No hay transición sin traición. Más específicamente, cuando se pretende pasar de un régimen no democrático a una democracia, hay dos caminos disponibles: el cambio pactado o la ruptura con uso o amenaza de la violencia. El coste de la segunda vía, aparte de (quizás) una mayor probabilidad de fallo, es la sangre derramada y la obtención de unos resultados más lejanos de lo que desearía el ciudadano más cercano al régimen existente. Es por eso mismo que el coste de la primera opción es obtener unas instituciones comparativamente más parecidas a lo que ya existían. Por tanto, cualquiera de los dos finales dejará a un grupo de extremistas de un lado o del otro particularmente descontento. Si además se considera que no son éstos dos caminos separados, sino un continuo en el cual las partes implicadas pueden situarse más cerca de un extremo o del otro, es posible que el balance acabe por dejar a ambos extremos insatisfechos. Es por esto que no hay transición sin traición: ubicarse en la posición de lograr un pacto requiere renuncias y moderación. Desde el punto de vista de los maximalistas, requiere traición.
Suárez fue un traidor necesario del régimen franquista.
El Presidente fue tan traidor que cruzó una de las líneas rojas marcadas por los militares, legalizando el Partido Comunista (con la ayuda indispensable de otro ilustre traidor, Santiago Carrillo). Después cruzaría otras muchas. Y la economía se hundiría bajo sus pies. La situación era tan insostenible entonces que tuvo el peor final posible a su presidencia: dimisión forzada y golpe de Estado. El golpe fue, de hecho, la expresión de descontento de los extremistas del régimen. De quienes consideraban a Suárez y al resto como traidores. Porque, de hecho, lo eran.
Tres traidores se quedaron en pie el 23 de febrero, desobedeciendo las órdenes respaldadas con disparos del coronel Tejero. Suárez y Gutiérrez Mellado, traidores al pasado. Carrillo, traidor al futuro. Javier Cercas parte de este instante en su libro para esbozar esa traición. Que no fue heroica al uso, ni fue planeada desde el principio, pero que fue, y eso es lo importante. Como lo es que el golpe no implicó una regresión en nuestras instituciones. No saboteó la Transición.
Si yo hubiese estado vivo y con uso de razón política entre 1975 y 1981, es muy probable que hubiese deseado y luchado por un cambio más profundo. No me habría gustado, posiblemente, ofrecerle la Jefatura del Estado a un individuo no sujeto a elección popular designado como heredero por el dictador recién fallecido. Tampoco me habría mostrado favorable a un sistema electoral obviamente diseñado para favorecer mayorías de UCD. Ni consideraría de recibo tener un Senado que no es una auténtica cámara de representación territorial, aparte de otros muchos aspectos del modelo de Estado tales como la falta de corresponsabilidad fiscal de las Comunidades Autónomas. La poca separación de poderes no habría sido de mi agrado. La lista sigue, y en realidad es la misma que la de muchos que pretenden una especie de segunda Transición que enmiende los supuestos errores de la primera. Algunos de ellos parecen estar poco dispuestos a reconocer el trabajo de Suárez, y de otros como él. Evalúan su rol en función de cómo se parecen los resultados de la Transición a lo que ellos hubiesen preferido. Y aquí reside, creo, el error.
Deberíamos valorar el legado de Adolfo Suárez en función de su grado de traición al régimen del que salió. Su importancia reside en la capacidad para forjar un consenso determinado que maximizó las probabilidades de supervivencia de la democracia (golpe incluido) y minimizó la sangre derramada frente a los escenarios alternativos. Ni el resultado fue perfecto, ni podemos repetir ad infinitum la historia de España para comprobar qué habría pasado de haber optado por otro punto en el continuo pacto-ruptura. Lo que sí podemos afirmar es que, hoy por hoy, tenemos una democracia y un Estado de derecho considerablemente sólidos. Y, lo que es más importante: tenemos un país que es probablemente capaz de resistir un debate sobre una reforma de sus instituciones fundamentales. Así que solo nos queda agradecer a Suárez, y a otros muchos que con él vinieron y se fueron, sus traiciones. Y seguir adelante.
Lo que diferencia una transición de una ruptura no es necesariamente la sangre o la violencia, sino la capacidad de integrar mediante el pacto a la gran mayoría (la totalidad es imposible) de la sociedad en un proyecto común, frente a la imposición de un modelo que supone la victoria de unos sobre otros, y por tanto excluye a una parte importante de esa misma sociedad. La II República se proclamó sin sangre ni violencia, pero representó una ruptura que dejó fuera a una parte significativa de la sociedad, que a partir de entonces se convirtió en el enemigo. Y así fue creciendo la sangre y violencia que no hubo en su nacimiento, hasta desembocar en la guerra civil.
Es difícil saber lo que hubieras deseado y por qué hubieras luchado de haber estado vivo y con uso de razón política entre 1975 y 1981. Quizás hubieras sido una persona distinta y con opiniones distintas a las que tienes ahora; quizás temas como quién ocupa una jefatura del estado predominantemente simbólica o el papel del Senado te hubieran parecido nimiedades ridículas frente a los problemas y peligros del momento. Seguro que la gran mayoría querían algo distinto a lo que fue, unos por más y otros por menos. Nadie sabía muy bien cómo acabaría todo, pero lo que estaba claro es que la gran mayoría quería paz, quería que se acabaran las dos Españas. Y cada vez que alguien quería tensar demasiado la cuerda (ocurrió con el PSOE en algunos momentos, que se mostraba más reacio y exigente que el PCE) notaba que perdía apoyos entre gran parte de la sociedad, que todavía recordaba la guerra civil y tenía muy claro lo de Nunca más.
Estoy de acuerdo con Abúlico. Hablo de recuerdos de un adolescente de aquella época. Cuando murió Franco estaba en primero de carrera fuera de mi ciudad natal a un mes de hacer 17 años y 3 después voté por primera vez, con mi padre, un profesional sin antecedentes ni continuación en política- presentándose al Senado por mi provincia natalen una lista independiente apoyada por todos los partidos de entonces, salvo UCD claro que barrió aunque mi padre fue el único que salió de la terna que se presentaba con él. Por cierto y haciendo un paréntesis, una de sus intervenciones fue en contra de la transmisión monárquica con precedencia al varón que no se aceptó entonces (1978-79). Volviendo al tema, la referencia la doy para que se entienda que el nivel de politización en casa era muy alta y lo que habia era miedo a que se repitiera lo del 36 por parte de todos, izquierdas y derechas. Por esto salió la Transición adelante creo yo también. Después pasó lo del 23-F y mi padre era el primero en una lista de personas a pasear en nuestra ciudad, fue un envalentamiento de la extrema derecha y una parte del ejército.
Pasadas un par décadas comenzó la vuelta a atrás al hilo de La Memoria Histórica con un sesgo importante en mi opinión, que ha dado lugar a una polarización de los incondicionales de cada lado del espectro político, cuando las circunstancias que dieron lugar a aquello no se dan ahora, por mucha crisis que estemos viviendo, para mí la crisis primera es la de la corrupción.
«(…) frente a la imposición de un modelo que supone la victoria de unos sobre otros, y por tanto excluye a una parte importante de esa misma sociedad» – Bueno, a eso precisamente me refería con los extremos descontentos, pero tú lo has dicho mucho mejor que yo 🙂
«Es difícil saber lo que hubieras deseado y por qué hubieras luchado de haber estado vivo y con uso de razón política entre 1975 y 1981» Sí, por supuesto, pero es una figura retórica que empleo para apuntar precisamente que lo importante no es cómo de cerca está el resultado de mis preferencias hoy, sino de las del votante mediano de entonces (esa gran parte de la sociedad que no quería dejar que la cuerda se tensase).
Ha sido un gran político, con una escala de valores, que los gobernantes actuales deberían imitar.
Creo que de ahí iriamos a una nueva España, que era la que Suarez seguro hubiera conseguido de no haber tropezado con los innumerables problemas que surgieron en su mandato
Gran Presidente y Gran Persona.
http://www.youtube.com/watch?v=G-kJVmEWWV8
Gracias Señor Suárez .
¿Cuánto de aquel contrato social queda? ¿Cuánta indignidad somos capaces de tragar? ¿Cuánta traición? Ahora el CIS da cuenta de en que se ha convertido la «clase política», en un problema que llena de preocupación a los españoles, y a estas alturas, los pactos y el régimen del 77 mueren junto a Suarez.
Estamos hartos de gatopardismo, de que todo cambie para que todo siga igual, del todo atado y bien atado, y de los muertos abandonados en las cunetas. La ascensión en los medios a los altares de todo lo bueno y santo de Suarez da buena cuenta de que significó en realidad la transición para aquellos que tenían algo que perder tras el franquismo. Y por supuesto, que significó para todos los demás.
[…] de la Moncloa y de lo nocivo que fue Suárez para la política española. Como dice Jorge Galindo, Adolfo Suárez fue nuestro traidor, el traidor falangista reconvertido a demócrata que consiguió instaurar la Democracia en España […]
Detras de mi vendrá el que bueno me hara
Gracias por su artículo; entre los elogios y los destrozos, encuentro su exposición la más cercana a la verdad y a la razón.
En positivo: pilotó una transición.
En negativo: no pilotó una ruptura.
Me explico: no se depuró ni la Administración ni el ejército. Empresarios adictos, altos funcionarios y políticos significados prosiguieron sus carreras como si nada (vale, la mayoría de los que eran ministros con Franco se jubiló -comfortablemente- y ahí acabó todo). Se evitó toda revisión del pasado ( y de paso de todo el sistema) con la infausta ley de amnistía política todavía vigente. Y votamos una Constitución con muy poco debate y con campaña masiva a favor del Sí del Estado mientras se nos recordaba cada día que los sables en los cuarteles hacían «chis chis». ¿Había realmente tanto «chis chis»? Es que ya hasta dudo de ésto.
No digo que la tarea de Suárez no fuera meritoria, pero fue incompleta. Y quizás él no pudo realmente hacer más. Pero sus sucesores, PSOE incluído, no tienen perdón.
El ambiente era irrespirable en Madrid. Cuando mis padres volvieron del extranjero en el 78 se les hacía insufrible vivir en la capital y se mudaron a una «capital de provincias» de donde soy y donde si se podía encontrar bastante más paz.
Yo creo que la ruptura que tu dices se hubiera encontrado no solo con más sangre sino que probablemente con menos apoyo popular que la transición que tuvimos.
Lo que si puedo entender no es tanto la crítica a lo que se sacó en ese momento sino el inmovilismo a la hora de corregir los defectos de esa constitución, cuando la sociedad y el contexto han cambiado mucho.
Ah y sobre los funcionarios (aunque no altos), tengo la experiencia cercana de quienes eran funcionarios en esa época y al llegar la democracia y los nuevos gobiernos socialistas veían como los que entraron en la época franquista eran ninguneados y como personas sin formación ni experiencia ascendían por tener el carnet de UGT o del PSOE. ¿Como se justifica politizar la administración?.
En cuanto a Suárez, para mi la crítica a este hombre no se la merece por como pilotó la transición a nivel constitucional, sino el gobierno en sus asuntos más mundanos, su incapacidad de adaptar la economía del país y la legislación civil (algo más comprensible en un partido conservador que al menos aprobó el divorcio) a las nuevas circunstancias. Eso es lo que le hundió y lo que llevó al país a una enorme crisis.
Claro, claro honrados funcionarios franquistas repletos de méritos y analfabetos militantes de la UGT. Pero de verdad alguien puede decir en serio esta chorrada y hacerla pasar por argumentación seria.
Habría cualificados funcionarios procedente del franquismo y zotes de tomo y lomo, hombre lo de funcionarizar a los empleados del Sindicato Vertica y el partido único Movimiento Nacional, tampoco fue una medida que ayudara a la dignificación de ese colectivo; Y habría nuevos empleados públicos con carnet de UGT capaces y zotes, pero lo de ningunear a los funcionarios más mayores, según ellos, sigue siendo hoy día el clásico y típico motivo de queja del funcionario en etapa previa a la jubilación, eso de «qué sabrán estos niñatos».
Primero, no tergiverses por favor. He dicho funcionarios que habían entrado en la época franquista que no es lo mismo que funcionarios franquistas. Quién me lo han contado era un observador imparcial (y votante del PSOE). No era de esas personas que se vieron perjudicadas porque ella no era de esas tituladas con una plaza ganada mayor, pero si podía ver como amigos suyos por tener el carnet ejercían en puestos por encima de lo que se habían ganado por oposición (y sin ninguna formación para ello). Te encontrabas un equipo de abogados dirigidos por una persona que no había estudiado derecho.
¿Que esto ha pasado al revés con el franquismo? Segurísimo, ella misma ha convivido con más de uno de esos enchufados en la Embajada en Londres, y con «comisarios políticos» franquistas. Pero lo hecho por unos no justifica la revancha.
Por último, no he dicho que los franquistas fueran muy listos y los socialistas unos analfabetos. Si me prejuicio va hacia algún lado es que la gente con formación son más de izquierdas. Al menos en mi entorno de amigos es así.
Mi padre era funcionario en aquella época, tras el fin del Franquismo y al llegar los socialistas se afilió a uno de los dos ‘grandes’ sindicatos (no recuerdo a cuál de los dos).
Lo hizo pensando en trabajar por y para sus compañeros, buscando la forma de mejorar las cosas.
Pero por desgracia se encontró con un montón de ‘listos’ y mangantes que tan solo llegaban para sustituir a los ‘listos’ y mangantes que había antes. Enseguida descubrió que allí la gente iba a trincar lo que pudiesen, como trincaron los de antes.
El remate vino cuando le quisieron convencer para que firmase en favor de quitar algunos derechos de los funcionarios a cambio de conseguir beneficios para él y un ascenso. Aquel día les rompió el carnet del sindicato en la cara y les dijo que no quería tener nada que ver con una panda de sinvergüenzas que poco tenía que envidiar a los de antaño.
El resto de su vida como funcionario la pasó en una pequeña oficina de Madrid, trabajando con 3 compañeros que también renegaron de todo aquello, sin ver en su vida un solo ascenso pero con la conciencia limpia por no haberse vendido. Mientras tanto vio durante años como llegaban y pasaban muchos enchufados, y cómo les fueron recortando los derechos que les vendían como ‘mejoras necesarias por el bien común’.
Lo que hizo Suarez en la Transición estuvo muy bien, consiguió el consenso suficiente para que los militares y más ultras herederos del Franquismo no la liasen parda, abriendo el camino a la construcción de un país libre y mucho mejor.
Pero por desgracia quienes vinieron después de él se dejaron corromper enseguida por el poder y el dinero que les ponían delante a cambio de ir cediendo en cosas ‘necesarias’ para mejorar la competitividad del país.
Adolfo Suárez y la Transición cumplieron el objetivo fundamental, conseguir una democracia sin un enfrentamiento armado entre bandos (con sus fallos, como todas, pero es una democracia).
Se ha dicho mucho y es verdad, fue un hombre de estado, y un mal político, pero hizo su trabajo y creo que lo hizo muy bien. Pese a que muchos hoy cómodamente desde su sillón y por twitter digan lo contrario, gracias a los «traidores» de la Transición, hoy tenemos una democracia imperfecta como todas. Muchos de los fallos que hoy se le atribuyen a la Transición, creo deberían ser asumidos por los que en los años posteriores, con un contexto mucho más favorable y ya en una democracia consolidada, no tuvieron el valor que si tuvieron los «traidores» de la Transición para hacer los cambios que creyeron necesarios por el bien del país, pese a los problemas que les pudieran acarrear tales decisiones para ellos mismos (y su futuro político); y eso es para mi una de las cosas que definen a un hombre de estado.
Con todos sus aciertos y todos sus errores, «chapeau» y Suárez.
Ya, bueno. Si esto va de escoger democracias imperfectas, no me importaría quedarme con la inglesa. O la francesa. Ya puestos.
Es que no va de escoger chaval, que esto no es un supermercado. Va de crearla tu y mantenerla, como una empresa. Las imperfectas democracias que tu quieres tienen siglos; aqui hubo que montarla desde los escombros del anterior sistema y en menos de cinco años.
Como bien dice PETERMAN, poco tiene que ver la historia y la situación de unos y de otros. Las imperfecciones de España, no se deben sólo a su «fundación», digo yo, que los que vinieron después alguna responsabilidad tendrán, ¿o vamos a ampliar el rango válido para el argumento de «la herencia recibida» a los últimos 40 años?
[…] – Jorge Galindo: “Suárez, nuestro traidor“. […]
La mayoría de los que sí teníamos uso de razón política en aquel entonces, y de todas las tendencias, asistimos estupefactos al actual espectáculo del revisionismo, y como la «memoria histórica» nos ha vuelto tan desmemoriados. La transición se hizo como se pudo, pues es cierto que tuvo unos límites pragmáticos que ahora se nos echan en cara a toda la generación que intervinimos en ella, pero también se hizo como se quiso, pues fue expresa voluntad de una inmensa mayoría no mirar atrás, y no por cobardía sino porque quisimos, izquierda y derecha, entendernos y hacer un pais. Ahora un montón de cantamañanas muy valientes dicen que debimos haber hecho esto o aquello. Si el pacto social se ha roto, no es culpa de quienes fuimos capaces de pergeñarlo y sostenerlo en momentos dificilísimos, sino de los que han venido detrás y lo han roto con sus partidismos, sus clientelismos y su corrupción ilimitada. ¿Es culpa de Suarez o Carrillo, y los millones que estábamos detrás que las gentes de ahora se traguen, nos traguemos, y voten a los mangantes? ¿Es culpa de Tarradellas, Roca o el primer Arzalluz que ahora cada nacionalidad, pueblo o barrio quiera tirar por su lado insultando de camino al resto del pais? Había un sentido común de nación (imprescindible para que un pais exista) que ahora estamos demoliendo poco a poco, pero la culpa no es de los que se entendieron antes sino de los que rompen ahora. Ya está bien de chorradas, si se me permite la expresión. Suarez, al que nunca voté, demostró ser el mejor político que ha tenido este pais en cien años.
¿Qué derecha quiso entenderse y hacer un país? ¿La que votó en contra de la Constitución? ¿La que alentó varios intentonas de golpe de estado? ¿La que destrozó la plataforma electoral del presidente por ambiciones personalistas para acabar en el partido de Fraga? ¿Qué pacto social hubo en la transición que se haya roto ahora?
Es posible que la transición resultara lo mejor que podría haber salido viniendo de donde veníamos. Pero eso no debe hacer que la sacralicemos, ni mucho menos a quienes intervinieron en ella.
Seguramente, en la memoria de los españoles, Suárez es un mito porque fracasó. Porque lo intentó hasta el final y no lo consiguió. Somos un país que admiramos a los quijotes mientras los pícaros roban pan.
[…] de la Moncloa y de lo nocivo que fue Suárez para la política española. Como dice Jorge Galindo, Adolfo Suárez fue nuestro traidor, el traidor falangista reconvertido a demócrata que consiguió instaurar la Democracia en España […]
Yo, siendo franco, prefiero rupturas a cambios pactados si con quien se pacta es con una cuerda de asesinos, criminales, y cómplices directos de una dictadura que duró 40 años. Ya otra cosa son pactos entre las fuerzas democráticas, ya sean de derecha, centro, izquierda, células militares, sindicatos, patronales, etcétera. Nosotros en Venezuela, en 1958, tras la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez, optamos por el segundo tipo de pacto que describo. Todas las fuerzas que se habían aliado para echar al dictador firmaron diversos acuerdos en pro de garantizar la estabilidad de la nueva democracia, siendo el más famoso el Pacto de Punto Fijo (al cual luego se le echaría la culpa de la corrupción y el bipartidismo que habría en la posterior democracia) que básicamente garantizaba un gobierno de unidad nacional firmado por casi todos los partidos (excepto el Partido Comunista) ganara quien ganara las elecciones de ese año.
La Segunda República Española, vista desde lejos, a mi juicio constituyó una gran oportunidad para hacer dicha clase de pacto en España. Pero ya todos saben como salió…
Si la Transición española fue como fue, si se puede considerar héroes a Suárez, Gutiérrez Mellado y Carrillo por sus respectivas traiciones, fue por la falta de voluntad (por no decir cobardía) del pueblo español para unirse todos juntos en contra de la dictadura de Franco. Y esto ocurrió por dos razones. Uno, nos guste o no, aún hoy Franco goza de bastante respeto -considerando que debería estar en el olvido como mínimo por quien fue- entre los españoles, por varias razones que tomaría largo rato explicarlas. Dos, el miedo que había a la represión franquista.
Lo único que creo que medio justifica dicha cobardía ante la posteridad es el hecho de que el Ejército español estaba plenamente decidido a masacrar a todos aquellos que estuvieran dispuestos a enfrentar a la dictadura. No se podía esperar ninguna indulgencia o inhibición a matar civiles desarmados en protestas pacíficas.
¿Cobardía, miedo? «Una vez visto, todo el mundo es listo»
Exitazo lo de Venezuela, ¿no?
Que conste que nosotros al menos estamos luchando en la calle, y que la mayoría de los pueblos que son libres lo hemos ganado a hostia limpia, no con la necesidad de pactar con una cuerda de asesinos y criminales.
Tanta ruptura en Venezuela no habría, si un movimiento contra la dictadura militar se convirtió en un pacto contra el Partido Comunista, el discurso chavista tiene bastante razón en este punto. Aquí, al menos, Suárez legalizó el PCE.
Y si Pérez Jiménez no pactó es porque no tuvo ganas de condescender y prefirió vivir de las rentas en Madrid.
Más que miedo a la represión franquista había miedo a otra guerra civil.
¿Libres?,¿Venezuela?… ¿hola?!!
La transición en España fue perfecta( o casi), simplemente recordare que tras los cinco años de Suárez gobernaron los que perdieron la guerra sin que (casi) se derramara una gota de sangre (ese es el legado de Suarez y sus colaboradores, algo casi inaudito en la historia de la humanidad como bien apostilla Pablo, lo que probablemente le convierte en uno de los mejores revolucionarios de la historia), otra cosa es que el estado no sea perfecto, pero su imperfección sera catalogada de muy diferente forma según a quien preguntemos.
Por cierto Pablo, no pactar con los criminales o con los asesinos te puede terminar convirtiendo en eso, quizás no por matar a estos, pero se te convertirá en cómplice necesario de la guerra. Y es que la historia de España en el siglo XX se puede resumir burdamente en el conflicto de las «dos Españas» que tiene un pequeño periodo en el que unos mas o menos se imponen sobre los otros que se alzan contra los primeros dominándolos durante muchos años hasta que unos grandes señores se dan cuenta que para convivir sera necesario que las «dos Españas» pacten entre si, que la imposición de la una sobre la otra solo traerá desgracia y muerte.
@alci: El Pacto de Punto Fijo fue en pro de la democracia, no en contra del Partido Comunista, al cual fue legalizado y tuvo sus oportunidades de competir legalmente, hasta claro, que el triunfo de la Revolución Cubana los animó a la vía insurreccional contra un presidente electo democráticamente. Así que actuamos al menos de forma igual a Suárez. Lo que usted querría es que el PCV hubiera entrado en el primer gobierno de la democracia, con todo lo peligroso que hubiera sido eso en plena Guerra Fría.
Y no, Pérez Jiménez no pactó por que nadie lo quería. Déjese de tonterías. Nadie quería pactar con aquel criminal. No en vano fue apresado años después y tan solo la condición de USA que se lo juzgase solo por corrupción -pues fue USA quien lo extraditó- para evitar sentar precedentes en Latinoamérica sobre juicios a crímenes contra la Humanidad evitó que pasará el resto de sus días entre rejas.
En fin, es triste ver como se justifica la cobardía…
Las dos Españas debían unirse en contra del dictador que había masacrado y dominado al pueblo español. Si realmente el alma de la España conservadora era dictatorial y autoritaria, es por que el problema era mucho más profundo de lo que parece. En otras palabras, lo que debió ocurrir es que todos los españoles se unieran en torno a una democracia, ya fuera una monarquía o una República, que respetara a todos los ciudadanos fuera cual fuera su forma de pensar, excepto a los criminales de la dictadura del general Franco. Eso fue lo que logramos nosotros en 1958 y estamos a punto de volver a lograr ahora en la lucha contra el chavismo en la calle.
Gran político y comparado con los actuales, enorme diferencia. Fue un traidor sí, a lo que había que traicionar. Pocas sombras y muchas luces. Gracias.
[…] carismático, intuitivo. La pieza clave de una bóveda cimentada y construida por cientos de manos. Un traidor -por fortuna- convencido de que su papel era pasar a la Historia. Con Suárez se reproduce el […]
¡ Quién no comete algún error o se equivoca!, ¿Quién no?, creo que todos los podemos cometer. Pero algo muy importante, que fue un Señor que Construyó para bien, que Amó a su País, y a sus gentes, ¿ quien ama en la actualidad tanto a su País?, pregunto, ¿ no será que tenemos que replantearnos las personas muchas cuestiones?, ¿ no nos habremos traicionado a nosotros mismos, perdiendo los valores importantes de la vida?.
Señor Educado, Generoso y Valiente, no todo el mundo es valiente ni generoso ni educado en su más profunda esencia, porque aparentar podemos aparentar lo que queramos las personas.
Gran Señor con mucha luz.
[…] más de Suárez (los ha habido lamentables, como este de Luis García Montero, pero también justos, preciosos e inteligentes) y la Transición, sino un comentario al hilo de la enseñanza educativa de la Historia. Porque, si […]
Creo que perdemos una persona, ante todo, honrada. Con montones de fallos, pero la honradez era una de sus virtudes, y eso hizo que muchas otras cosas las hiciera bien.
Juzgarlo con los parámetros de la sociedad actual es un sinsentido. En aquel momento no se trataba de si senado o jueces eran esto o aquello, se trataba de reformar todo el estado que venía de la dictadura lo mínimo para que una democrácia naciera. Que hoy estemos donde estamos es señal de que no se hizo tan mal. A su memoria debemos el defender lo que tenemos y mejorarlo ahora que no tenemos los problemas que tenían entonces.
el señor adolfo suarez fue el unico presidente del gobierno que se merese mis respetos …FUE UN LEON BIEN NACIDO DESCANSE EN PAZ
vaya palizón de suarez,muerto está y no hay que darle más vueltas,todo el mundo alaba sus «cualidades» y nadie habla de sus defectos,como cuando dijo que el estudio de la fisica era idiota hacerlo en catalán,gran pensamiento de alguien que hablaba de democracia,el venía de la derecha y la «democracia ligth fué un pacto entre el mataelefantes y la derecha para que con las ganas que tenía el pueblo de sentirse libre no hubieran manifestaciones a favor de la república y de esta manera fuera factible la continuidad de gobiernos más o menos blandos siempre que la corona mantuviera el control que el dictador había dejado en sus manos,resumen que desde que murió franco las cosas siguen igual o parecidamente igual.
Lástima de tantos años perdidos,el futuro de españa estuvo en nuestras manos,lo malo fué confiar en los sres,con cara de honrados que supieron engañarnos con promesas que jamás cumplieron,como siempre la mejor arma del estafador es la buena fé y la desesperación de la gente
Aburrido: «nadie habla de sus defectos,como cuando dijo que el estudio de la física era idiota hacerlo en catalán,gran pensamiento de alguien que hablaba de democracia,»
Copia literal de la entrevista de ABC el 25/08/1976
«El presidente del Gobierno reconoce que todas las regiones tienen derecho al empleo de sus lenguas vernáculas. Pregunta: <> Respuesta: <>»
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1976/08/25/021.html
En cualquier caso, no sé para que me molesto, una persona capaz de decir que «desde que murió franco las cosas siguen igual o parecidamente igual» o no tiene la menor idea de la historia de España o es estúpido en grado superlativo (o ambas cosas a la vez, que todo puede ser). Podría mencionar tantas cosas: derecho a la huelga, a la manifestación, a la existencia de partidos políticos y sindicatos, divorcio, aborto, matrimonio homosexual (la homosexualidad era delito), a la libertad sexual (el adulterio era delito), igualdad de derechos para la mujer, justicia militar no aplicable a los civiles, autonomías, elecciones, pena de muerte, sanidad universal y gratuita, enseñanza obligatoria y gratuita hasta los 16 años (no todo era malo en la LOGSE), libertad de prensa… todo esto así a bote pronto, sin pensar mucho ni entrar en detalles.
Sería bueno que mucho joven ignorante viviera durante un par de años en una dictadura, para que así por fin supiese apreciar las diferencias.
Abulico, es así. Decir aque estamos como Franco es como proclamar; soy completamente tonto y nada de lo que digas me va a hacer cambiar.
No todas las opiniones son respetables, las que son fruto de la estupidez, la ignorancia, los complejos de clase o de cualquier otro tipo son sencillamente carne de papelera.
“Creemos haber llegado a la recta final de este proceso iniciado hace tiempo, del modo más racional y congruente con la sinceridad democrática: dar la palabra al pueblo español”
“Yo, señores, no solo no soy comunista sino que rechazo firmemente su ideología, como la rechazan los demás miembros del gabinete que presido. Pero sí soy demócrata, y sinceramente demócrata. Por ello pienso que nuestro pueblo es suficientemente maduro como para asimilar su propio pluralismo. Pienso que este pueblo nuestro no quiere encontrarse fatalmente obligado a ver las cárceles llenas de gente por motivos ideológicos. Pienso que en una democracia todos somos vigilantes de nosotros mismos […], que entre los derechos y los deberes de la convivencia figura el de aceptar al adversario y, si hay que hacerle frente, hacérselo en competencia civilizada”.
“No me voy por cansancio. No me voy porque haya sufrido un revés superior a mi capacidad de encaje. No me voy por temor al futuro. Me voy porque ya las palabras parecen no ser suficientes y es preciso demostrar con hechos lo que somos y lo que queremos […] Mi desgaste personal ha permitido articular un sistema de libertades, un nuevo modelo de convivencia social y un nuevo modelo de Estado. Creo, por tanto, que ha merecido la pena”
“No me he quejado en ningún momento de la crítica. Siempre la he aceptado serenamente. Pero creo que tengo fuerza moral para pedir que, en el futuro, no se recurra a la inútil descalificación global, a la visceralidad o al ataque personal porque creo que se perjudica el normal y estable funcionamiento de las instituciones. La crítica pública y profunda de los actos de Gobierno es una necesidad, por no decir una obligación […] Pero el ataque irracionalmente sistemático, la permanente descalificación de las personas y de cualquier tipo de solución con que se trata de enfocar los problemas del país, no son un arma legítima”.
“Deseo para España, y para todos y cada uno de ustedes y de sus familias, un futuro de paz y bienestar. Esta ha sido la única justificación de mi gestión política y va a seguir siendo la razón fundamental de mi vida […] Muchas gracias a todos y por todo”.
DEP
Este hombre fue complice de los crímenes de lesa humanidad durante el franquismo del que jamás pidio perdón y deberia haber sido juzgado en un tribunal internacional como hicieron con los dirigentes nazis, mientras este «demócrata de toda la vida» prosperaba económica y socialmente aprovechándose del franquismo, otros los pasaban en prisión o en el exilio por no comulgar con el régimen dictatorial de Franco, el síndrome de Estocolmo que tiene este país es para analizarlo muy seriamente que hace que los carceleros reciban honores y sean proclamados libertadores precisamente de aquellos a quienes esclavizaron y privaron de libertad, así que para mi hoy es un día para celebrar
Me olvidé de decir algo, Gracias al autor por este homenaje a D. Adolfo Súarez, por mi parte junto a este Gran Señor también deberíamos acordarnos que en su equipo hubo personas muy brillantes, Gracias a ellos también. Pusieron todas sus esperanzas y sabiduría en que nuestro País fuera lo mejor posible.
https://www.youtube.com/watch?v=yDhxKVuVYaY
Saludos.
«Este hombre fue complice de los crímenes de lesa humanidad durante el franquismo del que jamás pidio perdón y deberia haber sido juzgado en un tribunal internacional como hicieron con los dirigentes nazis»
Mira, buchu, cuando el Ejercito estaba dividido en 1936, aun así ganó la derecha. En 1978 hubiese ganado, pero mucho más barato: como en Argentina. Este tio salvo la vida a una generación de la burguesia de izquierda(que estaban destinados a la tortura y la muerte, como en América Latina) y les dio el poder, y una preponderancia social que aun no han perdido. A cambio, ellos gobernaron España con (mucha) moderación y (no tanta) competencia.
Esto le conviete en un heroe: es exactamente el Gorbachov español, y si, todos hubiesemos querido un juicio de Nürenmberg en Moscú en 1989, pero al final, para tratar a los demás como vencidos, hay que ganar la guerra.
Contra los nazis se ganó, y se les tiró (satisfactoriamente) a un agujero; contra Franco y el comunismo, no se ganó, y por tanto no hay juicio que valga.
Usted ha hablado de actuar siempre con perspectivas históricas, de sacrificar el presente en aras del futuro… ¿Espera también encontrar su compensación en la Historia?
-No. Yo no tengo vocación de estar en la Historia. Además, creo que ya estaré; aunque sólo ocupe una línea. Pero eso no compensa… Hoy, ahora, tengo la satisfacción de poder seguir haciendo lo que debo hacer… Y no siempre ha sido así… Mi mayor preocupación actual es la convivencia. La democracia puede ser más o menos buena, pero lleva en sí unos altos niveles de perfeccionamiento. Y la perfección máxima consiste en la convivencia perfecta. Hay que crear las condiciones necesarias para que los españoles convivan por encima de sus ideas políticas; que las ideologías no dañen las relaciones de amistad, de vecindad. Sé que es un objetivo posible; estoy convencido. Y si lo conseguimos, habremos hecho una labor histórica de primera magnitud […]
-Pero como usted ya forma parte de la Historia… ¿Qué le gustaría que escribieran en esa línea que le corresponde?
-Creo que la Historia de esta época sólo será objetiva cuando pase mucho tiempo. Pero ahora, de inmediato, se verá afectada por las propias posiciones personales. Yo escucho y leo muchas cosas que se han escrito en los últimos cuatro años… ¡Y hay una cantidad de inexactitudes y de errores de perspectiva!… Cualquiera sabe lo que dirá la Historia dentro de 30 o 40 años… Por lo menos, pienso que no podrá decir que yo perseguí mis intereses. Admitirá que luché, sobre todo, por lograr esa convivencia; que intenté conciliar los intereses y los principios… Y, en caso de duda, me incliné siempre por los principios.
Usted ha hablado de actuar siempre con perspectivas históricas, de sacrificar el presente en aras del futuro… ¿Espera también encontrar su compensación en la Historia?
-No. Yo no tengo vocación de estar en la Historia. Además, creo que ya estaré; aunque sólo ocupe una línea. Pero eso no compensa… Hoy, ahora, tengo la satisfacción de poder seguir haciendo lo que debo hacer… Y no siempre ha sido así… Mi mayor preocupación actual es la convivencia. La democracia puede ser más o menos buena, pero lleva en sí unos altos niveles de perfeccionamiento. Y la perfección máxima consiste en la convivencia perfecta. Hay que crear las condiciones necesarias para que los españoles convivan por encima de sus ideas políticas; que las ideologías no dañen las relaciones de amistad, de vecindad. Sé que es un objetivo posible; estoy convencido. Y si lo conseguimos, habremos hecho una labor histórica de primera magnitud […]
-Pero como usted ya forma parte de la Historia… ¿Qué le gustaría que escribieran en esa línea que le corresponde?
-Creo que la Historia de esta época sólo será objetiva cuando pase mucho tiempo. Pero ahora, de inmediato, se verá afectada por las propias posiciones personales. Yo escucho y leo muchas cosas que se han escrito en los últimos cuatro años… ¡Y hay una cantidad de inexactitudes y de errores de perspectiva!… Cualquiera sabe lo que dirá la Historia dentro de 30 o 40 años… Por lo menos, pienso que no podrá decir que yo perseguí mis intereses. Admitirá que luché, sobre todo, por lograr esa convivencia; que intenté conciliar los intereses y los principios… Y, en caso de duda, me incliné siempre por los principios.
http://www.abc.es/espana/20140323/abci-adolfo-suarez-entrevista-201403211204.html
sin querer lo puse por duplicado.
la crítica de buchu y tantos otros viene a ser como, salvando las distancias, criticar al Buda por no lanzar a sus seguidores contra la estirpe de príncipes a la que él pertenecía. No deja de ser una crítica legítima, pero que a mi me cuesta digerir
Vergüenza me dan esos políticos, que en su día no supieron ver que este SEÑOR lo único que pretendía era lo mejor para su pais, que no para él,como los que le quisieron quitar del medio pretendían, o si lo supieron y por eso se portaron tan mal con él. No interesaba un jefe que no les dejara «chupar del bote». Así y allí empezó la corrupción en la que estamos ahora
De haber sido menos honesto y más hipócrita habría ganado las demás elecciones, pero era un hombre de hechos no de palabrería.
Conste que esto lo he pensado siempre no porque haya muerto.
EL UNICO POLITICO HONESTO Y HONRADO
Traidor, hasta cierto punto; mas bien Patriota, recordar que el anterior regimen no habia salido de unas elecciones libres, sino de un golpe de estado y posterior dictadura; asi que realmente lo que hizo fue obrar con Patriotismo y devolver al pueblo español el poder de decidir quien lo gobernaba.
El planteamiento no puede ser más sesgado, ya en la introducción: «cuando se pretende pasar de un régimen no democrático a una democracia, hay dos caminos disponibles: el cambio pactado o la ruptura con uso o amenaza de la violencia.».
Al asociar la ruptura al derramamiento de sangre, la conclusión es que solamente un violento o un sectario puede no abogar por la reforma. Pero vayamos a otros ejemplos históricos: los republicanos franceses, rupturistas, fueron masacrados en el Campo de Marte por los reformistas de la monarquía de Luis XVI. ¿Cómo explica este suceso Jorge Galindo dentro de su particular clasificación?
Ante el Señor Suárez sí que hay que bajar la cabeza por RESPETO, SIGNIFICÓ LA HONRADEZ, no toda las personas merecen ese gesto. Señor con una Luz Brillante, y las luces son difíciles de apagar.
https://www.youtube.com/watch?v=1WdtXAqYBc4
Saludos.
Lástima de los Blogs que censuran las PALABRAS SENTIDAS, no dicen mucho de ellos, a pesar que sus artículos puedan ser brillantes.
https://www.youtube.com/watch?v=5Pze_mdbOK8
Saludos.
En fin, a veces el ser humano se cree formar parte de la élite. ¿ Y qué es eso de la élite, verdad?, si luego demostramos…y aquí me callo, cada uno sabe lo suyo…donde esté la consideración, el respeto, la amabilidad, la inteligencia, la simpatía, la educación, en fín la verdadera grandeza del Ser Humano está en la Humildad, porque en el fondo ¿ qué somos las personas ?.
Censurar las PALABRAS SENTIDAS es lo más absurdo que haya visto en mi vida, porque las palabras sentidas tienen que ir unidas a las palabras teóricas, cuando un artículo es realmente brillante se da en él la unión de esas dos clases de palabras, las teóricas pertenecientes al conocimiento y las sentidas que profundizan en el Alma de las personas, eliminar una de las dos carece de fundamento. En fin hay blogs que lo hacen y dejaron de ser brillantes.
Gracias a los Editores de este blog y a otros compañeros editores de otros blogs que siempre han sido respetuosos con mis palabras y mis links a música. Gracias.
Por favor, que los editores limpien de trolls los comentarios como es esta señora. Es usted spam, Cabarrush.
[…] sobre Suárez y la transición. En Politikon y Enric González; sobre el 22F recomiendo rescatar el Anatomía de un instante de Javier […]
[…] sobre Suárez y la transición. En Politikon y Enric González; sobre el 22F recomiendo rescatar el Anatomía de un instante de Javier […]