Política

Podemos, La Sexta y la influencia de los medios en el voto

17 Nov, 2014 - - @jorgegalindo

Cuando hablamos en términos genéricos todos aceptamos, más o menos, que existe una correlación entre los medios que consumimos los ciudadanos y qué partido preferimos. Pero lo que no está tan claro es en qué dirección nada dicha correlación: ¿escogemos a los medios basándonos en nuestros prejuicios políticos, o son los mensajes que desde ellos se lanzan los que nos convencen para votar a tal o cual formación? En los últimos tiempos la segunda posibilidad se ha estirado desde ciertas instancias hasta límites insospechados. Así, por ejemplo, no son pocos quienes afirman que es gracias a La Sexta que Podemos haya alcanzado altas cotas de éxito electoral y demoscópico. Hasta Iglesias ha tenido que afirmar en algún acto público cosas como que «no somos un producto de la TV». La discusión desatada en Twitter tras la dura entrevista de Ana Pastor a Iglesias anoche trajo de nuevo este tema a colación. El objeto de este texto no es otro que mostrar que tal afirmación es una temeridad, y que en realidad es muy difícil llegar a conclusión sólida alguna sobre el dilema. Así que me temo que el lector que busque una conclusión cerrada no la encontrará aquí. A cambio, y con un poco de suerte, por el camino nos toparemos con datos interesantes y alguna reflexión que mantener en nuestra cabeza la próxima vez que salga el tema.

La literatura especializada tiende a dar una respuesta mixta. Por un lado, no son pocos los autores que asumen que las opiniones de los individuos son las que condicionan la elección posterior del medio para informarse, y esto solo viene a reformar prejuicios ya adquiridos. Además, los individuos tendemos a ‘filtrar’ los mensajes de los grandes medios a través de nuestras conversaciones con amigos, familia y colegas (pdf), de manera que nuestro entorno inmediato nos ayuda a señalar ciertas informaciones como más acertadas que otras, idea desarrollada primero por Katz y Lazarsfeld en su temprano libro Personal Influence. A pesar de su antigüedad esta tesis sigue, según muchos, siendo válida hoy. Pero otros trabajos, por contra, sí creen detectar una influencia directa e independiente de otros actores por parte de los medios de masas. Por ejemplo, en este experimento realizado en Washington, DC sus autores asignaron de manera aleatoria un periódico de los dos principales de la ciudad a varios ciudadanos (el Post, de tendencia demócrata, y el Times, republicano). El resultado fue que las probabilidades de votar a uno u otro partido sí se vieron afectadas por esta asignación. Este no es un estudio aislado (véase, sin ir más lejos, este análisis sobre la influencia de Fox News). En cualquier caso, como apreciación general podría decirse que los especialistas están de acuerdo en que los medios tienen un cierto grado de influencia, pero no son el factor definitivo. Además, parece que a menudo dicha influencia está necesariamente condicionada no solo a las elecciones políticas previas de los individuos, sino también a las de su entorno inmediato.

Volviendo al caso español, la encuesta postelectoral del CIS tras las europeas de mayo preguntaba a los ciudadanos qué televisión preferían para informarse. Después ofrecía los datos segmentados por partido escogido en dichos comicios. La siguiente tabla resume los resultados.

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Los sesgos resultan bastante evidentes. Así, los votantes del PP son fieles a TVE1 y a Antena 3 (al igual que UPyD), mientras que tienden a alejarse de las demás opciones. Los de Podemos prefieren La Sexta pero también Cuatro, y los de Izquierda Plural (IU y compañía) solo al primero de ambos. El PSOE, por contra, tiene unos votantes bastante más equilibrados en su elección de canal. No sorprenderá a nadie, por último, que la gente de CiU y ERC opte por TV3. Como consecuencia, Antena 3 y TVE1 son canales «de derechas», mientras que La Sexta tira a la izquierda. Cuatro es, en general, un canal que gusta comparativamente más a los votantes de partidos jóvenes (C’s, Podemos, Primavera). Y tanto éste como La Sexta y TV3 generan filias y fobias bastante más intensas que el resto.

Muchos pensarán que sus sospechas se ven confirmadas. Tomemos la inclinación hacia La Sexta (o Cuatro) de los votantes de Podemos y la influencia que esta cadena haya podido tener en el triunfo de la organización. Los datos parecen corroborarlo. Pero en realidad para confirmar esta hipótesis tenemos que ir, al menos, un paso más allá: es necesario descartar que las personas que votaron a Podemos y al mismo tiempo prefieren estos canales tienen un mismo perfil que es en realidad la causa oculta de la coincidencia: se trata, por ejemplo, de personas jóvenes, con estudios, un cierto nivel económico y una ideología de izquierdas.

Para ello podemos aplicar un análisis de regresión logística que incluya dichas variables como causales junto al hecho de elegir una u otra cadena como favorita, observando qué efecto separado tiene cada una sobre el hecho de haber votado a Podemos en las Europeas de 2014. Los resultados (ofrecidos de manera detallada al pie del artículo) son sugerentes: aún descontando los efectos de ideología y edad, los análisis nos dicen que el hecho de que La Sexta sea nuestra cadena favorita hace que tengamos un 8% más de probabilidades de haber votado a Podemos en las elecciones europeas. Si por contra es Cuatro lo que nos gusta ver, la probabilidad se incrementa en un 11%. Valores nada despreciables.

Resulta tentador concluir de tales datos que, efectivamente, estos canales nos hacen votar a Podemos. Sin embargo, como he avisado desde un primer momento, es extremadamente difícil afirmar tal cosa. Profundizar un poco nos da pistas. Por ejemplo, podemos aplicar a los datos análisis por perfiles, de manera que sabemos que el efecto de La Sexta en la probabilidad de votar a Podemos para un votante de 21 años es del 13.9%, pero a uno de 60 años solo le afecta en un 5.5%. Algo parecido sucede con Cuatro al filtrar por edad, y también por ideología: alguien que se encuentra en el 3 de la escala ideológica recibe un efecto por parte de tener a este canal como favorito de 18.7% más en la probabilidad de voto a Podemos. Sin embargo, si la persona está mucho más a la derecha, en el 8, la relación casi se desvanece (3.4%). Como imaginará el lector, si combinamos ambos factores la cosa se pone aún más seria: para alguien de 70 años ubicado en el 8 de la escala ideológica, el hecho de ver Cuatro solo aumenta las probabilidades de haber votado a Podemos en un 2.2%. En definitiva, el efecto de la televisión cambia mucho en función de otras variables como la edad o la ideología. De hecho, la coincidencia en los valores entre dos cadenas distintas que en realidad tienen en común un perfil de televidentes relativamente similar nos debería hacer sospechar desde el principio que estamos ante un efecto que no está causado por ninguna de las televisiones.

Hablando más en general, no sabemos si los votantes de Podemos decidieron empezar a considerar a La Sexta y Cuatro como medios predilectos cuando éstos comenzaron a dar cobertura a Pablo Iglesias y compañía. Esto resulta bastante plausible (uno consume aquello que le gusta/le convence, y si se lo hubiese encontrado en otro sitio allá que habría ido a buscarlo), como lo es que la introducción sostenida de intervenciones desde Podemos haya hecho a otros ‘sacar’ a las mentadas cadenas de su lista de favoritas. En realidad, hay una suerte de ‘experimento natural’ que apunta en esta dirección: cuando el PSOE está en el gobierno de España, sus votantes están sobre-representados en la audiencia de TVE1. Sin embargo, cuando cambian las tornas en Moncloa son los del PP quienes abundan. Esto indicaría que muchos, quizás la mayoría, de votantes buscan en medios la confirmación de lo que desean encontrar, y no son recipientes esperando ser rellenados de opiniones.

En cualquier caso, la conclusión es que con los datos de que disponemos es difícil desentrañar una cadena causal clara. Necesitaríamos un experimento similar al de Gerber y compañía en Washington, en el cual asignásemos a personas al azar una cadena u otra para informarse, evitando así el sesgo inducido por auto-selección. Por supuesto, ese no es el caso. Lo que sí podemos asegurar a la luz del presente análisis es que la relación entre los votantes de Podemos y dos medios en particular es bastante fuerte. Estos canales han servido, evidentemente, de vías de difusión del mensaje, y ese rol es importante para entender el triunfo de la formación. Sin embargo, en ningún caso podemos suponer que dicho éxito ha sido fabricado por los medios. Al fin y al cabo, las elecciones funcionan como un mercado (imperfecto) de votos, donde para que exista una oferta exitosa la demanda ha de estar presente. Y viceversa. El rol de los medios es, en cualquier caso, de aumento o reducción de las asimetrías de información entre ambas partes. Y si el mercado es relativamente competitivo, las relaciones causales entre medios y partidos son normalmente bidireccionales. En definitiva, resulta algo corto de miras otorgar a los medios la responsabilidad de una situación (el aparente resquebrajamiento del actual sistema de partidos) cuyas causas van, muy probablemente, mucho más allá.

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Nota metodológica: las estimaciones provienen de dos regresiones logísticas realizadas sobre una variable dicotómica en la que 1 equivale a haber votado por Podemos en las Europeas de mayo de 2014 y 0 a no haberlo hecho. La principal variable independiente es también binaria para ambas regresiones, siendo en el primer caso «escogió La Sexta como cadena de TV favorita para informarse» (1) o «no» (0), y en el segundo «escogió Cuatro como cadena de TV favorita para informarse» (1) o «no». Los controles incluidos en ambas regresiones son ideología (ordinal de 1 a 10, siendo 1 extrema izquierda y 10 extrema derecha), edad. He dejado fuera del análisis a todos los encuestados que no declaraban posición ideológica alguna. También he realizado pruebas con controles adicionales, tales como nivel de estudios y estatus, en cualquier caso no significativos y por tanto no incluidos en las especificaciones finales. De cada regresión extraigo las probabilidades predichas. La base de datos con la que he trabajado puede descargarse desde el CIS. Se obtiene en formato SPSS y hay varias maneras de transformarla a Stata; tratándose de algo breve yo simplemente la he abierto con PSPP y he procedido a copiar las tablas. Los resultados completos se encuentran en este documento (también en PDF). El dofile para Stata con los comandos introducidos está aquí para poder reproducir el análisis.


31 comentarios

  1. Josep Mª Esteve dice:

    Mas que basar las conclusiones en las estadísticas, yo creo que habria que aplicar cierta lógica.
    ¿Quien gana más con la aparición de Podemos?
    ¿Quien es el dueño de la cadena que saca casi cada dia a Iglesias desde hace aprox 1 año?
    ¿No estaremos creando la válvula de escape que erosiona los votos a C’s UPyD y al PSOE?
    Las coincidencias no existen, y pasar a ser una de las 3 mayores fuerzas políticas en 8 meses no se hace sin dinero.

    • PaulJBis dice:

      ¿Quien es el dueño de la cadena que saca casi cada dia a Iglesias desde hace aprox 1 año?

      Eso me lleva a preguntar: ¿tiene todavía Jaume Roures alguna participación o interés en La Sexta? Porque tenía entendido que la había vendido por completo a A3, propiedad de Planeta/Lara, grupo en principio poco favorable a las ideas de Podemos. ¿Se reservó Roures algún control?

      • spartan dice:

        Tanto Mediaset como Mediapro quieren ganar dinero con sus teles. Si pueden ampliar su target teniendo una tele de izquierdas y otra de derechas, sus anunciantes tan contentos. Y que conste que no digo que La Sexta esté al servicio de Podemos.

      • Gerion dice:

        Creo que Spartan ha dado en el clavo. Lo importante es que el espectáculo sea seguido masivamente. Da igual en qué consista. El dinero va al mismo sitio.

  2. Un análisis muy útil. Me parecen tristes dos conclusiones:

    1)Que todas las televisiones en España tengan un fuerte sesgo ideológico. Me parece que sería buena una convivencia de televisiones más sesgadas hacia la posición que crean más oportuna con otras más plurales.

    2)También me parece triste que la gente utilice la televisión para que le convenzan de lo que ya está convencido. El tiempo es oro. Creo que es preferible escuchar con interés posiciones distintas a la tuya, con el fin de llegar a mejores conclusiones. Claro está, salvo que uno se crea en poder y posesión de la verdad.

    Un cordial saludo.

    • juan dice:

      Lo veo completamente diferente. Aunque el artículo se basa en canales, el análisis debería hacerse tomando grupos de comunicación. Se compite por la audiencia, para meter más anuncios y más caros, y que vea más gente. Atresmedia ha conseguido generar un canal para cada tipo de público, de forma que sumen (Mediaset no tanto aunque también intenta generar canales de público complementario). Y yo ahí si veo pluralismo a nivel de grupo.

      Respecto a los sesgos, a veces parece que tener debates con 3 y 3 sea favorecer a una opción porque nos acostumbramos fácilmente a los 6 a 0 ó 5 a 1.

      Yo creo que a Podemos le ayuda la televisión en la misma forma en que ayudan a las televisiones. Ya hay un par de ejemplos sobre las muy diferentes audiencias que han conseguido Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en programas como Viajando con Chester o La Sexta Noche, ahora es muy difícil por mucho que a algunos les interesara quitar a Podemos de los medios. Programas relativamente baratos como las tertulias políticas al mediodía, en la franja de la tarde o los sábados consiguen audiencias muy buenas gracias a que hay algo nuevo que ha entrado con fuerza y que despierta interés.

      La televisión impulsa a Podemos de la misma forma que Podemos impulsa el actual modelo de parrillas.

      • Sí, Juan, estoy de acuerdo en que los canales tienen un público que buscan como objetivo dentro de la política del grupo. No me parece mal que haya televisiones más sesgadas de diferentes signos, pero también aportaría mucho que haya televisiones que busquen más el equilibrio, que hubiese más opciones para el público. Si hay 6 tertulianos, son pocas las tertulias en las que cada uno aporta una opinión realmente diferente. En algunas, muchas, y por otro lado muy respetables, resulta simpático ver como se quitan la palabra para darse la razón unos a otros.

        Sobre la capacidad de Pablo Iglesias de generar ingresos a bajo coste, estoy de acuerdo que es innegable. Quizá para Pablo Iglesias y Podemos la importante exposición en la televisión les pueda ofrecer algún rendimiento como bien analiza Jorge Galindo. Sin embargo, creo que hay que tener en cuenta que el mayor rendimiento va aparejado a un mayor riesgo. Creo que la mayor exposición le vincula de una manera quizá más emocional a un segmento de sus simpatizantes, lo que incrementará la exigencia. Si no son capaces de responder a la confianza depositada por este segmento más emocional de sus seguidores, si hay aspectos que no convencen, el castigo puede ser más duro que si no existiese un vínculo tan emocional.

        Un cordial saludo.

        • juan dice:

          Gonzalo, si te fijas bien, las tertulias donde ha tenido éxito Podemos con sus representantes suelen ser paritarias, y lo que más o menos es paritario parece escorado respecto a algo que parecía común 6 a 0 o 5 a 1 en favor de una tendencia.

          Respecto a lo segundo que dices. No solo estoy de acuerdo sino que lo veo muy positivo. Podemos se ha decantado por una organización que permite un año sin líos internos, el equipo es homogéneo, por tanto sobre ellos pesa la «accountability» sobre los resultados que se obtengan y en su caso de la acción de gobierno. Al equipo gestor se le ha aupado con plenos poderes para eso, para que no se puedan diluir responsabilidades si no se responde y se desencanta a los votantes.

          • Juan, ¿las tertulias de la sexta y cuatro no están algo sesgadas hacia la izquierda?

            Lo de la responsabilidad que supone la exposición para los líderes es muy positivo, exportable a otros partidos, pero ahora llega la fase decisiva, que no defrauden a la gente que confía en sus propuestas.

            Un cordial saludo.

            • juan dice:

              Por número de representantes asimilables a ambos extremos son más neutrales que las de 13TV, Intereconomía, o las de TVE (las del canal 24h y la matinal en TVE), o las matinales de A3. Ojo, algunas llevan a personas de izquierdas pero «centralistas» cuando el tema principal del día es «territorial». Por otra parte el único ser omnipresente (aparte de Dios), Maruhenda está en todas.

              Pero vamos, si tomamos como habitual lo que existía antes, podemos decir que pueden verse como más escoradas a la izquierda sí.

              • Pau dice:

                Se ven escoradas a la izquierda porque en las tertulias de La Sexta los representantes de los posiciones de derechas rara vez aportan algún argumento intelectual. Desconozco si los tertualianos han sido escogidos con esa intención o es un efecto derivado de escoger tertulianos según su popularidad. También queda la posibilidad de que sea rendirse a una audiencia que busca ver un «sparring» dialéctico.

  3. potatoffel dice:

    > Los resultados (ofrecidos de manera detallada al pie del artículo) son sugerentes: aún descontando los efectos de ideología y edad, los análisis nos dicen que el hecho de que La Sexta sea nuestra cadena favorita hace que tengamos un 8% más de probabilidades de haber votado a Podemos en las elecciones europeas. Si por contra es Cuatro lo que nos gusta ver, la probabilidad se incrementa en un 11%

    Estas cifras son incrementos del odds ratio en lugar de incrementos en la probabilidad, ¿cierto? ¿O son para un individuo medio?

    *My Professor of Statistical Modelling sends her regards*

    • Jorge Galindo dice:

      No son OR. Son ‘predicted probabilities’ (mira la nota al pie). Poniendo los controles, el porcentaje da el cambio en la probabilidad de que un individuo medio vote a Podemos habida cuenta de que ha escogido La Sexta (o Cuatro, según la regresión) como cadena favorita, comparado con no haberla escogido (es decir, el cambio en la dummy independiente de 0 a 1).

      En Stata los haces funcionar con mfx o con prchange después de haber corrido el logit (apartado 3 de este PDF). En R no lo tengo aún por la mano, pero creo que debería ser algo como así.

  4. Javier dice:

    Se trata de la vieja pregunta de qué fue primero: el huevo o la gallina.

    En este caso no cabe duda: La Sexta y Cuatro son la causa, y Podemos la consecuencia.

    Cuando Podemos no tenía votantes, la Sexta y Cuatro sí tenían un nivel de audiencia como el actual. Así que , aunque promocionar a Podemos de forma desesperada les habrá dado una audiencia (y quitado otra), lo que está claro es que sin Cuatro y la Sexta no habría habido Podemos. Saliendo sólo en la Tuerka habrían seguido siendo anónimos. A base del puerta a puerta sólo habría aumentado su voto en Vallecas y Leganés.

    En cambio, sin Podemos Cuatro y la Sexta habrían seguido existiendo.

    • juan dice:

      Pero habría que parte se debe a «la oportunidad» como tal y qué parte se debe «a aprovechar eficientemente esta».

      Cuando surgió UPyD fue muy apoyado, Rosa Díez hacía muchas entrevistas, muchos medios lo fomentaron pensando que podría restar votos mayoritariamente al PSOE, etc y aunque UPyD sacó representación y se consolidó después no ha sido lo mismo que Podemos, con una arrancada tan rápida.
      También a principio de legislatura, las teles dieron mucha cancha a Alberto Garzón e IU subió en los sondeos, no se si por celos o que, pero pasó a un perfil mucho más bajo, e IU ha salido mucho menos, aunque ahora se está recuperando en minutos.

      Yo creo que los partidos deben entender que no disponen de minutos para enviar a quien deseen, sino a los que para el canal generen audiencia (bien sea de admiradores o de detractores). En ese aspecto Podemos lo ha hecho bien, poco a poco ha introducido caras que han resultado.

      • Miguel dice:

        No es la primera vez que leo eso de que UPyD fué muy apoyado cuando salió. Lo curioso es que yo tuve la primera noticia de su creación en la web de Plataforma Pro, surgida de la asociación Basta Ya, y después de eso, leyendo la propia web del partido. Yo entonces compraba a diario «El País», además de leer a menudo el Mundo, periódicos ambos punta de lanza entonces del más enconado bipartidismo, y la impresión que más recuerdo es justamente el pertinaz ninguneo de la nueva opción en ambos medios. Y en las teles, no digamos. Mi sorpresa fué enorme al constatar que Rosa Díez conseguía un escaño, sorpresa que a buen seguro se llevaron muchísimos más. Cierto que después ha tenido más proyección mediática (aunque ni de lejos la misma que Podemos) pero no en aquél lejano 2008 .

  5. Demostenes dice:

    Personalmente, me parece que el análisis es correcto hasta cierto punto: la Sexta tiene una audiencia de izquierdas y dar visibilidad a una fuerza con las mismas inclinaciones sólo puede ser beneficioso tanto para la cadena como para el partido.

    Sin embargo, lo que se pierde el análisis es por qué esta visibilidad se e ha dado a Podemos, y no a IU, por ejemplo. O si el asunto eran los partidos jóvenes, por qué no ha sido a Equo, o a PartidoX. O por qué, si bien es normal darle cierto tiempo en antena, se haya apostado tan fuerte antes de las europeas, cuando no se sabía qué resultado podía obtener (y de hecho NADIE, ni ellos mismos, pensaban que pudiera ser tanto). Esta claro que intentar averiguar cuanta gente habría votado a PartidoX en las europeas si hubieran aparecido en TV tanto como Podemos es imposible, pero es una señal de lo limitado del análisis en este artículo.

    Pablo Iglesias se mueve bien en televisión, al menos a nivel tertuliano, que tampoco es subir demasiado el listón, y ha sabido venderse a si mismo para poder vender a su formación en antena, lo que a su vez da audiencia a la cadena. Pero en cierto punto, ha dependido de la decisión de algún ejecutivo que ha creido que ese profesor con coleta realmente podía darle audiencia, no sólo para llevarle a un programa, sino para hacerle un habitual.

    Es el hecho de que la apuesta haya sido tan decidida, tan constante, y que no se haya diversificado con otras formaciones, lo que abre la puerta a especulaciones. No es que no se pueda explicar todo sin necesidad de oscuras conspiraciones, simplemente por mera lógica empresarial, pero no deja de ser sorprendente, especialmente antes de las europeas.

    • La clave que hace que encajen todas las piezas y la correlación tenga sentido se llama «populismo simplón» ;).

      Es ahí donde el target político de Podemos (pronto PoTemos) se solapa con la audiencia mayoritarias de estas cadenas (cosa que no se da tanto con las otras formaciones políticas que se han mencionado.

    • Hastaelgorro dice:

      Completamente de acuerdo Demóstenes. La relación entre la tv y su influencia en la toma de decisiones por parte de los espectadores es, como dice el artículo, relativa, pero en el caso de Podemos hay algo que no se puede obviar. Y es que, si bien el votante de izquierdas pude elegir cadenas como la sexta o Cuatro para informarse o ver tertulias, el modo y los contenidos en que se presenta la información política que se da en ellas sí tiene consecuencias. Es decir, un votante que se considere de izquierdas, sin duda se va a ver influenciado por lo que expongan estos medios. No elegirá un voto de derechas, pero la presencia constante de los representantes de Podemos en un medio que considera afín, le influirá. Resulta una experiencia desconcertante descubrir en nuestro entorno más cercano a gente de izquierdas que se han sentido atraídos por esta formación. Cuando, incluso desde posiciones de izquierdas, criticas algunos aspectos de Podemos, sorprende el absoluto desconocimiento que tienen sobre muchas de sus particularidades. ¿Por qué? Porque la información sobre ellos que se presenta (hasta ahora, al menos) en estos medios es muy blanca y muchos votantes no tienen otra fuente que estas televisiones. Ayer mismo, en un programa de Cuatro se pasaba por encima sobre el caso del cobro de salarios de Errejón en la universidad de Málaga y otras posibles acusaciones (como el empleo de Pablo Iglesias de una fundación pantalla para gestionar ingresos de su programa LaTuerka), casi excusándolos, para, inmediatamente, pasar a destacar otra noticia sobre unas cacerías que implicaban al PP. No entraré yo a exculpar a uno o a otro partido (por favor, dejemos esto aparte), solo digo que el tratamiento de la noticia fue infinitamente desigual. Aún reconociendo que, por feo que fuera, organizar cacerías no implicaban delito alguno, los tertulianos se aplicaron en ensañarse sobre el asunto, mientras que en el caso de Podemos, se conformaron con aceptar las explicaciones oficiales del partido, sin indagar nada más. Si uno no tiene otra fuente, la conclusión que saca es clara. Creo, con el articulista, que la tv tiene una relativa influencia en nuestro pensamiento ideológico, pero, en el caso de Podemos, tampoco es tan neutral. Si, como se sabe, la televisión es casi la única fuente de información para muchos ciudadanos, su influencia a la hora de enfocar los asuntos políticos sí es grande.

  6. Jimmy Page dice:

    Me surge una pregunta. ¿Cómo se ha tenido en cuenta que TV3 no se vea en toda España para la estadistica?

    • Jorge Galindo dice:

      No se ha tenido en cuenta porque tendríamos que ofrecer datos por CCAA y eso no es posible sin incurrir en un error muestral considerable y complicar todo el asunto. Dado que TV3 no es (ni de lejos) el objeto central del artículo, me he permitido hacerlo así. En cualquier caso, me parecería extremadamente raro que el hecho de que TV3 se pudiese ver en, digamos, Asturias hiciese que los votantes de cualquier otro partido la viesen significativamente más a menudo para informarse.

  7. […] Podemos, La Sexta y la influencia de los medios en el voto […]

  8. AntiLiberal dice:

    ¿La Sexta de izquierdas? Paco Marhuenda y Eduardo Inda a todas horas, también en Cuatro. Por no hablar de la línea editorial de los informativos con respecto de Venezuela, casi calcada de la actitud golpista de El País.
    Yo simplemente por no verle la cara a Inda no soy capaz de ver La Sexta Noche. La Tuerka era otra cosa, igual que ahora Fort Apache, una tertulia plural pero donde los argumentos son lo primero y no los gritos, las pullitas, las groserías y hasta los insultos.
    Si el mensaje de Pablo Iglesias ha calado es sencillamente porque el discurso de la prosperidad neoliberal, que nunca fue para la mayoría, ya no es vendible en amplios sectores de la población. UPyD es neoliberal y por eso su discurso no cala tanto. Sí, ya sé que hablan de paraísos fiscales y otras cosas pero todos sabemos que Rosita antes muerta que enfrentarse a un banquero, que no es nueva en política precisamente. Encima con el final de ETA, el discurso españolista se les ha caído un poco.
    No basta con salir en TV. Si, como piensan no pocos izquierdistas además de mucha gente de derechas enrabietada con el ascenso de PODEMOS, con controlar las TV ya tienes controlada la política, que me expliquen porque el TDT Party NO ha funcionado…y no será porque no tienen medios de comunicación, cadenas de radio, periódicos, canales de TV. No funcionan porque su discurso no es vendible para la mayoría de la población. Es como si esos canales estuvieran controlados por el PCPE, tampoco funcionarían, sencillamente hay discursos que no son vendibles.
    El discurso de Pablo Iglesias está bastante bien trabajado para conectar con una amplia mayoría de la población. Y si dejase de cerrar el puño como que mejor. Este país es de derechas y con un discurso clásico marxista no sacas más votos que los de IU.

  9. HPerezTapia dice:

    Disculpadme si es una tontería, pero yo no veo posible hacer la correlación entre gusto por una TV y voto por un partido en relación a Podemos.

    Partiendo de que un 90-95% de la programación total de una cadena de TV es variedades (series, películas y programas de entretenimiento) lo que habría que preguntarnos es ¿qué programas de debates políticos ve cada votante?

    De esta manera puede ser que los Votantes de Podemos prefieran CUATRO para su esparcimiento general pero sean mayoritarios en el visionado del debate de la SEXTA NOCHE. Vamos, en definitiva, que no veo correlación entre telefilmes de mediodía y voto político.

    Héctor

    • Jorge Galindo dice:

      La pregunta es qué cadena prefieres para informarte, entonces los telefilmes de mediodía quedan fuera 😉 Me temo que es culpa mía, tendría que haberlo remarcado más en el texto.

  10. Manuel Antonio Cantero Ramírez dice:

    No tiene nada que ver con el texto, pero se agradecería que los enlaces saltasen en una pestaña nueva. No sé que uséis para subir los textos y como lo hagáis para configurar los enlaces pero por mi experiencia en alguna página, creo que no es complicado. Además, como lector creo que todos agradeceríamos mucho no tener que andar volviendo atrás cada vez. Gracias.

  11. […] Podemos, La Sexta y la influencia de los medios en el voto | Jorge Galindo […]

  12. Aloe dice:

    Lo que parece evidente es que Podemos e Iglesias han disfrutado de un efecto de amplificación de su presencia y conocimiento por parte del público. Público que, para que respondiera positivamente, de entrada había de tener afinidad por sus críticas y propuestas, pero que no hace en general el considerable esfuerzo de informarse exhaustivamente de otras propuestas similares escondidas en la web o medios minoritarios.

    Es decir, el resumen me parece que es que Podemos ha sacado, gracias a la televisión, ventaja competitiva sobre sus competidores naturales (otras formaciones nuevas poco conocidas con posicionamientos similares), partiendo de que la demanda de los votantes estaba ahí y no la han fabricado las televisiones.
    Y que el efecto de amplificación se retroalimenta (un caso de «el ganador se lo lleva todo») porque Podemos deja de ser una formación esotérica y una elección política testimonial para convertirse en mainstream y «voto útil».
    Faltaría saber si la elección de tertulianos habituales de los programas de debate de las cadenas sigue algún criterio muy deliberado y estudiado previamente (y es producto de apuestas políticas a largo plazo de sus dueños) o si es más bien una combinación de criterios en los que el azar y las recomendaciones personales tienen peso al principio (cuando entran desconocidos) y luego el desempeño personal en términos de dar juego al debate y audiencia a la cadena determinan que un recién llegado se convierta en habitual porque es rentable. Yo no lo sé, pero me parece que la segunda opción tiene más probabilidades.

  13. Álvaro Mariscal dice:

    Como sociólogo y politólogo, este tema de investigación me parece muy interesante, y la conclusión muy oportuna. Me parece que la estrategia de esta fuerza política está demasiado elaborada y trabajada como para afirmar que su éxito únicamente radica en «salir en televisión», además de que está dirigida por algunos de los mejores politólogos de España, incluido un profesor honorífico de la Universidad Complutense, por lo que el argumento va más allá de la subjetividad llegando incluso a la ignorancia. También me ha parecido interesante el gráfico que has publicado (relación entre la ideología y las cadenas de televisión), ya que es otro tema que, dadas mis pasiones, me parece interesantísimo además de pertinente dado el cambio en la comunicación política que estamos viviendo. Te felicito por el trabajo, y me gustaría que visitaras el blog que un servidor, junto con unos compañeros, hemos empezado hace apenas unos días:

    http://lagazetaenana.wordpress.com/

    Felicidades y un saludo, Álvaro Mariscal

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