El debate sobre la reducción de la edad para votar es un tema apenas politizado en España. Aunque en otros sitios sí que se ha planteado y aplicado, resulta llamativo que pese a la gran cantidad de reformas propuestas casi ningún partido o movimiento social haya recogido este guante. Si no me equivoco, tan solo Izquierda Unida defiende la reducción de la edad para el voto a los 16 años. En cualquier caso, cambiar la edad para votar no es un tema central en ninguna agenda pero creo que es un debate que realmente merece la pena plantear. Si consideramos que el derecho de sufragio activo es uno de los fundamentos de la participación política, quiénes y cuándo se es titular de éste tiene enjundia suficiente para reflexionar sobre ello.
Antes de empezar a desgranar la cuestión, me gustaría señalar que un juicio sobre la reducción de la edad de voto no tiene nada que ver con que haya una mayoría social que la pida. Parece evidente que existen derechos que van más allá de lo que opinen las mayorías. Pero además, que un tema no atraiga el interés de la mayoría social tampoco tiene por qué ser indicativo de lo pertinente de la medida determinada. Por poner un ejemplo, es complicado que pudiéramos llenar un estadio de fútbol con una propuesta de reforma de la administración pública, pero nada podría ser más urgente. Por lo tanto cualquier argumento contra la reducción que se base en el mero hecho de que no hay una mayoría detrás me parece poco consistente.
Si entramos en los argumentos a favor de votar desde los 16 años estos se pueden sintetizar en tres. El primero es que al poner la edad de votar a los 18 años estamos excluyendo a un segmento social de la participación y de traducir sus intereses en políticas. Sin embargo, aunque stricte sensu esto es verdad, no se trata de una exclusión permanente. Es decir, la comparativa con la exclusión del derecho de voto de las mujeres o las minorías raciales está fuera de lugar. Uno no deja de ser mujer o negro en su vida pero sí menor de 18 años ya que, por una cuestión vegetativa, acabarán cumpliendo ese requisito. El segundo argumento, algo más consistente, es que fijar la edad de votar en los 16 años es congruente con la existencia de otro tipo de derechos u obligaciones. Por ejemplo, a esa edad se permite tener autonomía en decisiones clínicas (hasta que la reformen, también en el aborto), el matrimonio e incluso se propone extenderles el código penal en España. Por lo tanto, se trataría de ajustar en la edad derechos y obligaciones.
El tercero de los argumentos se refiere al efecto que puede tener sobre la participación electoral. El argumento es que al permitirse que la gente menor de 18 años pueda votar se incrementaría la participación, con lo bueno que eso tiene para el sistema político. Sin embargo, esto parece bastante dudoso. Si algo sabemos con bastante seguridad es que los jóvenes tienden a abstener en mayor medida que los adultos dado el conocido como “efecto ciclo vital” (vas participando más a medida cumples más años hasta estabilizarte sobre la madurez). Por lo tanto, el efecto agregado de una reducción de la edad de voto podría ser hasta una ligera caída en promedio. Pero es que no hay ninguna razón para pensar que cambiar el electorado puede mejorar la participación electoral. Realmente, hay elementos de contexto que son mucho más importantes. Por ejemplo, una elección reñida aumenta la participación pero escapa totalmente al control de dicha reforma. Además, la participación electoral no puede ser un argumento ni a favor ni en contra de ampliar el electorado. El hecho de que alguien decida o no ejercer un derecho no es excusa para dárselo. Igual que no se espera que aumente la participación, pensar que como la gente de menos de 18 años decide hacerlo hay que excluirlos del electorado es falaz.
Aquellos que se posicionan en contra de la extensión del sufragio a los menores de 18 años tienen su crítica más importante en la calidad del sufragio menor. El argumento que se maneja es que los menos de 18 años no tienen la capacidad para ejercer su voto de manera articulada y coherente. Para eso suelen basarse en datos de encuesta que señalan, casi de manera regular, que los menores de 18 años tienen bajo interés por la política, baja identificación partidista, poco conocimiento político o escasa consistencia actitudinal. Por lo tanto, reducir la edad del voto lo que generaría es una peor calidad democrática al generar un voto inconsistente.
Estas críticas normalmente se basan en los datos disponibles y en “contrafácticos”, es decir, en intentar estimar que pasaría si efectivamente votaran los menores de 18. Sin embargo, tenemos la suerte de que ya podemos comprobar sobre el terreno si esas críticas son sólidas ya que desde 2008 Austria permite votar a partir de los 16 años. Por lo tanto esta supuesta “peor calidad” de los votos por debajo de 18 años se puede contrastar.
De entrada, se sigue apreciando que los austriacos por debajo de 18 años siguen siendo el grupo que más se abstiene. Sin embargo, hay varios puntos interesantes. En primer lugar, se demuestra que este grupo no es más incapaz de participar en política que el resto de ciudadanos. Indicadores de interés político, de participación no electoral o de conocimiento no señalan una diferencia relevante con otros grupos de edad por debajo de los 31 años. Pero además, los menores de 18 años siguen siendo perfectamente capaces de escoger sus preferencias partidistas como el resto de votantes. Finalmente, y muy relevante, las evidencias disponibles apuntan que la mayor abstención de los nuevos votantes no viene llevada por estos factores. Es decir, que los menores de 18 no se abstienen más porque tengan limitaciones cognitivas. Las razones de su baja participación electoral pueden ser otras (quizá prefieren otros medios no institucionales) pero en todo caso no podemos considerar que se deba a incapacidad.
Desgraciadamente, el impacto de la bajada a 16 años aún no se ha estudiado a lo largo del tiempo. Si una edad algo más temprana de voto permite formar cierto deber cívico y hábito participativo antes, necesitaríamos mirar diferentes puntos en tiempo pero, hasta lo que sé, aún no se ha hecho. Se sabe muy poco sobre el aprendizaje o interés que puede generar el hecho de tener acceso al sufragio activo, una ventaja de esta medida nada desdeñable. Por otra parte, aunque pueden presentarse dudas a si el caso de Austria puede ser generalizable, no se me ocurre en qué sentido los menores de 18 años allí pueden ser muy diferentes de otros países europeos – aunque podamos hilar más fino aquí.
En resumen, creo sinceramente que la idea de bajar la edad para votar a los 16 años merece ser debatida. Por eso visto que su principal crítica, la de la poca madurez política de ese tramo de edad, no se sostiene, su potencial para implicar políticamente a los más jóvenes no deberían dejarse pasar a la ligera.
Nota al margen: Hay una cuestión sobre la participación electoral que los fanáticos de las reformas siempre dejan de lado; el que todos los grupos sociales participen en la misma medida. Si una ventaja tenemos en España – y eso virtud también de tener un sistema electoral sencillo – es que no hay grandes diferencias de participación por renta o estudios. Sin embargo, cuanto más complejo hagamos el sistema de votar, más riesgo hay de introducir diferencias por esta razón. Por favor, no perdamos de vista que la dimensión de la igualdad política es un pilar demasiado importante como para comprometerlo por darnos un gustazo jugando a la tecnopolítica o los sistemas electorales imposibles.
Y yo me pregunto: el hecho de que los grandes partidos no apoyen el voto a los 16 años se puede deber a que los más jóvenes no les votarían? Todos sabemos que la gente joven tiende a sentirse atraída por opciones más extremas (de Izquierda Unida en adelante, diría yo), y no tantos a los partidos de ‘establishment’. Quizás PP y PSOE tengan miedo a que una reforma así haga crecer a sus rivales.
Creo que esa es una percepción un tanto errónea. El voto juvenil puede estar más disperso, pero precisamente por esa razón una gran parte de los votos puede irse directamente a la basura al caer en partidos que no alcanzan los umbrales (no creo que el voto disperso de los pocos votantes entre 16 y 18 años, que por cierto es una cohorte cada vez menor, pueda suponer ese salto).
Además, y esto ya es personal, creo que los jóvenes, pese a ser casi «nativos digitales» tienen un menor acceso a la información (ya sea por desinterés, número de fuentes o calidad)
Otra cosa que se suele obviar es la proporción de jóvenes #LeT, mayor de la aparente.
Yo soy irracionalmente reacio a bajar la edad. Sé que mis argumentos van más en la línea de la imagen que tengo de mí mismo con 16 o de lo que veo en chicos actuales de 16… aunque no es muy distinto a lo que se ve en los 18 años.
Al fin y al cabo, desde el punto de vista meramente normativo, los 18 representan la mayoría de edad (permisos-responsabilidades: conducir, beber, fumar…); pero los 16 es la edad de escolarización obligatoria. Aunque eso no garantiza la obtención del título de secundaria, sí que es una forma de homogeneizar a los votantes (nacionales): tienen derecho al voto aquellas personas que han sido escolarizadas hasta los 16 años / tienen derecho al voto aquellas personas que han estado dentro del sistema.
Por cierto, muy interesante la nota al margen. A mucha gente ya le hace chimpunflás la cabeza con la ley D’Hont, las circunscripciones provinciales, los umbrales…
A mí los 16 años me parecen tan arbitrarios como los 18, pero creo que el derecho al voto debe ser el último de los derechos adquiridos: no me cabe en la cabeza que alguien sea responsable para votar y no para conducir, para emanciparse o para ver vísceras y partes pudendas en una película. También puede argumentarse a favor de subir la edad del voto a los 21. El derecho al voto siempre ha estado implícita o explícitamente asociado al ejercicio de alguna obligación: en las repúblicas antiguas era la participación en el ejército y en las modernas democracias es formar parte de la fuerza laboral: independientemente de la edad de escolarización obligatoria, la gran mayoría de los españoles sigue estudiando (y no trabajando) hasta al menos los 18 años. Se podría condicionar el derecho al voto a la cotización a la seguridad social o la búsqueda activa de empleo, aunque sería muy difícil controlar el fraude: de ahí que se opte por establecer una edad en que la mayoría ha pasado de la fase de formación a la de producción.
O, si hay evidencias de que las mujeres maduran física y psicológicamente antes que los hombres, por qué no establecer una edad de voto menor para ellas que para ellos?
Solo un apunte:
Artículo 19 del Código Penal del 95:
«Los menores de dieciocho años no serán responsables criminalmente con arreglo a este Código».
Añado en la misma linea:
Código Civil
Artículo 211-3. Capacidad de obrar.
1…
2. La plena capacidad de obrar se alcanza con la mayoría de edad.
3…
Capacidad de obrar (Enciclopedia Jurídica): Aptitud para el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones, o capacidad para realizar actos con eficacia jurídica. Dentro de la capacidad de obrar pueden distinguirse: la capacidad negocial, para realizar actos jurídicos; la procesal, para intervenir y actuar en juicio, y la penal, para ser responsable de hechos constitutivos de delito.
Al margen de la apreciación personal de la escasa madurez de los menores de 18, un aspecto que das por supuesto y no explicas (ni lo hacen los demás) es la convención de bajar a los 16 y no a los 17, 15, 14, etc. Cuál es la razón de bajar a esa cifra? Qué argumento puede darse para establecer la frontera en los 16?
La madurez es imposible de medir. Las únicas aproximaciones que hay son la «mala calidad» las decisiones si vemos que en ese grupo se concentran comportamientos o actitudes inconsistentes. No parece el caso a tenor de la evidencia de Austria.
Es cierto que hasta por razones biológicas, no hay una diferencia contrastada entre los niveles de formación cognitiva entre 16 y 18 años. Eso sí, y es verdad, esto permite entrar en una escala decrecentista. Esto más bien lo que hace es preguntarme dos cosas 1) Por qué se ha decidido que determinadas obligaciones/ derechos estén en los 16 y no en los 18 y 2) Por qué el movimiento generalizado en Europa ha sido ha bajar la edad de sufragio de los 21 años a los 18 – de hecho, podría haberse mantenido ahí siguiendo tu argumento.
Esto me recuerda al movimiento de los que piden subir la velocidad máxima en autopistas a 130, que eran parte de los que ardieron por dentro cuando el gobierno de Zapatero bajó la velocidad a 110. ¿Por qué no piden 140? ¿Por qué no se bajó a 100?
En este caso la diferencia es puramente cosmética. La velocidad en autopistas es una cuestión que la técnica permite valorar sin ninguna duda: se conocen la edad del parque de vehículos, los parámetros de diseño de las autopistas (cuya seguridad cae en picado precisamente a partir de los 140 km/h), el consumo de combustible…
Por todo ello, cuando se decide subir a 130 (reduciendo tiempos de viaje por carretera y haciéndola más atractiva frente al ferrocarril) o cuando se baja a 110 (para gastar menos combustible sin putear demasiado el tiempo de viaje) la decisión es plenamente consciente. En lo de la edad de voto pesa mucho el sesgo ideológico y la incertidumbre inherente a las ciancias sociales.
Esto me parece clave:
– … no señalan una diferencia relevante con otros grupos de edad por debajo de los 31 años.
Lo que parece indicar que sí hay una diferencia relevante en esa frontera de los 31 años.
Y esto me parece erróneo:
–Es decir, que los menores de 18 no se abstienen más porque tengan limitaciones cognitivas.
Puede que no se abstengan más por ese motivo, pero lo que es seguro es que sí tienen limitaciones cognitivas. Mientras la experiencia influya en la cognición.
Lo que nos llevaría a pensar que si tiene sentido plantear una reducción de la edad del voto a los 16 años, también puede tenerlo el elevarla a los 31. La consecuencia parece fácil de prever. Un notable descenso de pájaros y flores circulando en el discurso político.
Sobre el punto que te parece clave, recomiendo la lectura del artículo académico – es de libre acceso. Se hace para comprar entre tramos de edad hasta los 31 años agrupados en intervalos de 3 años. http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0261379412000212.
Sobre lo que te parece erróneo, insisto en que te atengas al significado de lo que he dicho «no se abstienen más porque tengan limitaciones cognitivas»: A no implica B no es incompatibile con sí A y sí B. Lo de la barrera en los 31 años (que es un punto de corte fijado por el artículo académico), me atengo a lo que te he dicho al principio.
Ah, de acuerdo, gracias. De ahí no se puede establecer una frontera a los 31 años. Pero en todo caso debe de haber un frontera, aunque sea gradual. Una frontera del efecto de la experiencia en la cognición, en este campo. Y por supuesto estadística.
No veo por qué no puede uno hacerse esa pregunta / planteamiento, ni que sea ofender.
Claro sí, los mayores demuestran que no tienen ningún tipo de limitación cognitiva … votando en masa al PP y al PSOE.
Que los jóvenes tenemos limitaciones cognitivas dice, el tipo que en su blog defiende el negacionismo del calentamiento global o sigue insistiendo en que el 11M no está resuelto.
Estás tú para dar ejemplo a los jóvenes … madre mía como anda el patio de «la experiencia».
Si las limitaciones cognitivas por grupos de edad son una razón para limitar el derecho al voto a lo mejor deberíamos plantearnos quitárselo a los mayores de 80.
A lo mejor habría que hacer exámenes… Algo claramente anti-democrático. La atribución de un derecho debería ser independiente de su uso (participación/ abstención) o el sentido del mismo (más o menos errático).
Pablo Simón, no estoy examinado si es «claramente antidemocrático» en tu concepción de democrático. Estoy mirando otra cosa. Por ejemplo, la capacidad de prever las consecuencias del voto. Que puede no interesarte, claro. Para ti puede ser más importante un «derecho», con independencia de que la consecuencia del «derecho» sea una payasada, o un campo de concentración.
Te ruego que rebajes el tono, porque me resulta un poco ofensivo. Como he comentado anteriormente, los problemas derivados de dicho derecho – es decir, el voto errático o inconsistente – no parecen sostenerse por lo que se deriva de la evidencia anterior.
Ah, vaya, usted perdone. El tono.
Vale, ¿estamos examinando la conveniencia de rebajar el voto a los 16, no? Una forma muy habitual de pensar, y de adquirir perspectiva, es mirar lo opuesto de lo que proponemos. Darle la vuelta al calcetín, por así decir. Podemos pensar en bajar la edad de voto … o en subirla. ¿Qué impide el ejercicio teórico? Nada, que yo sepa. Y tampoco le veo «tono» alguno al asunto.
Y ahora podemos meter todos los elementos que intervienen en problema. El derecho sin duda es uno. El conocimiento también, dado que nadie propone eliminar toda limitación de edad. la cuestión es de dónde salen esas cifras. Y ma da lo mismo la de 18, que la de 16, o una superior. Si partimos de una limitación, partimos de que hay una cifra que nos parece mejor que otras. Y me limito a traer argumentos para una cifra más alta, en lugar de más baja. Contraste, sí. Normalmente se suele considerar útil para pensar.
Doy el debate por concluido
Yo creo que la limitación de mínimo de edad para votar es exactamente por motivos de limitación cognitiva. Si no, estaríamos proponiendo el voto a los siete años. Por ejemplo. Si es una cuestión solo de «derechos», ¿por qué no van a tener derechos a los siete?
Lo de los ochenta se podría plantear. El problema es que hay mucha gente de 80 años con notablemente más cognición (la midas como la midas) que gente de 25. Normalmente, incluso a una misma persona le pasa eso. Que a los ochenta sabe mucho más las consecuencias que se pueden esperar del voto, que a los 25.
Pues no. La midas como la midas, no. Porque la han medido y sale lo contrario de lo que dices:
https://skills.oecd.org/informationbycountry/norway.html
Si tenemos que poner las «limitaciones cognitivas» de la gente de 18 como barrera, entonces se quedan fuera también los mayores de 50.
Hablando de los mayores de 80, me he acordado de un abuelo dentro de una pequeña obra de arte. Mi «abuelo cultural» favorito.
http://www.youtube.com/watch?v=LNMVMNmrqJE
También sirve para plantear si no habrá edades inexpertas en las que uno es más susceptible de dejarse influenciar por bellas canciones.
Una de las cosas que menos pensamos es que la fecha de votar la marque que se hayan cumplido exactamente los 18 años. En las pasadas generales, por ejemplo, una persona que cumpliera los años el 21 de noviembre no pudo votar, mientras que una persona que los cumplía el 20 sí.
El problema, que suele pasar desapercibido, es especialmente relevante en un Estado Social donde la Educación es obligatoria. Si la mayoría de las críticas al sufragio universal se hacen por razones de formación, parece injusto privar del derecho a voto a las personas que han recibido la misma educación (teóricamente) que otras que sí pueden votar.
Creo que sería razonable que tuvieran derecho a voto las personas que cumplieran X años en el año en que se celebren los comicios. Después vendrá el debate de si 18 o 16 años.
Buenos días. Un apunte: JSE defiende desde hace mucho que el voto (y la mayoría de edad) se fije a partir de los 16 años (http://www.jse.org/ficheros/Documentos_ideologicos/resoluciones_definitivo.pdf). El PSOE sólo lo ha asumido, en el caso del voto, para las primarias. Pero lleva ya planteándose desde hace varios años.
Primero, vuelvo a ver en este blog que siempre que se habla de legislación electoral se hace con un planteamiento «a posteriori», es decir, cuál sería la distribución de partidos, la abstención, la implicación, etc. La cuestión electoral (especialmente) debería siempre plantearse apriorísticamente ya que es el único modo justo de hacerlo objetivamente, el requerimiento debe ser una representación de tal o cual tipo, pero nunca tener en cuenta si el voto actual está distribuido de tal o cual manera.
Por otro lado lo que hace falta seriamente para terminar la infantilización de la sociedad actual es un rito o paso claro a la madurez. Hay que dejar claro cuándo se es adulto, y a partir de ese momento empezar a tratar a la gente como tal. Es francamente patético que se quiera dejar votar a los 16, abortar a los 14 y tener sexo a los 13 y, a la vez, extender el abono transporte a los 30, la educación subvencionada hasta los 22 y la obligatoria hasta los 18. Por no hablar de otras medidas de subvención a la «juventud».
Yo tengo claro que para que alguien crea que es un adulto y actúe como tal primero hay que tratarlo como tal.
Hola,
Gracias por el artículo.
Sin tener opinión a favor o en contra. Sin embargo, creo que es interesante introducir en el debate los siguientes puntos.
Entiendo que los sujetos con derecho a voto han de ser sujetos de pleno derecho y, por lo tanto, estar sujetos a plenas obligaciones ciudadanas. Por ejemplo, su responsabilidad penal ha de ser plena. Si se tiene derecho a votar, se deben tener las mismas responsabilidades civiles y penales (entre otras) Por lo tanto, se debería reformar el derecho el menor.
Pablo, no me gusta cómo has afrontado el tema de las capacidades de raciocionio/toma de decisiones a los 16. No es cierto que alguien de 16 tenga menos capacidades. Lo que sí que ocurre (y esto está demostrado científicamente) es que no se es capaz de evaluar las consecuencias de las decisiones que se toman. Exagerando: soy capaz de ver que si pongo la mano en el fuego y me haré daño, no quiero hacerme daño, pero aún así, pongo la mano en el fuego, por cualquier causa fútil que se te ocurra. Es un mecanismo evolutivo de adaptación que nos ha permitido colonizar todo el globo. Lo importante, como repito, es que saben predecir lo que pasará, pero esto no afecta (suficientemente) a su decisión, no que no sepan razonarlo. Ciertamente, hay individuos que no terminan de «madurar» en este sentido nunca, y otros que lo hacen a los 14,16,18, 21 (creo recordar que la mayoría hasta los 21 no lo hace)
En definitiva, no creo que esto sea un problema inhabilitante para todo el grupo de edad, pero sí que hay que pensar que en alguna edad hay que poner un listón.
Por otro lado, los datos de Austria que tomas no creo que se puedan tomar a favor ni en contra del grupo de menores de 18. Que voten diferente a partidos no demuestra que tomen decisiones peor. Podrían ser hasta mejores decisiones. O igual de malas. Para poder justificar algo así necesitarías datos de referenda en los cuales hay una opción claramente inaceptable, que tenga un apoyo menor del <10% en la población general pero un apoyo superior en la franja 16-18 y encima que estas desviaciones sean estadísticamente significativas.
He debido explicarme bastante mal o no se me ha entendido.
Lo que estoy argumentando arriba es, precisamente, que dicha limitación cognitiva para la franja entre 16-18 comparada con los de más de 18 no existe. La madurez es un elemento que no es medible ni generalizable sin entrar en una consideración biologista – la socialización política, hasta lo que se estima, acaba sobre los 28 años!. Precisamente lo que intento es decir justamente que la limitación «cognitiva» no es un buen argumento para no bajar la edad. Otras consideraciones puden serlo, pero no se me ocurren (fuera de que sea arbitrario marcar un punto de corte dado)
El artículo de Austria no se centra en lo que votan sino simplemente señala que pueden articular decisiones tan bien o tan mal (en promedio) como los otros grupos de edad.
Bueno, también es culpa nuestra por no leernos el artículo de Austria 🙂
Yo creo que también me he explicado mal. Al final es un punto arbitrario basado en un criterio que no puede ser claro porque es un «continuum». Lo que quiero dejar claro es que el voto debe afectar a la mayoría de edad. Si se vota a los 16 se debe ser mayor de edad a los 16. Lo cual es perfectamente posible, claro. E incluso lógico pensando en que ya pueden trabajar. Digo yo que si eres mayor para aportar a la sociedad trabajando, lo has de ser para votar.
No he tenido tiempo de leer los comentarios pero hay un detalle que no está reflejado en el artículo y creo que es relevante: rebajar la edad de votación a los 16 corregiría (levemente) la sobrerrepresentación que tienen los sectores de más edad (y que va a ir cada vez a más teniendo en cuenta la evolución demográfica española). Dos padres con dos hijos pequeños a su cargo tienen los mismos votos que dos ancianos de 100 años (por cierto, nadie se plantea límites superiores de edad al derecho al voto, a pesar de que la capacidad de votar con discernimiento también se va limitando en un momento dado de la vida). Hay resultados tangibles de la no-representación de los menores de 18, como son el hecho de que la pobreza en España sea proporcionalmente mayor entre los menores que entre cualquier otro sector de la población; o en que las pensiones no estén soportando las mismas reducciones de poder adquisitivo que están sufriendo los trabajadores en promedio. Reducir el voto a los 16 es una manera de equilibrar un poco esta situación. A mí, francamente, me gustaría ver a los partidos compitiendo por el voto de chavales de 16 años y esforzándose (de verdad) en sus políticas de juventud.
Mi experiencia/percepción sin base cientifica me dice que los jovenes de centroeuropa son más maduros a los 16 que nosotros.
O quizás lo confundo con saber estar, o quizás es que la sombra de «la mamá» es muy alargada en nuestro Sur (que lo es)
Un saludo.
Pues yo lo tengo muy claro: NO rotunod y mil veces NO. , Un joven que no ha terminado de formarse (ie todavia esta estudiando bachillerato), es muy manipulable, no es ni por asomo autonomo desde el punto de vista financiero, vive en casa de sus padres y no paga impuestos no, y mil veces no, debe tener derecho a voto (lo cual implica el derecho de votar para que aumenten los impuestos de los demas).
Una vez en un blog arabe un padre contaba que le dijo a su hijo: «se es adulto el dia en que pagas tu primera factura». Pues bien cuando me cabreo supeditaria el derecho a voto a poder presentar una factura. Si vives en casa de tus padres, pues al menos que ya trabajes no votas auqnue tengas veinticinco anyos
Si es por vivir en casa de los padres en España el derecho a voto no se da hasta los 30.
Si es por pagar impuestos no se da el derecho a voto hasta que un joven empiece a trabajar, que a parte de terminar la universidad después de 4 años le costará sudor y lágrimas con un 50% de paro juvenil.
¿Y los jóvenes que sí trabajan a los 16 entonces sí tienen que tener derecho a voto?
Para empezar hé dicho que era cuando me cabreo y segundo has oido hablar de lo que es una condicion «AND» en programacion? Pues ahi va una: Si Mayor de 18 anyos Y trabajas entonces votas.
Por cierto que eso de denegar elm voto a los que viven en casa de sus padres a los treinta anyos eliminaria mucho voto perroflauta de esos que votan ZP o a IU.
Volvarmos ahiora al asunto del voto a los dieciseis: a los diecisesis eres un menor de edad lo caul quiere decir que la sociedad cree que aun no has alcanzado la suficiente madurez para tomar decisiones importantes. Y tu vas a darle a esa persona inmadura el derecho de influir la marcha de la sociedad y asi afectar otras pedrsonas?
Vamos ahora a ponerlo mas claro; los que son partidarios del voto a los dieciseis es porque cren que les beneficaria y estan dispuestos a darselo a los ninyos de parvulos si es preciso.
Siguiendo su argumentación, usted propone dar el voto a todos los extranjeros residentes en España que trabajan, pero quitárselo a los españoles parados y jubilados. Es eso ¿no?
La cuestión de fondo, que creo que no estáis abordando, es si el voto es un derecho o un privilegio.
En un sistema democrático, el voto es un derecho. Eso significa que, por defecto, todo individuo lo tiene, independientemente de sus circunstancias personales. En la mayoría de los países, desde que cumples la edad reglamentaria no se te priva de ese derecho aunque seas delincuente, inculto, dependiente o hasta demente. Se supone (y creo que es razonable) que el tener un cierto porcentaje de votantes de mala calidad es un coste pequeño comparado con el coste social que tendría privar de la participación política a grupos enteros de personas según reglas más o menos arbitrarias.
Según este sistema, no es irrazonable decir que, si a los 16 años puedes trabajar, emanciparte, casarte y básicamente ser un ciudadano, también deberían dejarte votar, independientemente de que hagas esas otras cosas o no.
El que a esa edad no te permitan fumar o conducir no tiene nada que ver. Fumar y conducir no son derechos humanos, son actividades potencialmente peligrosas para uno mismo y los demás. Así que tiene sentido que te exijan más requisitos de edad, superar exámenes, etc. para realizarlos.
El argumento de que «no se trata de una exclusión permanente» no me parece válido. Según ese argumento, podría fijarse la edad para votar en los 30 años, o en los 50, o en los 65 y sería justo.
[…] poco sobre la intensidad que tiene la politización. Se puede tener posiciones contrapuestas sobre bajar la edad de votar a los 16 años pero si no le interesa a nadie, nos costaría decir que el tema está politizado. Cuando […]