Internacional

Los republicanos entregan las armas

14 Feb, 2014 - - @egocrata

Supongo que recordaréis esos días delirantes cuando el partido republicano exigía que todo el mundo hiciera lo que ellos pedían a cambio de no destruir la economía del planeta. Hablo de las negociaciones sobre el techo de la deuda, el desafortunado arreglo constitucional americano que exige que el Congreso deba autorizar al Departamento del Tesoro emitir deuda para pagar el gasto público que el Congreso ha autorizado.

Tras el acuerdo presupuestario de diciembre, el techo de la deuda fue extendido hasta finales de este mes. La gente del tea party, convencida que John Boehner y los líderes del partido les habían vendido, prometieron que la próxima vez sería diferente. Los intelectuales conservadores empezaron a dibujar planes y posibles demandas sobre qué pedir a cambio de evitar una bancarrota soberana. Algunos jefes del partido en el Senado y la Cámara de Representantes hablaban con cara solemne diciendo que no exigir recortes sería irresponsable. Todo el mundo empezaba a hablar como si Estados Unidos fuera camino de otra épica batalla presupuestaria…

Salvo que el martes la Cámara de Representantes aprobó el martes extender el techo de la deuda un año sin condiciones, y el Senado hizo lo mismo el día siguiente. Sin negociar, sin lloros, sin amenazar con destruir el mundo sin no conseguían nada. El partido republicano había entregado las armas y se había rendido sin lucha. ¿Por qué?

La historia tiene su miga, y dice bastante sobre lo extraño de la política americana estos días.

Todo empezó la semana pasada, cuando Boehner reunió a su grupo parlamentario para decidir qué iban a pedir esta vez junto con el techo de la deuda. La mayoría del partido parecía haber entendido finalmente que al electorado no le gusta tener uno de los dos partidos jugando a la ruleta rusa en cada negociación, y consecuentemente tenían menos ganas de juerga. El sector montañés seguía pidiendo la luna, pero sus últimas derrotas habían demostrado que los intransigentes son en realidad un 20-25% del partido y no podían bloquear nada.

Para hacer feliz a todo el mundo y al menos sacar algo vendible a sus bases, Boehner sugirió incluir  con el voto sobre deuda una medida aceptable para los demócratas, eliminar un recorte de las pensiones para veteranos incluida en el último acuerdo presupuestario, y pagarla reduciendo el gasto en Medicare ligeramente. Una medida inofensiva; quitar dinero a viejecitos para dárselo a ex-soldados. Tan inofensiva, de hecho, que el sector montañés la rechazó de plano, y los moderados se mostraron reacios a darle la oportunidad a los demócratas a decir que no. La propuesta de Boehner fue rechazada, dejando a los republicanos sin plan.

El Speaker, lejos de arrugarse, decidió enviar su propio partido a hacer gárgaras, y simplemente llevó al pleno una subida del techo de la deuda sin condiciones asociadas. La medida fue aprobada con 221 votos a favor y 201 en contra; sólo 28 republicanos votaron sí.  Imaginad a Rajoy sacando una ley con votos de PSOE e IU, y con tres cuartas partes del PP oponiéndose. Pues algo parecido.

No es que el GOP se haya vuelto loco o que Boehner se esté cambiando de bando, sin embargo. La votación es un ejemplo de libro de una ley que (casi) todos los legisladores quieren que sea aprobada, pero todos prefieren salir en la tele votando en contra. Los medios conservadores llevan tres años comiendo la cabeza a las bases del partido que el techo de la deuda es el arma definitiva para forzar al comunista Obama a desmantelar su ley de sanidad totalitaria (no, no estoy exagerando – esa esa la retórica empleada), así que los legisladores están aterrados de ser tomados como cobardes pusilánimes si no amenazan con destruir el mundo lo suficiente. Tras tres o cuatro batallas perdidas, sin embargo, los legisladores republicanos parecen haber aprendido la lección y no están ya para chantajes. El problema es que no quieren ser ellos quienes den la noticia a sus bases, y prefieren fingir aún estar luchando por los ideales de los padres fundadores. El resultado es este voto surrealista donde Boehner dependende del otro partido para evitar una catástrofe.

Por supuesto, quedaba el Senado, una cámara donde los demócratas tienen suficientes votos para sacar la medida adelante. Los líderes del GOP, vista la abyecta rendición de Boehner, estaban encantados de poder evitar otra batalla, y estaban dispuestos a dejarla pasar. El problema para ellos, en este caso, era el inefable Ted Cruz y sus 3-4 amiguetes montañeses, pidiendo un filibuster para retrasar el voto. En Senado basta que un legislador ponga objeciones para que sea necesario una supermayoría para cerrar el debate y proceder a votar (es una regla idiota, sí), y para conseguir esasupermayoría sí hacen falta votos republicanos.

Ahora, recordad que dentro del GOP nadie quiere ser visto subiendo el techo de la deuda, y vemos que Mitch McConnell y los jefes republicanos en la cámara tienen un problema: necesitan media docenita de legisladores de su bando que voten en favor de gasto público desaforado y estatismo socialista hasta donde llega la vista (de nuevo: sí, Ted Cruz habla así).  La solución en anteriores votaciones había sido pedir a unos cuantos senadores moderados (Collins, Murkowski, McCain…) que se tragaran el sapo y listos. El miércoles, sin embargo, los moderados dijeron basta, hartos de comerse todo votos impopulares primero y los insultos de Ted Cruz y los medios conservadores después. Si McConnell quería subir el techo de la deuda, McConnell y sus compañeros en la dirección deberían votar a favor. Y eso precisamente fue lo que acabaron haciendo, entre los aullidos de protesta del tea party.

Esto puede sonar a una pataleta trivial, pero no es irrelevante. Mitch McConnell se enfrenta a una primaria con un candidato del tea party en Kentucky este año y los demócratas por una vez tienen una candidata competente y competitiva en las generales.  Su voto a favor de subir el techo de la deuda atrajo las iras de su primer oponente, obviamente, haciendo parte del trabajo sucio para los demócratas. Aunque Boehner se ha llevado un buen montón de críticas por sus acciones estos días, McConnell lo ha hecho poniendo en riesgo su carrera. Los líderes del GOP viven en un mundo donde hacer lo correcto para el país les penaliza dentro del partido.

Se ha hablado estos días sobre si las derrotas del tea party en estas últimas votaciones son un signo de moderación y retorno a la normalidad entre los republicanos. No sé si es un retorno a la normalidad, pero al menos los líderes del partido se han dado cuenta que estar a las órdenes de su ala derecha no era una estrategia electoral ganadora. Los tea partiers siguen siendo capaces de bloquear votaciones de forma indefinida en gran parte de la agenda, de inmigración a reforma fiscal.

Quizás no les hacen caso cuando amenazan con destruir el mundo, pero el partido está lejos de volver a la moderación. Queda mucha guerra.


4 comentarios

  1. ataun dice:

    Esta interesante historia que narra una de tantas escaramuzas legislativas en la política estadounidense demuestra una cosa (entre otras muchas, ya señaladas) que a mí me gustaría resaltar:

    La política estadounidense, a diferencia de la española, no funciona (o lo hace en mucho menor grado) como una automática imposición de la jerarquía partidista.

    Los congresistas y senadores trabajan independientemente de las directrices monolíticas del partido (que no existen) y las leyes se desarrollan a través de un arduo proceso de negociación que suele llevar a mejores leyes.

    Claro que existen intereses y las partes los defienden pero el proceso, en mi opinión, tiene una calidad democrática muy digna de valorar.

    Es que, tal y como funciona aquí el sistema, nos podríamos ahorrar (a efectos prácticos) los parlamentarios. El espectáculo de las votaciones donde el portavoz levanta los dedos según un código establecido (un dedo, si. dos, no, tres, abstención) para que voten los suyos, me da un poco de vergüenza ajena cada vez que lo veo en el parlamento.

  2. Yatusabe dice:

    Aumentar el techo de deuda es un error independientemente de si Obama saca adelante su Obamacare o no. EEUU es un yonki dependiente de la deuda que hace lo que hace porque el resto del mundo se lo permite aceptando el dolar como moneda para sus transacciones.

    • sebar dice:

      Amigo mio, EEUU no es un yonqui dependiente, todo el mundo es el yonki-dependiente de la deuda americana: China vende productos a USA cobrando (en definitiva en deuda USA), latinoamerica vende a China, que, en última instancia, paga en deuda USA, etc. En la economía moderna la Deuda es el motor del crecimiento, y la USA es la más importante de todas.
      Cierto que me diras que estamos hablando de deuda estatal, cierto, pero no olvides que el dinero es como el agua: circula. Es decir el estado americano paga a sus proovedores (privados) con dólares y en vez de recaudarlos con impuestos lo hace emitiendo deuda. A su vez los ciudadanos americanos, con esos dólares, les compran productos a los chinos, los cuales, con esos dólares le compran materias primas a Latinoamérica, etc.
      De eso va esta crisis económica. La mala noticia es que todavía nadie sabe como crecer sin deuda.

      • ataun dice:

        Me temo, sebar que nadie sabe mucho de casi nada. La economía globalizada es un sistema tan complejo, los análisis y conocimentos son tan parciales y limitados que lo que hacen nuestros gobernantes es dar palos de ciego y…. a ver.

        Por otro lado, tampoco es tan raro. La propia naturaleza, a través de la selección natural, funciona con el método de prueba/error.

        Es difícil de aceptar por el ser humano pero más nos vale irnos acostumbrando a estas incertidumbres que nos abruman.

        Por otra parte y bien pensado, la humanidad vista en conjunto y considerando las oscilaciones propias de cualquier proceso, nunca ha vivido mejor desde que el primer mono bajó de los árboles.

        Lo de los dólares, en el fondo es muy sencillo: Por encima de consideraciones macroeconómicas, la gente, en todo el mundo, quiere dólares. Se ve que se fían más de la economía USA que de otras, a pesar de todo.

        Saludos.

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