Política

El discreto encanto de las primarias a medida

18 Jul, 2013 - - @egocrata

Por Politikon tenemos una larga historia de escepticismo bien poco disimulado con las elecciones primarias para escoger el liderazgo de un partido político y sus candidatos. Como hemos dicho repetidamente, no hay soluciones mágicas en esto de la selección de élites, y una votación interna por si sola no va a arreglar las cosas si la organización es disfuncional.

El Partido Socialista en Andalucía ayer nos hizo un favor a Pablo y a mí dando otro ejemplo de los problemas de un sistema de primarias en un partido con problemas. Tras la renuncia de Griñán a presentarse a la reelección, los líderes del partido organizaron rápidamente un proceso de primarias abiertas para escoger a su sucesor. Lo de abiertas, obviamente, es un decir: gracias a unas normas sobre avales muy restrictivas, límites al acceso al censo de militantes (nota: lo de la privacidad es una excusa barata – uno está en un partido para que los políticos le hagan caso, no para que el aparato del partido te proteja de los candidatos), y una campaña y plazos absurdamente cortos, Susana Díaz es la candidata única en estas elecciones, ya que nadie más se podrá presentar.

Es cierto que las normas para las primarias son las que son, y Díaz las ha «ganado» siguiéndolas al pie de la letra. También es cierto que los estatutos regulando las primarias fueron redactadas por los mismos dirigentes del partido que tan duro han trabajado para que ganara el candidato que ellos querían. No hay nada como diseñar una reglas que te favorezcan y encima tener el raro privilegio para implementarlas tú. La gran consulta a las bases del partido sobre quién va a dirigir a la formación durante los próximos años se reduce en una pantomima obvia donde el candidato ganador no sólo estaba claro de antemano, sino que además era el que querían las élites. Es realmente estupendo.

Digo todo esto, por cierto, siendo consciente que Díaz es probablemente la menos mala de los candidatos en estas primarias. Este hecho, sin embargo, creo que es irrelevante: Díaz es la mejor candidata porque cualquier persona con dos dedos de frente sabía de sobras que todo el proceso era una obra de teatro absurdo y no valía la pena intentarlo. El hecho que que cualquier persona más o menos cuerda sepa que cambiar la dirección del partido socialista en Andalucía es imposible, por cierto, es una forma realmente estupenda de asegurar que la cordura permanezca fuera del partido. Después en el PSOE se extrañarán que el partido esté lleno de chiflados o lamebotas incapaces de tener ideas propias. Realmente trabajan muy dura para que nadie más esté feliz dentro de la organización.

Me parece especialmente tierno también ver el peloteo desaforado en El País hablando sobre todos esos avales y apoyos que ha tenido Díaz. En un partido político no hay nada más fácil que conseguir que alguien te aplauda cuando está claro que vas a ganar. Todo el mundo quiere estar a buenas con el nuevo jefe, al fin y al cabo. En un proceso de primarias tan opresivo como este, conseguir los avales es casi un ejercicio de exigir lealtad pública al nuevo líder.

Lo más cómico de todo este proceso, por cierto, es una cifra: 45.733, el número de militantes que tiene el PSOE en Andalucía. Es decir, un patético 0,5% de la población de la comunidad está afiliada al partido. Esto, aunque parezca mentira, es una tasa de afiliación alta para lo que es habitual en España, pero sigue siendo una cifra ridículamente baja para un partido que pretende ser representativo.

En fin. Cuando los líderes del PSOE se pregunten por qué pierden militantes, nadie cree en su liderazgo y se quejan de desafección política no estaría de más que echaran a un vistazo a sus «reformas» para abrir el partido. Es difícil tomárselos en serio.


9 comentarios

  1. juan dice:

    Lo de Griñán es lamentable, llama primarias al dedazo disfrazado. No se pueden pedir el aval del 15% del censo a conseguir en menos de 1 mes, a 3 años vista de las elecciones, bueno, si se puede pero que no lo llamen democracia interna.

    Luego, cuando la gente normal se niegue a votar a esta señora que tardó 10 años en sacar derecho, y jamás ha tenido un empleo fuera del pesebre político…se preguntarán qué ha pasado.

    En todo caso, para los que queremos ver el bipartidismo liquidado, esto da opción a otros partidos de presentar candidatos más solventes y seguir erosionando a los partidos que han estado trincando durante «la modélica transición».

  2. Ignacio Paredero dice:

    La muchas veces tus artículos pecan de academicismo alejado de la realidad o voluntarismo buenista y entro para meter puntilla cual mosca cojonera.

    Hoy no.

  3. […] Andalucía: el discreto encanto de las primarias a medida […]

  4. Luís Pérez dice:

    Es cierto que todo esto de las primarias en Andalucía suena a tomadura de pelo. Pero el tema va más allá. Cuando se plantea que hay que elegir líderes en un partido con posibilidades reales de llegar al poder, habría que plantearse qué preparación tienen nuestros políticos para gobernar un país como este. Si para dirigir una gran empresa hace falta una formación potente, ¿qué será necesario para dirigir bien un país, que es mucho más complicado que una empresa? Habría que revisar qué papel juegan los partidos no solo en la selección de sus dirigentes sino también en su formación. Y seleccionarlos pensando que tendrán que discutir con la Merkel de igual a igual. Este artículo está bien: http://www.otraspoliticas.com/politica/%c2%bfque-politicos-para-el-2030

    • José María dice:

      En realidad, para dirigir una gran empresa se necesita lo mismo que para dirigir un partido político influyente: poder. Y el poder no suele estar relacionado con la formación, más bien con la influencia… generalmente económica, aunque pueda ser de otra naturaleza.
      Si se tiene el ‘poder’ ya se buscarán luego los ‘gestores a sueldo’ oportunos…

  5. Pedro dice:

    Hola,

    Este escrito me ha gustado también. El proceso de primarias, absurdo en este momento y hecho simplemente porque Griñán probablemente va a tener que dimitir, ha sido el típico manipulado que es típico en el partido socialista. Conozco multitud de historias de cómo el voto de las agrupaciones se «compra» en el propio congreso para que voten lo contrario de lo que querían los militantes a cambios de prevendas y cargos.
    Y lo peor de todo es que este sistema es mejor que el del otro gran partido, que es un dedazo soviético en toda regla.

    De todas formas el artículo parece decir que no son posibles unas primarias realmente «transparentes» o que sean expresión de la voluntad de los afiliados o simpatizantes. Ahí discrepo. Se pueden hacer y de hecho se hacen (en partidos como EQUO), lo que pasa es que no parece que se pueda hacer en los grandes disosaurios fosilizados de nuestra política.

    Creo que este ejemplo puede valer a Francesc Romeu, pre-candidato a las primarias del PSOE valenciano y que apuesta por primarias abiertas a militantes y simpatizantes, las pocas posibilidades que tiene contra quienes dominan la maquinaria del partido. Ya lo dije en su momento, aquí:
    http://larepublicaheterodoxa.blogspot.com.es/2013/07/con-francesc-romeu-en-catarroja.html

    Saludos,

  6. Undry dice:

    Para esto, no hagas primarias.

    Que elijan a dedo o se lo jueguen a los chinos.

  7. guition dice:

    Un 0,5% me parece incluso mucho. Conozco a más de uno que no tuvo más remedio que afiliarse al partido de turno para poder trabajar. En una comunidad con el 37% de paro ese es un «argumento» muy convincente. Lo interesante sería saber que porcentaje de afiliación habría si no contáramos el clientelismo.

    En las últimas elecciones andaluzas la abstención fue del 38% en comparación con el 33% de las asturianas. En las elecciones madrileñas de 2011 fue un 34%. El referendum para el Estatuto de Andalucia en 2007 tuvo una abstención del 64%. Mi impresión personal es que en la comunidad andaluza la desafección con la política convencional es igual o mayor que en otras partes de España.

    Por eso me he sorprendido al leer que la afiliación es más elevada que en otras partes del país. Hasta que he recordado las «lealtades forzadas» y entonces todo ha vuelto a encajar.

  8. […] o estilo remotamente nuevas o reconstruir el partido de arriba a abajo de una puñetera vez. Las primarias andaluzas fueron un ejemplo especialmente delirante en este aspecto; la vieja guardia sigue tan atrincherada […]

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