Esta es una entrada conjunta de Octavio Medina y Nacho Plata.
Hace unos días se publicó un informe de la OCDE con un dato un tanto sorprendente: en España un niño de una familia con pocos recursos (en el cuartil más bajo del índice socioeconómico elaborado por PISA) tiene una probabilidad más de tres veces mayor de haber repetido anteriormente que un compañero del cuartil más alto, al mismo nivel de competencias PISA.
Este hecho, que comentó Nicolás Sarriés en una entrada, dio lugar a una discusión sobre la conveniencia o no de la repetición como instrumento para mejorar la escolarización de los alumnos. España tiene una de las mayores tasas de repetición de todos los países de la OCDE: a la edad de 15 años, el porcentaje de alumnos escolarizados que han repetido al menos una vez es del 35%, muy lejos de la media de la OCDE (13%). Roger habló del tema el viernes en la SER, y para los que os lo perdisteis, es una buena oportunidad para complementar lo que dijo.
El argumento teórico a favor de la repetición toma una forma parecida a la siguiente. Dado que el repetir supone un coste muy alto para el alumno (humillación frente a compañeros y padres, desmotivación por fracaso personal), esto le motivará para que se esfuerce más y saque mejores resultados. Pero si esto no funciona, se supone que la oportunidad de repetir tendrá un beneficio en términos de nivelación con el resto de estudiantes y mejora de resultados académicos (además de, en teoría, permitir que el resto de alumnos que sí aprobó siga progresando a buen ritmo).
El problema, más allá de la conveniencia de utilizar esta clase de castigos en el sistema educativo, es que la repetición, simple y llanamente, no funciona. Resumimos los motivos a continuación:
Primero, como explica Mariano Fernández-Enguita, el consenso claro es que la repetición no mejora los resultados académicos de los estudiantes ni les ayuda a nivelarse con el resto. Es más, en algunos casos hasta los empeora. Por otro lado, la evidencia de la separación temprana por niveles de resultados o itinerarios tampoco sugiere que haya una mejora en desempeño de los buenos
Segundo, el hacer a alumnos repetir tiene un efecto causal sobre el abandono escolar. A niveles similares de aprendizaje, los alumnos que repiten tienen una mayor probabilidad de dejar la escuela que aquellos que no lo hacen. En un país con unas tasas de abandono escolar como el nuestro, esto es lo último que necesitamos. Quizás uno de los muchos errores de la LOMCE haya sido ver a la LOGSE y la eliminación de la educación vocacional a los 14, en vez de a la repetición, como una de las causas principales del alto fracaso escolar (aunque, una vez más, esto da para varias entradas).
Tercero, también tenemos evidencia de que obligar a los niños a repetir podría perjudicar el desarrollo socioemocional del alumno y hasta podría aumentar la agresividad durante la adolescencia. Esto no es sorprendente, dado que consiste en retirar al niño de su entorno social (incluyendo los profesores, amigos y compañeros de clase con los que lleva años) para ponerlo en uno extraño. Los efectos suelen ser mayores cuanto más tardía es la repetición.
Cuarto, es costoso para el alumno y para el sistema. Además de ser un castigo absurdo para el alumno, que se ve obligado a repetir las asignaturas que ya ha aprobado, además de las que ha suspendido (la idea de volver a estudiar un temario ya aprobado también la vemos en las oposiciones), supone un coste económico enorme para los contribuyentes, que la OCDE ha estimado en 20.000 euros por alumno para el caso de España.
Quinto: en la forma en la que está siendo aplicada, es una política altamente regresiva en igualdad de oportunidades. Los defensores de la máxima del mérito y el esfuerzo no podrán negarnos que el dato del informe sobre los repetidores nos indica implícitamente que dos alumnos iguales en competencias y diferentes en nivel socioeconómico no reciben el mismo trato por parte del sistema educativo. Los factores son muchos: la segregación escolar y la concentración de repetidores, los recursos de los padres para evitar la repetición con más apoyo, son factores que varían enormemente en función de la condición socioeconómica. Un sistema que realmente se preocupa por la igualdad de oportunidades debería garantizar que estas fueran efectivas.
Por si esto fuera poco, el académico neozelandés John Hattie, que lleva años y años analizando la efectividad de las políticas educativas a la hora de mejorar los resultados académicos, llegó a la conclusión de que en su listado de las 100 políticas desastre, la repetición era la segunda peor (un poco peor que ver la tele y un poco mejor que cambiar a los niños de escuela). Hasta la OCDE en su último informe sobre la educación en España señala la repetición como su primer tema clave, diciendo que contribuye a aumentar la desigualdad y el abandono escolar.
Entonces, ¿por qué nadie hace nada?
Los sistemas educativos funcionan en gran parte por inercia, de modo que cambiar esto no se resuelve redactando un decreto en el BOE. Hacer repetir a un mal estudiante es la respuesta fácil. Lo difícil, a nuestro juicio (y esto es lo que caracteriza a los sistemas educativos más efectivos y justos a nivel internacional) es actuar antes de que surjan los problemas o implementar buenos programas compensatorios para revertir la situación. En este sentido, no hay varita mágica. Los recursos económicos (más profesores, más horas) son fundamentales, pero sin voluntad política, esfuerzos adicionales por parte de todos, ni planes específicos de apoyo a nivel de escuela, resolver un problema como este es muy complicado.
Muy buen post, muy interesante el tema, pero por favor, el punto tercero (7mo párrafo), podrías corregirlo? La primera oración está incompleta aparentemente y no se entiende bien. Gracias.
Yo os invitaría a revisar algunos de los post anteriores, y que analicéis si en alguna medida lo que se compara en ellos puede ser la repetición frente al no hacer nada, frente al coladero… Creo que este informe (y algún otro) NO HABLA DE ESO, y que de algún modo repetimos un debate cíclico en nuestro país, inspirado por ciertos argumentarios políticos (de todo tipo), y limitado a los términos de éste. El dato que parecemos no asimilar es que la comparación se hace entre la repetición y OTRAS MEDIAS DE APOYO TEMPRANO. Creo que no sólo deberíamos introducirlo en nuestro mapa mental del problema, sino que quizá debiera ser eso lo que centrara el debate ¿No os parece? Aunque, habiendo sabido hoy el recorte que va a recibir la Compensatoria, no parece que nuestros gobernates hayan hecho lo propio… Para ellos y ellas, y quien pueda sentir interés, el resumen que hace la secretaria de área de la OCDE:
http://recuperarmadrid.blogspot.com.es/2014/09/ocde-la-repeticion-de-curso-no-vale.html
Un artículo muy interesante. Lo único que el tercer argumento ha quedado un poco cojo:»obligar a los niños a repetir podría…». Yo creo que hay un problema adicional, que es el choque de concepciones entre los profesores. Si unos profesores enfocan la enseñanza al esfuerzo y otros al aprendizaje más allá de la evaluación difícilmente podemos obtener beneficios. Las repeticiones pueden hacer que los alumnos dejen de centrarse en aquellas asignaturas cuyo profesor enfoque la enseñanza más hacia la comprensión para centrarse en aquellas en las que el profesor se centra en la exigencia, con el fin de no repetir; lo cual puede ser desmoralizador para los profesores que busquen más comprensión que evaluación. Desde el punto de vista de aquellos que ven en el incentivo al esfuerzo un objetivo central, la repetición fracasará si sus compañeros que se centran menos en la comprensión no elevan el nivel de exigencia. Creo que ambos sistemas pueden ser fructíferos, pero no compitiendo dentro de un mismo centro. Las medidas que se toman, como la repetición, se vuelven como un «boomerang» contra nosotros si dos concepciones muy diferenciadas se enfrentan en un mismo centro remando cada una en una dirección.
Un cordial saludo.
[…] Cinco razones para acabar con la repetición […]
Primero lo obvio, la repetición del alumno no es el problema, es el sintoma de que el alumno no ha asimilado lo que se le enseña, por lo que cualquier modificación en el sintoma (que no repitan) no va a mejorar el problema.
Segundo, también obvio, las politicas no enseñan a los alumnos, lo hace los profesores, los padres y los alumnos en conjunto. Por tanto, las politicas deben proveer los incentivos a estos 3 actores para cumplir el objetivo propuesto.
Si los incentivos a los alumnos (amenaza de repetición) no funcionan bien, quizás hay que mirar también a los otros actores.
¿Que incentivos tiene un profesor, aparte de su profesionalidad, para ayudar a un alumno con retraso?
Para una familia con pocos recursos, ¿que incentivos tienen los padres para que el alumno se esfuerce y siga estudiando? Cuantas veces he oido, «si el niño no sirve para estudiar, pues que no estudie».
¿Que incentivos recibe un alumno «pobre», cuando sus compañeros que empiezan a trabajar tienen dinero para gastar, y también sus compañeros «ricos» reciben una generosa paga de sus padres?
Me aventuro a decir que un experimento donde se evalue externamente a los alumnos y en función del resultado se de una paga a padres y profesores daría resultados interesantes.
Te falta un supuesto en el que sí podria ser conveniente. Falta de madurez en el alumno. Cada persona tiene un desarrollo cognitivo diferente y a edades tempranas puede haber una diferencia entre los nacidos en diciembre y en enero. Pudiera ser que ese alumno no haya alcanzado todabía las facultades necesarias para superar ese curso con el resto de compañeros y simplemente sea debido a un retraso en su madurez. En estos casos podriamos perder al alumno al obligarle a coger al resto o disminuir un nivel. También valdría para el caso de extrangeros que el primer año no saben el idioma y eso obliga a que tengan que aprender a manejarse antes de poderles explicar ecuaciones.
Para repetir en este país a día de hoy hay que esforzarse en suspender las suficientes -«las suficientes» son muchísimas-, por experiencia. Si no fuera porque no se puede, me gustaría que se vieran las juntas de evaluación de cualquier centro de secundaria, público o privado, en la que al alumno que le han quedado cuatro y cómo le vamos a hacer repetir en realidad le habían quedado seis, pero el tutor habló con dos profesores antes de la junta para que no tuviese tantas que defender… y a eso hay que sumarle que la presión -a los profesores- por aprobar es tal que los cuatros se han convertido milagrosamente en cincos antes de que nadie hable con nadie… ¿qué quiero decir con todo esto? que repetir no es un castigo ¿no llama la atención que el número de repetidores coincida casi casi con el de abandono? y que no se «obliga a repetir lo que ya se ha aprobado» salvo que hablemos de la Educación Física, la alternativa a la religión y similares, porque en la ESO nadie -repito, nadie- repite con tres o cuatro suspensas que no sean las cuatro materias fuertes de cada curso.
La solución no es repetir porque se trata, en la mayoría de casos, de críos que no quieren estudiar, sino de darles una alternativa de enseñanzas no académicas y así, con un poco de suerte, subir el nivel de los que sí quieren, o no quieren pero lo hacen igual por voluntad familiar. En cualquier caso el problema no es la ley, la peor ley no hace lo que tenemos igual que la mejor ley no nos convierte en Finlandia ni en Corea; tenemos un problema social con la educación porque no se le da importancia alguna a que los alumnos se responsabilicen de algo, porque no se fomenta su curiosidad, porque la autoridad es mala, etc, etc… Somos un país de eterna adolescencia y eso se refleja en la educación como en tantas otras cosas.
Creo que otro punto que no se considera como se debe es que el impacto de los repetidores en el resto de los alumnos es extremadamente negativo. En edades en las que uno o dos años implican una fuerte diferencia en todos los aspectos incluido el físico – de tener 11 a tener 13, o de tener 14 a tener 16, va un abismo – incluir en cada aula un pequeño getto de repetidores es una receta para el desastre. Y por lo menos en mi experiencia de hace más de 30 años era rarísimo que un repetidor no volviese a repetir.
Eso mismo estaba yo pensando. Un curso me tocó una clase de 40 con 18 repetidores (¡45%!). Los comentarios derrotistas de éstos sobre determinadas asignaturas con fama de complejas caló hondo en el resto de la clase.
Totalmente de acuerdo con Alatriste. Los efectos sobre los no repetidores son devastadores.
Se decide que un alumno repita cuando se considera que no está lo suficientemente preparado para pasar al siguiente curso con unas mínimas garantías de éxito, bien por madurez, bien por falta de conocimientos. La repetición sería un mecanismo de ajuste que otorga el tiempo necesario para adquirir lo que no se incorporó en su momento.
Pero no solo es cuestión de tiempo, sino de despejar o resolver las dificultades que condujeron a la repetición. La falta de rendimiento escolar no depende exclusivamente de la madurez y el esfuerzo del alumno, sino también de todo aquello que facilita o dificulta que una y otro se produzcan. Además de las peculiaridades genéticas, biológicas y psicológicas de cada cual, hay muchos otros factores que condicionan el éxito académico. Las situaciones familiares, el lugar donde se vive, el colegio al que se asiste, los profesores y compañeros que a uno le han tocado son tan determinantes, o más, que las supuestas capacidades con las que nacemos.
Y ahí reside la clave de la ineficacia de la mayoría de las repeticiones: que las circunstancias y los comportamientos que las provocaron se mantienen en su mayoría, salvo el paso del tiempo, que es inevitable. Repetir suele consistir en volver a hacer lo mismo que se ha hecho. Y cuando algo se vuelve a hacer de la misma manera lo esperable es que el resultado conseguido sea el mismo.
http://www.otraspoliticas.com/educacion/repetidores
[…] Pincha aquí para seguir leyendo el blog Politikón de Octavio Medina y Nacho Plata. […]
El articulo explica muy bien que repetir no sirve para nada, pero molaria que apuntaseis una alternativa mas util para la gente que suspende una proporcion considerable de las asignaturas. Siguen con el resto como si nada?
Eso pensaba yo. Está muy bien proponer aumentar el presupuesto y los recursos, pero hasta que esas medidas den frutos ¿qué se hace con los que suspenden?
Estimados señores:
En el concepto de humillación hacia el repetidor hay mucho de psicologismo y sentimentalismo socialdemócrata. En ocasiones es cierto, pero no es así siempre. Soy profesor y conozco muchos casos donde la repetición es un toque de atención y una causa de reflexión que no se produce cuando la promoción tiene lugar aunque se haya suspendido. El estudio que ustedes citan se refiere a la sociedad estadounidense. No creo que todo sea trasladable a nuestra sociedad.
Tampoco estaría mal incluir al alumno que sabe que, sin esforzarse, pasará de curso automáticamente. Eso no solo tiene consecuencias en la motivación de quien promociona sino del alumno estudioso que deja de estudiar tanto porque ve que, haciendo lo que hacen sus compañeros más vagos, logra lo mismo que ellos.
Asimismo, todas los artículos de Politikón referentes a la educación se refieren a los más desfavorecidos. Bien está. Pero sería pertinente incluir al estudiante sobresaliente que tan mala suerte tiene en nuestro sistema educativo y de quien nadie se acuerda. Y creo que en el crecimiento de una nación también se debería contar con el alumno de élite.
El hecho de que usted, siendo profesor, defina (no sé si ha sido inconscientemente) «estudiantes desfavorecidos» como opuesto a «estudiantes de élite/ sobresalientes», explica muy bien lo acertado que está Politikon en éste tema. Se da cuenta que, al menos como lo ha escrito, parece que el estudiante pobre no puede ser sobresaliente o al menos no se supone que lo sea?!
Moisés, esa comprensión lectora…
El tal profesor no define «estudiantes desfavorecidos» como opuesto a «estudiante sobresaliente». Dice que se habla mucho de los desfavorecidos (no especifica si estudiantes) y no estaría de más hablar de los sobresalientes (los que destacan), de los que no se acuerda nadie.
Si yo digo que en Politikon se habla mucho de política catalana y no tanto de subvenciones a la minería del carbón, no estoy definiendo la política catalana como opuesta a las subvenciones a la minería del carbón autóctono.
En fin, que sólo usted tiene en su mente dos grupos disjuntos, incluso opuestos, los «desfavorecidos» y los «sobresalientes» y, lo más gracioso, es que se lo endilga a su interlocutor; da usted la impresión de ser la prueba de que está en un error.
Un saludo.
A ver si me explico «Asimismo, todas los artículos de Politikón referentes a la educación se refieren a los más desfavorecidos.» Educación – desfavorecidos…no hay semántica alguna que discutir. O a lo mejor se expresó mal o tiene usted razón y lo he entendido mal yo. Pero no cree que será una buena idea dejar a quien escribió la frase pronunciarse al respecto? O con tal de apoyar cualquier comentario que critique explícitamente algo «social -demócrata» ya discutimos también de semántica? No hace falta responder, no vengo aquí a esto. Gracias.
Todas las personas con cincuenta años hemos asistido a aulas de 40 ó más alumnos con un único profesor y una regla como método pedagógico. Sin embargo un profesor especialista en un aula con 25 alumnos y 21 horas lectivas semanales puede dedicar tiempo a individualizar, trabajando en círculos concéntricos los contenidos en función de las características de sus alumnos.
Eso distingue a los maestros de los funcionarios educativos.
El maestro es una de las variables fundamentales de la calidad educativa
Del todo de acuerdo. Que magisterio sea una de las carreras que menos nota precisa para su acceso es todo un síntoma del menosprecio que las autoridades sienten hacia nuestros escolares y futuros ciudadanos. Será que cuanto peor se les forme de pequeños menos facultades críticas tendrán de mayores y menos capaces serán de detectar cómo se les engaña.
Es posible que repetir curso no sea una buena solución en muchos casos (a veces sí, y conozco personalmente algunos casos, aunque evidentemente no sirvan como evidencia estadística), pero ¿de qué sirve pasar de curso si no se han asimilado correctamente los contenidos del curso anterior?. En algunas asignaturas esto puede no ser demasiado grave, simplemente el alumno se quedará con algunas lagunas, pero en otras donde los nuevos contenidos se apoyan en los anteriores -siendo un caso paradigmático las matemáticas- resulta catastrófico.
Imaginemos un alumno que está en una clase donde no entiende absolutamente nada de lo que dice el profesor, que no se puede parar demasiado a explicar conceptos que el alumno ya debe haber asimilado en cursos anteriores. Será incapaz de seguir la clase, como si le hablasen en una lengua extranjera, y al poco se desmotivará completamente y abandonará cualquier esfuerzo, desconectando completamente de las lecciones. Además lo más normal en estos casos es que se aburra y se dedique a incordiar al profesor y al resto de sus compañeros, con lo que además perjudicará al resto. Esto que estoy contando no es una fantasía, es algo que ocurre todos los días en multitud de aulas de la ESO en España. Yo no soy profesor, pero sí varios miembros de mi familia, lo que me da alguna visión del tema.
Efectivamente, no hay soluciones mágicas. Pasar de curso por pasar, especialmente si no hay un apoyo y un seguimiento específico de estos alumnos, seguramente es peor aún que repetir.
Un punto aparte. Creo que el uso de indicadores tipo «fracaso escolar» o «numero de estudiantes universitarios» son contraproducentes en el diseño de políticas. La tentación de hacerse «trampas al solitario» es muy alta.
Esos indicadores son fácilmente medibles pero son útiles en la medida que son un proxy a otras variables más complejas de medir. Es fácil imaginar soluciones que reducen el fracaso escolar pero que no redundan en mayores niveles de competencias en los alumnos que es de lo que se trata.
Me encanta el diseño de políticas basado en evidencias empíricas, pero creo que hay que tener mucho cuidado con los indicadores que usamos: definición, metodología, consistencia,..
Respecto a esta entrada echo de menos algúna referencia al efecto de la repetición de curso en el agregado del sistema escolar. Estaríamos mejor en PISA sin repetición de curso?
Froilán de Todos los Santos approves this post.
Establecer como premisa que la repetición tiene como base la idea de que los alumnos se esforzarán más para evitar el castigo es totalmente gratuito, y por añadidura, incorrecto.
Que pueda identificarse como castigo, de acuerdo. Pero la idea es que aquellos alumnos que no hayan asimilado la materia para seguir progresando, la asimilen. Porque si no se produce el efecto «bola de nieve», o «barrer bajo la alfombra», o «pan para hoy hambre para mañana», etc.
Que se aplica de manera incorrecta, pues seguro. Pero no hay porqué desvirtuarla porque sí.
Dicen que nuestro sistema educativo no fomenta la creatividad ni el espíritu crítico. A juzgar por el debate público en cuanto a educación, incluidos muchos comentarios a esta entrada, debe ser verdad. ¿Tanto cuesta concebir que hay otras maneras de hacer las cosas? En realidad ni siquiera hace falta ser muy creativos, basta mirar un poco más allá de tu propio patio…
Habría que añadir que los malos resultados en PISA de España son debidos a porque los alumnos con padres con nivel educativo alto no tienen tan buenas calificaciones como en la media de la OCDE, pero los hijos de padres de nivel educativo bajo, están en la media:
https://twitter.com/educaINEE/status/514669676593704960
En cambio repiten muuuucho más.
Algunos comentaristas que defienden la repetición no parecen haber leído o comprendido bien lo que comentan. Por ejemplo, que se menciona no solo el escandaloso número total de repeticiones, sino el hecho de que algunos alumnos (los pobres) repiten más a igualdad de rendimiento en PISA. A. Igualdad. De. Rendimiento…
Para el comentario de Paula: Yo poseo pruebas empíricas de que lo que dice es falso, al menos en la red pública. Es decir, yo sé de multitud de casos de repetidores con una o dos asignaturas principales más Educación Física, o Plástica, o Música. (Eso desvirtúa por completo lo de que «nadie repite lo que ya ha aprobado», de paso)
También sé que muchos de esos casos en los que un alumno repite con pocas asignaturas son simplemente porque a un profesor no le da la gana de que pase SU asignatura, y SU asignatura (o su ego, o su convicción de que hay que castigar más) son mucho más importantes que el que ese alumno esté -por ejemplo- a punto de ser expulsado del sistema escolar.
En fin. Siempre que veo una noticia sobre nuestros pobres resultados educativos y me fijo en los comentarios a la noticia de los que son, o parecen ser, profesores, me explico la noticia mucho mejor. Esta no es una excepción.
¿Y no le llama la atención que seamos precisamente profesores los que sostenemos lo que sostenemos? Mi experiencia y mi entorno -mi experiencia es en la concertada, pero (le cuento mi vida por el ad hominem) vivo con un profesore de la pública y estoy, lógicamente, rodeada de profesores- me confirman lo que dije en el comentario.
¿Que hay alumnos que repiten porque han suspendido -formalmente- lengua, matemáticas y plástica? sí, claro, pero no repiten por «plástica», tienen dos más (son muchos los padres que aparecen con «cómo va a repetir por plástica» olvidando el resto) y, repito, a un alumno que suspende dos asignaturas fuertes -elija las que quiera, yo soy de lengua y por eso siempre será mi ejemplo- le han levantado alguna más, e insisto en los cuatros convertidos milagrosamente en cincos.
Profesores malvados a los que no les da la gana que el alumno pase… doy por hecho que habla usted del abandono de asignatura, algo que exige tal cantidad de papeleo -con trampa, ni el formulario A38- y dolores de cabeza varios que sólo conozco un caso de alguien que lo intentó y finalmente no lo hizo (otra cuestión es si nos parece bien que un alumno decida abandonar una asignatura y que eso no tenga consecuencia alguna)
No estaba haciendo una defensa de la repetición, sino señalando su falta de alternativa (repiten y fracasan en términos parecidos, oh sorpresa) y el hecho de que quitarles toda responsabilidad a los alumnos de su destino, así como la posibilidad de experimentar consecuencias sobre sus actos nos lleva donde nos lleva. Podemos seguir igualando en la miseria, aunque hemos visto que no sólo no funciona (el fracaso es el mismo) sino que todos saben menos. Ya se quitó la repetición (sin alternativas), no funciona, ya hay alumnos que pasan por PIL, y es un desastre.
Otro que no se ha leído el post ni el estudio que se enlaza. O que es impermeable a los argumentos racionales y a las estadísticas.
¿Cómo hay que hacer para que que entiendan de qué se habla?:
– El punto de partida es que la tasa de repetidores de España es ABSOLUTAMENTE ESCANDALOSA. Y eso es indiscutible.
Defender que los criterios que se emplean para imponer la repetición son buenísimos y justificadísimos es no pertinente y completamente absurdo: porque las pruebas empíricas dicen que ESO NO ES ASÍ, ya que en los demás países tienen tasas de repetidores mucho más bajas, incluyendo TODOS los países con iguales o mejores resultados educativos que España.
¿Por qué el negacionismo y el no dar el brazo a torcer frente a los hechos? ¿Por qué esa incapacidad de verlos o comprenderlos siquiera?
– El punto de interés concreto dentro del espinoso tema de los repetidores es que A IGUALDAD DE RESULTADOS los pobres repiten MÁS DEL TRIPLE que los del cuartil más alto.
Eso es como para vestirse de saco y ceniza y hacer penitencia el resto de sus días, hombre. Eso es para agachar las orejas y hacer examen de conciencia: de sus procedimientos, de sus sesgos, de la insuficiencia y perversión del sistema, de la forma en que se perjudica a los alumnos más frágiles, de qué se hace tan mal y cómo mejorar. No para levantar la nariz hacia el techo y seguir poniendo la bronca al resto del mundo con esa arrogancia. Encima.
¿Que por qué son profesores los que coinciden en decir las mismas cosas que usted? (Lo contrario no es cierto, es decir, no todos los profesores dicen las mismas cosas que usted, lo que da algo de esperanza) Pues por evidentes razones defensivas. La alternativa es cambiar su planteamiento y revisar sus creencias, y eso es lo más difícil del mundo, por muchos estudios incontestables que nos pongan delante.
Perdón, rectifico. Debe decir: «Otra que no se ha leído…»
Dice el post que «el hacer a alumnos repetir tiene un efecto causal sobre el abandono escolar. A niveles similares de aprendizaje, los alumnos que repiten tienen una mayor probabilidad de dejar la escuela que aquellos que no lo hacen» Me siento espeso pues no entiendo el argumento pues (a) ¿como van a tener «nivel similar de aprendizaje» el que repite, el que suspende, que el que aprueba? y (b) la causa de la repetición y el abandono es (con o sin culpa suya) ser un mal alumno, pues obviamente los repetidores tienen muchas mas papeletas para abandonar que el que saca sobresalientes, no se de donde se infiere que dos consecuencias de una misma causa sean causa una de la otra.
Dicho esto echo de menos una explicación mas clara de las causas y del fenómeno que relata el informe de la OCDE. Entiendo que ricos y pobres (por usar castellano antiguo) no tienen en absoluto las mismas oportunidades que los llevan a diferentes resultados académicos, pero lo que no comprendo es que dos alumnos (ricos o pobres) con idénticos resultados («mismo nivel de competencias Pisa») pueda uno repetir y otro no ¿sobornan los padres ricos al claustro para que los dejen pasar?
¿como van a tener “nivel similar de aprendizaje” el que repite, el que suspende, que el que aprueba?
la causa de la repetición y el abandono es (con o sin culpa suya) ser un mal alumno, pues obviamente los repetidores tienen muchas mas papeletas para abandonar que el que saca sobresalientes,
Lo que no comprendo es que dos alumnos (ricos o pobres) con idénticos resultados (“mismo nivel de competencias Pisa”) pueda uno repetir y otro no ¿sobornan los padres ricos al claustro para que los dejen pasar?
Ay, Señor. No nos pruebes tanto.
[…] http://politikon.es/2014/09/30/cinco-razones-para-acabar-con-la-repeticion/# […]
[…] Cinco razones para acabar con la repetición en la educación. En politikon. […]
Sé que no es nada popular, pero si parece que «repetir no sirve de nada», que «no repetir desincentiva/perjudica a los estudiosos» etc…¿no habría que crear itinerarios curriculares antes.
Sí, parece un eufemismo que esconde algo, pero se trata de adaptar las políticas a la realidad y obtener lo mejor posible, no poner un aro y que todo el mundo pase por el mismo…
(y siempre han habido repetidos de clases altas, aka Froilán y muchos niños-de-papá, y en sentido contrario, grandes estudiantes de origen humilde también).