas invariablemente (un año de embarazo más un año de darle el pecho y no quedarse otra vez embarazada). Sin embargo, si tiene una hija, todavía podría quedarse embarazada otra vez y tener un hijo.

      Situándote en cualquier año de la vida fértil, esto induce un sesgo porque los hijos ganan «más ventaja» que las hijas (suman uno y además consumen dos años de vida fértil; las hijas suman uno, pero solo consumen un año de vida fértil) .

      No sé si se entiende (?)

      • fulano dice:

        Yo sigo sin entenderlo. Supongo que se me escapa algo:

        «Sin embargo, si tiene una hija, todavía podría quedarse embarazada otra vez y tener un hijo.»

        Pero también podría tener una segunda hija.

        «Situándote en cualquier año de la vida fértil, esto induce un sesgo porque los hijos ganan “más ventaja” que las hijas (suman uno y además consumen dos años de vida fértil; las hijas suman uno, pero solo consumen un año de vida fértil) .»

        Pero un hijo consume un año fértil adicional a costa de otros posibles hijos o hijas indistintamente, ¿no?

        • Javier dice:

          Si, pongámoslo así:

          – La mujer tiene un hijo => 2 años consumidos por varones

          – La mujer tiene una hija => 1 año consumido por hembras
          + 50% probabilidades de hembra * 1 año = 0,5 años hembras
          0 50% probabilidades de varón * 1 año = 0,5 años varones

          Eso, teniendo en cuenta que es el final de la vida fértil, luego habrá un año de lactancia de varón que ya no ocuparía vida fértil.

          Este es un caso muy simplificado para ver el efecto total: si las lactancias ocupan el doble, acabará habiendo más hijos varones.

  2. Yann dice:

    La preferencia en China por los varones proviene del hecho de que la tradición marca que los ancianos están a cargo del hijo. Quien cria a una hija le asegura la tercera edad a los padres del yerno, de ahí el problema. Esto es lo que sería conveniente que cambiase (y está cambiando poco a poco, de hecho).

    Plantear el «empoderamiento» socioeconómico de la mujer como solución a este problema es absurdo, ya que quienes se seguirían beneficiando de esa ventaja socioeconómica son los padres del yerno. El parámetro clave no es el mayor/menor «empoderamiento» de la mujer, sino el mantenimiento del sistema confuciano de obligación filial que es tradicional en China.

    Y observando el artículo… es curioso como siguen un modelo común: citan una serie de estudios para terminar concluyendo que «hay que empoderar más a la mujer», aunque no tenga ninguna relación con lo que se ha citado previamente.

    – Oiga, que tenemos anticiclón y hace frio.
    – Pues eso significa que hay empoderar más a la mujer.

    Viendo el nivel maribel, va a ser cierto aquello de que el que vale, vale, y el que no a letras.

    • M. Alonso Sierra dice:

      Dice nuestro amigo Yann que «[l]a preferencia en China por los varones proviene del hecho de que la tradición marca que los ancianos están a cargo del hijo». Por lo tanto, en su opinión, «[p]lantear el “empoderamiento” socioeconómico de la mujer como solución a este problema es absurdo, ya que quienes se seguirían beneficiando de esa ventaja socioeconómica son los padres del yerno».

      Sin embargo, creo que Yann, a pesar de venir tan sobradete a comentar, hace el juicio de causalidad completamente al revés. Confunde la causa con la consecuencia.

      Yann considera que la causa de minusvaloración de la mujer es la tradición china de que los mayores queden al cargo del hijo varón. El mejor posicionamiento socioeconómico del hombre sería la consecuencia, que su vez llevaría, en última instancia, a la peor consideración de la mujer. En definitiva, mejorar la situación socioeconómica de la mujer no afectaría a su consideración social, porque la causa del problema es la tradición.

      La simple lectura del comentario de Yann evidencia que es absurdo. Es la peor consideración de la mujer la que lleva a su lamentable situación socioeconómica, a su dependencia del marido y, en último lugar, a la tradición que nos describe Yann. Si las mujeres tuviesen más oportunidades, la tradición se adaptaría y los ancianos pasarían a quedar a cargo de sus hijas.

      Pero lo más sorprendente de todo quizá sea que alguien que hace un razonamiento tan deficiente tenga la valentía de erigirse en juez del nivel intelectual de los demás.

      • Capitan Tostadilla dice:

        Zasca! XD

        En realidad los dos comentarios me han parecido interesantes. Para mí lo malo es la soberbia. Puedes hacer un comentario perfectamente válido sin tener que ir faltando a la gente.

      • heathcliff dice:

        Hombre…. Yo ni quito ni pongo, pero educadamente te digo que un razonamiento, el tuyo, que lleva de una cosa a otra para desembocar como consecuencia final en la tradición, me parece algún educado sinónimo de absurdo.

        Léete:

        «Es la peor consideración de la mujer la que lleva a su lamentable situación socioeconómica, a su dependencia del marido y, en último lugar, a la tradición»

        Considerar la tradición una consecuencia creo que nos lleva demasiado atrás en el tiempo.

        A día de hoy, que de eso hablamos, estamos donde estamos: que existe una tradición y que esa tradición tiene como consecuencia que toda inversión el mujer favorezca a la familia del yerno.

        Quizás hace 5000 años pudo cambiarse eso. Pero a día de hoy es lo que tenemos, ¿no?

        • Vellana dice:

          Pues también educadamente, creo que Yann tiene razón. Incluso dando por buenos los factores que explican según el autor la preferencia por el varón, 2 son claramente por la tradición; el del potencial económico, de forma indirecta (pero poco indirecta), también.
          Y la desconsideración a la mujer también es por un tema de tradición (las dotes).
          Por tanto, parece pesar mucho más la tradición que el nivel económico relativo de la mujer; y como dice Yann, el incrementarlo podría traer sólo su aprovechamiento por el marido y por el hijo, redundando en sus abuelos paternos.

          De hecho el párrafo final es, tal cual, lo que critica Yann:
          «… el fenómeno de las “mujeres desaparecidas” es en buena medida una consecuencia de su menor consideración socioeconómica. En este sentido, todas las medidas que contribuyan a “empoderar” económicamente a las mujeres deberían tener un efecto positivo.»
          Es decir, ¿la causa es la situación socioeconómica y la solución meramente económica? Pues no, parece tener mucho más peso la consideración social, consecuencia de la tradición, que el nivel económico.

          Sí que es cierto que el comentario de Yann descuida, y mucho, las formas. No creo que haya que ponerse tan dogmático al establecer cuál es la causa y cuál la consecuencia porque, en fin, en ciencias sociales todo es muy difuso, indeterminado e ideológicamente orientado.

          Por otro lado, decir que es inesperado que el machismo en China pueda causar crisis globales sí es sorprendente. Ya sabemos todos que el comportamiento de la economía está determinado por el comportamiento, los gustos y las creencias de las personas. Y tanto el machismo, como el feminismo, el amor al arte o a tener casas en propiedad influyen en la economía.

          Un saludo.

          • Aloe dice:

            Tanto las dotes como el menor potencial económico para atender a sus padres son consecuencia directa de la falta de autonomía de las mujeres en cuanto a su vida y sus ingresos y de la obligación establecida de pasar a otra familia.
            Parece de toda lógica que dar más poder a las mujeres en cuanto a sus decisiones vitales y sus ingresos tiene que repercutir en ambas cosas.

            En realidad, no se habla de nada raro ni desconocido ni exclusivamente confuciano: es una evolución parecida a la que ha vivido nuestra cultura si comparamos la situación actual con la de hace algunas generaciones o algunos siglos.
            Las relaciones causa-efecto entre la tradición e ideología por un lado, y los hechos económicos por otro, son difíciles y siempre polémicas. Pero en este caso, cualquiera de las dos direcciones causales lleva a la misma conclusión, y lo más probable es que ambas se retroalimentan mutuamente.

            • Aloe dice:

              Por otra parte, la política del hijo único puede empeorar las cosas para las familias como unidades, pero la ausencia de limitaciones y de control de natalidad parece empeorarlas para la sociedad en su conjunto:
              En India por ejemplo se da el mismo problema de la «desaparición» de mujeres y por las mismas razones, sin confucianismo y sin política de hijo único.
              Al contrario, las familias se ven obligadas a tener más hijos (en promedio) de los que querrían, hasta que consiguen hijos varones, lo que hace que el aumento de población esté desatado hace mucho, y precisamente entre los pobres.
              Como consecuencia, casi todos los que pueden pagárselo practican el aborto selectivo. La reacción del gobierno es dificultar las ecografías e ilegalizarlo, en lugar de mejorar la situación de las mujeres y luchar más seriamente contra las exorbitantes dotes que lo hagan innecesario y de paso moderen el crecimiento de la población.

              ¿Que pasaba antes del aborto selectivo? Pues que India era uno de los pocos lugares de la Tierra en donde las mujeres tenían una esperanza de vida más baja que la de los hombres. Hace pocos años que se ha igualado, hasta donde sé.
              No le puedes poner puertas al campo. Si tener hijas es una carga por el tipo de sociedad y de instituciones que la sociedad tiene, la vida de las mujeres será un infierno, y su mortalidad a todas las edades (y sobre todo en la infancia) será más alta de lo que correspondería. Comparado con eso, el aborto selectivo es una mejora, y el infanticidio temprano, moralmente menos perverso que la matanza lenta.
              Los puntos de vista convencionales son que «faltan» mujeres desde el punto de vista de los hombres solteros y sus padres, y «sobran» mujeres desde el punto de vista de los padres agobiados de niñas. Eso pasa cuando los puntos de vista relevantes consideran a las mujeres como una commodity de la que se discute si se produce poco o mucho para las necesidades de los que las usan.
              Yo creo que nacen demasiadas mujeres en India y otros países. Mejor que no naciera ninguna.

              • heathcliff dice:

                «Comparado con eso, el aborto selectivo es una mejora, y el infanticidio temprano, moralmente menos perverso que la matanza lenta. »

                Me dejas acojonao.

                Sin paliativos…

                (¡manda carajo!)

                • Aloe dice:

                  He dudado en escribirlo porque ya sé que suena fuerte. Pero el sentimentalismo usado en lugar de los principios éticos es la coartada de un gran número de daños.
                  Tratar a las mujeres como a perros (especialmente a las pobres, de casta baja, de entorno rural) y luego prohibir el aborto selectivo porque «es discriminatorio» (en realidad porque no queremos más hombres sin esposa) es sentimentalismo hipócrita y perverso.
                  Lo del infanticidio es más difícil, sí. Pero si yo tuviera que elegir entre morir a los 6 u 8 años después de una vida miserable de desnutrición, mala salud y desprecio, y morir recién nacida sin enterarme de nada, preferiría esto último.

              • Yann dice:

                :: Los puntos de vista convencionales son que “faltan” mujeres desde el punto de vista de los hombres solteros y sus padres, y “sobran” mujeres desde el punto de vista de los padres agobiados de niñas. Eso pasa cuando los puntos de vista relevantes consideran a las mujeres como una commodity de la que se discute si se produce poco o mucho para las necesidades de los que las usan.
                Yo creo que nacen demasiadas mujeres en India y otros países. Mejor que no naciera ninguna. ::

                De hecho, lo que ocurre es exatamente lo contrario: no se considera a la mujer como una «commodity». Es al hombre al que consideran como tal, y de ahí viene la preferencia en estos países por tener varones que representan un recurso (commodity) para la familia. Si consideraran a la mujer como commodity no «faltarían» mujeres, ya que nadie rechaza los recursos.

                • Aloe dice:

                  No. Ninguna de sus afirmaciones tiene sentido y por tanto, voy a seguir los consejos de Schopenhauer y voy a prescindir de discutirlas.

                  • Yann dice:

                    Vamos a ver.

                    Si tu consideras algo como una «commodity», no lo rechazas. Ninguna empresa, ninguna organización (y una familia es un tipo de organización) rechaza commodities. El concepto de commodity es un concepto positivo desde el punto de vista empresarial. Toda empresa busca tener MÁS commodities, no menos.

                    http://www.investopedia.com/terms/c/commodity.asp

                    Si una familia piensa en los hijos en términos de commodities (de recursos, por ejemplo, para la jubilación), y si prefiere varones, eso es señal de que son los varones los que son considerados commodities. Porque si fueran las mujeres las que se considerasen commodities… ¡entonces preferían tener hijas antes que hijos!. Serán tradicionales, pero no son gilipollas.

          • Yann dice:

            Las formas han de adecuarse al contexto. En España tenemos un miedo terrible a señalara alguien como mediocre o incompetente. El resultado es que estamos rodeados de mediocres e incomptentes hasta el punto de copar ministerios y presidencias de gobierno.

            Así que no, no comulgo con ese planteamiento. Cuando alguien quiere jugar a ser analista sociologico serio y publicar artículos como tal, lo suyo es que cumpla expectativas. Y si no, digamoslo claramente: «usted es un incompetente». Y en este caso hay razón para ello. Lo que propone el artículo no es cuestión de debates o posicionamientos. Es directamente estúpido: si el problema radica en que las mujeres son rechazadas ya que invertir en una hija va a beneficiar a la familia del yerno, en un país donde no el estado no te ayuda en la tercera, sino que depende de los hijos, «empoderar» a la mujer no cambia absolutamente nada. Absolutamente. Nada.

            Un planteamiento lógico podría ser tratar de romper la costumbre confuciana de que las hijas vayan con la familia del marido. O establecer una pensión estatal para la tercera edad. En cualquiera de ambos casos el beneficio de tener un hijo disminuye y la hija recupera terreno socialmente de una forma natural.

            Lo que propone el articulista es tomar medidas que no tienen el efecto buscado. En vez de buscar que la propia sociedad se desarrolle de una forma natural hacia la mayor valoración de las hijas, trata de imponer «control social» por parte del estado que se opone a la respuesta lógica (económicamente) de una familia. Y ya sabemos que pasa cuando el estado trata de controlar la respuesta económicamente lógica de la sociedad. Un tal Maduro lo está averiguando en Venezuela cuando juega con el control de precios.

            Me reitero en las formas. La sociología, al igual que la política, es algo demasiado importante como para andarse con miramientos con incompetentes y mediocres que quieran dedicarse a ello.

            • Sgt. Kabukiman dice:

              Realmente el articulo no dice cual es la forma de empoderar mas eficaz. Dice (caso chino) mas o menos textualmente que la mejora en la renta femenina es mas efectiva en términos de educación (de niños y niñas) y en la esperanza de vida de ellas respecto a la mejora de la renta masculina. Que es mas provechoso invertir en mujeres que en hombres.

              Por otro lado, chirría que le afee al autor del post que plantee medidas de control social imaginarias y a la vez, que las soluciones pasen por romper una tradición milenaria (campos de reeducación, quizás?) o que el estado chino, tan socialdemócrata él, se rasque el bolsillo para dar una pensión que permita la independencia económica a 200 millones de chinos. Ríete tu de podemos.

              Aquí mismo y hasta hace cuatro días, la mujer era un apéndice del marido o del padre, atada a la casa y al cuidado de los hijos. El derecho al voto, a la propiedad, al divorcio y al trabajo remunerado ha cambiado radicalmente esa situación. A usted no le parece bien, pero a la mayor parte del mundo su opinión le importa entre poco y nada.

              El último párrafo es para enmarcar. No se extrañe que después de eso, le sigamos queriendo igual. Bien lejos.

              • Yann dice:

                :: Realmente el articulo no dice cual es la forma de empoderar mas eficaz. ::

                Eso carece de importancia. Si empoderas a las hijas en el sistema chino actual, lo hagas como lo hagas, beneficias a la familia del yerno.

                :: las soluciones pasen por romper una tradición milenaria (campos de reeducación, quizás?) ::

                1. Le recuerdo que encarcelar a los homosexuales también es una tradición milenaria. Lo digo porque parece que le gustan.

                2. Es curioso como cuando se hablan de romper tradiciones, a ciertas personas de ciertas ideologías lo primero que se les ocurre son los campos de reeducación.

                En realidad no son necesarios los campos de reeducación (aunque a algunos de ustedes les cuesta renunciar a ellos). La propia sociedad china está cambiando por si misma. La receta es la mucho más simple: libertad de expresión (eso que tan poco les gusta a algunos de ustedes).

                :: o que el estado chino, tan socialdemócrata él, se rasque el bolsillo para dar una pensión que permita la independencia económica a 200 millones de chinos. ::

                Teniendo en cuenta que la demanda externa está cayendo, China va a tener que funcionar con demanda interna si no quiere terminar con toda su industria parada y oxidándose. Así que una pensión para la tercera edad no es ninguna estupidez. Y tampoco es económicamente inviable. Hoy en día los chinos mantienen a los abuelos. Simplemente se transferirían los recursos que dedica cada familia a mantener a los abuelos, a pagar unos impuestos que pagan la pensión de estos. Al final, es el mismo dinero que en vez de ir directamente de hijos a padres, lo hace a través del estado.

                :: Aquí mismo y hasta hace cuatro días, la mujer era un apéndice del marido o del padre, atada a la casa y al cuidado de los hijos. El derecho al voto, a la propiedad, al divorcio y al trabajo remunerado ha cambiado radicalmente esa situación. A usted no le parece bien, pero a la mayor parte del mundo su opinión le importa entre poco y nada.::

                Resulta que el derecho a voto en España (quitando algún experimento friqui de un siglo atrás) ha llegado a la vez a hombres y mujeres. El divorcio, lo mismo. A usted la realidad no le parece bien y por eso se la inventa. Su opinión, igual que la mia, le importa poco o nada al resto del mundo. Pero al menos, yo no necesito vivir en una España de fantasía donde los hombres tenían derecho al divorcio y las mujeres no.

                • Sgt. Kabukiman dice:

                  Si empoderas (economicamente, como no hay otra manera) a la mujer china, no dependerá de los ingresos de terceros y muy tranquilamente le puede decir al marido y a su querido suegro que se cuiden solitos, que ella tiene trabajo, o que contraten a alguien para hacerlo.

                  Lo de la pensión es para mear y no echar gota. Así que «es el mismo dinero que EN VEZ DE IR DIRECTAMENTE DE HIJOS A PADRES, LO HACE A TRAVÉS DEL ESTADO». Parece un rojillo de los que ponen cachondos a los de libertad digital. En un país de 1000 millones de pobres, ¿no hemos quedado en que la falta de un sistema de pensiones es lo que condena a muchas mujeres a cuidar de los suegros? Si resulta que hay dinero de sobra, hoyga.

                  El problema es que ciertas personas adscritas a ciertas ideologías todavía no han asumido que aquí se folla cuando ellas quieren. Aunque eso no siempre es así, usted ya me entiende.

                  The last but not least, si usted no entiende que el divorcio ha significado un avance mucho mayor para la mujer que para el hombre, usted no es el matadragones feminazis que cree ser y que necesita HAMOR, mucho HAMOR.

                  • Yann dice:

                    :: ¿no hemos quedado en que la falta de un sistema de pensiones es lo que condena a muchas mujeres a cuidar de los suegros? ::

                    No, no habiamos «quedado» en que era la falta de sistema de pensiones lo que hace que la mujer cuide al suegro. Yo antes he señalado al tradicional confucionismo chino como la causa de ello.

                    Ya he dicho antes en otro comentario que hagan el favor de no asignar a los demás palabras que no ha dicho.

                    Pero bueno…

                    :: El problema es que ciertas personas adscritas a ciertas ideologías todavía no han asumido que aquí se folla cuando ellas quieren. Aunque eso no siempre es así, usted ya me entiende. ::

                    No. No le entiendo una mierda.

                    Pero bueno… (repito)

                    :: si usted no entiende que el divorcio ha significado un avance mucho mayor para la mujer que para el hombre ::

                    Y vuelta a asignarme palabras que no he dicho.

                    ¿Porque cojones no pueden limitarse a argumentar en vez de empezar «usted dice que» «usted queda en que» «usted piensa que» «usted entiende que» y asignar al otro lo que a usted le sale de los santos cojones?

                    Que ya vale joder.

                    Lo que yo he dicho es simplemente que el divorcio es un derecho que han adquirido tanto el hombre como la mujer al mismo tiempo.

                    ¿Lo entiende ahora?

                    ¿Lo pilla?

                    ¿Capisci?

                    ¿Tan dificil era?

                    • Sgt. Kabukiman dice:

                      La veo mas histérica que lo habitual. Relájese, es navidad, coma, beba, copule, cante villancicos, olvidese unos días de la cruzada.
                      Esto es internet, una gran barra de bar. Si los comentarios no dan para pensar, al menos dan para echar unas risas.
                      Don’t worry, be happy.

        • Vellana dice:

          No respondía a Heathcliff, sino a M. Alonso Sierra.
          Un saludo.

      • Yann dice:

        :: Yann considera que la causa de minusvaloración de la mujer es la tradición china de que los mayores queden al cargo del hijo varón. ::

        Pero mira que sois cansinos con los hombres de paja.

        No me diga usted lo que yo considero, que para eso ya me basto yo mismo, y no necesito que usted me indique lo que de pensar ni de decir.

        Y no, yo no he dicho eso. Yo he hablado de ello como causa de la «minusvaloración de la mujer» sino del hecho de que un matrimonio prefiera tener un hijo.

        Y para poner la venda antes que la herida, porque aqui responden a cualquier cosa menos a lo que has dicho: no, eso no es lo mismo que minusvalorar. Yo puedo elegir una carrera porque tenga menor índice de paro, y eso no significa que minusvalore las demás. Puedo valorarlas mucho, pero dependiendo de las circunstancias en ese momento el índice de paro puede pesar más a la hora de tomar una decisión.

        Joder con los manipuladores que pululan por estos lares. Te despistas y empiezan a asignarte afirmaciones que no has dicho en ningún momento.

    • Luis Abenza dice:

      Hola,

      Siento que no te haya gustado el post. De todas formas, hay un enlace a un artículo de Nancy Qian que reseño brevemente por razones de espacio y que se te ha debido pasar dónde se muestra como un cambio en la remuneración de las mujeres (aproximada por el precio del té) tiene un efecto sobre la inversión que realizan en ellas en educación los padres y en la demografía. Esta remuneración es a lo que me refiero como empoderamiento (también hay un enlace a un artículo de Esther Duflo que discute el trabajo de Nancy Qian y da otros ejemplos).

      • Vellana dice:

        Yo, en el caso de Yann no lo sé; pero a mí, lo que no me ha gustado es que todos estos estudios (los que se publican aquí y no sólo) van en la misma dirección, la de la corrección política, y parecen que parten de una conclusión y luego lo visten de datos; y, además, dada la naturaleza de los mismos, es muy fácil hacer eso.
        Pero es sólo una cuestión de gustos; no niego su validez (en este caso concreto, parece obvio que sería bueno, para ellas y para China, mejorar las condiciones socieconómicas de la mujer) , solo que no me gustan.

        Y desde luego, lo que no me gusta nada de nada es la palabra «empoderar»; en cuanto la oigo o la leo, aparece un sesgo cognitivo negativo en mi cabeza que espanta. Supongo que me acostumbraré con el paso de los años.

        Un saludo.

        • heathcliff dice:

          Me pasa lo mismo que a ti: leo empoderar y busco la loción antibichos…

          Y no creo que me acostumbre.

          🙂

          • Luis Abenza dice:

            Siento que no os guste el término empoderar. A mí también me parece que es algo vago y que se ha abusado de él. Pero lo uso porque no se me ocurre una traducción mejor de «empowerment» que en inglés suena mejor y es una cita/traducción de un trabajo (que, insisto, está enlazado) y por eso está entrecomillado.

            Respecto al tema de la corrección política, la verdad, no tengo demasiado que decir. En el artículo documento un fenómeno que me parece preocupante (no solo desde el punto de vista de las mujeres) y, sobre todo, interesante, y creo que lo documento bastante. No me he sentado a pensar si eso políticamente correcto o incorrecto más allá de si es o no relevante.

            • Yann dice:

              «Empoderar» no es término vago. Está perfectamente claro: se trata de dar mayor poder a un grupo de personas en particular (en este caso, las mujeres).

              ¿Por que intuitivamente tiende a no gustar?. Probablemente porque el término en sí prescinde por completo de conceptos como la igualdad de oportunidades, la igualdad de derechos o esos conceptos que defendía el feminismo décadas atrás y que ahora andan guardados en el baul de los recuerdos. El concepto es «Quiero más poder para mí», «Quiero más dinero para mí», «Dame más». Eso tiene un nombre: avaricia.

              • heathcliff dice:

                Y supongo que también porque la contraparte de ese empoderar se llama despojar o expoliar.

                🙂

                • Yann dice:

                  Felicidades. Se sabe usted los antonimos. Puede recoger su gallifante en el mostrador.

                  PD No hace falta que nos obsequie con la tabla de multiplicar. Damos por hecho que se la sabe.

              • Ramsey dice:

                Eso es una interpretación literal bastante gilipollas.

                Darle «poder» o autonomía si te gusta más, a alguien no tiene por qué necesariamente ir en detrimento de otra persona. Darle una silla de ruedas a alguien que la necesita es una forma de «empoderarlo» en el sentido en el que se usa a menudo el término y no va en detrimento de nadie.

                Y aún cuando vaya en detrimento de otro grupo, parece que no está tan mal si tiene el efecto de corregir una asimetría previa.

                Háztelo mirar, en wikipedia hay una entrada con la que vas a aprender mogollón es.wikipedia.org/wiki/Empoderamiento .

                • Yann dice:

                  1 – Es cierto, «empoderar» puede no ir en detrimento de nadie. Pero también puede ir en detrimento de otras personas. Ambos casos son posibles. Y cuando se habla de «empoderamiento» no se suele considerar que sea necesario limitarse al primero.

                  2 – De la misma manera, tampoco se considera condición necesaria probar que exista una asimetría previa para «empoderar» a alguien, ni se suele hacer mención de las características de la asimetría necesarias para proceder a ello.

                  Es decir, se «empodera» a alguien por ser mujer, haya o no haya asimetría e implique o no perjuicio para terceras personas.

                  • Aloe dice:

                    Usted no debería usar ninguna palabra del diccionario: Absolutamente todas se pueden usar para perjudicar a alguien.
                    Yo solo se lo aviso.

  3. Capitan Tostadilla dice:

    Enhorabuena por el artículo. Me parece igualmente que para arreglar el tema exige atacar por varios sitios. El empoderamiento de la mujer, la mejora de la jubilación y persecución legal en desatender a la prole. Hasta que eso se lleve a cabo suavizar esa ley del hijo único.

    Pero bueno, debao sin tener mucha idea claro.

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