Cada vez que alguien habla de dualidad, de segmentación del mercado laboral, de la existencia de trabajadores protegidos (insiders) y desprotegidos o desempleados (outsiders), cada vez, digo, se alza, invariable, la voz de algún miembro de la izquierda anunciando que tales ideas no pretenden sino dividir a los trabajadores. Que en realidad la enunciación del problema y las soluciones habitualmente propuestas (comenzando por un contrato único indefinido) vienen de la derecha, del capital, y su objetivo es destruir el esfuerzo de unión de los trabajadores. Este es un caso inequívoco de mirar al dedo que señala y no a la luna: la unión del trabajo ya está destrozada en España. Y lo está gracias a un pacto tácito entre el capital y la izquierda que se firmó a principios de los ochenta, y que aún no se ha roto.
Viajemos en el tiempo al momento en el cual el desempleo comenzó a ser un problema en España. A finales de los años setenta el país se encontró con la necesidad de construir al mismo tiempo una democracia occidental con alternancia en el gobierno y una economía sólida integrada en el mercado global. Al mismo tiempo la tasa de paro se disparó a niveles astronómicos. El núcleo moderado del esfuerzo de la Transición, formado por UCD y PSOE, se veían obligados al mismo tiempo a luchar contra el desempleo y facilitar el movimiento de trabajo y capital hacia sectores más productivos, todo ello sin dañar al núcleo de votos y movilización potencial que constituían los trabajadores fijos, padres de familia de mediana edad. Mientras, mujeres y jóvenes demandaban empleo en cantidades crecientes. El Partido Comunista y su sindicato, CCOO, se encontraban en la disyuntiva de cumplir su papel como defensores a ultranza de la protección de los trabajadores o disputarle a los socialistas el liderazgo de la izquierda española. Al final, PC-CCOO tuvieron que encontrar acomodo en el estrecho margen que quedaba entre la insurrección y el espacio tomado por el PSOE, lo cual implicó discutir y decepcionarse con el Estatuto de los Trabajadores aprobado en 1980, pero sin poder (ni querer) articular una oposición frontal, radical.
Dicho Estatuto consolidó la protección al trabajador indefinido basada en altas indemnizaciones por despido, dejando a España como el segundo país más proteccionista de entre las democracias occidentales (Portugal era el primero). Sin embargo, también entreabrió una puerta para que los contratos temporales fuesen utilizados independientemente de la naturaleza del trabajo específico. Los sindicatos llamaron a esto descausalización. La puerta se fue ensanchando con decretos temporales, primero de UCD y desde 1982 del PSOE, que permitían de manera «temporal» y «excepcional» el uso descausalizado de contratos temporales. Finalmente, en 1984, el PSOE decidió dar un cariz permanente a la descausalización reformando el Estatuto de los Trabajadores. Esta modificación marcó todo un hito en el desarrollo de nuestro mercado laboral: en pocos años el porcentaje de contratos temporales sobre el total pasó de menos de un tercio al 90%. Como resultado, en menos de una década pasaríamos de estar por debajo de la media europea en el uso de este tipo de contratación a liderar la clasificación occidental, rozando el 35%.
La actitud de las distintas formaciones políticas ante esta segmentación brutal ha sido ambigua. PSOE y UCD la pusieron en marcha con el objetivo de crear empleo sin poner en peligro los puestos de los trabajadores fijos. UGT aceptó a regañadientes, y los comunistas se opusieron. El argumento del PC y de CCOO, abrazado por UGT (primero por ciertos sectores y más adelante, desde 1985-1987, por el conjunto de la organización) es que la «estabilidad laboral» se veía amenazada. Los sindicatos temen la caída de la estabilidad en el empleo porque saben o intuyen que eso afecta negativamente a sus perspectivas futuras: los trabajadores temporales o desempleados se sindicalizan menos, son más difíciles de movilizar y caen más fácilmente en las amenazas, implícitas o explícitas, de despido del empleador. Éste, por su parte, verá como una lógica mejora que dichas amenazas tengan más poder. La flexibilización de una parte de la fuerza de trabajo le ofrece no solo capacidad de maniobra sino también de negociación. No tanta como en un contexto de liberalización total, cierto es, pero sí más que en uno de protección completa. Los sindicatos y los partidos de izquierda son conscientes de este hecho, pero no pueden permitirse no proteger a sus miembros centrales, ni tampoco renunciar a las ganancias agregadas de ser una nación occidental. Esto será más perentorio para aquellos grupos que detenten responsabilidad de gobierno. Este es el pacto entre la izquierda y el capital que dividió a la clase obrera. Y que no se detuvo en los ochenta.
En 1994 se legalizó en España la presencia de empresas de trabajo temporal. Esto desató una considerable oposición por parte de sindicatos e Izquierda Unida, y llevó la precariedad a un primer plano del debate. El (supuesto) dilema entre crear mucho pero mal empleo o poco pero bueno emergía poco a poco. Tanto fue así que una de las primeras medidas del Partido Popular en el gobierno fue sentar en la misma mesa a patronal y sindicatos para firmar una serie de acuerdos respecto a la negociación colectiva y a la legislación laboral. El PP llevó adelante una reforma dirigida a reducir la segmentación: creó un nuevo tipo de contrato fijo con indemnización reducida, hizo algo más difícil la contratación temporal, y rebajó el poder de negociación de los insiders en ciertos sectores.
Mientras tanto los sindicatos seguían perdiendo legitimidad, poder y capacidad de acción fuera de sus sectores-bastión. Las izquierdas se hallaron perdidas, intentando evitar la sangría por la precariedad pero sin atacar demasiado El capital, por su parte, utilizó la inundación de crédito barato que llegó a España desde finales de los noventa para hinchar una burbuja. Como consecuencia la tasa de paro bajó de verdad por primera vez en dos décadas y media. Nuestra tasa de temporalidad se rebajó un poco, hasta alrededor del 30%-31%, pero seguimos manteniendo el contrato temporal como puerta de entrada al mercado, con el mismo 90% (palmo arriba, palmo abajo). Fue probablemente la tasa de conversión de temporal a indefinido lo que se incrementó. Al haber más puestos de trabajo disponibles, la amenaza de despido ya no era tan grave, y la promesa de trabajo fijo era igualmente jugosa pero menos inalcanzable. Sin embargo, una tasa de paro del 7%-8% y solo un 70% de puestos fijos, ocupados mayoritariamente por personas mayores de cierta edad, seguían surtiendo efecto como instrumentos de amenaza para el capital.
Durante la presente crisis hemos bajado al 24% de trabajo temporal, pero ha sido solo porque la inmensa mayoría de los despedidos, sobre todo al principio, han sido trabajadores temporales. Hasta llegar a un nivel de paro por encima del 26%. La clase media-baja formada por trabajadores precarios ha recibido el golpe. Como respuesta política, el (tímido) desarrollo de una red de seguridad universal se ha parado en seco, y las reformas laborales han venido a restar poder a los indefinidos, pero manteniendo la descausalización de los contratos temporales, algo que ningún gobierno se ha atrevido a tocar en treinta años. Nuestra tasa de contratación temporal mes a mes se mantiene en 9 de cada 10 nuevos empleos. Los sindicatos y la socialdemocracia ya apenas pueden movilizar a los suyos. No nos dejemos engañar por la foto fija: el argumento de la película no ha cambiado. Ante este panorama, el PSOE actúa como un firme defensor de la clase media frente a todos los demás, el PP avanza en una liberalización dual (puesto que cierto nivel de protección para trabajadores indefinidos es mantenido), e Izquierda Unida se dedica a perderse en el mismo dilema que el Partido Comunista a principios de los ochenta: entre la calle y el espacio aparentemente dejado por los socialistas, hablando de precariedad pero no de dualidad, denunciando los síntomas pero sin tan siquiera querer mirar hacia la raíz del problema, no fuese a ser que el núcleo duro se sienta atacado. Los sindicatos, por su parte, mantienen la preocupación por la estabilidad laboral, si bien en un segundo plano frente a quienes, tras su proceso de deterioro, representan la mayor parte de sus miembros.
El objetivo último del capital es conseguir la flexibilidad total del factor trabajo para poder determinar salarios y condiciones a placer. El objetivo del trabajador individual es maximizar su renta a lo largo del ciclo vital. Con un alto nivel de solidaridad laboral no necesitará hacerlo mediante una constante apuesta de salarios a la baja. El mantenimiento de mil modalidades de contratación, muchas de ellas temporales descausalizadas con un coste por despido más bajo, una red de seguridad parcial y más sólida para los trabajadores fijos de más edad solo alimenta el deterioro de los sindicatos, el abuso de la flexibilidad por parte del capital, la desorientación general de los partidos de izquierda y, en última instancia, distancia a las clases medias establecidas de las precarias. Las propuestas de extrema izquierda implican de una manera u otra salirse del juego económico internacional, algo con unos costes económicos y políticos agregados incalculables. Tanto que ni siquiera se atreven a decirlo en voz demasiado alta. Un contrato único indefinido con indemnización creciente por despido hasta un nivel medio, con una fuerte red de seguridad asociada al trabajador despedido (incluyendo requerimientos de activación), provisiones contracíclicas de excepción, y reformas para reducir el nivel de desempleo estructural no es un pack que vaya a ofrecer más poder al capital pero tampoco nos saca del contexto de lo practicable dentro de una economía de mercado abierta*.
Los trabajadores están divididos por las mismas líneas que hace treinta años. Si la nueva izquierda quiere hacer algo para romperlo, acusar a quienes señalan el problema no es una buena idea. Proponer reformas radicales pero alcanzables, que favorezcan la igualdad de oportunidades y de renta y ataquen de frente la segmentación laboral sí lo es. Un hipotético compromiso entre las izquierdas españolas dejaría a algunos, radicales y moderados, descontentos, es cierto. Pero su potencial, en el largo plazo, es incalculable: reunificar a los asalariados bajo un mismo proyecto. Las partes aludidas deberían, al menos, contemplarlo en sus estrategias.
*El problema a corto plazo de este tipo de propuestas es que estamos atrapados en un modelo europeo que obliga a los países acreedores y al Banco Central Europeo a demandarnos austeridad y reformas estructurales sin ofrecer a cambio inflación y transferencias fiscales. La solución pasa por una mayor integración europea, algo que debería estar centrando el debate antes de las elecciones de mayo. Pero no lo está haciendo.
[…] Quién divide a los trabajadores […]
La cuestión, creo yo, es que hace tiempo que ha sonado la trompeta del «sálvese quien pueda» y la solidaridad de clase es hoy en día un concepto meramente dialéctico, o peor aún, un envoltorio para disimular objetivos egoístas. Eso es lo que hace, por ejemplo, que en España no haya sido posible hasta ahora consensuar una legislación sobre la huelga en los servicios públicos, con una izquierda que se supone pendiente de lo publico pero más pendiente aún de su dialéctica, un tanto dogmática.
Con el ejemplo, que sólo es un ejemplo, quiero señalar la escisión entre lo que la izquierda quiere de veras y lo que debería querer para poder seguir considerándose izquierda. Y el caso es que tanto en la dualidad como en los servicios público o la inmigración (defender al inmigrante aunque abarate el factor trabajo), no hay manera de encajar el discurso con la necesidad.
Y de ahí estos lodos.
Como dije en otro comentario, ante la falta de reformas estructurales en España, hay que sacar el dinero a bancos extranjeros A medio plazo, si España no cambia de rumbo tendrá que salir del euro. Los ahorradores que no saquen el dinero de cuentas españolas sufrirán cuantiosas pérdidas con la devaluación como ocurrió con el corralito argentino.
Recordad que España tiene una deuda exterior muy elevada de cerca de un billón de euros (ver posición neta inversora, ) que tradicionalmente se gestionaba devaluando la peseta para aumentar las exportaciones y disminuir las importaciones.
Hay muchos bancos extranjeros donde guardar los ahorros. Los más populares en burbuja.info son ING Luxemburgo http://www.burbuja.info/inmobiliaria/bolsa-e-inversiones/332782-que-os-parece-ing-lu.html y Swiss Quote http://www.burbuja.info/inmobiliaria/bolsa-e-inversiones/299696-que-opinais-de-swissquote-guardar-ahorros.html . Hay un buen compendio de entidades para salvar nuestros ahorros en burbuja.info http://www.burbuja.info/inmobiliaria/bolsa-e-inversiones/315106-entidades-extranjeras-guardar-euros.html y Rankia http://www.rankia.com/foros/depositos/temas/2192343-cuentas-depositos-extranjero-para-no-residentes .
¿como que el psoe es el firme defensor de la clase media frente a los demás?. El psoe es el principal causante de la depauperizacion de la clase media y la argentinizacion de España. A saber, impuestos elevados, agresión a las políticas de familia, empeoramiento de la educación, trabas a la propiedad privada y a la progresión social, etc, etc
Habría otra opción, que es volver a la Europa de los países. Es decir no ir a más integración europea sino a menos, e idealmente, ninguna.
Independientemente del hecho de la dualidad, hay un problema, cada vez se fabrican menos cosas aquí, miles de normativas de la UE, pero luego que entre todo lo chino sin aranceles…bueno todo no….los paneles solares no, que los hacen los alemanes y ahí sí han puesto barreras.
¿Lo ve como sus políticas son de encantadores de serpientes?
Como bajar salarios es inmoral, usted propone como alternativa salir del euro y devaluar la moneda, que es bajar los salarios. Eso es un timo de la estampita. Consiste en decirle al trabajador «yo estoy con los pobres, yo te subo el sueldo» pero cuando este trabajador vaya a comprar al supermercado verá que el valor real de su salario ha bajado.
Tras ese timo, ustedes están reconociendo tácitamente que el salario no puede ser mayor que el valor real de lo que no sabe hacer. Pero, en vez de hacer frente al problema, de cómo invertir en formar a toda esa gente, y de explicarlo, prefieren usar trucos de magia.
Además de ser un timo, no funcionaría. No sólo por las consecuencias a corto plazo (pánico bancario, corralito, cierre de empresas de alta tecnología, …). Nadie querría tener en su bolsillo pesetas, una moneda con expectativa de ser devaluada cada poco tiempo ante la derogación de la reforma laboral y el triunfo de los contrarreformistas. La mayoría de los españoles procurarían tener sus ahorros en euros (o si no en francos, marcos, …). Así que un gobierno que seguiría teniendo que financiar su déficit con los mercados de capital cerrados, lo que provocaría con alta probabilidad hiperinflación.
Peor timo es como obligan a desindustrializar a los países del sur mientras aplican medidas proteccionistas a lo que hacen sólo unos pocos países.
El tema es que la gente no va a tener ni euros ni pesetas devaluadas, el objetivo de Alemania es el convertir a ciertas naciones en sus esclavos para que sus veraneos o sus residencias de ancianos deslocalizadas les salgan regalados.
En eso consiste la UE…los alemanes con un plan magistral y los Petains como Van Rompuy, Barroso, etc cooperando.
Es falso que «obligan a desindustrializar a los países del sur». Si aquí surgen empresas de alta tecnología, Alemania no puede venir a cerrarla.
Todo lo contrario: la entrada en el euro fue una gran oportunidad perdida de modernización. El acceso al crédito barato, hubiera permitido financiar la puesta al día de la industria española. (Se extiende más sobre esto Jesús Fernández-Villaverde en su artículo «Las consecuencias económicas del señor Zapatero»).
Si esa oportunidad no se aprovechó fue por las decisiones de políticos españoles. Como dije en otro artículo, los responsables son los creadores de opinión (partidos, sindicatos, CEOE, medios de comunicación) que ante los gravísimos desequilibrios que es estaban formando no alertaron a la opinión pública.
Provoca contrariedad que quienes vais de alternativa a lo existente os esforcéis en exculpar a la clase política española cargando toda la culpa al extranjero.
El dinerito vino para formación (que obviamente era una forma de fraude que se sabía) y para obra pública donde el 80% de la maquinaria pesada era alemana.
Los políticos culpables, yo no los exculpo, pero no entiendo porque una placa solar fabricada en China tiene que tener barreras que hagan imposible importarlas porque en Alemania hacen las europeas, y eso mismo no pase con textil, juguetes, etc, donde es en España donde se fabricaban en Europa.
Toda esta movida http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424127887323681904578642041672361224 porque afecta a los alemanes ¿para cuando estas restricciones para el textil?
Si los países del norte de Europa pueden ser competitivos en mundo globalizado, no hay razón alguna por la que España no pueda serlo. Sus balanzas de pago por cuenta corriente tienen superávit (buscar en Google Eurostat current account balance).
No niego que Alemania tenga mayor peso en la política comercial de la Unión Europea.
Pero eso son minucias frente al enorme acceso al crédito internacional al tener una moneda fuerte sin riesgo de devaluación. Y perdona que me repita. Cuando España podía pedir dinero al mercado de capitales a tipos de interés muy bajos, el Estado podría haber hecho una modernización del país, de su educación y su tejido industrial. Y si no lo hizo fue porque la sociedad española no lo exigió.
Además, las reformas que necesitamos hacer para ser más productivos, desde hacer más eficiente el mercado laboral, el sistema educativo, los oligopolios de las profesiones reguladas, … no encallan porque no deja Alemania, sino simplemente porque los establecidos en España no quieren.
Frente a un mundo globalizado, hay dos alternativas: el modelo de los países del norte de Europa (alto nivel educativo e instituciones fuertes y salarios elevados) o el modelo de Venezuela (subvenciones indiscriminadas que se financian imprimiendo moneda que conduce a hiperinflación).
Sorprendemente la Verdadera Izquierda prefiere lo segundo.
El sueño de la razón provoca monstruos.
«No niego que Alemania tenga mayor peso en la política comercial de la Unión Europea.»
No, a ver, si la UE son todos, o se protege todo arancelariamente y con otras barreras o no se protege nada. Pasas de puntillas sobre esta cuestión, que es justo lo que destroza a los países del sur.
De verdad crees que sea la política arancelaria lo que destroza a los países del Sur ?: http://politikon.es/2012/09/11/esa-cultura-que-es-grecia-quien-evade-impuestos/
Desindustrializa el sur. Se protege solo lo que hacen algunos países. Eso es independiente de que la gente sea corrupta o no. Pero vamos, ya que mentas a Grecia ¿quién les ayudó a maquillar las cuentas para entrar mientiendo en el Euro? GS dirigida en Europa por Draghi.
Los cerebros del chiringuito de la UE pusieron a la zorra a cuidar de las gallinas.
En todo caso respecto a evasión fiscal no creo que la UE pueda dar lecciones, secundo lo que dice este europarlamentario (que no es chavista, ni de Podemos)
https://www.youtube.com/watch?v=LPh_b4ulIa0
La UE no desindustrializa al Sur. Mira la producción industrial de España previa a la crisis: http://w3.unece.org/pxweb/dialog/Saveshow.asp?lang=1
Lo de dar lecciones lo dices tú, yo ya dije que en todas partes cuecen habas, pero no iguales: https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=6&cad=rja&uact=8&ved=0CFoQFjAF&url=http%3A%2F%2Fwww.econ.jku.at%2Fmembers%2FSchneider%2Ffiles%2Fpublications%2F2012%2FTaxEvasion_buehn.pdf&ei=y51gU6XvAtP3yAPByYCQCA&usg=AFQjCNFXhv55Xf6lfqlK5LG8BcbV3EMRZw
Ven por aquí, al menos una vez, con datos y no con opiniones de gente que dice lo que a ti te gusta oír, sean políticos o periodistas. Grecia mintió irresponsablemente para entrar en el Euro. Quien pasa de puntillas sobre la mala gestión pública llevada a cabo por políticos democráticamente electos (y reelectos) en esos países eres tú. Y de eso se trata todo. Lo demás es demagogia. La UE no es una institución de caridad, es una alianza y la gente que la creó persigue beneficios para ellos mismos. Todo eso no quita que mucha gente que no participó inicialmente en la alianza se haya unido después y se haya beneficiado a chorros. Mírate el paper que colgué antes sobre lo que (no) hubiera crecido España sin entrar a la UE. Eso no hace a la gente del malvados aprovechados ni a la del Norte angelitos benéficos. Pero al revés tampoco funciona y lo que sí pasa es que condiciona la vida del país y el desarrollo de la sociedad. De este estudio ya se ha hablado en este blog: http://www.fbbva.es/TLFU/tlfu/esp/noticias/fichanoticia/index.jsp?codigo=1044
Por cosas como estas es que la situación económica tampoco es homogénea en toda Europa. Culpar a Alemania es marear la perdiz para seguir por el mismo camino. Alemania ha cometido y comete errores. Y vela por sus intereses por encima de todo el mundo y sus paranoias con algunos temas (inflación por ejemplo) afectan a mucha gente y eso está mal y no debe pasar. Yo estoy de acuerdo en que se critique eso y mucho más y lo critico yo mismo pero sin perder la perspectiva: pocos países han hecho tanto por Europa como Alemania. Porque se beneficiaban de ello? Hombre pues claro, sino hubieran creado la Unión de las Monjitas Caritativas en vez de la UE.
Por cierto, tu capacidad de cambiar de bando es increíble. Vas de Cháves a un tipo de una extrema derecha que además de euroescéptico es xenófobo hasta la médula y tiene en su haber joyitas como ir a una conferencia de su partido y referirse a la audiencia femenina como «zorras». Decididamente si tú crees que el hombre tiene razón y la UE tiene que cambiar siguiendo su modelo, no tenemos absolutamente nada más que discutir. Desde luego, con modelos como esos si que va a llegar lejos la UE. No digo yo, hombre.
La crisis que sí ha desindustrializado el Sur, no la vas a resolver culpando a Alemania sino corrigiendo problemas que el Sur no corrigió en épocas de bonanza y de los que se ha hablado mucho en este blog(tamaño de las empresas, mercado laboral poco competitivo, sistema de educación): https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=3&cad=rja&uact=8&ved=0CD0QFjAC&url=http%3A%2F%2Fwww.europarl.europa.eu%2Fmeetdocs%2F2009_2014%2Fdocuments%2Fitre%2Fdv%2F08_wolff_%2F08_wolff_en.pdf&ei=G65gU-vvGanxygPe_4CoAQ&usg=AFQjCNHOrCErpmTGDqXTWRr1o-ljXVQmWw
Moisés,
yo no cambio de bando, es que no tengo bando, para unas cosas coincido con unos y en otras con otros. No fijo mi posición en función de un bando.
Lo de etiquetar de xenófobos a los de UKIP puede ser acertado (y no estoy de acuerdo con su ideología en eso), pero no me queda claro si son más o menos xenófobos que Valls y los socialistas franceses.
En todo caso lo que diga de otros temas no condiciona lo que dice del tema del «regimen fiscal» que los políticos y funcionarios de la UE se han otorgado a ellos mismos sea acertado y cierto.
No me funcional el enlace a la estadística a la producción industrial. Pero vamos, los sectores en la CV se han caído: textil, juguete, calzado, cerámica, etc en buena medida por las importaciones de China.
Y en sectores grandes los astilleros hundiendose.
Puede ser que a nivel agregado, durante la bonanza, temas como la siderurgia cuando más obras se hacían y más chapa para coche se necesitaba, y materiales de construcción compensaran a nivel estadístico las cifra.
Otra vez ofreces afirmaciones sin datos. Mira las diferencias entre el número de gente empleada en la industria en Alemania, España, Portugal y Grecia: http://w3.unece.org/pxweb/igraph/MakeGraph.asp?onpx=y&pxfile=002_GEWEEmploySPN_r20145130462.px&PLanguage=1&menu=y&gr_type=1
en 1990, 2007 y 2011. No fue la UE lo que hundió la industria, sino la crisis a partir de 2007. Con UE y sin crisis la industria española no paró de aumentar la cantidad de gente empleada.
No es verdad que el dinero venga solo para obra pública y formación: http://www.europarl.europa.eu/news/en/news-room/content/20140211IFG35645/html/EU-budget-explained
Usar el dinero para construir aeropuertos idiotas fue una decisión tomada por políticos españoles democráticamente electos, una y otra vez, por españoles. Los bancos alemanes se dedicaron a prestar dinero el Sur de Europa porque a eso se dedican los bancos y el sur de Europa lo dedicó a lo que lo dedicó por voluntad propia. Por opción. No es solo deuda estatal el problema. Mira como se endeudaban las familias en España justo antes de empezar la crisis: http://www.oecd-ilibrary.org/sites/factbook-2013-en/03/03/02/housdebt_g1.html?itemId=/content/chapter/factbook-2013-28-en
El hábito de culpar a alguien más por las obras propias es viejo y conocido, se llama irresponsabilidad. Obviamente la UE existe porque beneficia a los países grandes e industrializados. Si no no la hubieran creado ellos mismos. Pero eso no quita que beneficie también, y mucho, a mucha gente que se le sumó: http://www.voxeu.org/article/how-poorer-nations-benefit-eu-membership
Si alguien pensaba que Alemania era una hermanita de la caridad estaba siendo iluso y, otra vez, irresponsable. Por otro lado yo no creo que haya que copiar fielmente ningún modelo por venir del Norte. De hecho creo que es absurdo ignorar que las cosas no funcionan igual en diferentes contextos (tejido empresarial, cultura, niveles previos de educación, sistema político) pero si algo ha funcionado en un sitio no es mala idea mirarlo a ver si se puede aprender y sacar algo de ahí. En Alemania también hay muchos problemas y en muchos sitios del Norte de Europa, pero a la hora de enfrentarlos no ha habido el mismo nivel de populismo por perseguir el voto (no es que no haya habido ninguno, sino que no el mismo nivel, ojo).
Lo que me parece mal no es que se defiendan unas u otras opciones, lo que me parece mal es que el argumento sea: «los otros lo hacen peor», cuando encima muchas veces es mentira
No quiero ser repetitivo, pero es que vosotros pretendéis que 1+1=5. Y eso no puede ser.
Un país con deuda exterior neta tiene que aumentar la competitividad de sus exportaciones para poder devolver su deuda. Y, guste o no, eso significa bajar salarios.
Lo único que quiere Alemania es que se le devuelva su deuda. Y para ello exige que tengamos superávit de balanza de pagos: exportar más de lo que importamos. Vosotros lo llamáis la «dictadura de los mercados» como si fuera El Mal que un prestamista quiera recuperar su crédito.
Si la «verdadera izquierda» tuviera más ideología y menos cuento, buscaría formas de hacer compatible el ser competitivos en el mundo en que estamos con un nivel alto de igualdad y bienestar, como han hecho los países del norte de Europa. Es decir, alto nivel educativo, e instituciones fuertes (poder judicial independiente y rápido, organismos reguladores independientes), para crear un entorno que premie al que crea mayor valor y no al más tramposo o al amigo de Bárcenas.
Por eso, las personas serias como Luis Garicano buscan imitar a los países del Norte de Europa. En cambio, la Verdadera Izquierda tiene como referente a los caudillos populistas latinoamericanos, que se dedican a imprimir moneda masivamente, y cuando, como consecuencia, baja el valor de la moneda y suben los precios denominados en ella, la culpa es un «guerra de la burguesía».
De manera similar, para la gente seria como los juristas del blog Hay Derecho se lucha contra la corrupción protegiendo la independencia de la justicia, y de organismos reguladores; mientras que la Verdadera Izquierda se llena la boca hablando de corrupción pero la única solución es echar a los otros que son malos y ponerme a mí que soy bueno, como los caudillos latinoamericanos. Estos caudillos, que son el referente de la Verdadera Izquierda en España, han eliminado toda separación de poderes, acumulan todo el poder en manos del Presidente, y por tanto allí no hay menos corrupción, sino mucha más.
Cuando la banca alemana ha prestado ingentes cantidades de dinero a las cajas españolas, sabiendo para lo que era, asumieron riesgo, estaban especulando, y ese dinero se evaporó…Alemania presta a España para meter ese dinero en las cajas para devolver ese dinero a sus bancos alemanes.
Es decir, Alemania ha obligado a nacionalizar la deuda privada española, aumentando la deuda pública española. Lo lógico hubiese sido decir, chicos, quedaos con Bankia, la otra la otra y la otra…
Se forzaron tipos de interés bajos para financiar la reunificación sabiendo que en países en otros países no convenían esos intereses tan bajos y que se producirían burbujas inmobiliarias (Irlanda, España, etc)…y ojo, no sólo eso, aparte de forzar al tipo oficial del dinero no óptimo para todos…sus bancos se dedicaron a «calentar» el ladrillo. Pero cuando se tuercen las cosas ellos recuperan.
El capitalismo alemán mola…que me equivoco en mis inversiones…viene la Merkel y fuerza a que nos devuelvan lo perdido, que no somos competitivos en paneles solares…ponemos arancel…eso sí, esas reglas sólo para los señoritos….al resto que los machaquen los chinos.
¿Lo ves? Toda la culpa es de Alemania, que son malos, nosotros somos los buenos.
Para empezar, Alemania no obligó a España a nacionalizar la banca. Toda la socialización de pérdidas se produjo entre 2008 y 2011 mediante las emisiones de deuda avaladas por la Administración. Una vez más, fue una decisión política de los gobernantes españoles, silenciada por todos los medios de comunicación y partidos políticos, pero toda la culpa es de Alemania. (El único medio de comunicación que trató este tema con transparencia, que pidió muy repetidamente que las cajas quebradas fueran declaradas insolventes fue el blog Nada es Gratis, al que la Verdadera Izquierda descalifica como neoliberal)
De verdad, ¿cómo se puede ser tan deshonesto?
Además de lo ya dicho en un comentario anterior sobre Bankia (ahora mismo está pendiente de moderación), España tenía todas las competencias en política fiscal (desgravación por compra de vivienda) y los bancos y cajas están supervisados por el Banco de España. No sé qué relevancia tiene que el tipo de interés lo marque el Banco Central Europeo si el Banco de España puede decidir exactamente cuánto pueden prestar, qué requisitos de capital deben tener, qué parte del crédito total que se puede dar se consume según qué tipo de préstamo.
Y el crédito interbancario es un mecanismo saludable. Es lógico que los países a los que sobra ahorro como Alemania presten a los que falta ahorro. Eso contribuye a disminuir la desigualdad si se usa juiciosamente. Y no fueron ni mucho menos préstamos especulativos. Los tipos de interés de las cédulas fueron bastante bajos por lo general (entre el 1 y 2 %). Nos prestaban porque confiaban en nosotros.
Lo mismo que las cajas a los particulares para comprar pisos….»confiaban».
En todo caso, no sabía yo que la deuda privada entre bancos «puede tener a posteriori garantía del estado» como ha pasado.
Creo que en las justas respuestas que te has merecido, se han dejado de lado los problemas que ha tenido la banca alemana:
Alemania tenía (y sigue teniendo) un gran superávit por cuenta corriente. Eso significa que en el país exporta más que importa, se ahorra más de lo que se invierte o si lo prefieres, entra «dinero».
Los depositantes alemanes son los tenedores de ese dinero (pasivo bancario), que los bancos alemanes intermedian ¿cómo? como hacen todos los bancos: tienen que invertir, y lo hicieron adquiriendo deuda de otras entidades bancaris o deuda pública…
Cuando vinieran mal dadas, una gran cantidad de bancos alemanes tuvieron pérdidas por la caída de las cotizaciones en los mercados de bonos (tanto grandes bancos como landsbanks a porrillo…)
Pero quizás todo esto no interese porque no casa con la historia que se quiere montar…
Exacto. Ni tampoco se cuenta que en Alemania la carga fiscal es brutal y la economía sumergida, aunque también existe, es mucho menor. Ni que antes de que la burbuja estallara y se montara la que se montó, comenzaron a implementar reformas (flexibilizaron el mercado de empleo, tenían copago sanitario y siguen teniéndolo para muchas cosas y un largo etc). Pero claro, eso no le hace gracia a nadie cuando lo sufre en carne propia y quien lo hizo pagó el coste político. Schröder y su agenda 2010 aún hoy son muy impopulares y la gente se lo dejó claro en las urnas. El hombre podía haber seguido sin mover ni un dedo para que el personal siguiera feliz y cuando se fuera todo al carajo culpar a la UE, a la oposición a la RDA o a la madre de los tomates, como ha hecho mucha gente, en otros países de Europa, que no hizo caso a quien le avisó de lo que venía. Efectivamente esto no casa con la historia que se quiere contar.
Apasionante discusión de Juan y de Ramón García que me tiene dividido. Creo que al final los dos tienen razón.
Respecto a la intencionalidad de Alemania creo que no tengo dudas porque, si por ejemplo, yo pertenezco a una comunidad en la que se me exige (por su composición) como ahorrador el prestar dinero a quien no ahorra y como en toda comunidad nos conocemos a fondo todos los miembros y sabemos cómo funcionan en cada circunstancia, he de suponer que si se lo presto al más bandarra, éste se lo pulirá en putas, juego y alcohol. Dicho en otras palabras: no puedo creer que mientras fluía el crédito no se tuvieran noticias de a dónde iba a parar la guita y si no había control, esto se podía haber solucionado con un acuerdo previo exponiendo unas bases para cumplir. Si no se hizo me lleva a pensar que Alemania preparó este movimiento estratégicamente.
Por otro lado, estoy con las recetas que apunta Ramón García en su enlace aunque no termine de creerme del todo que todos los partidos de izquierda propongan soluciones bananeras ¿seguro que ninguno propone soluciones tipo norte de Europa al menos en algún campo?
Como endeudó a Grecia (aparte de sus problemas de corrupción y el maquillaje de Goldman Sachs para entrar en el euro) fuertemente para comprar armamento innecesario. Todo el dinero que presta Alemania como estado vuelve en compras en seguida (excepto lo robado por cursos de formación).
Parte del ahorro alemán financia la producción de su industria pesada vía endeudar a otros que a lo mejor no están gastando en lo necesario sino en «lo que se les financia».
Se les financia a punta de pistola, no? «O coges la pasta y la gastas en lo que yo digo o te invado, te ocupo y te aniquilo». Menuda peli….
Nadie duda de que los políticos españoles (bueno, y los ciudadanos españoles también) han sido los máximos responsables de todo el fiasco de la pasta europea pero… Lo que me cuesta de creer es que los Alemanes no supieran a quien dejaban la pasta ni en qué la estaban empleando. Dudo que no se dijera nada por la «no intromisión en políticas de otros territorios». Esa no cuela. Repito: si no se puso una condición o seguimiento, o bien se me escapa algo (tipo impedimento por parte de alguna directriz europea) o bien era una baza que valoraron jugar, y todavía me pregunto si premeditadamente.
No sé. A lo mejor soy el único que se hace esta pregunta…
Exacto. Resulta que si Grecia decidió seguir haciendo lo que ha hecho desde siempre, mantener su particular guerra fría con Turquía, con el elevado gasto militar correspondiente (Grecia tiene menos de 12 millones de habitantes, Turquía casi 75) la culpa de eso es de Alemania que por medios misteriosos «endeudó a Grecia… fuertemente para comprar armamento innecesario».
Pues va a ser que no, que Grecia compró ese armamento por decisión propia – decisión que no tenía nada de nueva, dicho sea de paso – y que teniendo en cuenta la política turca en Chipre (que invadió en 1974 para impedir su anexión a Grecia, con pleno éxito) eso de «innecesario» es cuestión de opiniones.
Y aunque no venga del todo a cuento no me resisto a comentar que el conflicto de Chipre en 1974 tiene más de un paralelo con la situación actual en Ucrania.
@Ramón García
«Frente a un mundo globalizado, hay dos alternativas: el modelo de los países del norte de Europa (alto nivel educativo e instituciones fuertes y salarios elevados) o el modelo de Venezuela (subvenciones indiscriminadas que se financian imprimiendo moneda que conduce a hiperinflación).»
¿aceptaría usted la posibilidad de que este planteamiento suponga un falso dilema? ¿no hay una tercera alternativa: salarios bajos, nula protección laboral y social, alta desigualdad?
yo también estoy por ser como los norte-europeos, solo que no me gusta mentir. Por muy bien que lo hagamos según esas recetas supuestamente ineludibles, no conseguiremos ese estatus ni en medio siglo. Esto debería decirse siempre, para que las generaciones actuales no crean, engañadas, que ellas lo verán. No veo que se luche contra ese engaño, más bien se fomenta.
«Si los países del norte de Europa pueden ser competitivos en mundo globalizado, no hay razón alguna por la que España no pueda serlo.»
¿se da cuenta de la ligereza de esta afirmación? es como o decirle a un ciclista mediocre «no te dopes, hombre, sólo con esfuerzo llegarás a ser como Induráin. No hay razón alguna por la que no puedas conseguirlo»
Eso depende de nosotros mismos.
El camino está claro: un sistema judicial rápido e independiente, para que crezca la empresa que lo hace bien y no la más tramposa; y nivel educativo.
Sobre los salarios bajos, hay que aceptar que estos son necesarios, en cierta medida, como incentivo para formarse y valer más. Es más eficaz como forma de lograr la igualdad tener un buen sistema de becas. El que estudia debe ver que si no lo hace va a ganar menos.
Llevamos demasiado tiempo pensando en el corto plazo y mira como nos ha ido. Habrá que intentar cambiar.
Viví en Argentina todo el 1997, con moneda fuerte con esa falsedad llamada «convertibilidad» (Ménem-Cavalho), y con estructura salarial que hacía que en una empresa de 20 personas el empleado (no dueño) que más ganaba multiplicara por 20 el salario del que menos. Eso excluye del consumo a mucha gente, y al final genera violencia.
La pregunta sobre competitividad, ¿está más formado un barrendero en Suecia que gana mucho más que uno aquí? A lo mejor ese «achatamiento de los rangos salariales» es lo que permite tirar del consumo interno, y que se compren más bienes nacionales igual más caros que los importados, y mantener fabricación local y sus correspondientes empleos.
Y Ramón, no se si UPyD incorpora las ideas de Garicano, pero no se si lo de 1 diputado / 6 asesores (UPyD en Asturias) es muy coincidente con las ideas de este.
Sobre Argentina, el fallo de la «falsa convertibilidad» es que Argentina es una país con muchas barreras internas a la competencia. Muchísimas actividades están bloqueadas mediante cárteles de la competencia empresarial. Esto reduce mucho la competitividad de la economía argentina y es lo que obliga a compensar estos fallos mediante devaluaciones monetarias.
Esas empresas mal gestionadas son una consecuencia de ese sistema donde la actividad empresarial depende más de a quien conoce uno o donde nace que lo que uno es capaz de hacer.
Para tener mucha competencia es necesario 1) eliminar barreras artificiales 2) organismos reguladores independientes que impidan los pactos de precios.
Por desgracia, la Verdadera Izquierda ignora estos temas. Algo muy triste, porque tener mucha competencia aumenta el poder adquisitivo de los trabajadores porque reduce los precios. (ver el caso de la CNMC y el enlace allí al debate parlamentario). Si se le aplica libre competencia al trabajador pero no al empresario, entonces es cuando se producen grandes pérdidas de poder adquisitivo.
Sobre Suecia
Los países nórdicos tienen un mercado laboral flexible, sin indemnizaciones por despido. A cambio, los trabajadores en paro tienen ayudas durante mucho tiempo, pero a cambio se vigila que realmente estén buscando trabajo y se les obliga a aceptar ofertas o pierden la ayuda.
Se conoce como «flexiseguridad»
Suponen que es bueno que una empresa quiera ganar lo máximo posible, que pueda contratar y despedir libremente para facilitar adaptarse a los cambios. Y que hay que proteger al trabajador, no al puesto de trabajo. Facilitar a éste que no se quede desamparado ante los cambios.
Salvo algún detalle (creo que sí debe haber indemnización por despido) pienso que la idea es buena.
Las diferencias salariales son necesarias como señal para estimular unas actividades. Un ejemplo fue toda la gente que dejó los estudios para poner ladrillos, destruyendo mucho capital humano. Un mercado laboral que genera señales incorrectas hace mucho daño. Y esta es una de las principales causas del paro: toda la destrucción de puestos de trabajo se ha producido en gente sin título universitario según la encuesta EPA.
Si en Suecia los salarios son más altos es gracias a que el nivel educativo del país es más alto. Porque la izquierda de allí acepta que la igualdad debe ser de oportunidades no de resultados. Todo lo contrario que los peronismos y buenrollismos de Pablo Iglesias y similares.
El tema es cuando los salarios altos son por puestos «a dedo», selección por tener 4 apellidos, etc.
Y faltaría saber ese «más altos» que multiplicador autorizamos…porque en Suecia no es mucho y aquí empieza a ser como en Sudamérica, generarndo sociedades de extrema desigualdad.
No dejo de leer y oir, desde que empezó la crisis, que la panacea a todos los males de los españoles vendrá del aplicar tal o cual medida proveniente de un presunto «modelo nórdico», sirviendo normalmente tales medidas para confirmar cualesquiera que sean los sesgos del comentarista.
Así, no puedo evitar concederle que probablemente ha encontrado vd. dos de las muy pocas cosas que puedan tener en común las sociedades nórdicas: Un enorme énfasis en la educación y un sistema judicial saneado. Y, quien sabe, si realmente lograsemos transladarlas a España, muy probablemente seríamos un país mejor.
Sin embargo, y por centrarme en algo que conozco, no creo que la solución al problema educativo español pueda ser algo tan superficial como «un buen sistema de becas». Y no estimo que sea por la existencia de una «cultura nórdica», superior y diferenciada, sino por lo jodidamente podrido que está el sistema educativo español.
España necesita una revisión completa de su sistema educativo, sobre todo, en la educación obligatoria. Hasta que no nos quitemos de la cabeza nociones como que segregar alumnos por rendimiento está mal o que es remotamente bueno que los profesores sean funcionarios, por mencionar algunas de las peores carencias, no vamos a ir a ningún sitio. Pero, ¿Quien le va a meter mano a la educación pública? ¿Quien va a tener los cojones de modificar un sistema que da de comer a tanta gente? ¿Cual, de los partidos existentes, va a arriesgarse a que se le eche al cuello un sector tan enorme por moverle un status quo en el que están tan cómodos?
Y aquí viene la principal diferencia entre los paises nórdicos y España. Esa que rara vez se menciona, pero que es la principal razón del éxito de los paises nórdicos:
Que son cuatro putos gatos.
Hay el doble de profesores en España que gente en Islandia y más alumnos en España que gente en cualquier pais nórdico, menos Suecia (Y sólo por millón y medio). Ellos pueden permitirse modificar cualquier parte de su sistema educativo (O judicial, o político…) con facilidad, ya que las infraestructura a cambiar es ridícula cuando se compara con el mamotreto español.
¿La «solución», en mi opinión? Movernos hacia un sistema más federal, que parta España en trocitos más manejables, que si en Asturias quieren tener un sistema educativo tipo holandés, y en Andalucia, uno canadiense, no haya nada que se lo impida. Las comillas vienen, por supuesto, de que la contrapartida a molestar a 600.000 y pico profesores y alrededor de 8 millones de alumnos, sea molestar a los 47 millones y pico de españoles.
Pero si se lograse, podríamos hablar de poder evolucionar hacia algo que se parezca remotamente al sistema nórdico. Que demonios, podríamos hablar de evolucionar. Ahora mismo, lo único que se puede esperar de España es un lento y agónico movimiento de arrastre hasta el futuro, hundida bajo el peso de unas instituciones poco funcionales, pero demasiado grandes para que nadie quiera meterles mano.
Estoy de acuerdo en que la educación no es sólo dar becas, también es introducir incentivos adecuados (aunque no mezclaría el federalismo). Pero un comentario no da más de sí.