En las elecciones de principios de noviembre en Estados Unidos hubo multitud de referéndums sobre temas locales. Un suburbio de Seattle decidió aprobar su salario mínimo (sí, los municipios pueden hacer estas cosas. Y no pasa nada), por ejemplo. New Haven enmendó su carta municipal. Y once condados en Colorado votaron sobre su posible secesión de ese estado.
Sí, algo parecido a un referéndum de autodeterminación de once condados en áreas rurales y conservadoras de Colorado, hartas que esos listillos en Denver insistan en tomar medidas socialcomunistas y quieran quitarles las armas de fuego. Jeffrey Hare, el líder del movimiento independentista 51st State Initiative (pobrecitos son bastante malos poniendo nombre imponentes a grupos rebeldes) explica en esta entrevista muy educadamente (en serio, para ser un grupo rebelde son un peñazo) que se oponen a la progresiva urbanización de América, y quieren un estado propio para poder gobernarse a su gusto.
El resultado de la votación fue bastante decepcionante para los secesionistas: cinco condados votaron a favor, con las zonas más pobladas de la región consultada votando en contra. El Señor Hare ha anunciado que seguirán intentándolo. Es un hombre persistente.
Lo interesante, en este caso, es el procedimiento requerido por la Constitución de Colorado y la de Estados Unidos para completar una secesión y formar un nuevo estado. Para empezar, el referéndum no es vinculante; el estado de Colorado puede ignorar alegremente la voluntad popular de los condados irredentos. Segundo, para hacer efectiva la secesión es necesario que las dos cámaras de la Asamblea General de Colorado (el legislativo) la aprueben vía enmienda constitucional. En su defecto, el estado entero puede decidir en referéndum si permite la secesión de una parte de su territorio. El proceso no termina aquí, por supuesto. Dado que el estado número 51 alteraría el equilibrio de poder en Washington (dando dos votos al partido republicano en el senado), el Congreso en Washington debe aprobar su admisión a la Unión vía votación en ambas cámaras.
Es decir: un referéndum regional sólo es válido si es refrendado y aceptado por el resto del estado. La existencia del nuevo estado sólo es válida y ratificada como tal cuando es aceptada por el resto de estados de la Unión. Es un procedimiento complicado, muy, muy restrictivo, pero es como entiende una secesión democrática en Estados Unidos. Por supuesto, la salida de la federación es un tema distinto.
¿Qué quiero decir con este artículo? La verdad, no mucho, aparte de la curiosidad institucional puntual. Vale la pena recalcar, de todos modos, que tener una solución legal bien definida detallando un procedimiento para secesiones no es una afrenta a los valores democráticos a la nación (para los que aún se tomen el s.XIX en serio). Es, simplemente, una forma de resolver conflictos civilizadamente. También vale la pena recalcar, por cierto, que un referéndum consultivo es algo perfectamente normal en el mundo civilizado, y que cualquier cambio institucional lo suficiente grande como para afectar el equilibrio político de forma significativa debe ser pactado bajo mutuo consentimiento. La salida de un territorio (o la entrada de este en otra entidad) tiene un efecto obvio y evidente en el resto, y es natural que sus ciudadanos también tengan algo a decir sobre las condiciones para que eso suceda.
Ambos conceptos son bastante simples, por supuesto, pero el sentido común acostumbra a ser una buena guía para decidir ordenamientos constitucionales. Es también algo muy anglosajón.
Quizás llevo demasiado tiempo en Estados Unidos.
Con todos los respetos esta historia sirve de poco para la situación española. Aquí hablamos de una parte que quiere escindirse de la nación y allí se trata de una parte que quiere escindirse de una de sus entitdades infranacionales para formar otra. Esto se parecería más a los distintos casos de barrios rurales que se separan de grandes ciudades a las que están asociados para tener su propio ayuntamiento. El caso que realmente da lecciones para la actual situación española es la Guerra de Secesión americana. Por desgracia.
Davizoaf, creo que no te has percatado de que el enlace que pone Roger en «Por supuesto, la salida de la federación es un tema distinto» lleva a en.wikipedia.org/wiki/American_Civil_War. Nada menos.
Creo que en realidad, lo que está diciendo Roger son dos cosas, no una: la evidente a primera vista es que los referendums, sobre todo si son no vinculantes, son una herramienta perfectamente aceptable. Por cierto que aunque no rechazo la idea de plano yo no acabo de estar de acuerdo, porque la historia de los plebiscitos convocados por el mesías de turno desde el gobierno es tan larga como ignominiosa.
Pero la otra es que hasta para una división del estado de Colorado *dentro* de la Unión se exige que el resto del estado, y también el resto de los Estados Unidos, voten también sobre el asunto. Vamos, que «democracia» no es que esos 11 condados de Colorado hagan, hablando en plata, lo que les salga del nabo (alias «derecho a decidir»). Es que *TODOS* los afectados por una decisión tengan voz y voto sobre ella.
Estoy de acuerdo contigo pero llevo creyendo desde hace tiempo que una de las cosas que más aterroriza al PP es el resultado de un referendum cualquiera.
Leo sus declaraciones hablando de mayorías silenciosas (lo mismo que decía Franco por cierto) y posiblemente, después de ver los resultados de los referendums, quedarían en entredicho. Habría que reconocer la existencia de un problema, algo que de momento pocos políticos nacionales han considerado. Y no hablo del problema nacionalista, hablo de la desafección por el país y sus sociedad.
Otra cosa, si hubiese un referendum a nivel nacional, podría caber la posibilidad (aunque remota) que regiones como Euskadi o Galicia (es aquí donde digo «remota») que quizás se apuntasen al bombardeo y pidiesen también que se considerase una consulta no vinculante para su independencia.
Lo que intento decir es que permitir un referendum, aunque no sea vinculante, sobre este tema implicaría poner en cuestión la esencia de lo que es realmente España y creo que muchos políticos prefieren no sacar el tema. El nacionalismo español tiene un miedo atroz a los nacionalismos minoritarios y prefiere enterrarlos que intentar convivir con ellos.
Pregunto como independentista que soy, como os sentiríais si una región que consideráis como parte de vuestro país dijese que no quiere vivir más con vosotros, que prefiere ir por su cuenta? Si alguien contesta a la pregunta, que intente no decir cosas relacionadas con la «propaganda» TV3 (como si las otras no lo hiciesen) que turbia las mentes de los catalanes o la constante presión de los medios locales. Asumamos que el referendum se hace a igualdad de condiciones mediáticas.
Empezaré por decir que rechazo la mayor, como decíamos en clase: al partir de ese enunciado «si una región… dijese» pones las porterías como a tí te conviene, una bien grande, la otra chiquitita. Partes de considerar a «la región», digamos que Cataluña por ejemplo, como un ente indivisible, una «unidad de destino en lo universal» (como creo que dije en otro hilo reciente) capaz de hablar con una sola voz, como si fuera una persona. Pero si te dijeran que sobre este tema «España ha hablado», «España decide» o similares te herviría la sangre.
En otras palabras, partes de considerar a España como una simple agrupación de cosas, un nombre que no significa nada (la coletilla «el estado español» que emplean muchos no tiene nada de inocente) pero a Cataluña como un ente dotado de personalidad y voluntad. Y va a ser que no, que las normas deben ser iguales para ambos.
Partiendo de esa base continuaré diciendo que «el problema catalán» en realidad es doble, para unos es el porcentaje de catalanes que no encuentra atractivo el statu quo actual, que es elevado, pero para los otros es el porcentaje de catalanes que no encuentra nada atractiva la independencia, que también es muy elevado, tan elevado como para que ERC pretenda impedir que en la hipotética consulta que planean se pudiera votar por una tercera vía, una pretensión que delata verdadero pánico al electorado. Sí, el nacionalismo español tiene un miedo atroz… y el catalán exactamente lo mismo.
Tal vez me acuses de eludir la respuesta…pero que lo que ocurre es que en mi opinión la pregunta, en los términos planteados, carece de sentido.
En cambio, si me preguntas cómo me sentiría si una mayoría clara de los catalanes (digamos que la mitad más uno del censo, no de los votantes) dijera que quiere separarse de España, eso si te lo voy a responder
1. Diría que lo mejor sería hacerles caso, no por un fantasmal «derecho a decidir» sino porque sería lo más inteligente y lo mejor para el conjunto, pero
2. «O todos moros, o todos cristianos». Exigiría una de dos opciones, o las zonas donde ha salido «no» se quedan en España, o se pone bien claro que si dentro de x años los catalanes cambian de idea se deshace lo hecho (porque una cosa que tenéis que asumir, y creo que en general cerráis los ojos, es que en vuestro hipotético país independiente habría una elevada minoría «irredentista», castellanohablante, oyente de Manolo Escobar y partidaria de volver a España, y partidos para expresar ese deseo en el parlamento… o eso o como mínimo un par de millones de personas que actualmente son catalanes dejarían de serlo de una forma u otra)
3. Personalmente jamás olvidaría que esas personas que se van, se van llamándome LADRON.
Las mayúsculas no son un error. Están ahí para dejar claro que es imposible querer la secesión y al mismo tiempo querer buen rollito. Si os largáis, lo hacéis porque decís que somos fascistas y franquistas, ladrones, imperialistas, atrasados, vagos, explotadores y demás lindezas. Eso lo recordaría mientras viviera. No buscaría deliberadamente vuestro mal, pero evitaría muy deliberadamente beneficiaros en nada; para mí sería como si estuviérais muertos, al otro lado de la nueva frontera habría una nada absoluta.
yo también te respondo
si una región que considero parte de mi país dice que no quiere vivir más con nosotros, ¿cómo iba a sentirme? abandonado. Y además no me dices (y evidentemente a estas alturas no me lo creería aunque me lo dijeras) eso de «no eres tu, soy yo», sino que como dice Alatriste, y más allá del buen rollo a nivel individual que puedas tener (el mismo que tengo yo, te lo aseguro), me abandonas porque me consideras un parásito carpetovetónico. Y por mucho buen rollo y poca capacidad de odiar que yo tenga, hombre, todo el mundo tiene su amor propio
Sí, eso es interesante tenerlo en cuenta. Pero si para una separación dentro de la nación se exigen requisitos tan «duros» si los pones al menos al mismo nivel para los casos de secesión ya puedo oir el rasgar de vestiduras y las acusaciones de fascista.
Hasta que punto autodeterminación deja de ser «auto», en el punto en que otros deciden por los que quieren decidir.
Es evidente que «los otros» también se ven afectados por la decisión de los primeros la cuestión es de quien es el derecho. En un matrimonio uno tiene derecho a no querer continuar, independientemente de cual sean las implicaciones para el otro -se negocian unas condiciones de separación , evidentmente- .
Realmente el concepto de la autodeteminación da mucho de si para reflexionar y es difícil llegar a conclusiones nítidas. De momento es interpretado por unos y otros a merced de sus intereses sin una conclusión clara.
Por eso mismo, me quedo con la Constitución española en donde dice aquello de: «…la soberania nacional reside en el pueblo español…» artículo 1.2 …..del que emanan los poderes del Estado.
No se tú, pero yo lo entiendo como el conjunto de todos los ciudadanos españoles con derecho a voto.
Saludos desde el Sur del Sur
Estoy de acuerdo en lo esencial: hay que tener caminos legales claros (y exigentes) para la secesión, pero no hay que tener miedo a consultarle su opinión a la gente. Más alla de eso, la situación de unos cuantos condados en Colorado es tan distinta de la de Cataluña que ni siquiera queda claro cuál sería el siguiente paso en la comparación, si “EEUU = España” o “Colorado = España; EEUU = UE”.
EEUU – UE. Europa tiene que ser un superestado federal algún día….
A ver si aprendemos en Cataluña y cambiamos rápidamente la legislación para establecer el mecanismo y permitir que alguna parte (ciudad, comarca, provincia) se separe de la comunidad autonóma democráticamente.
¡Esto sí que daría una lección de democracia a los españoles!
Supongo que lo dices en broma… porque si va en serio es evidente que eso significaría admitir que en caso de una hipotética secesión no toda Cataluña se haría independiente sino que las zonas antisecesionistas tendrían su propio «derecho a decidir» y eso no mola nada. España – perdón, el estado español – puede y debe hacerse pedazos pero Cataluña es «una unidad de destino en lo universal».
Qué poco ha tardado el tema en desviarse hacia la farsa.
Quizas es que el tema en si mismo ya es una farsa.
«EEUU – UE. Europa tiene que ser un superestado federal»
Pero no lo es! Ese es el problema: que España se está yendo y Europa no ha llegado aún. Que ahora mismo un sarampión de nacionalismos es la puntilla para Europa.
Todo este rollo del separatismo solo puede existir porque los nacionalistas ven Europa como la forma de romper sus paises sin correr con los riesgos reales de las pequeñas naciones: la moneda común, el acceso a los mercados y la defensa las provee el Bloque Europeo (y la Hegemonia Americana). Además, la UE y la hemonia USA son la garantia de que la cabra de la Legión no se va a pasear por las ramblas.
Pero si tienen éxito, lo que van llevar por delante es Europa (no, la Hegemonia Americana si es verdaderamente exógena, ¡aunque probablemente tampoco dure!).
Buen artículo, desconocía estos mecanismos para segregació de un estado dentro de los USA.
Sólo puntualizar un par de cosillas para mayor claridad.
La primera, que hay precedentes de que voten sólo los ciudadanos que se quieren segregar en otros lugares del mundo. Por ejemplo, la creación de un nuevo cantón de habla francesa, el Jura, escindido de un cantón alemán, en Suiza. Sólo votaron los ciudadanos del área que se quería escindir. O en la actualidad, en el referendum escocés votarán sólo los escoses. Ni los ingleses ni los galeses. Y no por ello estos 2 procesos son menos democráticos.
En cuanto al mecanismo indicado de salida de un estado de los USA, La Guerra Civil, recordar que los historiadores no se ponen de acuerdo en si cualificar a Lincoln como el mejor presidente de la historia ( por salvar la unidad del país) o como el peor de la historia ( por la multidud de cadáveres que comportó su decisión, cuando aceptar la Secesión no habría comportado casi ningún perjucio práctico ni a los ciudadanos del norte ni a los del sur, que habrían podido vivir en vecindad). Que cada cual saque sus conclusiones.
Ése es un tema que me enerva porque pese a todos los revisionistas del mundo mundial (y mundo mundial quiere decir «de por debajo de la línea Mason-Dixon») Lincoln no hizo semejante cosa. La guerra la empezó el Sur, no el Norte.
Lincoln, en realidad, tragó carros y carretas. En su primer discurso presidencial declaró que no tocaría para nada la esclavitud, declaró que no interfiriría para nada con los estados del Sur, que no usaría violencia para nada, que en las zonas donde los funcionarios federales fueran rechazados los puestos quedarían vacantes, hasta que el correo seguiría repartiéndose como si nada pasara. En pocas palabras, no dejó nada para Gandhi. Con todas las letras, prometió que no usaría la fuerza y pidió simplemente tiempo
«In your hands, my dissatisfied fellow-countrymen, and not in mine, is the momentous issue of civil war. The Government will not assail you. You can have no conflict without being yourselves the aggressors».
http://www.bartleby.com/124/pres31.html
Bien, el Sur decidió que quería una guerra y se lió a tiros. Nunca ha estado demasiada clara la razón, a menos que fuera acallar a los moderados del mismo Sur que querían negociar o al menos esperar a ver qué hacía el nuevo gobierno de Washington antes de dar el paso definitivo. Pero que encima resulte que de alguna forma Lincoln tuvo la culpa de eso…
Entendiendo por «los ciudadanos del sur» a los varones de raza prístinamente blanca, claro.
Sólo un comentario: En 1961 hubo un referéndum en Francia (toda Francia) para decidir la independencia de Argelia (que era una colonia y sí que tenía derecho de autodeterminación).
Salió que sí, y el sí obtuvo más % en el Hexágono que en Argelia.
Así que lo de Québec y Escocia son dos casos entre otros muchos, y excepciones seguramente.